- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
El Sincretismo y lo maravilloso
Casa del Escritor, Cartagena de Indias. Muros calados cuyos vanos revelan sorpresas.
Archivo General de la Nación, Bogotá. Interior de la biblioteca.
Fundación FES Cali. Pórtico interior desde uno de los espacios de acceso.
Texto de: Ricardo L. Castro
Coincidiendo con la última fase del “boom” literario latinoamericano, una nueva ola expresiva se ha manifestado en muchas regiones al sur del río Grande. Regiones ajenas a las prácticas arquitectónicas sostenidas por una intelligentsia ubicada en una franja imaginaria que se proyecta desde los Estados Unidos, particularmente desde Nueva York y Boston, hacia el este, incluyendo a Europa, y hacia el oeste, incluyendo a Japón y Hong Kong. Una de las expresiones significativas que surgen del “boom”7. en la arquitectura latinoamericana es la del arquitecto colombiano Rogelio Salmona.8. Al igual que la obra de Eladio Dieste en Uruguay, Juvenal Barracco en Perú y Luis Barragán en México, la arquitectura de Salmona se caracteriza por un claro individualismo. Aunque su prolífica obra ha sido producida dentro de los confines de su país, su fama repercute por todo el mundo iberoamericano. Es más, creo que la importancia de la arquitectura de Salmona es resultado de dos aspectos importantes. Primero, su “sincretismo” y segundo su capacidad de “maravillar”.
¿Qué significan aquí sincretismo y capacidad de maravillar?
Una definición de sincretismo es: “Sistema filosófico o religioso que pretende conciliar varias doctrinas diferentes”.9. Sincretismo es una idea poderosa, particularmente adecuada para caracterizar un empeño arquitectónico que, nutrido e inspirado en varias fuentes, logre utilizarlas críticamente en el proceso de elaboración de la forma y de su contenido último, la arquitectura. Una gran distancia separa este concepto de la simple copia o simulación. Utilizado con frecuencia en el campo de la religión o la filosofía, puede también servir para describir prácticas en otras áreas.
Por ejemplo, el escritor cubano Alejo Carpentier, aspirante a arquitecto y connotado pionero de la narrativa latinoamericana contemporánea, exploró e intentó comprender en sus novelas y ensayos aquello que él denomina la americanidad de las Américas. Americanidad es, en buena parte, el resultado del contexto sincrético que parece caracterizar al continente, particularmente aquellas tierras al sur del río Grande.
Carpentier logra una comprensión única de la realidad latinoamericana que demuestra en su extraordinaria narrativa, rica en temas y observaciones agudas sobre música, arte, literatura, política, folclor e incluso cocina. Su discurso es uno de los más cimentados y profundos legados sobre ese nuevo mundo. Su eco resuena aún en la literatura y la arquitectura latinoamericanas. Y es en estas actividades donde los temas de naturaleza, historia, tiempo e individuo, entrelazados con las nociones del eterno barroco y lo fantástico, reflejan aquello que García Márquez llama la “realidad descomunal” de esta parte del mundo.
La visión vanguardista y sincrética de la realidad hispanoamericana ya había sido desarrollada por Carpentier para los años veinte. Visión siempre relacionada con su descubrimiento y difusión del mundo resplandeciente y quimérico, “lo maravilloso de la realidad hispanoamericana” (que posteriormente recibiría el tributo de Gabriel García Márquez en su discurso de aceptación del premio Nobel de Literatura en 1982).10.
García Márquez señala que la “realidad descomunal” apareció a comienzos del período colonial y tuvo como base una trama tejida por los más increíbles, extraños y fantásticos sucesos descritos por los primeros viajeros y cronistas de Indias. Tales acontecimientos podrían interpretarse como una cierta locura que ha persistido desde la independencia de la dominación española y todavía ronda las acciones y pensamientos de millones de hombres y mujeres en Latinoamérica. Como anota el novelista, déspotas, dictadores, cinco guerras, incontables golpes militares, etnocidio, exilio y una creciente devaluación de la vida humana se han convertido, en épocas recientes, en una verdadera rutina de la realidad latinoamericana.11.
Las ideas de Carpentier han servido como prisma para observar muchas otras esferas y constituyen fuente de inspiración para aquellos que trabajan en diversas áreas, incluyendo la crítica arquitectónica.
En varios de sus ensayos y novelas, Carpentier a menudo menciona, describe y analiza la arquitectura en una prosa imaginativa y sugerente. Un ejemplo es su lectura de La Habana en el ensayo “La Ciudad de las columnas”,12. fuente atemporal de reflexión no sólo sobre los aspectos formales de la ciudad colonial sino sobre muchos de los aspectos culturales en los que convergen las culturas en un acto arquitectónico. Edmundo OíGorman ha señalado que Colón, habiendo zarpado hacia la exploración de los límites del mundo conocido, nunca llegó a descubrir América, después de todo.13. ¿Cómo habría podido descubrir algo que no existía?
América fue inventada como una construcción que se acomodara a la mentalidad del Viejo Mundo. Sin embargo, cuatrocientos cincuenta años después, Carpentier se convierte en el verdadero explorador de esta tierra inventada y paradójica. Descubrimiento al que se llega no a través de medios náuticos sino con la ayuda de una estrategia conceptual que el escritor cubano llama “lo real-maravilloso”.14. Concepto que sirve como herramienta para confrontar y entender esa realidad sincrética que parece existir por toda América Latina. Lo real maravilloso es esencialmente una estrategia, una técnica “diseñada para aguzar nuestra conciencia de las sorprendentes riquezas de la realidad observable”.15. Carpentier documenta abiertamente el momento en que por primera vez tuvo conciencia de la idea, durante un viaje a Haití en 1943.16. La súbita epifanía de Carpentier fue resultado de un encuentro arquitectónico, alimentado e informado por su propia perspectiva intelectual y social.17. Donald L. Shaw resume así el momento de esta epifanía:
“Lo que en apariencia hizo el viaje a Haití fue estimular de repente en Carpentier, una vez más, la conciencia de que: “en América (Latina) el surrealismo es cosa común y corriente, cotidiana”. No sólo, como él lo había percibido a medias en sus descripciones del naniguismo y las creencias mágicas de sus primeros trabajos, había que encontrar lo maravilloso del presente sino también lo maravilloso del pasado, revelación que tuvo en las ruinas del palacio de Sans Souci de Henri Christophe y en la sorprendente ciudadela de La Ferrière”.18.
En consecuencia, el concepto de lo real maravilloso, concebido inicialmente como estrategia para describir la realidad existente, parecería también adecuado para construirla.19. Sin saberlo, Salmona explota la misma vena que Carpentier, construyendo una realidad tan viva y cautivante como la del escritor, hecha, en su caso, de elementos y materiales tangibles pero igualmente maravillosa.
Todavía hay más implicaciones para extrapolar de las obras de Carpentier, y ellas aluden a temas universales de alcance interdisciplinario. Una es la idea del barroco, profundamente entrelazada con la de sincretismo. Para Carpentier, el barroco “más que un estilo de período, es un estado de ánimo, una manera de ser, un rasgo espiritual que puede aparecer en cualquier tiempo y espacio y, consecuentemente, dentro de cualquier cultura”.20.
Este tema funciona en varios niveles puesto que el lenguaje mismo de Carpentier es barroco en su lexicografía, sintaxis y uso de mecanismos literarios. Lo mismo se aplica a su visión del mundo, que incorpora temas tales como el iluminismo, el fatalismo, el laberinto, la circularidad, lo inconcluso y, en especial, una extraordinaria obsesión con el tiempo, el cambio y el movimiento, así como referencias a lo humorístico y lo grotesco. ¿No deberían todas estas superposiciones, contradicciones e inconsistencias ser exploradas en cualquier intento por descubrir la realidad de la arquitectura latinoamericana?
Yo argumentaría, sin embargo, que esta realidad sincrética, aprehendible en términos de la estrategia de lo real-maravilloso de Carpentier, permea implícitamente la obra de Rogelio Salmona.
El sincretismo es evidente en la arquitectura de Salmona, a través de su manipulación y combinación de varios componentes de sus proyectos, en particular aquellos diseñados y construidos después de las Torres del Parque, 1967-1972, en Bogotá. Tales aspectos van desde el uso de materiales vegetales y materiales tradicionales de construcción, de elementos no convencionales, como agua y aire, de tipologías de organización derivadas de diferentes culturas, hasta lo que yo llamo una memoria arquitectural, ligado todo a una comprensión absoluta del paisaje. La alquimia de esta combinación produce una arquitectura que ejerce un profundo impacto sobre los sentidos. Una arquitectura que al conmovernos deja una honda huella emocional. En este sentido, la obra de Salmona satisface la idea de emocionar (emouvoir), que Le Corbusier, su maestro y antiguo empleador, buscó alcanzar, percibiéndola como la característica fundamental del quehacer arquitectónico.21.
La reacción frente a los aspectos sincréticos de la arquitectura de Salmona es automática: su confrontación inicial deja, a aquellos que la experimentan, profundamente maravillados. Esto, a su vez, invita a una inspección más detallada de la obra, que se presenta desnuda, escuetamente sólida. Como la de Louis I. Kahn, esta es una arquitectura de silencio, de silencio elocuente. Es también una arquitectura que intenta alcanzar lo inmensurable, tarea que por sí sola nos maravilla. En este contexto, las palabras de Kahn con que abrimos el capítulo adquieren resonancia.
En la arquitectura de Salmona, como en la de las culturas precolombinas, el cuerpo, a través de todos sus sentidos, se convierte en el receptor último de forma y evento. Su arquitectura no atiende sencillamente a la perspectiva, sino que incluye el uso deliberado de elementos como el agua y el aire, que modifican y amplían todo nuestro espectro sensorial, así como nuestro sentido de la comodidad.
Salmona ha señalado con frecuencia que uno hace arquitectura basado en las cosas y en los sucesos que nos han emocionado en uno u otro momento. Con un bagaje de emociones acumuladas, el arquitecto es capaz de funcionar en el futuro, en la medida en que su manipulación de la forma se dirige a la creación de nuevas emociones y nuevos sentimientos acerca de lo maravilloso. Este proceso dialéctico en el cual memoria y sortilegio juegan un papel significativo es inherente al quehacer arquitectónico de Salmona. También es inherente a nuestra forma de experimentar su arquitectura.
#AmorPorColombia
El Sincretismo y lo maravilloso
Casa del Escritor, Cartagena de Indias. Muros calados cuyos vanos revelan sorpresas.
Archivo General de la Nación, Bogotá. Interior de la biblioteca.
Fundación FES Cali. Pórtico interior desde uno de los espacios de acceso.
Texto de: Ricardo L. Castro
Coincidiendo con la última fase del “boom” literario latinoamericano, una nueva ola expresiva se ha manifestado en muchas regiones al sur del río Grande. Regiones ajenas a las prácticas arquitectónicas sostenidas por una intelligentsia ubicada en una franja imaginaria que se proyecta desde los Estados Unidos, particularmente desde Nueva York y Boston, hacia el este, incluyendo a Europa, y hacia el oeste, incluyendo a Japón y Hong Kong. Una de las expresiones significativas que surgen del “boom”7. en la arquitectura latinoamericana es la del arquitecto colombiano Rogelio Salmona.8. Al igual que la obra de Eladio Dieste en Uruguay, Juvenal Barracco en Perú y Luis Barragán en México, la arquitectura de Salmona se caracteriza por un claro individualismo. Aunque su prolífica obra ha sido producida dentro de los confines de su país, su fama repercute por todo el mundo iberoamericano. Es más, creo que la importancia de la arquitectura de Salmona es resultado de dos aspectos importantes. Primero, su “sincretismo” y segundo su capacidad de “maravillar”.
¿Qué significan aquí sincretismo y capacidad de maravillar?
Una definición de sincretismo es: “Sistema filosófico o religioso que pretende conciliar varias doctrinas diferentes”.9. Sincretismo es una idea poderosa, particularmente adecuada para caracterizar un empeño arquitectónico que, nutrido e inspirado en varias fuentes, logre utilizarlas críticamente en el proceso de elaboración de la forma y de su contenido último, la arquitectura. Una gran distancia separa este concepto de la simple copia o simulación. Utilizado con frecuencia en el campo de la religión o la filosofía, puede también servir para describir prácticas en otras áreas.
Por ejemplo, el escritor cubano Alejo Carpentier, aspirante a arquitecto y connotado pionero de la narrativa latinoamericana contemporánea, exploró e intentó comprender en sus novelas y ensayos aquello que él denomina la americanidad de las Américas. Americanidad es, en buena parte, el resultado del contexto sincrético que parece caracterizar al continente, particularmente aquellas tierras al sur del río Grande.
Carpentier logra una comprensión única de la realidad latinoamericana que demuestra en su extraordinaria narrativa, rica en temas y observaciones agudas sobre música, arte, literatura, política, folclor e incluso cocina. Su discurso es uno de los más cimentados y profundos legados sobre ese nuevo mundo. Su eco resuena aún en la literatura y la arquitectura latinoamericanas. Y es en estas actividades donde los temas de naturaleza, historia, tiempo e individuo, entrelazados con las nociones del eterno barroco y lo fantástico, reflejan aquello que García Márquez llama la “realidad descomunal” de esta parte del mundo.
La visión vanguardista y sincrética de la realidad hispanoamericana ya había sido desarrollada por Carpentier para los años veinte. Visión siempre relacionada con su descubrimiento y difusión del mundo resplandeciente y quimérico, “lo maravilloso de la realidad hispanoamericana” (que posteriormente recibiría el tributo de Gabriel García Márquez en su discurso de aceptación del premio Nobel de Literatura en 1982).10.
García Márquez señala que la “realidad descomunal” apareció a comienzos del período colonial y tuvo como base una trama tejida por los más increíbles, extraños y fantásticos sucesos descritos por los primeros viajeros y cronistas de Indias. Tales acontecimientos podrían interpretarse como una cierta locura que ha persistido desde la independencia de la dominación española y todavía ronda las acciones y pensamientos de millones de hombres y mujeres en Latinoamérica. Como anota el novelista, déspotas, dictadores, cinco guerras, incontables golpes militares, etnocidio, exilio y una creciente devaluación de la vida humana se han convertido, en épocas recientes, en una verdadera rutina de la realidad latinoamericana.11.
Las ideas de Carpentier han servido como prisma para observar muchas otras esferas y constituyen fuente de inspiración para aquellos que trabajan en diversas áreas, incluyendo la crítica arquitectónica.
En varios de sus ensayos y novelas, Carpentier a menudo menciona, describe y analiza la arquitectura en una prosa imaginativa y sugerente. Un ejemplo es su lectura de La Habana en el ensayo “La Ciudad de las columnas”,12. fuente atemporal de reflexión no sólo sobre los aspectos formales de la ciudad colonial sino sobre muchos de los aspectos culturales en los que convergen las culturas en un acto arquitectónico. Edmundo OíGorman ha señalado que Colón, habiendo zarpado hacia la exploración de los límites del mundo conocido, nunca llegó a descubrir América, después de todo.13. ¿Cómo habría podido descubrir algo que no existía?
América fue inventada como una construcción que se acomodara a la mentalidad del Viejo Mundo. Sin embargo, cuatrocientos cincuenta años después, Carpentier se convierte en el verdadero explorador de esta tierra inventada y paradójica. Descubrimiento al que se llega no a través de medios náuticos sino con la ayuda de una estrategia conceptual que el escritor cubano llama “lo real-maravilloso”.14. Concepto que sirve como herramienta para confrontar y entender esa realidad sincrética que parece existir por toda América Latina. Lo real maravilloso es esencialmente una estrategia, una técnica “diseñada para aguzar nuestra conciencia de las sorprendentes riquezas de la realidad observable”.15. Carpentier documenta abiertamente el momento en que por primera vez tuvo conciencia de la idea, durante un viaje a Haití en 1943.16. La súbita epifanía de Carpentier fue resultado de un encuentro arquitectónico, alimentado e informado por su propia perspectiva intelectual y social.17. Donald L. Shaw resume así el momento de esta epifanía:
“Lo que en apariencia hizo el viaje a Haití fue estimular de repente en Carpentier, una vez más, la conciencia de que: “en América (Latina) el surrealismo es cosa común y corriente, cotidiana”. No sólo, como él lo había percibido a medias en sus descripciones del naniguismo y las creencias mágicas de sus primeros trabajos, había que encontrar lo maravilloso del presente sino también lo maravilloso del pasado, revelación que tuvo en las ruinas del palacio de Sans Souci de Henri Christophe y en la sorprendente ciudadela de La Ferrière”.18.
En consecuencia, el concepto de lo real maravilloso, concebido inicialmente como estrategia para describir la realidad existente, parecería también adecuado para construirla.19. Sin saberlo, Salmona explota la misma vena que Carpentier, construyendo una realidad tan viva y cautivante como la del escritor, hecha, en su caso, de elementos y materiales tangibles pero igualmente maravillosa.
Todavía hay más implicaciones para extrapolar de las obras de Carpentier, y ellas aluden a temas universales de alcance interdisciplinario. Una es la idea del barroco, profundamente entrelazada con la de sincretismo. Para Carpentier, el barroco “más que un estilo de período, es un estado de ánimo, una manera de ser, un rasgo espiritual que puede aparecer en cualquier tiempo y espacio y, consecuentemente, dentro de cualquier cultura”.20.
Este tema funciona en varios niveles puesto que el lenguaje mismo de Carpentier es barroco en su lexicografía, sintaxis y uso de mecanismos literarios. Lo mismo se aplica a su visión del mundo, que incorpora temas tales como el iluminismo, el fatalismo, el laberinto, la circularidad, lo inconcluso y, en especial, una extraordinaria obsesión con el tiempo, el cambio y el movimiento, así como referencias a lo humorístico y lo grotesco. ¿No deberían todas estas superposiciones, contradicciones e inconsistencias ser exploradas en cualquier intento por descubrir la realidad de la arquitectura latinoamericana?
Yo argumentaría, sin embargo, que esta realidad sincrética, aprehendible en términos de la estrategia de lo real-maravilloso de Carpentier, permea implícitamente la obra de Rogelio Salmona.
El sincretismo es evidente en la arquitectura de Salmona, a través de su manipulación y combinación de varios componentes de sus proyectos, en particular aquellos diseñados y construidos después de las Torres del Parque, 1967-1972, en Bogotá. Tales aspectos van desde el uso de materiales vegetales y materiales tradicionales de construcción, de elementos no convencionales, como agua y aire, de tipologías de organización derivadas de diferentes culturas, hasta lo que yo llamo una memoria arquitectural, ligado todo a una comprensión absoluta del paisaje. La alquimia de esta combinación produce una arquitectura que ejerce un profundo impacto sobre los sentidos. Una arquitectura que al conmovernos deja una honda huella emocional. En este sentido, la obra de Salmona satisface la idea de emocionar (emouvoir), que Le Corbusier, su maestro y antiguo empleador, buscó alcanzar, percibiéndola como la característica fundamental del quehacer arquitectónico.21.
La reacción frente a los aspectos sincréticos de la arquitectura de Salmona es automática: su confrontación inicial deja, a aquellos que la experimentan, profundamente maravillados. Esto, a su vez, invita a una inspección más detallada de la obra, que se presenta desnuda, escuetamente sólida. Como la de Louis I. Kahn, esta es una arquitectura de silencio, de silencio elocuente. Es también una arquitectura que intenta alcanzar lo inmensurable, tarea que por sí sola nos maravilla. En este contexto, las palabras de Kahn con que abrimos el capítulo adquieren resonancia.
En la arquitectura de Salmona, como en la de las culturas precolombinas, el cuerpo, a través de todos sus sentidos, se convierte en el receptor último de forma y evento. Su arquitectura no atiende sencillamente a la perspectiva, sino que incluye el uso deliberado de elementos como el agua y el aire, que modifican y amplían todo nuestro espectro sensorial, así como nuestro sentido de la comodidad.
Salmona ha señalado con frecuencia que uno hace arquitectura basado en las cosas y en los sucesos que nos han emocionado en uno u otro momento. Con un bagaje de emociones acumuladas, el arquitecto es capaz de funcionar en el futuro, en la medida en que su manipulación de la forma se dirige a la creación de nuevas emociones y nuevos sentimientos acerca de lo maravilloso. Este proceso dialéctico en el cual memoria y sortilegio juegan un papel significativo es inherente al quehacer arquitectónico de Salmona. También es inherente a nuestra forma de experimentar su arquitectura.