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- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
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- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
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- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
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- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
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- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
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- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
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- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
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- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
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- Luis Caballero. Erótico (2010)
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- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos
Entrada a la cueva del Indio, uno de los hábitat más representativos del guácharo. Francisco Nieto.
Río Suaza, eje central del sistema de cuevas existentes en el parque. Steve Coombs.
Aguas del río Suaza en su salida de la Cueva de los Guácharos, cuyo color se debe al guano que estas aves generan en la cueva. Carlos Castaño.
Orquídea cattleya. José Fernando Machado.
Heliconia. José Fernando Machado.
Orquídea. D.L. Golobitsh.
Frutos de guaba. D.L. Golobitsh.
Hongo. Steve Coombs.
Helecho. D.L. Golobitsh.
Helecho. D.L. Golobitsh.
Guácharo. Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos del Huila y Caquetá
Año creación: 1960
Extensión: 9 000 ha
Altura: 1 650 - 2 840 m.s.n.m.
Temperatura: 16 ºC
Ecosistemas: Bosque andino, bosque de roble subandino, bosque subandino mixto, páramo.
Al entrar a la cueva del Guácharo, los gritos de los pájaros son ensordecedores; el revolver de sus alas y el movimiento arrebatado alerta los sentidos y descubre un mundo lóbrego donde el visitante no se puede orientar por visión, sino, como los guácharos, por sonido. La cueva del Guácharo ha desempeñado un papel significativo en las creencias y en la mitología de varias tribus indígenas de la zona. Según las leyendas, los guácharos son las almas de los guerreros y los chillidos constantes representan los lamentos de éstos, despojados de las tierras que ancestralmente les pertenecían. En 1960 fue declarado Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos, inicialmente abarcando 700 hectáreas. La superficie del parque fue ampliada a 9 000 hectáreas en 1975. Ubicado sobre la vertiente occidental de la cordillera Oriental, en el departamento del Huila, municipio de Acevedo, y municipio de San José del Fragua, departamento del Caquetá; es la primera reserva denominada Parque Nacional Natural en Colombia.
La Cueva de los Guácharos fue nombrada Parque Nacional con el objetivo de preservar un complejo de cuevas que sirve de hábitat para la especie de pájaro nocturno que le da su nombre. En materia de flora es sobresaliente, ya que encierra una de las últimas selvas andinas vírgenes del país, que en algún momento ocuparon una porción substancial del departamento del Huila. Por otra parte las formaciones creadas por la interacción de las rocas y el agua dentro de las cuevas son de una peculiaridad y belleza insólita. Dentro del parque, en el extremo suroccidente, se encuentran los picos de La Fragua y dos pequeñas serranías llamadas el filo Churuco y el filo Santa Bárbara. También está el cerro Gacho y el cerro Punta (2 840 m.s.n.m.), que es la mayor altura del parque.
Dentro de la formación y geología del parque, el río Suaza es un actor importante. Nace en los picos de la Fragua, donde la temperatura del agua es entre 6 y 8 ºC, es de color oscuro y converge con la quebrada del Chorro. Por medio de la erosión causada por la fuerza de su caudal, el Suaza ha formado dos puentes naturales, uno en la cueva de los Guácharos y el otro junto a la cueva Chiquita. A su derecha, el río Suaza recibe el caudal de varias quebradas como quebrada Seca, la del Chorra, la Lindosa, la Cresta, el Cuadro y Chanchiras. A la izquierda recibe las aguas de la quebrada de Cascajosa, el Campamento, El Zanjón, La Chorrera, El Cedro y El Cidral.
El complejo de cavernas del parque es su mayor atractivo. Las cavernas están escalonadas de norte a sur, corriendo a lo largo del cauce del río Suaza. Fueron formadas por la química y la energía del agua hace aproximadamente 100 millones de años, cuando la zona estaba cubierta por el océano, dato que comprueban los fósiles marinos que hay en varias cuevas. El recorrido de las cavernas empieza con la cueva Chiquita o cueva del Cuadro, nombre que se le ha dado por su dimensión y forma. Después está la cueva de los Chimbilás, otro nombre para los murciélagos que viven dentro. Luego, la cueva del Hoyo, dentro de la cual se puede descender hasta 10 m. Le sigue la cueva del Indio, adoptando el nombre de su descubridor, el indio Raimundo Calvache. la cueva de los Guácharos está situada al extremo sur y recibe el nombre porque alberga casi toda la población de guácharos (Steatornis caripensis) del parque.
Los techos y muros de las cuevas están cubiertos de estalactitas, estalagmitas y helicotitas de formas complicadas e inusitada belleza. Estas formaciones ocasionalmente pueden tener una variedad de colores, dependiendo de los minerales que contengan. La cueva del Indio es especialmente rica en estas formaciones. Las deposiciones de carbono de calcio se acumulan en figuras intrincadas y atrayentes, que se alargan del techo, paredes y piso de las cuevas. Las estalactitas se forman cuando la lluvia se filtra por entre las grietas, hasta llegar a las bóvedas, goteando hasta el piso. Cada gota de agua mineralizada deja una milimétrica cantidad de carbonato de calcio y otros minerales que con el tiempo empiezan a adquirir una forma de tubo que se desarrolla hacia la tierra. Luego, con más agua y depósitos, la formación empieza a adquirir una forma cónica. La formación en el suelo correspondiente es la estalagmita. Lo interesante de las cuevas del parque es que también existen helicotitas, clases de estalactitas que parecen desafiar la gravedad, porque crecen horizontalmente en los muros.
Los factores más importantes en el carácter de la flora son la altura sobre el nivel del mar y la neblina. Los cuatro biomas del parque son el bosque húmedo nublado subandino, el bosque subandino mixto, el bosque andino y el subpáramo. Los robles (Quercus humboldtii) están esparcidos a lo largo del bosque húmedo nublado subandino.
Estos bosques pueden llegar a alcanzar una altura o dosel de un poco más de 3 metros, con frutos apetecibles a una gran variedad de animales del parque. Hasta 1979, se pensaba que en las regiones andinas de Colombia solamente se encontraba una especie de roble. Sin embargo, mediante las pruebas recolectadas en el parque, se pudo descubrir y clasificar una especie nueva de roble, el roble morado o roble negro (Trigonobalanu excelsa). Esta especie de roble produce un fruto con sabor similar al maní, que atrae una gran cantidad de fauna. Junto con los robles crece otra vegetación que no llega a alturas mayores. Entre esta vegetación se encuentra el laurel (Ocotea cuneata y Nectandra macrophylla), fuente alimenticia de los guácharos; el encenillo (Weinmannia sp.); sanalotodo (Psychortia alba) y bodoquero (Vibrunum cornifolium).
El bosque subandino mixto se sitúa entre los 1 800 y los 2 000 m, donde hay menos neblina y los suelos poseen una baja concentración de materia orgánica. En este bioma crecen varios árboles significativos, preciados por su madera, ya que algunos se encuentran en vía de extinción, como el cedro (Cedrela montana), el comino (Aniba perutilis), el nogal (Juglans neotropica), la quina (Chinchona pubescens) y varias especies de pinos colombianos (Podocarpus rospigliosii y Podocarpus oleifolius). Estos comparten su ecosistema con un árbol sembrado durante la Expedición Botánica, el “canelo de los andaquíes” (Nectandra cinnamomoides). Hay varias especies de laureles junto con arrayanes (Myrcia fallax), cauchos (Ficus greiffiana), algodoncillos (Picramnia sp.) y varias especies de palmas y orquídeas.
Más arriba del bosque subandino, entre los 2 000 y 2 600 m.s.n.m., está el bosque andino, distinguido por la ausencia del roble, la disminución del dosel del bosque, los musgos que cubren los troncos de los árboles y el aumento de ejemplares de encenillo. En varias zonas hay especies de sietecueros, musgos y bromeliáceas. Las bromeliáceas son plantas aéreas que en su mayoría no crecen sobre la tierra, sino utilizando otra planta como soporte. Las bromeliáceas son plantas monocárpicas, es decir, florecen una vez en su vida, luego languidecen y mueren. Finalmente, entre los 2 600 y 2 840 m.s.n.m. se encuentra el subpáramo.
La fauna del parque es abundante y está dentro de los cuatro biomas descritos anteriormente. Los guácharos no son las únicas aves de interés en la zona. Existe también la gallineta de monte (Tinamus osgoodi hershkovitzi), la clase de gallineta más grande del país, junto con 296 otras especies de aves catalogadas (SPNC 193). Asimismo, se halla el pidenpan (Grallaria milleri andaquiensis), ave endémica del parque.
Las aves nocturnas que le dan el nombre al parque se establecen casi exclusivamente en la cueva de los Guácharos, que cuenta con un área de 18 m de altura, 50 m de longitud y 20 m de ancho. Son aves ruidosas que, como los murciélagos, se guían por el sonido y no por la visión. El guácharo es un ave de tamaño mediano, con plumas rojizas, manchadas de puntos blancos. La dieta de los guácharos consiste en frutas e insectos que cazan de noche, atrapándolos al vuelo. Se calcula que alrededor de 2 000 aves anidan anualmente en la cueva que lleva su nombre.
Durante las épocas de reproducción, varias especies entran en la cueva del Guácharo a la espera de pichones que caen de los nidos. Entre ellos, los zorros o perros de monte (Cerdocyon thous), los tigrillos (Felis pardalis), los gatos de monte o gatos pardos (Herpailurus yagouaroundi) y las chuchas negras (Didelphis albiventris). También se ha visto el puma (Felis concolor) y el tigre mariposo o jaguar (Leo onca) dentro de los límites del parque. Hay más de 59 especies de mamíferos en el parque (SPNC 193), incluyendo 5 clases de micos, entre ellas el mico churuco (Lagothrix lagotricha lugens) y el mico maicero (Cebus apella).
Se han identificado más de 50 especies de mariposas en el parque, que le dan gran colorido a los paisajes cuando se posan sobre las plantas o vuelan en grupos. Existen también ranas arborícolas y una especie de rana amazónica. También hay lagartijas (Anolis huilae), una especie endémica del parque, junto con varias especies de culebras.
En cuanto a los habitantes humanos de la región, es sabido que en la zona existieron dos culturas sucesivas en la época precolombina, la segunda relacionada con San Agustín. Durante la Conquista, los habitantes de la región pertenecieron a un grupo que, junto con otros indígenas relacionados, se denominó andaquíes. La población indígena sufrió grandes pérdidas por la resistencia a los españoles y las migraciones de varios individuos hacia el Amazonas (UAE 194).
La explotación de la quina en el siglo XIX y la participación de varias compañías en el valle del Suaza disminuyó la flora de la zona. Desde 1876 existen las primeras referencias de las cuevas. Cuando empezó el auge del caucho las restantes tierras indígenas fueron usurpadas. Las cuevas y la tierra aledaña fueron propiedad privada hasta el nombramiento del parque en 1960. La declaración del área como Reserva de la Biosfera en 1980 ayudó a sanear la zona de colonos y los sobrantes propietarios privados (UAE 194).
En la actualidad, el parque cuenta con servicios de ecoturismo, con capacidad de alojamiento para 45 personas. También cuenta con zona de camping, restaurante, servicios de baño, espacio de cocina, comedor al aire libre, aula ambiental y 10 km de senderos.
#AmorPorColombia
Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos
Entrada a la cueva del Indio, uno de los hábitat más representativos del guácharo. Francisco Nieto.
Río Suaza, eje central del sistema de cuevas existentes en el parque. Steve Coombs.
Aguas del río Suaza en su salida de la Cueva de los Guácharos, cuyo color se debe al guano que estas aves generan en la cueva. Carlos Castaño.
Orquídea cattleya. José Fernando Machado.
Heliconia. José Fernando Machado.
Orquídea. D.L. Golobitsh.
Frutos de guaba. D.L. Golobitsh.
Hongo. Steve Coombs.
Helecho. D.L. Golobitsh.
Helecho. D.L. Golobitsh.
Guácharo. Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales.
Texto de: Laura Sesana
Localización: Entre los departamentos del Huila y Caquetá
Año creación: 1960
Extensión: 9 000 ha
Altura: 1 650 - 2 840 m.s.n.m.
Temperatura: 16 ºC
Ecosistemas: Bosque andino, bosque de roble subandino, bosque subandino mixto, páramo.
Al entrar a la cueva del Guácharo, los gritos de los pájaros son ensordecedores; el revolver de sus alas y el movimiento arrebatado alerta los sentidos y descubre un mundo lóbrego donde el visitante no se puede orientar por visión, sino, como los guácharos, por sonido. La cueva del Guácharo ha desempeñado un papel significativo en las creencias y en la mitología de varias tribus indígenas de la zona. Según las leyendas, los guácharos son las almas de los guerreros y los chillidos constantes representan los lamentos de éstos, despojados de las tierras que ancestralmente les pertenecían. En 1960 fue declarado Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos, inicialmente abarcando 700 hectáreas. La superficie del parque fue ampliada a 9 000 hectáreas en 1975. Ubicado sobre la vertiente occidental de la cordillera Oriental, en el departamento del Huila, municipio de Acevedo, y municipio de San José del Fragua, departamento del Caquetá; es la primera reserva denominada Parque Nacional Natural en Colombia.
La Cueva de los Guácharos fue nombrada Parque Nacional con el objetivo de preservar un complejo de cuevas que sirve de hábitat para la especie de pájaro nocturno que le da su nombre. En materia de flora es sobresaliente, ya que encierra una de las últimas selvas andinas vírgenes del país, que en algún momento ocuparon una porción substancial del departamento del Huila. Por otra parte las formaciones creadas por la interacción de las rocas y el agua dentro de las cuevas son de una peculiaridad y belleza insólita. Dentro del parque, en el extremo suroccidente, se encuentran los picos de La Fragua y dos pequeñas serranías llamadas el filo Churuco y el filo Santa Bárbara. También está el cerro Gacho y el cerro Punta (2 840 m.s.n.m.), que es la mayor altura del parque.
Dentro de la formación y geología del parque, el río Suaza es un actor importante. Nace en los picos de la Fragua, donde la temperatura del agua es entre 6 y 8 ºC, es de color oscuro y converge con la quebrada del Chorro. Por medio de la erosión causada por la fuerza de su caudal, el Suaza ha formado dos puentes naturales, uno en la cueva de los Guácharos y el otro junto a la cueva Chiquita. A su derecha, el río Suaza recibe el caudal de varias quebradas como quebrada Seca, la del Chorra, la Lindosa, la Cresta, el Cuadro y Chanchiras. A la izquierda recibe las aguas de la quebrada de Cascajosa, el Campamento, El Zanjón, La Chorrera, El Cedro y El Cidral.
El complejo de cavernas del parque es su mayor atractivo. Las cavernas están escalonadas de norte a sur, corriendo a lo largo del cauce del río Suaza. Fueron formadas por la química y la energía del agua hace aproximadamente 100 millones de años, cuando la zona estaba cubierta por el océano, dato que comprueban los fósiles marinos que hay en varias cuevas. El recorrido de las cavernas empieza con la cueva Chiquita o cueva del Cuadro, nombre que se le ha dado por su dimensión y forma. Después está la cueva de los Chimbilás, otro nombre para los murciélagos que viven dentro. Luego, la cueva del Hoyo, dentro de la cual se puede descender hasta 10 m. Le sigue la cueva del Indio, adoptando el nombre de su descubridor, el indio Raimundo Calvache. la cueva de los Guácharos está situada al extremo sur y recibe el nombre porque alberga casi toda la población de guácharos (Steatornis caripensis) del parque.
Los techos y muros de las cuevas están cubiertos de estalactitas, estalagmitas y helicotitas de formas complicadas e inusitada belleza. Estas formaciones ocasionalmente pueden tener una variedad de colores, dependiendo de los minerales que contengan. La cueva del Indio es especialmente rica en estas formaciones. Las deposiciones de carbono de calcio se acumulan en figuras intrincadas y atrayentes, que se alargan del techo, paredes y piso de las cuevas. Las estalactitas se forman cuando la lluvia se filtra por entre las grietas, hasta llegar a las bóvedas, goteando hasta el piso. Cada gota de agua mineralizada deja una milimétrica cantidad de carbonato de calcio y otros minerales que con el tiempo empiezan a adquirir una forma de tubo que se desarrolla hacia la tierra. Luego, con más agua y depósitos, la formación empieza a adquirir una forma cónica. La formación en el suelo correspondiente es la estalagmita. Lo interesante de las cuevas del parque es que también existen helicotitas, clases de estalactitas que parecen desafiar la gravedad, porque crecen horizontalmente en los muros.
Los factores más importantes en el carácter de la flora son la altura sobre el nivel del mar y la neblina. Los cuatro biomas del parque son el bosque húmedo nublado subandino, el bosque subandino mixto, el bosque andino y el subpáramo. Los robles (Quercus humboldtii) están esparcidos a lo largo del bosque húmedo nublado subandino.
Estos bosques pueden llegar a alcanzar una altura o dosel de un poco más de 3 metros, con frutos apetecibles a una gran variedad de animales del parque. Hasta 1979, se pensaba que en las regiones andinas de Colombia solamente se encontraba una especie de roble. Sin embargo, mediante las pruebas recolectadas en el parque, se pudo descubrir y clasificar una especie nueva de roble, el roble morado o roble negro (Trigonobalanu excelsa). Esta especie de roble produce un fruto con sabor similar al maní, que atrae una gran cantidad de fauna. Junto con los robles crece otra vegetación que no llega a alturas mayores. Entre esta vegetación se encuentra el laurel (Ocotea cuneata y Nectandra macrophylla), fuente alimenticia de los guácharos; el encenillo (Weinmannia sp.); sanalotodo (Psychortia alba) y bodoquero (Vibrunum cornifolium).
El bosque subandino mixto se sitúa entre los 1 800 y los 2 000 m, donde hay menos neblina y los suelos poseen una baja concentración de materia orgánica. En este bioma crecen varios árboles significativos, preciados por su madera, ya que algunos se encuentran en vía de extinción, como el cedro (Cedrela montana), el comino (Aniba perutilis), el nogal (Juglans neotropica), la quina (Chinchona pubescens) y varias especies de pinos colombianos (Podocarpus rospigliosii y Podocarpus oleifolius). Estos comparten su ecosistema con un árbol sembrado durante la Expedición Botánica, el “canelo de los andaquíes” (Nectandra cinnamomoides). Hay varias especies de laureles junto con arrayanes (Myrcia fallax), cauchos (Ficus greiffiana), algodoncillos (Picramnia sp.) y varias especies de palmas y orquídeas.
Más arriba del bosque subandino, entre los 2 000 y 2 600 m.s.n.m., está el bosque andino, distinguido por la ausencia del roble, la disminución del dosel del bosque, los musgos que cubren los troncos de los árboles y el aumento de ejemplares de encenillo. En varias zonas hay especies de sietecueros, musgos y bromeliáceas. Las bromeliáceas son plantas aéreas que en su mayoría no crecen sobre la tierra, sino utilizando otra planta como soporte. Las bromeliáceas son plantas monocárpicas, es decir, florecen una vez en su vida, luego languidecen y mueren. Finalmente, entre los 2 600 y 2 840 m.s.n.m. se encuentra el subpáramo.
La fauna del parque es abundante y está dentro de los cuatro biomas descritos anteriormente. Los guácharos no son las únicas aves de interés en la zona. Existe también la gallineta de monte (Tinamus osgoodi hershkovitzi), la clase de gallineta más grande del país, junto con 296 otras especies de aves catalogadas (SPNC 193). Asimismo, se halla el pidenpan (Grallaria milleri andaquiensis), ave endémica del parque.
Las aves nocturnas que le dan el nombre al parque se establecen casi exclusivamente en la cueva de los Guácharos, que cuenta con un área de 18 m de altura, 50 m de longitud y 20 m de ancho. Son aves ruidosas que, como los murciélagos, se guían por el sonido y no por la visión. El guácharo es un ave de tamaño mediano, con plumas rojizas, manchadas de puntos blancos. La dieta de los guácharos consiste en frutas e insectos que cazan de noche, atrapándolos al vuelo. Se calcula que alrededor de 2 000 aves anidan anualmente en la cueva que lleva su nombre.
Durante las épocas de reproducción, varias especies entran en la cueva del Guácharo a la espera de pichones que caen de los nidos. Entre ellos, los zorros o perros de monte (Cerdocyon thous), los tigrillos (Felis pardalis), los gatos de monte o gatos pardos (Herpailurus yagouaroundi) y las chuchas negras (Didelphis albiventris). También se ha visto el puma (Felis concolor) y el tigre mariposo o jaguar (Leo onca) dentro de los límites del parque. Hay más de 59 especies de mamíferos en el parque (SPNC 193), incluyendo 5 clases de micos, entre ellas el mico churuco (Lagothrix lagotricha lugens) y el mico maicero (Cebus apella).
Se han identificado más de 50 especies de mariposas en el parque, que le dan gran colorido a los paisajes cuando se posan sobre las plantas o vuelan en grupos. Existen también ranas arborícolas y una especie de rana amazónica. También hay lagartijas (Anolis huilae), una especie endémica del parque, junto con varias especies de culebras.
En cuanto a los habitantes humanos de la región, es sabido que en la zona existieron dos culturas sucesivas en la época precolombina, la segunda relacionada con San Agustín. Durante la Conquista, los habitantes de la región pertenecieron a un grupo que, junto con otros indígenas relacionados, se denominó andaquíes. La población indígena sufrió grandes pérdidas por la resistencia a los españoles y las migraciones de varios individuos hacia el Amazonas (UAE 194).
La explotación de la quina en el siglo XIX y la participación de varias compañías en el valle del Suaza disminuyó la flora de la zona. Desde 1876 existen las primeras referencias de las cuevas. Cuando empezó el auge del caucho las restantes tierras indígenas fueron usurpadas. Las cuevas y la tierra aledaña fueron propiedad privada hasta el nombramiento del parque en 1960. La declaración del área como Reserva de la Biosfera en 1980 ayudó a sanear la zona de colonos y los sobrantes propietarios privados (UAE 194).
En la actualidad, el parque cuenta con servicios de ecoturismo, con capacidad de alojamiento para 45 personas. También cuenta con zona de camping, restaurante, servicios de baño, espacio de cocina, comedor al aire libre, aula ambiental y 10 km de senderos.