Santuario de Fauna y Flora Malpelo

Vista aérea de la isla de Malpelo.   Sandra Bessudo.

Pez halcón de coral.   Yves Lefèvre.

Cangrejo terrestre endémico de Malpelo.   Sandra Bessudo.

Molusco comiendo coral tubastrea y huevos.    Yves Lefèvre.

Morena pintita.    Yves Lefèvre.

Estrella de mar.    Sandra Bessudo.

Mero cuero o cagaleche.   Yves Lefèvre.

Estrella de mar.    Yves Lefèvre.

Nudibranquio.    Yves Lefèvre.

Pez murciélago de labios rojos.   Yves Lefèvre.

Arco del Tropic.    Yves Lefèvre.

Pareja de piqueros enmascarados.    Sandra Bessudo.

Gaviota nocturna.    Sandra Bessudo.

Macho de lagartija endémica de Malpelo.    Sandra Bessudo.

Piquero enmascarado.   Sandra Bessudo.

Mantarraya.   Yves Lefèvre.

Tiburón martillo.    Sandra Bessudo.

Tiburón martillo con un cardumen de pargos.    Yves Lefèvre.

Tiburón monstruo.    Sandra Bessudo.

Texto de: Laura Sesana

Localización: Océano Pacífico, a 490 km de la costa de Buenaventura
Año creación: 1995
Extensión: 857 500 ha
Temperatura: 27 ºC
Ecosistemas: Bioma marino, litorales rocosos, arrecifes de coral, fondos arenosos.

La isla de Malpelo es la cúspide de una cordillera volcánica submarina llamada Dorsal de Malpelo, cuyas paredes descienden hasta los 4 000 m de profundidad. La altura máxima de esta isla es de 300 m.s.n.m. Ubicada a 490 km de la costa de Buenaventura, Malpelo es la única isla oceánica colombiana en el océano Pacífico y el punto más occidental de Colombia. Malpelo está conformada por una isla principal y doce peñascos que abarcan una extensión de 3,5 km² de área terrestre.

Declarado como área protegida del Sistema de Parques Nacionales Naturales bajo la categoría de Santuario de Fauna y Flora en 1995, y ampliado en su area marina a 6 millas alrededor de la misma en 1996, el santuario es realinderado en el año 2002, cuando es nombrado como “Zona Especialmente Sensible” ante la Organización Marítima Internacional. Finalmente, en el año 2005, el área marina protegida es ampliada a un poco más de 25 millas náuticas alrededor de la isla, convirtiéndola en la novena área marina protegida de protección absoluta más grande del mundo, con una extensión total de 8 757 km². Este santuario ha recibido la designación de área AICA (Área de Importancia para la Conservación de las Aves) por parte de BirdLife? Internacional y por el Instituto de Investigaciones Alexander von Humboldt; también fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en julio de 2006.

La isla de Malpelo tiene una importancia geopolítica para Colombia. Por un lado, le confiere límites marítimos con Costa Rica y, por otro lado, hace posible que Colombia extienda su mar territorial y su Zona Económica Exclusiva a 200 millas más al oeste de la isla; en 1985, por lo demás, se crea un puesto destacado de la Armada Nacional sobre la isla para realizar labores de soberanía y control.

Malpelo ha sido considerada un laboratorio viviente, evidenciado por las numerosas expediciones de científicos internacionales y nacionales. Las expediciones más sobresalientes son la de C.H. Townsend en 1891, A.G. Hancock en 1927, G. Vanderbuilt en 1938, R. Cushman en 1941 y el Smithsonian Institution en 1972. Sin embargo, desde 1998, la Unidad de Parques Nacionales, con el apoyo de la Armada Nacional y de la Fundación Malpelo, han logrado establecer varias expediciones y cruceros científicos cada año, con el fin de investigar y monitorear varias especies y ecosistemas de importancia local, regional y mundial.

Malpelo se encuentra en la Zona de Convergencia Intertropical donde se encuentran los vientos alisios provenientes del norte y del sur. No hay huracanes; sin embargo, en ocasiones se forman depresiones tropicales y tormentas. La isla no tiene yacimientos de agua propia, pero las partes altas de la isla actúan como un gigantesco condensador, cuando el agua de las nubes es atrapada y filtrada dentro de la roca. La temperatura promedio anual es de 27 ºC.

La flora y fauna terrestre del santuario es determinada por los factores geológicos y topográficos particulares de la isla. El guano, palabra derivada de la lengua quechua, se refiere al excremento de murciélagos y aves marinas, rico en nutrientes. El guano de las aves marinas es probablemente el factor más importante para la supervivencia y el carácter de la flora y fauna de Malpelo. No sólo sirve de abono para las plantas, sino que el guano también es consumido por insectos como las hormigas y por cangrejos terrestres junto con ciertas especies de lagarto. Además, los restos de pescado que dejan estas aves marinas son también consumidos por los cangrejos y los lagartos que habitan la isla. Finalmente, todos estos nutrientes son acarreados al océano por las aguas de la lluvia, convirtiéndose en rico abono para las algas y otra vegetación marina.

La vegetación de Malpelo es escasa pero importante para la supervivencia de varias especies de fauna terrestre. En los parajes menos inclinados se encuentran algunos parches de helechos, algas, varias especies de líquenes, musgos y algunas gramíneas.

A pesar de su aspecto desolado, esta isla alberga una fauna terrestre muy particular, bien adaptada al sustrato rocoso, dependiente en gran parte del aporte de los nutrientes provenientes del mar, del guano producido por las aves y de la escasa vegetación existente. Entre estas especies, se destacan cuatro de carácter endémico; es el caso del cangrejo terrestre (Gecarcinus malpilensis), la lagartija (Anolis agassizi), el lagarto punteado (Diploglossus millepunctatus) y el gecko (Phyllodactylus transversalis). También se encuentran unas 70 especies pertenecientes a varias familias de artrópodos y anélidos.

Hasta la fecha, Malpelo ha reportado unas 60 especies de aves. Aquí, por cierto, se encuentra la colonia reproductiva más grande del mundo del piquero enmascarado de la especie (Sula granti). Igualmente, se pueden observar otras especies de piqueros como el Sula dactylatra, Sula leucogaster y Sula sula, las fragatas (Fregata magnificens y Fregata minor), el ave tropical (Phaeton aethereus), varias especies de petreles y gaviotas como lo son Larus atricilla y Creagrus furcatus, esta última de hábitos nocturnos y considerada como endémica para las islas Galápagos y Malpelo. A la avifauna nativa debe sumarse una gran cantidad de especies migratorias; varias de ellas se encuentran en algún estado de amenaza nacional o mundial debido a la contaminación y pérdida de alimento causado por la sobre explotación pesquera.

La isla tiene un valor fundamental a nivel biogeográfico, especialmente por su aislamiento y ubicación, dispuesta en la zona de confluencia de diferentes sistemas de corrientes que arrastran formas larvales de diferentes organismos, los cuales encuentran en Malpelo un trampolín de dispersión en aguas de la provincia Panámica. Malpelo es igualmente un sitio esencial para muchas especies migratorias o en peligro de extinción, además de ser un lugar importante para la reproducción, el reclutamiento y la agregación de especies; varias de ellas consideradas de importancia comercial como atunes, pargos, jureles, meros, entre otros.

En Malpelo se han reportado 17 especies de coral. Si bien no se puede decir que existen arrecifes coralinos, sí podemos hablar de importantes formaciones coralinas. En efecto, las fuertes pendientes submarinas, las grandes profundidades entre la isla y el continente y el aislamiento biogeográfico, son al parecer los factores primordiales que han limitado el desarrollo extensivo de estas formaciones alrededor de Malpelo. Los corales se han adaptado al sustrato, creando terrazas para aprovechar al máximo la luz solar. Estas formaciones coralinas compuestas principalmente por los géneros Pavona, Porites, Pocillopora y Gardineroseris, están claramente zonificadas en diferentes puntos de la isla, extendiéndose aproximadamente desde los 5 y los 40 m de profundidad. El género Tubastraea es muy abundante alrededor de todas las paredes de la isla y Errinopora se observa a partir de los 40 a 70 m de profundidad.

Asociados a estas formaciones coralinas y de roca se encuentran varias especies de octocorables o gorgonias que adornan todas las paredes y peñascos de Malpelo. En cuanto a los equinodermos, se han reportado hasta la fecha 110 especies repartidas en 43 familias de los cuales dos estrellas de mar Tamaria stria y Narcissia gracilis malpeloensis son endémicos de este lugar. Se han identificado 130 especies en 104 familias de moluscos, 267 especies de crustáceos y 395 especies de peces de los cuales los Acanthemblemaria stephensi, Chriolepis lepidotus, Halichoeres malpelo, Axoclinus rubinoffi, y Lepidonectes bimaculata son de carácter endémico. Entre las especies de peces se pueden destacar el pez murciélago de labios rojos (Ogcocephalus porrectus), especie endémica del Parque Nacional Natural Isla del Coco en Costa Rica y Malpelo y los coloridos peces ángel (Holacanthus passer) y el pez mariposa (Johnrandallia nigrirostris).

Una de los aspectos más sobresalientes de Malpelo es que en los alrededores ?de la isla se pueden observar durante todo el año grandes concentraciones de ?más de 300 tiburones martillo (Sphyrna lewini), jureles (Caranx spp), pargos (Lutjanus spp), bravos (Seriola rivoliana), atunes (Thunnus spp), rayas águila (Aetobatus narinari), morenas (Gymnomuraena dovii) y barracudas (Sphyraena idiastes), entre otras.

Malpelo es además uno de los pocos sitios en el mundo donde se ha confirmado la presencia de un tiburón de profundidad (Odontaspis ferox), especie que se puede observar durante los primeros meses del año, cuando las aguas son más frías. Grupos de más de 1 000 tiburones sedosos (Carcharhinus falciformis) se han observado durante sus migraciones, quedándose largas temporadas en los alrededores de Malpelo. Los tiburones ballena (Rhincodon typus), las gigantescas mantas diablo?(Manta birostris) y varias especies de tortugas son también observadas frecuentemente por los buzos que visitan el área protegida.

Malpelo es considerado como uno de los mejores lugares en el mundo para la práctica del buceo, llamando la atención de buzos avanzados, fotógrafos y documentalistas que vienen a descubrir uno de los últimos lugares del planeta donde las especies y los ecosistemas oceánicos aún se encuentran intactos. En la actualidad hay en operación cinco compañías de buceo recreativo. Estas compañías no pueden llevar más de 20 personas a la isla y no puede haber más de una de éstas presente en el santuario a la vez.

Sin embargo, este santuario afronta varias amenazas. La más grave y más difícil de controlar es la causada por la pesca ilegal. En efecto, embarcaciones nacionales e internacionales aprovechan las debilidades del gobierno nacional en cuanto a las dificultades de acceso, de lejanía, de falta de presupuesto y de personal, para entrar al área protegida y abastecerse principalmente de atunes y tiburones, los cuales son fundamentales para la sostenibilidad del recurso pesquero y salud de los ecosistemas marinos.

Para conservar los valores naturales de esta área protegida y disminuir las amenazas, Parques Nacionales, la Armada Nacional, la Fundación Malpelo y Conservación Internacional han unido esfuerzos y puesto en marcha varios proyectos, apoyando efectivamente la protección, la investigación, la educación, el control y la vigilancia del Santuario de Fauna y Flora Malpelo.