- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
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- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
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- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
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- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
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- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
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- Manzur. Homenaje (2005)
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- Omar Rayo. Homenaje (2006)
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- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Parque Nacional Natural El Cocuy
Cara oriental del Ritacuba Blanco. Diego Miguel Garcés.
Vertiente suroccidental de la Sierra Nevada del Cocuy. Aldo Brando.
Por su gran altura, los picos de la sierra se cubren de nubes. Carlos Castaño.
Picos Ritacuba Blanco, Ritacuba Norte, Boquerón de La Sierra y Picos Sin Nombre. Andrés Hurtado.
Vista sobre los picos Castillo, San Pablín Sur, San Pablín Norte y Picacho desde la laguna del Avellanal. Andrés Hurtado.
Cara suroriental del Ritacuba Blanco, y Ritacuba Norte al fondo. Andrés Hurtado.
Restos de pictografía sobre piedra. Carlos Castaño.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca
Año creación: 1977
Extensión: 306 000 ha
Altura: 600 - 5 300 m.s.n.m.
Temperatura: -3 - 23,6 ºC
Ecosistemas: Selva basal, selva andina, páramo, superpáramo, piso de nieve.
Para los u’wa o tunebo, habitantes indígenas de la región, su territorio dentro del Parque Nacional Natural el Cocuy, conocido también como “Chita” o “Guicán”, es el corazón del mundo. Para ellos, la única forma de comprender el universo es mediante el entendimiento de su tierra, filosofía que les ha permitido vivir en armonía con el medio ambiente durante siglos. Dentro del área que abarca la Sierra Nevada del Cocuy está la masa glaciar más extensa de Suramérica al norte de la línea del Ecuador. El parque contiene 150 de las 690 lagunas de la cordillera Oriental de los Andes. Tiene alturas de entre 600 y 5 330 m.s.n.m., incluyendo la Sierra Nevada del Cocuy, que contiene 25 picos nevados, los más elevados de la cordillera Oriental. Fue declarado Parque Nacional Natural en 1977, cuenta con 306 000 hectáreas y está localizado en los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca.
Las elevaciones del parque son de una belleza majestuosa e imponente y cada cumbre encierra un valor paisajístico único. La Sierra Nevada comprende la cresta máxima de la cordillera Oriental y un eje montañoso paralelo separados por un estrecho valle interior. Entre los picos nevados sobresalen el Pan de Azúcar (5 100 m.s.n.m.), el Púlpito del Diablo (4 900 m.s.n.m.), el Cóncavo (5 200 m.s.n.m.), el Concavito (5 100 m.s.n.m.), San Pablín Sur (5 180 m.s.n.m.), San Pablín Norte (5 200 m.s.n.m.), el Ritacuba Blanco (5 330 m.s.n.m.), el Picacho (5 100 m.s.n.m.), el Puntiagudo (5 200 m.s.n.m.), el Castillo (5 200 m.s.n.m.).
El parque cuenta con más de 80 ríos y quebradas y 150 lagunas. Esta abundancia de agua se debe principalmente a la presencia de la nieve y la masa glacial, donde originan varios de los ríos más importantes del parque. Entre estos sobresalen el río Orozco, el Cubugón, el Nevado, el Lagunillas, el Casanare, el San Lope, el Tame, el Cravo Norte, el Cusay, el Ele y el Bojabá. Los ríos de las vertientes occidentales son tributarios del río Chicamocha, mientras que los de las vertientes orientales son tributarios del río Casanare y Arauca.
Las 150 lagunas de montaña del parque son de singular belleza y esplendor natural. Para muchos de los indígenas de la región las lagunas son sagradas, porque son consideradas lugares de creación y nacimiento. Las lagunas La Parada, La Pintada, La Cuadrada y La Atravesada, de origen glacial, aparecen entrelazadas por el río Lagunillas. La Laguna Grande de la Sierra sirve de base para una sucesión de siete picos nevados, que empieza con el Pan de Azúcar al sur y termina con el Concavito al norte. Separada de la Laguna Grande de la Sierra por el paso de montaña conocido como Paso de Bella Vista y enmarcada dentro de un espectacular anfiteatro natural, se encuentra la laguna de La Plaza, con un espectacular desagüe en forma de cascada. También sobresalen por su belleza escénica el grupo de lagunas del valle interior de la Sierra, entre las que se destacan la Laguna del Avellanal y la Laguna del Rincón. En el extremo norte de la Sierra Nevada está la Laguna Grande de Los Verdes, la cual se destaca por su color llamativo y por sus más de 35 hectáreas de extensión.
La temperatura promedio anual del parque oscila entre 23,6 ºC y -3 ºC, con un promedio anual a los 4 800 m.s.n.m. de 0 oC. Los vientos alisios causan que en la vertiente oriental de la Sierra la precipitación y la nubosidad sean mayores. La cantidad de lluvia depende en gran parte de la altura. A los 500 m.s.n.m., la precipitación anual promedio es de 500 mm a 2 500 mm. Hacia los 1 500 m.s.n.m. encontramos la zona de mayor precipitación con cerca de 3 000 mm anuales. En los páramos los valores disminuyen dado que el aire a bajas temperaturas pierde su capacidad de retención de agua.
La diferencia en la precipitación en los dos flancos de la cordillera es notoria, mientras el flanco oriental presenta un régimen de lluvias monomodal y bastante estacional –lluvias entre abril y noviembre–, el flanco occidental presenta un régimen de lluvias bimodal es decir con estaciones secas entre diciembre y marzo y entre junio y julio.
El Cocuy contiene diversos biomas: la selva basal, la selva andina, el páramo, y el superpáramo. En la vertiente oriental de la cordillera se encuentran todos ellos, dado el significativo gradiente altitudinal, mientras que en el flanco occidental, dado que el límite del área protegida es a 4 000 m.s.n.m., la situación es más restrictiva. La selva andina y el páramo representan los principales biomas del PNN. Vale la pena mencionar la ausencia de estudios detallados sobre la gran riqueza florística y faunística del área, gran parte en un excelente estado de conservación.
Se ha notado que en el límite superior del bosque de piso frío de la vertiente oriental de la Sierra predomina una especie de encenillo de hojas simples. También se ha notado la profusión de epifitas, plantas que utilizan otra vegetación de soporte, sin ser parásitos, como las orquídeas y bromeliáceas. Asimismo se encuentran bosques enanos cerca de los arroyos y parajes protegidos hasta los 4 250 m.s.n.m.
Por otra parte, en el límite superior de los bosques de la vertiente occidental predominan el colorado o siete cueros (Polylepis quadrijuga) y pocos encenillos (Weinmannia spp.). En esta vertiente los bosques enanos llegan hasta los 3 800 m.s.n.m. Los bosques de coloradito, que prestan refugio y alimento para la fauna, llegan hasta los 4 100 m.s.n.m. Por otra parte, también existen comunidades de arbustos y pequeños árboles que incluyen la valeriana (Valeriana arborea) y llegan hasta los 4 000 m.s.n.m.
En la vertiente occidental del parque hay cinco comunidades vegetales principales. En el subpáramo existen dos tipos: el subpáramo donde predomina Senecio vaccinioides, formando densos tapetes, y el subpáramo donde predomina la escobita, rubiácea de la misma familia del café y la quina. En el páramo húmedo predomina el chusque (Clusia sp.), también llamado bambú de páramo. Sobre el páramo hay una gran extensión de pajonales con la Calamagrostis efusa, clase de pasto que puede crecer de 40 a 100 cm de longitud. En el superpáramo las comunidades vegetales disminuyen en diversidad, porte y cobertura a medida que incrementa la elevación.
Varias especies de frailejón, helecho, cardón y musgos son algunas de las plantas azonales que crecen en el parque. Asimismo, hay una gran riqueza de especies endémicas, incluyendo varias especies de frailejón (Espeletia sp.) y lítamo (Draba litamo).
La biodiversidad del parque es indiscutible tanto en su flora como en su fauna. Entre las aves se hallan el tatasco (Gallinago nobilis), la torcaza collareja (Columba fasciata albilinea), y el Muscisaxicola alpina quesade, especie endémica. Además, se pueden observar los tominejos (Lesbia victoriae victoriae), la bicoca (Grallaria quitensis alticola), el arriero (Myiotheretes striaticollis), el ruin (Cistothorus apollinaris), el cucarachero (Troglodytes aedon columbae), el bayetón (Anisognatus igniventris lunulatus), el cóndor (Vultur gryphus), el gallito de roca (Rupicola peruviana aequatorialis).
En el Cocuy se encuentran individuos de todas las especies de felinos silvestres registradas en el país. La danta (Tapirus terrestris), el venado de páramo (Odocoileus virginianus goudotii), el venado soche (Mazama americana), el saíno (Tayassu pecari), el oso frontino (Tremactos ornatus) y el conejo de páramo (Sylvilagus brasiliensis meridensis) son algunos de los mamíferos reportados. Entre los primates se destacan el mico maicero (Cebus apella), el mono choyo (Lagothrix lagotricha lugens) y el araguato (Alouatta seniculus seniculus).
Los indígenas laches y los tunebo o u’wa, pertenecientes a la familia lingüística chibcha, son los habitantes tradicionales de la zona. Los Laches habitaban la vertiente sur occidental de la cordillera Oriental y hoy se encuentran extintos. Estos practicaban el cultivo de las huertas y creaban variadas artesanías en cerámica. Además practicaban el tejido en algodón, paja e incluso cabello humano. Inhumaban los cadáveres de los muertos a poca profundidad o los desecaban a fuego lento para luego depositarlos en fardos. Sus viviendas eran hechas en piedra, de muros bajos, con techos de paja.
Los tunebo habitaban ambas vertientes de la cordillera Oriental. Según la leyenda, los tunebo o u’wa acordaron morir antes de someterse a opresión de los encomenderos españoles. Una congregación de grandes grupos subió a la cima de lo que hoy se denomina el peñón Gloria de los Tunebos (390 m) y grupo tras grupo se lanzó al abismo. Parece que la veracidad de la leyenda es apoyada por los restos humanos encontrados al pie del peñón (UAE 274).
Hoy en día varios clanes u’wa habitan las inmediaciones y estribaciones de la Sierra Nevada en su flanco oriental, diferenciados entre sí por el dialecto utilizado. Sobreviven los clanes cobaría, bókota, tegría, aguablanca y unkasía. De los otros clanes, por ejemplo, en tierras altas sobreviven grupos como los bachira, mientras que por lo menos siete clanes han desaparecido.
Los aproximadamente cinco mil u’wa habitan el extremo nororiente del parque, dispersos en un área de alrededor de 100 000 hectáreas. Cabe mencionar que son varios los Resguardos traslapados, colindantes y en vecindad del PNN en su flanco oriental. Algunos u’wa mantienen sus tradiciones estrictamente, mientras otros están en una transición entre indígena y campesino. Los u’wa con prácticas campesinas se dedican al pastoreo de ganado y al cultivo de subsistencia en las partes altas y bajas. En las partes medias se dedican a la horticultura tradicional itinerante vertical.
De los diversos resguardos traslapados, colindantes y en inmediaciones del Parque Nacional Natural El Cocuy, vale la pena mencionar el traslape de cerca de 92 000 hectáreas, del Resguardo Unido U’wa. Sin embargo, no todo el territorio ha sido saneado y entregado a la comunidad u’wa. Los propietarios dedican estos territorios a la ganadería extensiva.
Aunque el parque tiene atractivos propios para la práctica del ecoturismo, no cuenta con infraestructura necesaria para el alojamiento de turistas. No obstante, se puede acampar. En la zona de amortiguación es factible encontrar ciertas modestas facilidades en las casas campesinas de los tres principales accesos a la Sierra Nevada.
#AmorPorColombia
Parque Nacional Natural El Cocuy
Cara oriental del Ritacuba Blanco. Diego Miguel Garcés.
Vertiente suroccidental de la Sierra Nevada del Cocuy. Aldo Brando.
Por su gran altura, los picos de la sierra se cubren de nubes. Carlos Castaño.
Picos Ritacuba Blanco, Ritacuba Norte, Boquerón de La Sierra y Picos Sin Nombre. Andrés Hurtado.
Vista sobre los picos Castillo, San Pablín Sur, San Pablín Norte y Picacho desde la laguna del Avellanal. Andrés Hurtado.
Cara suroriental del Ritacuba Blanco, y Ritacuba Norte al fondo. Andrés Hurtado.
Restos de pictografía sobre piedra. Carlos Castaño.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca
Año creación: 1977
Extensión: 306 000 ha
Altura: 600 - 5 300 m.s.n.m.
Temperatura: -3 - 23,6 ºC
Ecosistemas: Selva basal, selva andina, páramo, superpáramo, piso de nieve.
Para los u’wa o tunebo, habitantes indígenas de la región, su territorio dentro del Parque Nacional Natural el Cocuy, conocido también como “Chita” o “Guicán”, es el corazón del mundo. Para ellos, la única forma de comprender el universo es mediante el entendimiento de su tierra, filosofía que les ha permitido vivir en armonía con el medio ambiente durante siglos. Dentro del área que abarca la Sierra Nevada del Cocuy está la masa glaciar más extensa de Suramérica al norte de la línea del Ecuador. El parque contiene 150 de las 690 lagunas de la cordillera Oriental de los Andes. Tiene alturas de entre 600 y 5 330 m.s.n.m., incluyendo la Sierra Nevada del Cocuy, que contiene 25 picos nevados, los más elevados de la cordillera Oriental. Fue declarado Parque Nacional Natural en 1977, cuenta con 306 000 hectáreas y está localizado en los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca.
Las elevaciones del parque son de una belleza majestuosa e imponente y cada cumbre encierra un valor paisajístico único. La Sierra Nevada comprende la cresta máxima de la cordillera Oriental y un eje montañoso paralelo separados por un estrecho valle interior. Entre los picos nevados sobresalen el Pan de Azúcar (5 100 m.s.n.m.), el Púlpito del Diablo (4 900 m.s.n.m.), el Cóncavo (5 200 m.s.n.m.), el Concavito (5 100 m.s.n.m.), San Pablín Sur (5 180 m.s.n.m.), San Pablín Norte (5 200 m.s.n.m.), el Ritacuba Blanco (5 330 m.s.n.m.), el Picacho (5 100 m.s.n.m.), el Puntiagudo (5 200 m.s.n.m.), el Castillo (5 200 m.s.n.m.).
El parque cuenta con más de 80 ríos y quebradas y 150 lagunas. Esta abundancia de agua se debe principalmente a la presencia de la nieve y la masa glacial, donde originan varios de los ríos más importantes del parque. Entre estos sobresalen el río Orozco, el Cubugón, el Nevado, el Lagunillas, el Casanare, el San Lope, el Tame, el Cravo Norte, el Cusay, el Ele y el Bojabá. Los ríos de las vertientes occidentales son tributarios del río Chicamocha, mientras que los de las vertientes orientales son tributarios del río Casanare y Arauca.
Las 150 lagunas de montaña del parque son de singular belleza y esplendor natural. Para muchos de los indígenas de la región las lagunas son sagradas, porque son consideradas lugares de creación y nacimiento. Las lagunas La Parada, La Pintada, La Cuadrada y La Atravesada, de origen glacial, aparecen entrelazadas por el río Lagunillas. La Laguna Grande de la Sierra sirve de base para una sucesión de siete picos nevados, que empieza con el Pan de Azúcar al sur y termina con el Concavito al norte. Separada de la Laguna Grande de la Sierra por el paso de montaña conocido como Paso de Bella Vista y enmarcada dentro de un espectacular anfiteatro natural, se encuentra la laguna de La Plaza, con un espectacular desagüe en forma de cascada. También sobresalen por su belleza escénica el grupo de lagunas del valle interior de la Sierra, entre las que se destacan la Laguna del Avellanal y la Laguna del Rincón. En el extremo norte de la Sierra Nevada está la Laguna Grande de Los Verdes, la cual se destaca por su color llamativo y por sus más de 35 hectáreas de extensión.
La temperatura promedio anual del parque oscila entre 23,6 ºC y -3 ºC, con un promedio anual a los 4 800 m.s.n.m. de 0 oC. Los vientos alisios causan que en la vertiente oriental de la Sierra la precipitación y la nubosidad sean mayores. La cantidad de lluvia depende en gran parte de la altura. A los 500 m.s.n.m., la precipitación anual promedio es de 500 mm a 2 500 mm. Hacia los 1 500 m.s.n.m. encontramos la zona de mayor precipitación con cerca de 3 000 mm anuales. En los páramos los valores disminuyen dado que el aire a bajas temperaturas pierde su capacidad de retención de agua.
La diferencia en la precipitación en los dos flancos de la cordillera es notoria, mientras el flanco oriental presenta un régimen de lluvias monomodal y bastante estacional –lluvias entre abril y noviembre–, el flanco occidental presenta un régimen de lluvias bimodal es decir con estaciones secas entre diciembre y marzo y entre junio y julio.
El Cocuy contiene diversos biomas: la selva basal, la selva andina, el páramo, y el superpáramo. En la vertiente oriental de la cordillera se encuentran todos ellos, dado el significativo gradiente altitudinal, mientras que en el flanco occidental, dado que el límite del área protegida es a 4 000 m.s.n.m., la situación es más restrictiva. La selva andina y el páramo representan los principales biomas del PNN. Vale la pena mencionar la ausencia de estudios detallados sobre la gran riqueza florística y faunística del área, gran parte en un excelente estado de conservación.
Se ha notado que en el límite superior del bosque de piso frío de la vertiente oriental de la Sierra predomina una especie de encenillo de hojas simples. También se ha notado la profusión de epifitas, plantas que utilizan otra vegetación de soporte, sin ser parásitos, como las orquídeas y bromeliáceas. Asimismo se encuentran bosques enanos cerca de los arroyos y parajes protegidos hasta los 4 250 m.s.n.m.
Por otra parte, en el límite superior de los bosques de la vertiente occidental predominan el colorado o siete cueros (Polylepis quadrijuga) y pocos encenillos (Weinmannia spp.). En esta vertiente los bosques enanos llegan hasta los 3 800 m.s.n.m. Los bosques de coloradito, que prestan refugio y alimento para la fauna, llegan hasta los 4 100 m.s.n.m. Por otra parte, también existen comunidades de arbustos y pequeños árboles que incluyen la valeriana (Valeriana arborea) y llegan hasta los 4 000 m.s.n.m.
En la vertiente occidental del parque hay cinco comunidades vegetales principales. En el subpáramo existen dos tipos: el subpáramo donde predomina Senecio vaccinioides, formando densos tapetes, y el subpáramo donde predomina la escobita, rubiácea de la misma familia del café y la quina. En el páramo húmedo predomina el chusque (Clusia sp.), también llamado bambú de páramo. Sobre el páramo hay una gran extensión de pajonales con la Calamagrostis efusa, clase de pasto que puede crecer de 40 a 100 cm de longitud. En el superpáramo las comunidades vegetales disminuyen en diversidad, porte y cobertura a medida que incrementa la elevación.
Varias especies de frailejón, helecho, cardón y musgos son algunas de las plantas azonales que crecen en el parque. Asimismo, hay una gran riqueza de especies endémicas, incluyendo varias especies de frailejón (Espeletia sp.) y lítamo (Draba litamo).
La biodiversidad del parque es indiscutible tanto en su flora como en su fauna. Entre las aves se hallan el tatasco (Gallinago nobilis), la torcaza collareja (Columba fasciata albilinea), y el Muscisaxicola alpina quesade, especie endémica. Además, se pueden observar los tominejos (Lesbia victoriae victoriae), la bicoca (Grallaria quitensis alticola), el arriero (Myiotheretes striaticollis), el ruin (Cistothorus apollinaris), el cucarachero (Troglodytes aedon columbae), el bayetón (Anisognatus igniventris lunulatus), el cóndor (Vultur gryphus), el gallito de roca (Rupicola peruviana aequatorialis).
En el Cocuy se encuentran individuos de todas las especies de felinos silvestres registradas en el país. La danta (Tapirus terrestris), el venado de páramo (Odocoileus virginianus goudotii), el venado soche (Mazama americana), el saíno (Tayassu pecari), el oso frontino (Tremactos ornatus) y el conejo de páramo (Sylvilagus brasiliensis meridensis) son algunos de los mamíferos reportados. Entre los primates se destacan el mico maicero (Cebus apella), el mono choyo (Lagothrix lagotricha lugens) y el araguato (Alouatta seniculus seniculus).
Los indígenas laches y los tunebo o u’wa, pertenecientes a la familia lingüística chibcha, son los habitantes tradicionales de la zona. Los Laches habitaban la vertiente sur occidental de la cordillera Oriental y hoy se encuentran extintos. Estos practicaban el cultivo de las huertas y creaban variadas artesanías en cerámica. Además practicaban el tejido en algodón, paja e incluso cabello humano. Inhumaban los cadáveres de los muertos a poca profundidad o los desecaban a fuego lento para luego depositarlos en fardos. Sus viviendas eran hechas en piedra, de muros bajos, con techos de paja.
Los tunebo habitaban ambas vertientes de la cordillera Oriental. Según la leyenda, los tunebo o u’wa acordaron morir antes de someterse a opresión de los encomenderos españoles. Una congregación de grandes grupos subió a la cima de lo que hoy se denomina el peñón Gloria de los Tunebos (390 m) y grupo tras grupo se lanzó al abismo. Parece que la veracidad de la leyenda es apoyada por los restos humanos encontrados al pie del peñón (UAE 274).
Hoy en día varios clanes u’wa habitan las inmediaciones y estribaciones de la Sierra Nevada en su flanco oriental, diferenciados entre sí por el dialecto utilizado. Sobreviven los clanes cobaría, bókota, tegría, aguablanca y unkasía. De los otros clanes, por ejemplo, en tierras altas sobreviven grupos como los bachira, mientras que por lo menos siete clanes han desaparecido.
Los aproximadamente cinco mil u’wa habitan el extremo nororiente del parque, dispersos en un área de alrededor de 100 000 hectáreas. Cabe mencionar que son varios los Resguardos traslapados, colindantes y en vecindad del PNN en su flanco oriental. Algunos u’wa mantienen sus tradiciones estrictamente, mientras otros están en una transición entre indígena y campesino. Los u’wa con prácticas campesinas se dedican al pastoreo de ganado y al cultivo de subsistencia en las partes altas y bajas. En las partes medias se dedican a la horticultura tradicional itinerante vertical.
De los diversos resguardos traslapados, colindantes y en inmediaciones del Parque Nacional Natural El Cocuy, vale la pena mencionar el traslape de cerca de 92 000 hectáreas, del Resguardo Unido U’wa. Sin embargo, no todo el territorio ha sido saneado y entregado a la comunidad u’wa. Los propietarios dedican estos territorios a la ganadería extensiva.
Aunque el parque tiene atractivos propios para la práctica del ecoturismo, no cuenta con infraestructura necesaria para el alojamiento de turistas. No obstante, se puede acampar. En la zona de amortiguación es factible encontrar ciertas modestas facilidades en las casas campesinas de los tres principales accesos a la Sierra Nevada.