- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
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- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
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- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
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- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
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- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
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- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
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- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
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- Manzur. Homenaje (2005)
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- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
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- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Parque Nacional Natural Pisba
Una de las múltiples lagunas del Parque Nacional Natural Pisba, que es uno de los mayores productores de agua de los Andes. Carlos Castaño.
Frailejón. Andrés Hurtado.
Frailejón. Andrés Hurtado.
Laguna con bordes de chusque. Andrés Hurtado.
Licopodio. Diego Samper.
Helecho arborio. Andrés Hurtado.
Orquídea. Diego Fernando Torres.
Flores de pajarito. Diego Fernando Torres.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Departamento de Boyacá
Año creación: 1977
Extensión: 45 000 ha
Altura: 2 000 - 3 800 m.s.n.m.
Temperatura: 5 - 16 ºC
Ecosistemas: Bosque andino, bosque nublado de piso frío, páramo.
Declarado Parque Nacional Natural en 1977, el Pisba es un lugar de leyendas tejidas alrededor de las frecuentes neblinas e inviernos lluviosos y fríos donde el día se entremezcla con la noche. Los páramos en el parque están poblados con una gran diversidad biológica y son importantes ecosistemas para la regulación hídrica de la zona. Parte de la “Ruta Libertadora” de Simón Bolívar, Pisba además cobra un valor histórico de importancia. Con una superficie de 45 000 hectáreas, el Parque Nacional Natural de Pisba se ubica en el departamento de Boyacá, en los municipios de Mongua, Socha, Tasco, Socotá y Pisba. Las alturas del área protegida van de los 2 000 a los 3 800 m.s.n.m., sobre el eje de la cordillera Oriental.
El área protegida abastece de agua a más de 130 000 personas de la región en los departamentos de Boyacá y Casanare. La vertiente oriental del parque forma parte de la cuenca del río Orinoco, mientras que la vertiente occidental forma parte de la cuenca del río Chicamocha. Entre los ríos más importantes de la región figura el Cravo Sur, Pauto, Tocaría, Pisba y Arzobispo. En el parque también se puede encontrar las quebradas de Guaza, Coral de Piedra y el Tirique. Además la reserva contiene las lagunas glaciares de Las Estrellas, El Verda, La Grande, El Tablón, Triquillal, Chorro Blanco, La Borrosa, Cueva Rica, Novoca, Macetas, Los Perros, El Tendido, Los Patos, La Atracanda, Negra y Laguna de la Cruz.
Las alturas máximas de 3 800 m.s.n.m. se encuentran en la porción del extremo occidente de la zona protegida. En el parque, el eje de la cordillera Oriental es curvado y comprende los páramos de Cadillal y el alto del Gavilán, junto con cinco ramales. El ramal que se desprende de los extremos occidentales del área del parque se llama la cuchilla Arvejal. En el segundo ramal se ubica el alto del Rayo y la peña de Cárdenas. Este ramal es seguido por otro de mayor extensión, el cual contiene los páramos de Pisba, San Antonio y Crisol, junto con la peña La Selva, además de separar las cuencas de los ríos Pisba y Cravo Sur. En el siguiente ramal se encuentra el cerro de La Laja, el alto del Almorzadero y la cuchilla de Siachá. De éste se extiende otro ramal corto que comprende el alto de Cuevarrica y la cuchilla de la Reforma.
El promedio de temperatura en las cumbres es de 5 ºC, mientras que a los 2 000 m.s.n.m., la menor elevación del parque, es de 16 ºC. La humedad relativa en el área es elevada, que junto con las bajas temperaturas, produce grandes cantidades de lluvia, por lo cual los páramos han sido llamados “fábricas de agua de los Andes”. Existe una franja de nubes que circunda los parajes cercanos a los 3 000 m.s.n.m., donde las lluvias son más fuertes, registrando un promedio de 2 100 mm al año. Cerca de los 2 000 m.s.n.m., las lluvias anuales son de 1 300 mm, mientras que en las cimas se registra un promedio de 1 600 mm.
La precipitación en la vertiente oriental del parque obedece a un patrón unimodal, con un periodo seco seguido de un periodo lluvioso al año. Las lluvias máximas se presentan de mayo a julio, mientras que los meses de enero y febrero son más secos. Por otro lado, la vertiente occidental del parque se acomoda a un régimen bimodal, con un verano adicional en los meses de julio y agosto.
En el parque se encuentran los biomas de bosque andino, bosque nublado de piso frío y el páramo. Los árboles alcanzan alturas alrededor de 25 m, en los parajes más bajos del área protegida, cerca de los 2 000 m.s.n.m. Estos grandes árboles pierden sus hojas, las cuales se depositan sobre el suelo en grandes cantidades. Los hongos se aprovechan de este material biológico y lo descomponen, creando un humus rico en nutrientes que contribuye a la riqueza de la tierra. En estos bosques imponentes se encuentran el encenillo (Weinmannia sp.), el caimo (Pouteria sp.), el lechero (Olmedia aspera), el manzano (Billia colombiana) y el lombricero (Alchornea sp.). También crece el maco (Guarea gigantea), el crucero (Chrysochlamys sp.), el chirriador (Sapium sp.), el jaboncillo (Oreopanax sp.), el caucho (Ficus sp.), el cedrillo (Brunellia sp. y Ocotea sp.), el balso (Heliocarpus popayanensis), el amarillo (Ocotea spp.), el chirriador (Sapium sp.), el guamo (Inga sp.), el ahuyamo (Turpinia macrophylla), el quino (Ladenbergia magnifolia) y el maíz tostado (Clethra fagifolia).
Sobrepasando este bosque y hasta los 3 000 m.s.n.m., el porte de los árboles disminuye y el bosque se vuelve enano. El dosel va de 3 a 10 m y el sotobosque es denso, presentando una abundancia de epifitas terrestres. La neblina es espesa y casi permanente, contribuyendo a la creación de varias leyendas. En estos bosques enanos aparecen las especies de encenillo (Weinmannia sp.), tobo (Escallonia myrtilloides), pegamosco o carbonero (Befaria resinosa), tuno (Miconia spp.), laurel (Myrica pubescens), mortiño (Hesperomeles goudotiana) y ajicillo (Drymis granatensis). De esta región del Pisba nace la leyenda de la Mancarita, la cual según el arriero Simón Torres, es una mujer muy bella que se viste de blanco y vive entre la niebla del páramo. Su cuello es de hielo, su manos de agua y se dice que los hombres las siguen por su belleza para perderse para siempre entre la niebla (UAE 259).
Colombia es uno de los cinco países del mundo donde se encuentra el bioma de páramo, contando con algunos de los páramos más ricos del mundo en términos de biodiversidad. También son importantes reguladores hídricos. El páramo se caracteriza por las agrupaciones de varias especies de planta que se juntan para conservar humedad y protegerse del frío. Los musgos cumplen una función muy importante en este ecosistema, ya que almacenan agua recolectada de la atmósfera. Sobre estos musgos también crece una variedad de epifitas, especialmente helechos y orquídeas. El Parque Nacional Natural de Pisba se localiza en el sector nororiental del país, caracterizado por el mayor corredor de páramo de Colombia. En el Parque de Pisba, el páramo cubre alrededor del 64% de la superficie del área protegida.
La vegetación del páramo está conformada por comunidades que interactúan para sobrevivir las condiciones climáticas y geológicas extremas de este ecosistema. En los páramos del Parque Nacional Natural de Pisba se pueden identificar cinco comunidades vegetales distintas de páramo. En estas comunidades sobresalen comunidades de matorrales compuestos de arbustos de 1,5 m de altura con flores amarillas científicamente llamados Senecio vaccinioides. Estas comunidades pueden crecer junto con chusques (Swallenochloa tessellata), especies de bambú de páramo. También sobresalen los del género Espeletia (Espeletia boyacensis, E. congestiflora, E. curialensis, E. lopezii y E. jaramilloi, esta última endémica) y Espeletiopsis guachara.
Aunque la fauna del parque no ha sido suficientemente estudiada, se pueden identificar varias especies, algunas endémicas a la zona, otras en peligro de extinción. Entre los mamíferos de mayor tamaño sobresalen el oso de anteojos (Tremactos ornatus), el más grande de Suramérica; el puma (Puma concolor) y el tigrillo (Leo pardus tigrinus). El tigrillo es un excelente nadador y trepador y vive en parejas. La gestación es relativamente corta, de 70 días y pueden dar a luz a hasta 4 crías a la vez.
Además se encuentra la musaraña (Cryptotis thomasi), pequeño mamífero de dientes afilados relacionado con los topos. También se encuentran varios conejos silvestres (Sylvilagus brasiliensis meridensis) y el venado (Odocoileus virginianus goudotti). Las crías de este venado nacen con una coloración diferente a la de los adultos, se piensa que esto ayuda a ocultar a los juveniles de los depredadores. Mientras los adultos son de color marrón rojizo, las crías nacen con puntos blancos. Poseen una cola relativamente larga con coloración blanca, la cual le sirve para comunicarse, ya que cuando un individuo advierte una amenaza, la levanta para alertar al resto del grupo. Son animales de reproducción prolífica; frecuentemente la hembra da a luz a dos crías y éstas pueden empezar a reproducirse a los 6 meses de edad.
En el Pisba vive el cusumbo (Nasua nasua), coatí de cola larga con anillos sucesivos, junto con el guatinajo (Dinomys branickii) y el tinajo o lapa de páramo (Agouti taczanowskii). Entre las aves del parque se encuentra la perdiz de monte (Odontophorus strophium), el periquito amarillo (Pyrrhura calliptera), más de tres especies de pato y el cucharero de pantano (Cistothorus apolinari).
Se piensa que la vertiente occidental del parque estuvo tradicionalmente habitada por los indígenas tunebo, mientras que la vertiente del río Chicamocha estuvo habitada por los Laches. En 1541, Hernán Pérez de Quesada empezó la conquista del área al atravesar el río Chicamocha durante su búsqueda de la “Casa del Sol”.
Más de un siglo más tarde, en 1628, se fundó la población de Pisba entre el camino que comunica los Llanos Orientales con Socha. Esta ruta luego adquirió importancia al convertirse en ruta colonizadora y comercial entre los departamentos de Boyacá y Casanare. El área cobra gran importancia histórica, ya que es parte de la Ruta Libertadora, utilizada por Simón Bolívar en 1819 en camino a las batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá. Este antiguo camino real pasa por las veredas de Pueblo Viejo, La Romaza, Sector Peña Negra, Comeza Hoyada, Aposentos, Coscativá y Tabor.
Hoy en día los campesinos que habitan el área de las inmediaciones del parque se dedican principalmente a la ganadería. Muchos utilizan áreas de la reserva regularmente para el pastoreo de sus animales. Los suelos de la zona entre los 1 800 y los 2 300 m.s.n.m. son muy fértiles y los habitantes aprovechan para cultivar café, caña de azúcar, plátano, maíz, yuca, papa y fríjol, entre otras. En las zonas sobre los 2 800 m.s.n.m., los habitantes se dedican a la cría de animales como las ovejas, cabras y gallinas.
Los objetivos de conservación en el Pisba se concentran en preservar la “Ruta Libertadora” por su valor histórico y cultural. Además se busca mantener las especies de flora y fauna que allí se encuentran, en especial aquellas endémicas y en peligro de extinción. El Parque Nacional Natural de Pisba se encuentra cerrado para el ecoturismo y en la actualidad carece de la infraestructura necesaria para hospedar visitantes.
#AmorPorColombia
Parque Nacional Natural Pisba
Una de las múltiples lagunas del Parque Nacional Natural Pisba, que es uno de los mayores productores de agua de los Andes. Carlos Castaño.
Frailejón. Andrés Hurtado.
Frailejón. Andrés Hurtado.
Laguna con bordes de chusque. Andrés Hurtado.
Licopodio. Diego Samper.
Helecho arborio. Andrés Hurtado.
Orquídea. Diego Fernando Torres.
Flores de pajarito. Diego Fernando Torres.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Departamento de Boyacá
Año creación: 1977
Extensión: 45 000 ha
Altura: 2 000 - 3 800 m.s.n.m.
Temperatura: 5 - 16 ºC
Ecosistemas: Bosque andino, bosque nublado de piso frío, páramo.
Declarado Parque Nacional Natural en 1977, el Pisba es un lugar de leyendas tejidas alrededor de las frecuentes neblinas e inviernos lluviosos y fríos donde el día se entremezcla con la noche. Los páramos en el parque están poblados con una gran diversidad biológica y son importantes ecosistemas para la regulación hídrica de la zona. Parte de la “Ruta Libertadora” de Simón Bolívar, Pisba además cobra un valor histórico de importancia. Con una superficie de 45 000 hectáreas, el Parque Nacional Natural de Pisba se ubica en el departamento de Boyacá, en los municipios de Mongua, Socha, Tasco, Socotá y Pisba. Las alturas del área protegida van de los 2 000 a los 3 800 m.s.n.m., sobre el eje de la cordillera Oriental.
El área protegida abastece de agua a más de 130 000 personas de la región en los departamentos de Boyacá y Casanare. La vertiente oriental del parque forma parte de la cuenca del río Orinoco, mientras que la vertiente occidental forma parte de la cuenca del río Chicamocha. Entre los ríos más importantes de la región figura el Cravo Sur, Pauto, Tocaría, Pisba y Arzobispo. En el parque también se puede encontrar las quebradas de Guaza, Coral de Piedra y el Tirique. Además la reserva contiene las lagunas glaciares de Las Estrellas, El Verda, La Grande, El Tablón, Triquillal, Chorro Blanco, La Borrosa, Cueva Rica, Novoca, Macetas, Los Perros, El Tendido, Los Patos, La Atracanda, Negra y Laguna de la Cruz.
Las alturas máximas de 3 800 m.s.n.m. se encuentran en la porción del extremo occidente de la zona protegida. En el parque, el eje de la cordillera Oriental es curvado y comprende los páramos de Cadillal y el alto del Gavilán, junto con cinco ramales. El ramal que se desprende de los extremos occidentales del área del parque se llama la cuchilla Arvejal. En el segundo ramal se ubica el alto del Rayo y la peña de Cárdenas. Este ramal es seguido por otro de mayor extensión, el cual contiene los páramos de Pisba, San Antonio y Crisol, junto con la peña La Selva, además de separar las cuencas de los ríos Pisba y Cravo Sur. En el siguiente ramal se encuentra el cerro de La Laja, el alto del Almorzadero y la cuchilla de Siachá. De éste se extiende otro ramal corto que comprende el alto de Cuevarrica y la cuchilla de la Reforma.
El promedio de temperatura en las cumbres es de 5 ºC, mientras que a los 2 000 m.s.n.m., la menor elevación del parque, es de 16 ºC. La humedad relativa en el área es elevada, que junto con las bajas temperaturas, produce grandes cantidades de lluvia, por lo cual los páramos han sido llamados “fábricas de agua de los Andes”. Existe una franja de nubes que circunda los parajes cercanos a los 3 000 m.s.n.m., donde las lluvias son más fuertes, registrando un promedio de 2 100 mm al año. Cerca de los 2 000 m.s.n.m., las lluvias anuales son de 1 300 mm, mientras que en las cimas se registra un promedio de 1 600 mm.
La precipitación en la vertiente oriental del parque obedece a un patrón unimodal, con un periodo seco seguido de un periodo lluvioso al año. Las lluvias máximas se presentan de mayo a julio, mientras que los meses de enero y febrero son más secos. Por otro lado, la vertiente occidental del parque se acomoda a un régimen bimodal, con un verano adicional en los meses de julio y agosto.
En el parque se encuentran los biomas de bosque andino, bosque nublado de piso frío y el páramo. Los árboles alcanzan alturas alrededor de 25 m, en los parajes más bajos del área protegida, cerca de los 2 000 m.s.n.m. Estos grandes árboles pierden sus hojas, las cuales se depositan sobre el suelo en grandes cantidades. Los hongos se aprovechan de este material biológico y lo descomponen, creando un humus rico en nutrientes que contribuye a la riqueza de la tierra. En estos bosques imponentes se encuentran el encenillo (Weinmannia sp.), el caimo (Pouteria sp.), el lechero (Olmedia aspera), el manzano (Billia colombiana) y el lombricero (Alchornea sp.). También crece el maco (Guarea gigantea), el crucero (Chrysochlamys sp.), el chirriador (Sapium sp.), el jaboncillo (Oreopanax sp.), el caucho (Ficus sp.), el cedrillo (Brunellia sp. y Ocotea sp.), el balso (Heliocarpus popayanensis), el amarillo (Ocotea spp.), el chirriador (Sapium sp.), el guamo (Inga sp.), el ahuyamo (Turpinia macrophylla), el quino (Ladenbergia magnifolia) y el maíz tostado (Clethra fagifolia).
Sobrepasando este bosque y hasta los 3 000 m.s.n.m., el porte de los árboles disminuye y el bosque se vuelve enano. El dosel va de 3 a 10 m y el sotobosque es denso, presentando una abundancia de epifitas terrestres. La neblina es espesa y casi permanente, contribuyendo a la creación de varias leyendas. En estos bosques enanos aparecen las especies de encenillo (Weinmannia sp.), tobo (Escallonia myrtilloides), pegamosco o carbonero (Befaria resinosa), tuno (Miconia spp.), laurel (Myrica pubescens), mortiño (Hesperomeles goudotiana) y ajicillo (Drymis granatensis). De esta región del Pisba nace la leyenda de la Mancarita, la cual según el arriero Simón Torres, es una mujer muy bella que se viste de blanco y vive entre la niebla del páramo. Su cuello es de hielo, su manos de agua y se dice que los hombres las siguen por su belleza para perderse para siempre entre la niebla (UAE 259).
Colombia es uno de los cinco países del mundo donde se encuentra el bioma de páramo, contando con algunos de los páramos más ricos del mundo en términos de biodiversidad. También son importantes reguladores hídricos. El páramo se caracteriza por las agrupaciones de varias especies de planta que se juntan para conservar humedad y protegerse del frío. Los musgos cumplen una función muy importante en este ecosistema, ya que almacenan agua recolectada de la atmósfera. Sobre estos musgos también crece una variedad de epifitas, especialmente helechos y orquídeas. El Parque Nacional Natural de Pisba se localiza en el sector nororiental del país, caracterizado por el mayor corredor de páramo de Colombia. En el Parque de Pisba, el páramo cubre alrededor del 64% de la superficie del área protegida.
La vegetación del páramo está conformada por comunidades que interactúan para sobrevivir las condiciones climáticas y geológicas extremas de este ecosistema. En los páramos del Parque Nacional Natural de Pisba se pueden identificar cinco comunidades vegetales distintas de páramo. En estas comunidades sobresalen comunidades de matorrales compuestos de arbustos de 1,5 m de altura con flores amarillas científicamente llamados Senecio vaccinioides. Estas comunidades pueden crecer junto con chusques (Swallenochloa tessellata), especies de bambú de páramo. También sobresalen los del género Espeletia (Espeletia boyacensis, E. congestiflora, E. curialensis, E. lopezii y E. jaramilloi, esta última endémica) y Espeletiopsis guachara.
Aunque la fauna del parque no ha sido suficientemente estudiada, se pueden identificar varias especies, algunas endémicas a la zona, otras en peligro de extinción. Entre los mamíferos de mayor tamaño sobresalen el oso de anteojos (Tremactos ornatus), el más grande de Suramérica; el puma (Puma concolor) y el tigrillo (Leo pardus tigrinus). El tigrillo es un excelente nadador y trepador y vive en parejas. La gestación es relativamente corta, de 70 días y pueden dar a luz a hasta 4 crías a la vez.
Además se encuentra la musaraña (Cryptotis thomasi), pequeño mamífero de dientes afilados relacionado con los topos. También se encuentran varios conejos silvestres (Sylvilagus brasiliensis meridensis) y el venado (Odocoileus virginianus goudotti). Las crías de este venado nacen con una coloración diferente a la de los adultos, se piensa que esto ayuda a ocultar a los juveniles de los depredadores. Mientras los adultos son de color marrón rojizo, las crías nacen con puntos blancos. Poseen una cola relativamente larga con coloración blanca, la cual le sirve para comunicarse, ya que cuando un individuo advierte una amenaza, la levanta para alertar al resto del grupo. Son animales de reproducción prolífica; frecuentemente la hembra da a luz a dos crías y éstas pueden empezar a reproducirse a los 6 meses de edad.
En el Pisba vive el cusumbo (Nasua nasua), coatí de cola larga con anillos sucesivos, junto con el guatinajo (Dinomys branickii) y el tinajo o lapa de páramo (Agouti taczanowskii). Entre las aves del parque se encuentra la perdiz de monte (Odontophorus strophium), el periquito amarillo (Pyrrhura calliptera), más de tres especies de pato y el cucharero de pantano (Cistothorus apolinari).
Se piensa que la vertiente occidental del parque estuvo tradicionalmente habitada por los indígenas tunebo, mientras que la vertiente del río Chicamocha estuvo habitada por los Laches. En 1541, Hernán Pérez de Quesada empezó la conquista del área al atravesar el río Chicamocha durante su búsqueda de la “Casa del Sol”.
Más de un siglo más tarde, en 1628, se fundó la población de Pisba entre el camino que comunica los Llanos Orientales con Socha. Esta ruta luego adquirió importancia al convertirse en ruta colonizadora y comercial entre los departamentos de Boyacá y Casanare. El área cobra gran importancia histórica, ya que es parte de la Ruta Libertadora, utilizada por Simón Bolívar en 1819 en camino a las batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá. Este antiguo camino real pasa por las veredas de Pueblo Viejo, La Romaza, Sector Peña Negra, Comeza Hoyada, Aposentos, Coscativá y Tabor.
Hoy en día los campesinos que habitan el área de las inmediaciones del parque se dedican principalmente a la ganadería. Muchos utilizan áreas de la reserva regularmente para el pastoreo de sus animales. Los suelos de la zona entre los 1 800 y los 2 300 m.s.n.m. son muy fértiles y los habitantes aprovechan para cultivar café, caña de azúcar, plátano, maíz, yuca, papa y fríjol, entre otras. En las zonas sobre los 2 800 m.s.n.m., los habitantes se dedican a la cría de animales como las ovejas, cabras y gallinas.
Los objetivos de conservación en el Pisba se concentran en preservar la “Ruta Libertadora” por su valor histórico y cultural. Además se busca mantener las especies de flora y fauna que allí se encuentran, en especial aquellas endémicas y en peligro de extinción. El Parque Nacional Natural de Pisba se encuentra cerrado para el ecoturismo y en la actualidad carece de la infraestructura necesaria para hospedar visitantes.