- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta

Población kogi en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

La Sierra Nevada de Santa Marta se desprendió de la cordillera Central durante la era Terciaria a causa de los movimientos de la corteza terrestre. La topografía escarpada produce un caleidoscopio de ecosistemas que va desde las selvas tropicales hasta el piso nival. Carlos Castaño.

Vista aérea del Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña más alta del mundo junto a un litoral. Carlos Castaño.

Indio kogi frente a su casa en San Francisco, río Garavito. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. William González.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos del Magdalena, Cesar y La Guajira
Año creación: 1964
Extensión: 383 000 ha
Altura: 5 770 m.s.n.m.
Temperatura: 4 - 27 ºC
Ecosistemas: Selva húmeda ecuatorial de piso cálido, selva subandina, selva andina, páramo, superpáramo, piso nival.
Es difícil concebir que tanta diversidad, belleza, riqueza natural y cultural pueda reunirse en un solo espacio. Tal vez por esta razón sus habitantes indígenas consideran la Sierra Nevada de Santa Marta el centro del universo y el regulador de la salud de la Tierra. Para hablar de la Sierra Nevada de Santa Marta no se puede omitir mención de su patrimonio geológico, orográfico, hidrográfico, biológico y cultural. Además de ser la montaña intertropical costera más alta del mundo, el parque envuelve las dos cumbres más altas de Colombia: los picos nevados de Simón Bolívar, a 5 775 m.s.n.m., y Cristóbal Colón, a 5 560 m.s.n.m. La sierra es una estrella hidrográfica de singular importancia económica para la región, compuesta por 35 ríos, 16 de los cuales nacen en el parque. Es la fuente principal de agua para la región en donde se desarrollan las importantes agroindustrias del banano, palma, arroz, algodón y ganadería, así como también un importante sector turístico. Se calcula que alrededor de 1,5 millones de personas dependen del agua que la sierra suministra.
Al mismo tiempo, dada su geografía escarpada, la Sierra Nevada de Santa Marta cuenta con todos los pisos térmicos tropicales, junto con una vegetación representativa de cada uno de ellos. En el aislamiento que se produjo, al desprenderse de la cordillera Central de los Andes, se encuentran varios endemismos, tanto en su flora como en su fauna. De singular categoría, se reconoce como un centro antiguo tayrona, cultura precolombina que alcanzó altos niveles de desarrollo. Hoy es considerada un importante núcleo cultural, ya que en la sierra sobreviven varios grupos indígenas que luchan por mantener viva su cultura tradicional.
La Sierra Nevada de Santa Marta se ubica en los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar. Fue declarada Parque Nacional en 1964, y redelimitada y ampliada en 1977, para comprender un total de 383 000 hectáreas. En 1959 fue declarada Reserva Forestal por la Unesco, con algunas de sus zonas nombradas Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves. En 1979 también fue declarada Reserva de la Biosfera del Hombre y de la Humanidad por la misma entidad.
Una de las teorías sobre el origen de la sierra sugiere que durante la era Terciaria (casi 70 millones de años atrás), la Sierra Nevada de Santa Marta se desprendió de la cordillera Central; a causa de los movimientos subsecuentes de la corteza terrestre, se fue desplazando hacia la costa atlántica. El aislamiento que produjo esta separación tuvo interesantes efectos sobre la evolución de la flora y fauna del Macizo, ofreciendo un kaleidoscopio variado y único en materia de especies. El clima de la sierra es determinado en gran parte por la elevación, que va de 0 a 5 770 m.s.n.m. La temperatura promedio al nivel del mar es de 27 ºC, y de 4 ºC en las cumbres más altas. El promedio anual de lluvias es de 2 000 mm, dependiendo del sector. En el área septentrional, entre los 1 000 y 1 500 m.s.n.m., el medio de precipitación es de 4 000 mm, y disminuye a medida que se asciende a la sierra. Las lluvias obedecen un patrón bimodal y los meses de mayor precipitación son octubre y noviembre, con otro periodo de lluvia de julio a agosto. El periodo con menor intensidad de lluvia va de diciembre a abril.
La Sierra Nevada de Santa Marta es un importante centro de endemismo de Colombia, en virtud de su oferta de biodiversidad a nivel tanto de elementos de flora como de fauna. Tan sólo a nivel de plantas se han registrado un total de 126 especies endémicas (Carbonó & Lozano, 1997; PROSIERRA, 1998). A nivel de fauna, se registran más de 120 endemismos a nivel de vertebrados. Las aves constituyen el grupo más diverso, con 67 especies endémicas, muchas de las cuales presentan distribución restringida para la sierra. 10 especies de aves han sido reportadas bajo alguno de los criterios de amenaza a nivel nacional; entre estas se tienen: la perdiz carinegra (Odontophorus atrifrons atrifrons), el colibrí cabecicastaño (Anthocephala floriceps floriceps) y el arañero de Santa Marta (Basileuterus basilicus) (Renjifo et al, 2002 ).
Los seis biomas de la sierra incluyen la selva húmeda ecuatorial de piso cálido –el bioma mejor representado en el macizo–, donde la arborización predominante pertenece a la especie perennifolia, muchas de los cuales producen flores cuyo color varía localmente. En los parajes por debajo de los 550 m.s.n.m, predomina el caracolí (Anacardium excelsum), árbol que crece de 20 a 40 m de altura, con follaje denso y un tronco cilíndrico y recto. Por encima de los 550 m.s.n.m. predomina la palmera (Socratea sp.).
De la misma manera, la flora de la selva subandina se puede dividir en dos zonas de acuerdo con la elevación. Entre los 1 000 y 1 500 m.s.n.m. predominan las palmeras (Socratea) y la tagua (Dictyocaryum lamarckiamun). Asimismo, se encuentra la melastomatácea (Ossea quinquenervia) y el caimito (Chrysophyllum auratum). Entre los 1 600 y 1 900 m.s.n.m. continúa predominando la tagua y la palmera “cola de gallo” de los géneros Geonoma y Chamedorea, junto con los helechos arborescentes.
En el piso térmico frío, entre los 2 000 y 2 550 m.s.n.m., se destacan el encenillo (Weinmannia pinnata), la palma de cera (Ceroxylon ceriferum), y el pino colombiano (Podocarpus oleifolius), que forman un bosque que puede llegar a los 20 m de altura. Al sobrepasar los 2 650 m.s.n.m., la altura del boscaje se reduce y se caracteriza por el romero de páramo, entre otras especies.
La flora de los pisos térmicos más altos tiene una similitud muy cercana a la vegetación de la cordillera Oriental colombiana. En las elevaciones superiores de la sierra están el páramo, el superpáramo y el piso nival. En el páramo predominan los pajonales, y en los valles y laderas se destacan los pajonales comúnmente llamados “tabaco de la sierra” o frailejón (Libanothamnus glossophyllus).
Entre las 120 especies de mamífero que se encuentra en la sierra, sobresalen la danta o tapir (Tapirus terrestris colombianus), animal importante en la religión de los indígenas de la región; el león colorado (Felis concolor bangsi); la ardilla (Sciurus granatensis salutensis) y la nutria (Lutra longicaudis annectens). Entre las especies endémicas de la región, está el venado de páramo (Mazama americana carrikeri) y el ratón silvestre (Oryzomys talamancae).
Además, la sierra cuenta con 628 especies de aves (UAE 107), de las cuales se destacan la gallineta de monte (Tinamus major zuliensis), la perdiz (Crypturellus soui mustelinus), el cóndor (Vultur gryphus), el alguacil (Sacroramphus papa) y el paujil (Crax alberti). Entre las 70 especies y subespecies de aves endémicas de la región (UAE 108) hay varias subespecies de colibries (Chlorostiblon russatus, Anthocephala floriceps floriceps), el perico (Pyrrhura viridicata), los cucarachareros (Thryothorus rutilus laetus y Henicorhina leucophrys anachoreta) y una especie de mirla (Turdus fuscater sanctamartae).
Se estima que la Sierra Nevada de Santa Marta alberga 142 especies, entre anfibios y reptiles, incluyendo varias clases de serpientes, salamandras, sapos y ranas de diversos tamaños y colores, como los arlequines del género Atelopus, la mayoría de los cuales son endémicos para el macizo. Entre los peces más representativos de los ríos del parque sobresale el besote (Joturus pichardi), el bagre de río (Trichomycterus nigromaculatum) y la lisa de río (Agonostomus monticola).
La sierra es considerada la cuna de la civilización tayrona y sus riquezas arqueológicas y culturales tienen un valor incalculable. Hallada en 1973, Teyuna o Ciudad Perdida parece haber sido una de las ciudades prehispánicas más grandes del Norte y Suramérica. Esta joya arqueológica da testimonio de una civilización desarrollada, expertos en la construcción de terrazas, caminos, canales de riego, escaleras, muros de contención, donde se aprovecharon eficientemente los recursos de la sierra.
Culturalmente, el área de la Sierra Nevada continúa siendo un importante centro, ya que en ella habitan alrededor de 30 000 indígenas pertenecientes a cuatro grupos étnicos: los kogi o kaggaba, los kankuamo, los arhuaco o ijka y los iwa o arzario. En su proceso de legitimidad han logrado la creación de los resguardos Koguí-Malayo-Arhuaco, Arhuaco y Kankuamo y se encuentran traslapados en casi la totalidad de su extensión (93%) con el Parque Nacional Natural Sierra Nevada. Esta articulación se da con base en una relación de convivencia, que ha partido del respeto a las culturas indígenas en las cuales se comparten los intereses de conservación cultural y natural. Aunque estas comunidades tratan de preservar sus tradiciones, las constantes presiones y peligros que presenta la colonización hacen que sus culturas corran el riesgo de ser perdidas para siempre. Un gran número de la población indígena de la sierra se dedica a la agricultura y muchos se dedican a la cría de ganado vacuno. La cría de ovejas es una actividad importante, ya que proporciona la lana con la que fabrican su vestuario y mochilas.
Desde los primeros pobladores del Macizo, los habitantes de la Sierra Nevada han tenido un fuerte vínculo con la naturaleza que los rodea. Para los indígenas que viven allí, cualquier actividad que atente contra el medio ambiente y el ecosistema, la tala, la quema, la exterminación de especies animales, es considerada un sacrilegio. Gracias a esta filosofía, estos grupos han podido existir durante siglos en su hábitat sin degradar el frágil ecosistema del cual dependen.
La Sierra Nevada de Santa Marta es también un centro de interés para escaladores de todo el mundo. Los picos Colón y Bolívar, por su dificultad, su elevación y su belleza, son destinos predilectos de los alpinistas. Poseyendo la infraestructura necesaria, el Parque Nacional Natural ofrece alojamiento rudimentario y está abierto al público. Existe un área de hospedaje en San Lorenzo, la cual cuenta con un pequeño número de cabañas con camarotes y camas sencillas que comparten un servicio de baño.
Conservar los sitios sagrados, representados por los cuatro pueblos indígenas de la sierra como patrimonio cultural y natural de estas comunidades, ha sido un objetivo fundamental dentro la conservación del parque. Además, se busca facilitar la recuperación natural del área y conservar las especies amenazadas y endémicas.
#AmorPorColombia
Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta

Población kogi en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

La Sierra Nevada de Santa Marta se desprendió de la cordillera Central durante la era Terciaria a causa de los movimientos de la corteza terrestre. La topografía escarpada produce un caleidoscopio de ecosistemas que va desde las selvas tropicales hasta el piso nival. Carlos Castaño.

Vista aérea del Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña más alta del mundo junto a un litoral. Carlos Castaño.

Indio kogi frente a su casa en San Francisco, río Garavito. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. Andrés Hurtado.

Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta. William González.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.

Diferentes aspectos topográficos de las áreas protegidas de este parque. Cristóbal von Rothkirch.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos del Magdalena, Cesar y La Guajira
Año creación: 1964
Extensión: 383 000 ha
Altura: 5 770 m.s.n.m.
Temperatura: 4 - 27 ºC
Ecosistemas: Selva húmeda ecuatorial de piso cálido, selva subandina, selva andina, páramo, superpáramo, piso nival.
Es difícil concebir que tanta diversidad, belleza, riqueza natural y cultural pueda reunirse en un solo espacio. Tal vez por esta razón sus habitantes indígenas consideran la Sierra Nevada de Santa Marta el centro del universo y el regulador de la salud de la Tierra. Para hablar de la Sierra Nevada de Santa Marta no se puede omitir mención de su patrimonio geológico, orográfico, hidrográfico, biológico y cultural. Además de ser la montaña intertropical costera más alta del mundo, el parque envuelve las dos cumbres más altas de Colombia: los picos nevados de Simón Bolívar, a 5 775 m.s.n.m., y Cristóbal Colón, a 5 560 m.s.n.m. La sierra es una estrella hidrográfica de singular importancia económica para la región, compuesta por 35 ríos, 16 de los cuales nacen en el parque. Es la fuente principal de agua para la región en donde se desarrollan las importantes agroindustrias del banano, palma, arroz, algodón y ganadería, así como también un importante sector turístico. Se calcula que alrededor de 1,5 millones de personas dependen del agua que la sierra suministra.
Al mismo tiempo, dada su geografía escarpada, la Sierra Nevada de Santa Marta cuenta con todos los pisos térmicos tropicales, junto con una vegetación representativa de cada uno de ellos. En el aislamiento que se produjo, al desprenderse de la cordillera Central de los Andes, se encuentran varios endemismos, tanto en su flora como en su fauna. De singular categoría, se reconoce como un centro antiguo tayrona, cultura precolombina que alcanzó altos niveles de desarrollo. Hoy es considerada un importante núcleo cultural, ya que en la sierra sobreviven varios grupos indígenas que luchan por mantener viva su cultura tradicional.
La Sierra Nevada de Santa Marta se ubica en los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar. Fue declarada Parque Nacional en 1964, y redelimitada y ampliada en 1977, para comprender un total de 383 000 hectáreas. En 1959 fue declarada Reserva Forestal por la Unesco, con algunas de sus zonas nombradas Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves. En 1979 también fue declarada Reserva de la Biosfera del Hombre y de la Humanidad por la misma entidad.
Una de las teorías sobre el origen de la sierra sugiere que durante la era Terciaria (casi 70 millones de años atrás), la Sierra Nevada de Santa Marta se desprendió de la cordillera Central; a causa de los movimientos subsecuentes de la corteza terrestre, se fue desplazando hacia la costa atlántica. El aislamiento que produjo esta separación tuvo interesantes efectos sobre la evolución de la flora y fauna del Macizo, ofreciendo un kaleidoscopio variado y único en materia de especies. El clima de la sierra es determinado en gran parte por la elevación, que va de 0 a 5 770 m.s.n.m. La temperatura promedio al nivel del mar es de 27 ºC, y de 4 ºC en las cumbres más altas. El promedio anual de lluvias es de 2 000 mm, dependiendo del sector. En el área septentrional, entre los 1 000 y 1 500 m.s.n.m., el medio de precipitación es de 4 000 mm, y disminuye a medida que se asciende a la sierra. Las lluvias obedecen un patrón bimodal y los meses de mayor precipitación son octubre y noviembre, con otro periodo de lluvia de julio a agosto. El periodo con menor intensidad de lluvia va de diciembre a abril.
La Sierra Nevada de Santa Marta es un importante centro de endemismo de Colombia, en virtud de su oferta de biodiversidad a nivel tanto de elementos de flora como de fauna. Tan sólo a nivel de plantas se han registrado un total de 126 especies endémicas (Carbonó & Lozano, 1997; PROSIERRA, 1998). A nivel de fauna, se registran más de 120 endemismos a nivel de vertebrados. Las aves constituyen el grupo más diverso, con 67 especies endémicas, muchas de las cuales presentan distribución restringida para la sierra. 10 especies de aves han sido reportadas bajo alguno de los criterios de amenaza a nivel nacional; entre estas se tienen: la perdiz carinegra (Odontophorus atrifrons atrifrons), el colibrí cabecicastaño (Anthocephala floriceps floriceps) y el arañero de Santa Marta (Basileuterus basilicus) (Renjifo et al, 2002 ).
Los seis biomas de la sierra incluyen la selva húmeda ecuatorial de piso cálido –el bioma mejor representado en el macizo–, donde la arborización predominante pertenece a la especie perennifolia, muchas de los cuales producen flores cuyo color varía localmente. En los parajes por debajo de los 550 m.s.n.m, predomina el caracolí (Anacardium excelsum), árbol que crece de 20 a 40 m de altura, con follaje denso y un tronco cilíndrico y recto. Por encima de los 550 m.s.n.m. predomina la palmera (Socratea sp.).
De la misma manera, la flora de la selva subandina se puede dividir en dos zonas de acuerdo con la elevación. Entre los 1 000 y 1 500 m.s.n.m. predominan las palmeras (Socratea) y la tagua (Dictyocaryum lamarckiamun). Asimismo, se encuentra la melastomatácea (Ossea quinquenervia) y el caimito (Chrysophyllum auratum). Entre los 1 600 y 1 900 m.s.n.m. continúa predominando la tagua y la palmera “cola de gallo” de los géneros Geonoma y Chamedorea, junto con los helechos arborescentes.
En el piso térmico frío, entre los 2 000 y 2 550 m.s.n.m., se destacan el encenillo (Weinmannia pinnata), la palma de cera (Ceroxylon ceriferum), y el pino colombiano (Podocarpus oleifolius), que forman un bosque que puede llegar a los 20 m de altura. Al sobrepasar los 2 650 m.s.n.m., la altura del boscaje se reduce y se caracteriza por el romero de páramo, entre otras especies.
La flora de los pisos térmicos más altos tiene una similitud muy cercana a la vegetación de la cordillera Oriental colombiana. En las elevaciones superiores de la sierra están el páramo, el superpáramo y el piso nival. En el páramo predominan los pajonales, y en los valles y laderas se destacan los pajonales comúnmente llamados “tabaco de la sierra” o frailejón (Libanothamnus glossophyllus).
Entre las 120 especies de mamífero que se encuentra en la sierra, sobresalen la danta o tapir (Tapirus terrestris colombianus), animal importante en la religión de los indígenas de la región; el león colorado (Felis concolor bangsi); la ardilla (Sciurus granatensis salutensis) y la nutria (Lutra longicaudis annectens). Entre las especies endémicas de la región, está el venado de páramo (Mazama americana carrikeri) y el ratón silvestre (Oryzomys talamancae).
Además, la sierra cuenta con 628 especies de aves (UAE 107), de las cuales se destacan la gallineta de monte (Tinamus major zuliensis), la perdiz (Crypturellus soui mustelinus), el cóndor (Vultur gryphus), el alguacil (Sacroramphus papa) y el paujil (Crax alberti). Entre las 70 especies y subespecies de aves endémicas de la región (UAE 108) hay varias subespecies de colibries (Chlorostiblon russatus, Anthocephala floriceps floriceps), el perico (Pyrrhura viridicata), los cucarachareros (Thryothorus rutilus laetus y Henicorhina leucophrys anachoreta) y una especie de mirla (Turdus fuscater sanctamartae).
Se estima que la Sierra Nevada de Santa Marta alberga 142 especies, entre anfibios y reptiles, incluyendo varias clases de serpientes, salamandras, sapos y ranas de diversos tamaños y colores, como los arlequines del género Atelopus, la mayoría de los cuales son endémicos para el macizo. Entre los peces más representativos de los ríos del parque sobresale el besote (Joturus pichardi), el bagre de río (Trichomycterus nigromaculatum) y la lisa de río (Agonostomus monticola).
La sierra es considerada la cuna de la civilización tayrona y sus riquezas arqueológicas y culturales tienen un valor incalculable. Hallada en 1973, Teyuna o Ciudad Perdida parece haber sido una de las ciudades prehispánicas más grandes del Norte y Suramérica. Esta joya arqueológica da testimonio de una civilización desarrollada, expertos en la construcción de terrazas, caminos, canales de riego, escaleras, muros de contención, donde se aprovecharon eficientemente los recursos de la sierra.
Culturalmente, el área de la Sierra Nevada continúa siendo un importante centro, ya que en ella habitan alrededor de 30 000 indígenas pertenecientes a cuatro grupos étnicos: los kogi o kaggaba, los kankuamo, los arhuaco o ijka y los iwa o arzario. En su proceso de legitimidad han logrado la creación de los resguardos Koguí-Malayo-Arhuaco, Arhuaco y Kankuamo y se encuentran traslapados en casi la totalidad de su extensión (93%) con el Parque Nacional Natural Sierra Nevada. Esta articulación se da con base en una relación de convivencia, que ha partido del respeto a las culturas indígenas en las cuales se comparten los intereses de conservación cultural y natural. Aunque estas comunidades tratan de preservar sus tradiciones, las constantes presiones y peligros que presenta la colonización hacen que sus culturas corran el riesgo de ser perdidas para siempre. Un gran número de la población indígena de la sierra se dedica a la agricultura y muchos se dedican a la cría de ganado vacuno. La cría de ovejas es una actividad importante, ya que proporciona la lana con la que fabrican su vestuario y mochilas.
Desde los primeros pobladores del Macizo, los habitantes de la Sierra Nevada han tenido un fuerte vínculo con la naturaleza que los rodea. Para los indígenas que viven allí, cualquier actividad que atente contra el medio ambiente y el ecosistema, la tala, la quema, la exterminación de especies animales, es considerada un sacrilegio. Gracias a esta filosofía, estos grupos han podido existir durante siglos en su hábitat sin degradar el frágil ecosistema del cual dependen.
La Sierra Nevada de Santa Marta es también un centro de interés para escaladores de todo el mundo. Los picos Colón y Bolívar, por su dificultad, su elevación y su belleza, son destinos predilectos de los alpinistas. Poseyendo la infraestructura necesaria, el Parque Nacional Natural ofrece alojamiento rudimentario y está abierto al público. Existe un área de hospedaje en San Lorenzo, la cual cuenta con un pequeño número de cabañas con camarotes y camas sencillas que comparten un servicio de baño.
Conservar los sitios sagrados, representados por los cuatro pueblos indígenas de la sierra como patrimonio cultural y natural de estas comunidades, ha sido un objetivo fundamental dentro la conservación del parque. Además, se busca facilitar la recuperación natural del área y conservar las especies amenazadas y endémicas.