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- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
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- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
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Supervivencia
Las arañas también atrapan mariposas bien sea por medio de sus finas redes, o como en este caso, sorprendiéndolas con un movimiento rápido. Río Negro, Meta. 800 m.
Parides aeneas bolivar.
Heliconius xanthocles Este tipo de coloración llamativa que sirve para advertir el sabor tóxico. Curmaral, Meta. 200 m.
Cithaerias pyritosa.
Sterimnia sp. Se camufla muy bien en la tierra húmeda; si no efectúa movimiento es casi imposible percibirla. Reserva Acaime, Quindío. 2.800 m.
Eurema salome. Muy común en la Cordi-llera Central. Se logra camuflar muy bien en las flores amarillas. Jardín Botánico, Manizales. 2.150 m.
Callicore codomannus.
En los piéridos existe una subfamilia que comúnmente imita a otras especies venenosas, las Dismorphiinae, en este caso la Patia orise cordillera, arriba; comestible, imita a Heliconius hecale, venenosa, abajo.
Congreso de Phoebis. En las playas de los ríos y en la tierra húmeda encontramos reuniones numerosas de machos, casi todos del género Phoebis, mezclados con algunos papiliónidos, formando verdaderos enjambres con el fin de absorber sales y potasio, que pierden en los grandes desplazamientos. Río Dagua, Pacífico. 300 m.
Otro ejemplo de congregaciones de mariposas de tierra húmeda pertenecientes al género Catasticta. Reserva forestal Río Blanco, Manizales. 2.300 m.
Calicebus moloch. Entre los vertebrados superiores los simios también comen mariposas, sobre todo gusanos y crisálidas. Ejercen esta actividad en las ramas y troncos, buscando larvas escondidas, e incluso han aprendido a reconocer adultos de mariposas de sabor venenoso.
Phenacosaurus heterodermus. Los lagartos pertenecientes a las familias Iguaniidae son depredadores de insectos. Se acercan sigilosamente a las mariposas y las atrapan rápidamente.
Los tiránidos igualmente capturan mariposas. Pájaros de esta familia se han visto capturando ninfálidos del género Memphis en vuelo, ya que les resulta difícil localizarlas cuando están asentadas, por su gran parecido a una hoja seca.
Polistes sp. La acción depredadora que hacen las avispas sobre las orugas es muy cruel. Suelen arrancarles a éstas trozos de piel, en carne viva, sin que exista ninguna posibilidad de defensa frente a estos enemigos tan carnívoros.
Tachinidae. En el orden de las moscas o Diptera, figuran las de la familia Tachinidae como activos enemigos de las mariposas. Ellas ponen los huevos sobre los diversos estados inmaduros por los que pasan los lepidópteros. Se destacan en el trópico como principales víctimas las Morpho y Caligo.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Mantidae. Los mantidos o “rezanderas” son muy carnívoros. No pierden ninguna oportunidad de capturar presas, con sus ganchos (adaptación de las patas anteriores ubicadas en el protórax), incluso las mariposas, que son devoradoras vivas, sin la inoculación de venenos.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Heliconius charitonia. Llamada “cebra” en algunos países, vive en Colombia pero en regiones montañosas de clima templado cálido, volando en claros abiertos y de poca vegetación. Río Cauca, Valle. 1.000 m.
Texto de: Juana Uribe
La increíble supervivencia de las especies de mariposas parecería estar en total contradicción con su esencia frágil y demasiado llamativa, pero no debemos dejarnos engañar por las apariencias. Si bien es cierto que el mayor enemigo de estos insectos son su aspecto exterior y su configuración, la naturaleza ha sido lo suficientemente sabia como para invertir esta tendencia y lograr desarrollar mecanismos de defensa en ellas que se basan precisamente en sus atributos y debilidades. De esta forma, en muchos casos aquello que nos llama la atención por su belleza y originalidad, no es más que un complejo sistema defensivo desarrollado por la mariposa para engañar a sus enemigos.
Los métodos y sistemas defensivos nacen en las mariposas desde que éstas son orugas, y responden a múltiples principios y necesidades, ya que la mariposa es asechada por muchos motivos debido a que algunas son exquisito manjar, aun en su estado de orugas, para muchos animales.
Por otro lado, son muy susceptibles al ataque de parásitos, al tiempo que el hombre, no contento con perseguirlas directamente, interviene a veces con su mano destructora modificando peligrosamente el medio ambiente, esencial para su supervivencia. Es muy importante anotar que la inmensa capacidad de adaptación que posee la mariposa hace que, a medida que el peligro aumente, ésta vaya desarrollando una impresionante capacidad de defenderse, haciéndoles frente a los peligros nuevos que tiene que afrontar.
Podemos observar que tanto las orugas como los adultos poseen dispositivos defensivos tales como venenos, colores ocultos, apariencias voluminosas y manchas de despiste. Estos mecanismos han surgido y se han desarrollado luego de miles de años de procesos evolutivos y adaptaciones.
Algunas mariposas producen, por ejemplo, secreciones desagradables o tóxicas y aromas químicos, que al ser emitidos inhiben a un posible predador. El osmeterio es un órgano glandular que poseen ciertas orugas, y que puede ser proyectado para producir olores desagradables. Por ejemplo, el osmeterio en los papiliónidos es visible en el protórax y lo sacan cuando están perturbados. Tiene forma de Y y está vivamente coloreado. Su olor es fuerte y sirve para ahuyentar a los predadores.
Pero la mayoría de las mariposas carecen de estos mecanismos y al no poder defender su propia vida, la especie se defiende dotando a sus hembras de una gran capacidad reproductiva. Este es el motivo del elevado número de huevos que depositan en cada postura la mayoría de las especies comestibles.
Otro mecanismo común al cual recurren algunas mariposas cuando se ven perseguidas es a la velocidad y la agilidad del vuelo. Los hespéridos, por ejemplo, escapan de esta manera de casi todos sus perseguidores. Otras especies, en cambio, cuya velocidad no es su fuerte, recurren a la ligereza de su cuerpo, dejándose llevar por las corrientes ascendentes de aire. Esto ocurre más que todo en las familias Pieridae y Satyrinae, que pueblan los páramos. Y en último caso, si esto tampoco es posible, otras especies optan por la inmovilidad, logrando también excelentes resultados. En este caso, la mariposa tiene en cuenta que el movimiento pone alerta a los depredadores. Muchas orugas simulan estar muertas y cuando las atacan se enrollan o se dejan caer al suelo, petrificándose por un momento. Algunas de ellas sueltan un hilo de seda quedando suspendidas en el aire mientras pasa el peligro, para luego subir por él, al tiempo que lo devoran.
En la sangre de muchos ropalóceros existen sustancias tóxicas o de sabor desagradable, y cierto grupo de adultos secreta gotas de hemolinfa venenosa, a nivel del tórax, cuando se ven agredidos o se sienten en peligro. Así se salvan de sus posibles enemigos antes que les causen una lesión importante.
La experiencia demuestra que las especies venenosas son rechazadas cuando se ofrecen de alimento a pájaros, monos o rezanderas. Estos cazadores aprenden a conocerlas en uno o dos ensayos debido a su desagradable sabor y terminan por rechazarlas del todo.
La mayor parte de las mariposas que gozan de la protección de estas toxinas poseen tonos brillantes y dibujos muy llamativos que sirven de advertencia a sus enemigos. Por lo tanto no les importa ser visibles y volar confiadas alimentándose a la vista de todos.
También existen intentos de asociaciones protectoras que involucran a itóminos comoMelinaea, Napeogenes e Hypholeria y satírinos como Pierella y Cithaerias con otros animales. Por ejemplo, cuando pasan las hordas de hormigas carnívoras, las mariposas permanecen cerca de ellas para evitar ser cazadas por los pájaros, que aprovechan el paso de aquéllas para alimentarse de otros insectos que huyen despavoridos. Todo esto hace pensar el alto grado de sofisticación que han obtenido las mariposas en la protección contra sus enemigos y demás predadores potenciales. Las recursos de protección incluyen la adopción de falsas cabezas, como en los licénidos, y la secreción de líquidos venenosos procedentes del cuerpo (hemaforrea), cuando están en peligro, por ejemplo, en Acraeinae (Actinote)
Muchas otras tratan de salvarse ocultándose de sus enemigos. Gran número de orugas y mariposas disponen de colores poco llamativos para no sobresalir en su entorno. La sombra que producen algunas especies de mariposas sirve par dificultar su visibilidad y atenuar el relieve de su cuerpo, al disminuir la percepción de su tamaño como consecuencia de la inclinación que toma su cuerpo con respecto a la superficie en que reposan, pues al evitar que la luz incida en ángulo recto se elimina la sombra. Este caso se observa con frecuencia en los licénidos. Para pasar inadvertidos muchos de estos animales tienen el reverso de sus alas poco vistoso y el anverso más colorido e iluminado. Este fenómeno está generalizado en casi todas las especies de mariposas neotropicales.
Tal vez el éxito más asombroso es el alcanzado por los ninfálidos del género Memphis y Coenophlebia, quienes simulan con sus formas y colores, al posarse sobre los tallos con las alas cerradas, una hoja seca y marchita. Las Eurema, Anteos y Phoebis de la familia Pieridae, igualmente disfrutan de esta propiedad singular, pero imitan las hojas amarillas de los árboles que visitan. Las Hamadryas, ninfálidos neotropicales, se posan con las alas abiertas y muy pegadas a la corteza de los troncos y con sus manchas rompen la silueta de su cuerpo al imitar perfectamente los líquenes que crecen sobre aquéllos. Este fenómeno se llama homotipia. Algunas especies no protegidas se escudan con colores aposemáticos o de advertencia, o por medio del mimetismo.
Tipos de coloración
Una de las armas más eficientes que poseen las mariposas contra sus enemigos es la forma y la coloración protectora de sus alas. Este método les sirve para protegerse de los animales que utilizan el sentido de la vista como arma de cacería y tiene en cuenta la pigmentación que obedece a distintos orígenes y motivos.
Coloraciones crípticas o sombrías.
Se presentan en casi todas las mariposas, especialmente en el envés de sus alas, coloreadas, dibujos y pintas que por lo general están esbozadas sobre aquel fondo oscuro. En géneros de licénidos como Thecla ,Theritas y Arcas, aparecen coloraciones verdosas que las disimulan muy bien entre el follaje que las alberga. Esta adaptación de asemejarse a la coloración del medio que las rodea recibe el nombre de homocromía.
Coloraciones aposemáticas de llamado o de advertencia.
Estas coloraciones son típicas en las mariposas de sabor desagradable y tóxico como itóminos y helicNinos. En ellas las alas están vistosamente coloreadas con la finalidad de persuadir al enemigo para que no se acerque, pues aquella supuesta víctima, tan atractiva para ser devorada, es sumamente venenosa. Muchos pájaros y lagartos han aprendido a reconocer estos patrones de coloración.
Coloraciones vítreas o semi transparentes.
Aparecen en las alas, en gran parte carentes de escamas. Son claramente translúcidas y dificultan la localización de las mariposas en el hábitat en que viven. Como ejemplos ya conocidos figuran varios géneros de satírinos y un enorme grupo entre los itóminos, que aun cuando están protegidos por su sabor desagradable, tienen esta propiedad que las disimula en el bosque de las selvas tropicales, cuya oscuridad se ve irrumpida por los rayos de sol, que dejan ver solamente los contornos de las alas y las siluetas de sus cuerpos.
Coloraciones sorpresivas o de relámpago.
Las coloraciones relámpago son muy comunes en el trópico y propias de especies muy vistosas por sus llamativos colores como ocurre con los mórfinos y algunos ninfálidos. La súbita desaparición de la mariposa asustada, al mostrar la cara críptica de sus alas y posándose sobre un fondo oscuro, le permite por instantes despistar al enemigo, con la sorpresiva desaparición de los vivos colores que le servían de guía. Cuando vuelve a remontar el vuelo y escapa, exhibe otra vez su coloración.
Coloración de impresión o de no persuasión
Muchas especies tienen dibujos en forma de ojos bien visibles, evidentes bajo la forma de manchas redondeadas u ocelos enormes, o líneas desordenadas e incoherentes. Un ejemplo típico lo encontramos en las mariposas de la subfamilia Brassolinae del género Caligo, que tienen el envés de sus alas posteriores adornado con dos grandes ocelos que imitan los ojos de un búho, depredador habitual de pájaros y lagartos insectívoros.
El fenomeno del mimetismo
El mimetismo consiste en una serie de manifestaciones que han alcanzado las mariposas comestibles, especialmente aquellas de la región neotropical, que les permite imitar formas y coloraciones de familias tóxicas y venenosas, logrando así protegerse de sus enemigos naturales. La mayor parte de las mariposas que gozan de la protección de toxinas poseen tonos brillantes y dibujos muy llamativos que algunas de las mariposas comestibles logran imitar. El mimetismo se da bajo dos modalidades reconocidas mimetismo Batesiano y mimetismo Mulleriano.
Mimetismo Batesiano.
Lo explicó originalmente el naturalista Henry W. Bates, de donde deriva su nombre. Con base en sus observaciones en el Amazonas, concluyó que en sitios donde se encuentran centenares de especies protegidas que ostentan sus brillantes colores, otras especies no protegidas han aprendido por evolución y adaptación, a copiar los patrones de coloración de las especies pertenecientes a familias de sabor venenoso y desagradable. La especie imitada recibe el nombre de Modelo, y la imitadora, Mimética. Las especies protegidas se benefician frente a los depredadores de la inmunidad parcial de que gozan sus modelos.
En Colombia hay muchos ejemplos que demuestran esta modalidad protectora, sobre todo en danainos, itóminos, helicNinos, acraeinos y también en los papiliónidos, sobre todo los del género Parides. Estos modelos son a veces copiados por cantidad de especies no protegidas en papiliónidos, piéridos, ninfálidos, riodíninos y licénidos.
Un buen ejemplo lo encontramos en el piedemonte oeste de la cordillera occidental, en donde habita la especie Heliconius sara, de sabor desagradable para los pájaros y por consiguiente no comestible. Ella posee una copia mimética un papiliónido, Protesilaus pausanias deombrotus, de coloración inusual e idéntica a aquélla.
Así mismo, en la costa pacífica y el Magdalena Medio habita la Lycorea cleobaea, perteneciente a los danainos, que es imitada fielmente por otro papiliónido Pterourus ascolius. Otros ejemplos también se presentan en la Cordillera Oriental. Es el caso del singular riodinino Ithomiola cascella, copia exacta de la venenosa Oleria aureola,perteneciente al grupo de los itóminos. Pero tal vez el mejor ejemplo se ilustra con las especies Heliconius numata bicoloratus y Mechanitis messenoides deceptus, que tienen especies miméticas comprendidas en diversos géneros de ninfálidos como Eresia y Castilia. Cuando una especie tipo o modelo posee más de un imitador que pertenece a otras familias, incluyendo a heteróceros o mariposas nocturnas, se forma lo que se llama un Complejo Mimético.
La mayoría de nuestras mariposas poseen dimorfismo sexual en las hembras, lo que las hace ver muy diferentes de los machos por su coloración poco habitual. Las hembras tienen coloraciones más opacas y menos vistosas que los machos, o bien, imitan la coloración de especies tóxicas para lograr una mayor protección, ya que ellas son las responsables del transporte y postura de los huevos.
Mimetismo Mulleriano.
Una característica notable de las mariposas que tienen colores aposemáticos o de advertencia es la poca variedad en los dibujos y tonalidades. Si tomamos 100 especies protegidas vemos que se repiten los mismos temas cromáticos, aun cuando sean de géneros y familias distintos.
La semejanza de especies protegidas que no tienen ningún lado de parentesco recibe el nombre de mimetismo mulleriano, o anillo mulleriano, en la memoria del Alemán Fritz Muller, quien fue el primero en llamar la atención al respecto, en estudios realizados en los bosques del Brasil. Las especies no comestibles y por lo tanto protegidas se parecen porque se copian recíprocamente en su coloración y en la disposición de diseños alares.
Comparativamente, esta modalidad más avanzada y compleja, es quizás obtenida con el objeto de acostumbrar a los depredadores al reconocimiento de que esas coloraciones parecidas atañen a mariposas no aptas para el consumo, por ser peligrosas. El mimetismo mulleriano es el resultado de factores coevolutivos y simpátricos (de simpatría o compañerismo), en una misma región donde viven conjuntamente. Los helicNinos e itóminos son las familias que más gozan de protección por dichas circunstancias. Esto determina que abunden profusamente en casi todo el país, con la sorpresa de que sus modelos tóxicos se copien simultáneamente en muchas zonas de Colombia.
En Colombia existen especies que ilustran el mimetismo mulleriano. En la Cordillera Oriental, Heliconius telesiphe sotericus y Podotricha telesiphe tithraustes, en el Valle del río Cauca con Heliconius cydno cydnides y Heliconius eleuchia, y en la Cordillera Occidental donde Heliconius cydno zelinde y Heliconius sapho chocoensis muestran igual coloración y comparten los mismos hábitat.
Todos estos factores de protección han contribuido enormemente al fortalecimiento de la capacidad genética de procreación. En géneros que sirven de alimento a los pájaros y otros predadores, como el caso del género Agrias (ninfálidos), existen mecanismos de superespeciación y extraordinaria variabilidad, influenciados por factores climáticos benéficos y una gran capacidad genética protectora, que demuestran el alto grado de éxito evolutivo conseguido por sus especies, ya que hoy en día encontramos alrededor de 400 variedades generadas por ellas en las que muestran aberraciones y nuevas formas, esparcidas por todo el oriente del país, que constantemente están produciendo nuevos patrones de c oloración que han ayudado a perpetuar la especie. El mimetismo es uno de los mejores ejemplos para ilustra r el inicio de este capítulo. Es decir que la naturaleza es tan sabia que ha dotado a las mariposas de mecanismos de defensa que se basan en sus debilidades. Si el color es lo que mas las hace llamativa, sera entonces quien tendra la tarea de defenderla.
Los habitos migratorios
La migración ha sido muy poco estudiada en la mayoría de las mariposas colombianas y hasta ahora pocas especies de esta zona del neotrópico han sido reconocidas como migradoras ocasionales. Entre éstas se destacan Marpesia chiron y Eunica monima entre los ninfálidos, Phoebis sennae, Phoebis argante y Ascia monuste entre los piéridos yLibytheana carinenta entre los libiteinos. En Colombia ha sido registrada la rara migración del ninfálido tropical Panacea prola, que entre mayo y junio sale hacia el occidente desde las regiones orientales del Magdalena Medio. Estos insectos han sido vistos volando desde zonas calientes y húmedas, atravesando los valles secos interandinos y las regiones cafeteras del país, para luego dirigirse hacia la costa del Pacífico. Esto es insólito, pues ningún estudio reporta esta especie como migrante.
En el litoral pacífico muchas especies como Smyrna blomfildia, Panacea procilla, Hamadryas laodamia, Eurytides orabilis, Morpho microphtalmus, Doxocopa cherubina o Hypanartia godmani vuelan en grandes poblaciones dispersas durante los meses de marzo y abril, coincidiendo con la época de invierno, siendo reemplazadas en abundancia paulatinamente por otras especies diferentes a medida que avanza el año. Esto mismo se observa con las especies Morpho theseus y Morpho cypris, que abundan en octubre y noviembre y escasean en julio y enero. Otro tanto ocurre en la Orinoquia y en la Amazonia con Morpho achilles y Morpho rhetenor.
Otro fenómeno muy interesante es el Hilltopping, que consiste en la concentración de especies en la cima de los montes, muy común en ninfálidos, licénidos y hespéridos. También llama la atención la migración altitudinal que realizan los itóminos en nuestras montañas durante ciertos meses del año. Esto tal vez se explica por la necesidad de encontrar nuevas fuentes de alimentos o condiciones climáticas más propicias.
Enemigos y parásitos
A pesar de los múltiples mecanismos de sobrevivencia y protección que tienen nuestras mariposas diurnas, a veces éstos no son muy eficaces frente a microorganismos patógenos bacterias y virus y agentes micóticos hongos , que provocan altos niveles de mortalidad en adultos y larvas. Ciertos bacilos y hongos que son tóxicos para los insectos, como Cordyceps, son especialistas en atacar a los lepidópteros en cualquier estado de la metamorfosis. En regiones muy húmedas y selváticas aparecen hongos que matan orugas y adultos de mariposas mediante una invasión masiva. Esta se manifiesta con la formación de apéndices y deformaciones muy curiosas en diferentes partes del cuerpo animal.
El orden de los lepidópteros tiene muchos enemigos entre los insectos. Las libélulas las cazan y numerosos chinches de las familias Reduvidae y Phymatidae chupan los jugos de las orugas. Las avispas sociales, pertenecientes a la familia Vespidae, capturan orugas y adultos. Las hormigas se reúnen en gran número para atrapar orugas, las cuales son llevadas vivas al hormiguero. Algunas avispas solitarias también las capturan, les inyectan veneno con su aguijón para paralizarlas y almacenarlas vivas en sus nidos y así sus larvas tendrán siempre alimento fresco. Sin embargo, otras avispas pequeñas pertenecientes a las familias Ichneumonidae, Braconidae y Chalcididae, se han especializado más en parasitar mariposas, colocando sus huevos en los de aquéllas, en sus orugas e incluso en ejemplares adultos. Uno de los grandes enemigos que tienen las mariposas son las moscas pertenecientes a las familias Tachinidae y Asilidae, que parasitan las orugas, depositando en ellas sus huevos. Otros depredadores que se alimentan de mariposas son algunos grillos y mantas religiosas o rezanderas, pertenecientes a las familias Tettigonidae y Mantidae, que están al acecho cerca de las flores, esperando la oportunidad de capturar un ejemplar desprevenido que llegue a libar el néctar. Las arañas cazan adultos y orugas. Sus venenosos quelíceros y sus telas de seda aseguran la captura de especies mucho mayores que ellas. Algunas arañas que no fabrican telas las esperan y atrapan en la corola de las flores.
Los ácaros o diminutas garrapatas y los falsos escorpiones o pseudoescorpiones son los responsables de un verdadero ectoparasitismo. Se localizan en gran número en las venaciones alares, patas y palpos de la víctima, extrayéndole constantemente la sangre hasta debilitarlas y conseguir su muerte. Ninguna mariposa comestible logra encontrar un lugar donde pueda sentirse totalmente a salvo. Otros animales superiores como lagartos, pájaros carpinteros, tiránidos y otras especies de aves que extraen las orugas de los troncos, pequeños mamíferos como roedores, monos y marsupiales y algunos murciélagos insectívoros que atrapan mariposas crepusculares en pleno vuelo, son enemigos de las mariposas.
#AmorPorColombia
Supervivencia
Las arañas también atrapan mariposas bien sea por medio de sus finas redes, o como en este caso, sorprendiéndolas con un movimiento rápido. Río Negro, Meta. 800 m.
Parides aeneas bolivar.
Heliconius xanthocles Este tipo de coloración llamativa que sirve para advertir el sabor tóxico. Curmaral, Meta. 200 m.
Cithaerias pyritosa.
Sterimnia sp. Se camufla muy bien en la tierra húmeda; si no efectúa movimiento es casi imposible percibirla. Reserva Acaime, Quindío. 2.800 m.
Eurema salome. Muy común en la Cordi-llera Central. Se logra camuflar muy bien en las flores amarillas. Jardín Botánico, Manizales. 2.150 m.
Callicore codomannus.
En los piéridos existe una subfamilia que comúnmente imita a otras especies venenosas, las Dismorphiinae, en este caso la Patia orise cordillera, arriba; comestible, imita a Heliconius hecale, venenosa, abajo.
Congreso de Phoebis. En las playas de los ríos y en la tierra húmeda encontramos reuniones numerosas de machos, casi todos del género Phoebis, mezclados con algunos papiliónidos, formando verdaderos enjambres con el fin de absorber sales y potasio, que pierden en los grandes desplazamientos. Río Dagua, Pacífico. 300 m.
Otro ejemplo de congregaciones de mariposas de tierra húmeda pertenecientes al género Catasticta. Reserva forestal Río Blanco, Manizales. 2.300 m.
Calicebus moloch. Entre los vertebrados superiores los simios también comen mariposas, sobre todo gusanos y crisálidas. Ejercen esta actividad en las ramas y troncos, buscando larvas escondidas, e incluso han aprendido a reconocer adultos de mariposas de sabor venenoso.
Phenacosaurus heterodermus. Los lagartos pertenecientes a las familias Iguaniidae son depredadores de insectos. Se acercan sigilosamente a las mariposas y las atrapan rápidamente.
Los tiránidos igualmente capturan mariposas. Pájaros de esta familia se han visto capturando ninfálidos del género Memphis en vuelo, ya que les resulta difícil localizarlas cuando están asentadas, por su gran parecido a una hoja seca.
Polistes sp. La acción depredadora que hacen las avispas sobre las orugas es muy cruel. Suelen arrancarles a éstas trozos de piel, en carne viva, sin que exista ninguna posibilidad de defensa frente a estos enemigos tan carnívoros.
Tachinidae. En el orden de las moscas o Diptera, figuran las de la familia Tachinidae como activos enemigos de las mariposas. Ellas ponen los huevos sobre los diversos estados inmaduros por los que pasan los lepidópteros. Se destacan en el trópico como principales víctimas las Morpho y Caligo.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Mantidae. Los mantidos o “rezanderas” son muy carnívoros. No pierden ninguna oportunidad de capturar presas, con sus ganchos (adaptación de las patas anteriores ubicadas en el protórax), incluso las mariposas, que son devoradoras vivas, sin la inoculación de venenos.
Libélulas de famila Aeschnidae . Otros invertebrados activos cazadores de mariposas y de vuelo veloz, son las libélulas, que tienen una gran visión que les permite detectar sus posibles víctimas y cazarlas al vuelo. Están ampliamente diseminadas en los climas cálidos del país.
Heliconius charitonia. Llamada “cebra” en algunos países, vive en Colombia pero en regiones montañosas de clima templado cálido, volando en claros abiertos y de poca vegetación. Río Cauca, Valle. 1.000 m.
Texto de: Juana Uribe
La increíble supervivencia de las especies de mariposas parecería estar en total contradicción con su esencia frágil y demasiado llamativa, pero no debemos dejarnos engañar por las apariencias. Si bien es cierto que el mayor enemigo de estos insectos son su aspecto exterior y su configuración, la naturaleza ha sido lo suficientemente sabia como para invertir esta tendencia y lograr desarrollar mecanismos de defensa en ellas que se basan precisamente en sus atributos y debilidades. De esta forma, en muchos casos aquello que nos llama la atención por su belleza y originalidad, no es más que un complejo sistema defensivo desarrollado por la mariposa para engañar a sus enemigos.
Los métodos y sistemas defensivos nacen en las mariposas desde que éstas son orugas, y responden a múltiples principios y necesidades, ya que la mariposa es asechada por muchos motivos debido a que algunas son exquisito manjar, aun en su estado de orugas, para muchos animales.
Por otro lado, son muy susceptibles al ataque de parásitos, al tiempo que el hombre, no contento con perseguirlas directamente, interviene a veces con su mano destructora modificando peligrosamente el medio ambiente, esencial para su supervivencia. Es muy importante anotar que la inmensa capacidad de adaptación que posee la mariposa hace que, a medida que el peligro aumente, ésta vaya desarrollando una impresionante capacidad de defenderse, haciéndoles frente a los peligros nuevos que tiene que afrontar.
Podemos observar que tanto las orugas como los adultos poseen dispositivos defensivos tales como venenos, colores ocultos, apariencias voluminosas y manchas de despiste. Estos mecanismos han surgido y se han desarrollado luego de miles de años de procesos evolutivos y adaptaciones.
Algunas mariposas producen, por ejemplo, secreciones desagradables o tóxicas y aromas químicos, que al ser emitidos inhiben a un posible predador. El osmeterio es un órgano glandular que poseen ciertas orugas, y que puede ser proyectado para producir olores desagradables. Por ejemplo, el osmeterio en los papiliónidos es visible en el protórax y lo sacan cuando están perturbados. Tiene forma de Y y está vivamente coloreado. Su olor es fuerte y sirve para ahuyentar a los predadores.
Pero la mayoría de las mariposas carecen de estos mecanismos y al no poder defender su propia vida, la especie se defiende dotando a sus hembras de una gran capacidad reproductiva. Este es el motivo del elevado número de huevos que depositan en cada postura la mayoría de las especies comestibles.
Otro mecanismo común al cual recurren algunas mariposas cuando se ven perseguidas es a la velocidad y la agilidad del vuelo. Los hespéridos, por ejemplo, escapan de esta manera de casi todos sus perseguidores. Otras especies, en cambio, cuya velocidad no es su fuerte, recurren a la ligereza de su cuerpo, dejándose llevar por las corrientes ascendentes de aire. Esto ocurre más que todo en las familias Pieridae y Satyrinae, que pueblan los páramos. Y en último caso, si esto tampoco es posible, otras especies optan por la inmovilidad, logrando también excelentes resultados. En este caso, la mariposa tiene en cuenta que el movimiento pone alerta a los depredadores. Muchas orugas simulan estar muertas y cuando las atacan se enrollan o se dejan caer al suelo, petrificándose por un momento. Algunas de ellas sueltan un hilo de seda quedando suspendidas en el aire mientras pasa el peligro, para luego subir por él, al tiempo que lo devoran.
En la sangre de muchos ropalóceros existen sustancias tóxicas o de sabor desagradable, y cierto grupo de adultos secreta gotas de hemolinfa venenosa, a nivel del tórax, cuando se ven agredidos o se sienten en peligro. Así se salvan de sus posibles enemigos antes que les causen una lesión importante.
La experiencia demuestra que las especies venenosas son rechazadas cuando se ofrecen de alimento a pájaros, monos o rezanderas. Estos cazadores aprenden a conocerlas en uno o dos ensayos debido a su desagradable sabor y terminan por rechazarlas del todo.
La mayor parte de las mariposas que gozan de la protección de estas toxinas poseen tonos brillantes y dibujos muy llamativos que sirven de advertencia a sus enemigos. Por lo tanto no les importa ser visibles y volar confiadas alimentándose a la vista de todos.
También existen intentos de asociaciones protectoras que involucran a itóminos comoMelinaea, Napeogenes e Hypholeria y satírinos como Pierella y Cithaerias con otros animales. Por ejemplo, cuando pasan las hordas de hormigas carnívoras, las mariposas permanecen cerca de ellas para evitar ser cazadas por los pájaros, que aprovechan el paso de aquéllas para alimentarse de otros insectos que huyen despavoridos. Todo esto hace pensar el alto grado de sofisticación que han obtenido las mariposas en la protección contra sus enemigos y demás predadores potenciales. Las recursos de protección incluyen la adopción de falsas cabezas, como en los licénidos, y la secreción de líquidos venenosos procedentes del cuerpo (hemaforrea), cuando están en peligro, por ejemplo, en Acraeinae (Actinote)
Muchas otras tratan de salvarse ocultándose de sus enemigos. Gran número de orugas y mariposas disponen de colores poco llamativos para no sobresalir en su entorno. La sombra que producen algunas especies de mariposas sirve par dificultar su visibilidad y atenuar el relieve de su cuerpo, al disminuir la percepción de su tamaño como consecuencia de la inclinación que toma su cuerpo con respecto a la superficie en que reposan, pues al evitar que la luz incida en ángulo recto se elimina la sombra. Este caso se observa con frecuencia en los licénidos. Para pasar inadvertidos muchos de estos animales tienen el reverso de sus alas poco vistoso y el anverso más colorido e iluminado. Este fenómeno está generalizado en casi todas las especies de mariposas neotropicales.
Tal vez el éxito más asombroso es el alcanzado por los ninfálidos del género Memphis y Coenophlebia, quienes simulan con sus formas y colores, al posarse sobre los tallos con las alas cerradas, una hoja seca y marchita. Las Eurema, Anteos y Phoebis de la familia Pieridae, igualmente disfrutan de esta propiedad singular, pero imitan las hojas amarillas de los árboles que visitan. Las Hamadryas, ninfálidos neotropicales, se posan con las alas abiertas y muy pegadas a la corteza de los troncos y con sus manchas rompen la silueta de su cuerpo al imitar perfectamente los líquenes que crecen sobre aquéllos. Este fenómeno se llama homotipia. Algunas especies no protegidas se escudan con colores aposemáticos o de advertencia, o por medio del mimetismo.
Tipos de coloración
Una de las armas más eficientes que poseen las mariposas contra sus enemigos es la forma y la coloración protectora de sus alas. Este método les sirve para protegerse de los animales que utilizan el sentido de la vista como arma de cacería y tiene en cuenta la pigmentación que obedece a distintos orígenes y motivos.
Coloraciones crípticas o sombrías.
Se presentan en casi todas las mariposas, especialmente en el envés de sus alas, coloreadas, dibujos y pintas que por lo general están esbozadas sobre aquel fondo oscuro. En géneros de licénidos como Thecla ,Theritas y Arcas, aparecen coloraciones verdosas que las disimulan muy bien entre el follaje que las alberga. Esta adaptación de asemejarse a la coloración del medio que las rodea recibe el nombre de homocromía.
Coloraciones aposemáticas de llamado o de advertencia.
Estas coloraciones son típicas en las mariposas de sabor desagradable y tóxico como itóminos y helicNinos. En ellas las alas están vistosamente coloreadas con la finalidad de persuadir al enemigo para que no se acerque, pues aquella supuesta víctima, tan atractiva para ser devorada, es sumamente venenosa. Muchos pájaros y lagartos han aprendido a reconocer estos patrones de coloración.
Coloraciones vítreas o semi transparentes.
Aparecen en las alas, en gran parte carentes de escamas. Son claramente translúcidas y dificultan la localización de las mariposas en el hábitat en que viven. Como ejemplos ya conocidos figuran varios géneros de satírinos y un enorme grupo entre los itóminos, que aun cuando están protegidos por su sabor desagradable, tienen esta propiedad que las disimula en el bosque de las selvas tropicales, cuya oscuridad se ve irrumpida por los rayos de sol, que dejan ver solamente los contornos de las alas y las siluetas de sus cuerpos.
Coloraciones sorpresivas o de relámpago.
Las coloraciones relámpago son muy comunes en el trópico y propias de especies muy vistosas por sus llamativos colores como ocurre con los mórfinos y algunos ninfálidos. La súbita desaparición de la mariposa asustada, al mostrar la cara críptica de sus alas y posándose sobre un fondo oscuro, le permite por instantes despistar al enemigo, con la sorpresiva desaparición de los vivos colores que le servían de guía. Cuando vuelve a remontar el vuelo y escapa, exhibe otra vez su coloración.
Coloración de impresión o de no persuasión
Muchas especies tienen dibujos en forma de ojos bien visibles, evidentes bajo la forma de manchas redondeadas u ocelos enormes, o líneas desordenadas e incoherentes. Un ejemplo típico lo encontramos en las mariposas de la subfamilia Brassolinae del género Caligo, que tienen el envés de sus alas posteriores adornado con dos grandes ocelos que imitan los ojos de un búho, depredador habitual de pájaros y lagartos insectívoros.
El fenomeno del mimetismo
El mimetismo consiste en una serie de manifestaciones que han alcanzado las mariposas comestibles, especialmente aquellas de la región neotropical, que les permite imitar formas y coloraciones de familias tóxicas y venenosas, logrando así protegerse de sus enemigos naturales. La mayor parte de las mariposas que gozan de la protección de toxinas poseen tonos brillantes y dibujos muy llamativos que algunas de las mariposas comestibles logran imitar. El mimetismo se da bajo dos modalidades reconocidas mimetismo Batesiano y mimetismo Mulleriano.
Mimetismo Batesiano.
Lo explicó originalmente el naturalista Henry W. Bates, de donde deriva su nombre. Con base en sus observaciones en el Amazonas, concluyó que en sitios donde se encuentran centenares de especies protegidas que ostentan sus brillantes colores, otras especies no protegidas han aprendido por evolución y adaptación, a copiar los patrones de coloración de las especies pertenecientes a familias de sabor venenoso y desagradable. La especie imitada recibe el nombre de Modelo, y la imitadora, Mimética. Las especies protegidas se benefician frente a los depredadores de la inmunidad parcial de que gozan sus modelos.
En Colombia hay muchos ejemplos que demuestran esta modalidad protectora, sobre todo en danainos, itóminos, helicNinos, acraeinos y también en los papiliónidos, sobre todo los del género Parides. Estos modelos son a veces copiados por cantidad de especies no protegidas en papiliónidos, piéridos, ninfálidos, riodíninos y licénidos.
Un buen ejemplo lo encontramos en el piedemonte oeste de la cordillera occidental, en donde habita la especie Heliconius sara, de sabor desagradable para los pájaros y por consiguiente no comestible. Ella posee una copia mimética un papiliónido, Protesilaus pausanias deombrotus, de coloración inusual e idéntica a aquélla.
Así mismo, en la costa pacífica y el Magdalena Medio habita la Lycorea cleobaea, perteneciente a los danainos, que es imitada fielmente por otro papiliónido Pterourus ascolius. Otros ejemplos también se presentan en la Cordillera Oriental. Es el caso del singular riodinino Ithomiola cascella, copia exacta de la venenosa Oleria aureola,perteneciente al grupo de los itóminos. Pero tal vez el mejor ejemplo se ilustra con las especies Heliconius numata bicoloratus y Mechanitis messenoides deceptus, que tienen especies miméticas comprendidas en diversos géneros de ninfálidos como Eresia y Castilia. Cuando una especie tipo o modelo posee más de un imitador que pertenece a otras familias, incluyendo a heteróceros o mariposas nocturnas, se forma lo que se llama un Complejo Mimético.
La mayoría de nuestras mariposas poseen dimorfismo sexual en las hembras, lo que las hace ver muy diferentes de los machos por su coloración poco habitual. Las hembras tienen coloraciones más opacas y menos vistosas que los machos, o bien, imitan la coloración de especies tóxicas para lograr una mayor protección, ya que ellas son las responsables del transporte y postura de los huevos.
Mimetismo Mulleriano.
Una característica notable de las mariposas que tienen colores aposemáticos o de advertencia es la poca variedad en los dibujos y tonalidades. Si tomamos 100 especies protegidas vemos que se repiten los mismos temas cromáticos, aun cuando sean de géneros y familias distintos.
La semejanza de especies protegidas que no tienen ningún lado de parentesco recibe el nombre de mimetismo mulleriano, o anillo mulleriano, en la memoria del Alemán Fritz Muller, quien fue el primero en llamar la atención al respecto, en estudios realizados en los bosques del Brasil. Las especies no comestibles y por lo tanto protegidas se parecen porque se copian recíprocamente en su coloración y en la disposición de diseños alares.
Comparativamente, esta modalidad más avanzada y compleja, es quizás obtenida con el objeto de acostumbrar a los depredadores al reconocimiento de que esas coloraciones parecidas atañen a mariposas no aptas para el consumo, por ser peligrosas. El mimetismo mulleriano es el resultado de factores coevolutivos y simpátricos (de simpatría o compañerismo), en una misma región donde viven conjuntamente. Los helicNinos e itóminos son las familias que más gozan de protección por dichas circunstancias. Esto determina que abunden profusamente en casi todo el país, con la sorpresa de que sus modelos tóxicos se copien simultáneamente en muchas zonas de Colombia.
En Colombia existen especies que ilustran el mimetismo mulleriano. En la Cordillera Oriental, Heliconius telesiphe sotericus y Podotricha telesiphe tithraustes, en el Valle del río Cauca con Heliconius cydno cydnides y Heliconius eleuchia, y en la Cordillera Occidental donde Heliconius cydno zelinde y Heliconius sapho chocoensis muestran igual coloración y comparten los mismos hábitat.
Todos estos factores de protección han contribuido enormemente al fortalecimiento de la capacidad genética de procreación. En géneros que sirven de alimento a los pájaros y otros predadores, como el caso del género Agrias (ninfálidos), existen mecanismos de superespeciación y extraordinaria variabilidad, influenciados por factores climáticos benéficos y una gran capacidad genética protectora, que demuestran el alto grado de éxito evolutivo conseguido por sus especies, ya que hoy en día encontramos alrededor de 400 variedades generadas por ellas en las que muestran aberraciones y nuevas formas, esparcidas por todo el oriente del país, que constantemente están produciendo nuevos patrones de c oloración que han ayudado a perpetuar la especie. El mimetismo es uno de los mejores ejemplos para ilustra r el inicio de este capítulo. Es decir que la naturaleza es tan sabia que ha dotado a las mariposas de mecanismos de defensa que se basan en sus debilidades. Si el color es lo que mas las hace llamativa, sera entonces quien tendra la tarea de defenderla.
Los habitos migratorios
La migración ha sido muy poco estudiada en la mayoría de las mariposas colombianas y hasta ahora pocas especies de esta zona del neotrópico han sido reconocidas como migradoras ocasionales. Entre éstas se destacan Marpesia chiron y Eunica monima entre los ninfálidos, Phoebis sennae, Phoebis argante y Ascia monuste entre los piéridos yLibytheana carinenta entre los libiteinos. En Colombia ha sido registrada la rara migración del ninfálido tropical Panacea prola, que entre mayo y junio sale hacia el occidente desde las regiones orientales del Magdalena Medio. Estos insectos han sido vistos volando desde zonas calientes y húmedas, atravesando los valles secos interandinos y las regiones cafeteras del país, para luego dirigirse hacia la costa del Pacífico. Esto es insólito, pues ningún estudio reporta esta especie como migrante.
En el litoral pacífico muchas especies como Smyrna blomfildia, Panacea procilla, Hamadryas laodamia, Eurytides orabilis, Morpho microphtalmus, Doxocopa cherubina o Hypanartia godmani vuelan en grandes poblaciones dispersas durante los meses de marzo y abril, coincidiendo con la época de invierno, siendo reemplazadas en abundancia paulatinamente por otras especies diferentes a medida que avanza el año. Esto mismo se observa con las especies Morpho theseus y Morpho cypris, que abundan en octubre y noviembre y escasean en julio y enero. Otro tanto ocurre en la Orinoquia y en la Amazonia con Morpho achilles y Morpho rhetenor.
Otro fenómeno muy interesante es el Hilltopping, que consiste en la concentración de especies en la cima de los montes, muy común en ninfálidos, licénidos y hespéridos. También llama la atención la migración altitudinal que realizan los itóminos en nuestras montañas durante ciertos meses del año. Esto tal vez se explica por la necesidad de encontrar nuevas fuentes de alimentos o condiciones climáticas más propicias.
Enemigos y parásitos
A pesar de los múltiples mecanismos de sobrevivencia y protección que tienen nuestras mariposas diurnas, a veces éstos no son muy eficaces frente a microorganismos patógenos bacterias y virus y agentes micóticos hongos , que provocan altos niveles de mortalidad en adultos y larvas. Ciertos bacilos y hongos que son tóxicos para los insectos, como Cordyceps, son especialistas en atacar a los lepidópteros en cualquier estado de la metamorfosis. En regiones muy húmedas y selváticas aparecen hongos que matan orugas y adultos de mariposas mediante una invasión masiva. Esta se manifiesta con la formación de apéndices y deformaciones muy curiosas en diferentes partes del cuerpo animal.
El orden de los lepidópteros tiene muchos enemigos entre los insectos. Las libélulas las cazan y numerosos chinches de las familias Reduvidae y Phymatidae chupan los jugos de las orugas. Las avispas sociales, pertenecientes a la familia Vespidae, capturan orugas y adultos. Las hormigas se reúnen en gran número para atrapar orugas, las cuales son llevadas vivas al hormiguero. Algunas avispas solitarias también las capturan, les inyectan veneno con su aguijón para paralizarlas y almacenarlas vivas en sus nidos y así sus larvas tendrán siempre alimento fresco. Sin embargo, otras avispas pequeñas pertenecientes a las familias Ichneumonidae, Braconidae y Chalcididae, se han especializado más en parasitar mariposas, colocando sus huevos en los de aquéllas, en sus orugas e incluso en ejemplares adultos. Uno de los grandes enemigos que tienen las mariposas son las moscas pertenecientes a las familias Tachinidae y Asilidae, que parasitan las orugas, depositando en ellas sus huevos. Otros depredadores que se alimentan de mariposas son algunos grillos y mantas religiosas o rezanderas, pertenecientes a las familias Tettigonidae y Mantidae, que están al acecho cerca de las flores, esperando la oportunidad de capturar un ejemplar desprevenido que llegue a libar el néctar. Las arañas cazan adultos y orugas. Sus venenosos quelíceros y sus telas de seda aseguran la captura de especies mucho mayores que ellas. Algunas arañas que no fabrican telas las esperan y atrapan en la corola de las flores.
Los ácaros o diminutas garrapatas y los falsos escorpiones o pseudoescorpiones son los responsables de un verdadero ectoparasitismo. Se localizan en gran número en las venaciones alares, patas y palpos de la víctima, extrayéndole constantemente la sangre hasta debilitarlas y conseguir su muerte. Ninguna mariposa comestible logra encontrar un lugar donde pueda sentirse totalmente a salvo. Otros animales superiores como lagartos, pájaros carpinteros, tiránidos y otras especies de aves que extraen las orugas de los troncos, pequeños mamíferos como roedores, monos y marsupiales y algunos murciélagos insectívoros que atrapan mariposas crepusculares en pleno vuelo, son enemigos de las mariposas.