Jones Aparel Group Manhattan, Nueva York

Jarrones italianos en colores vivos alegran el área de recepción de Jones New York Sport. 

La sala de juntas está enchapada en cerezo. Montoya diseñó la mesa de conferencias y el tapete. Los cuadros son de Franco Ciarlo. 

Texto de: Margaret Cottom Winslow

El mayor desafío de Montoya en el diseño de las oficinas centrales y las salas de exhibición del Jones Apparel Group, fabricante de ropa, era cómo incorporar diferentes entidades comerciales en una, manteniendo a la vez sus identidades individuales.

La solución implicaba dividir físicamente el espacio de dos pisos, 4.200 metros cuadrados, en el Garment District en Manhattan, en áreas separadas para las cinco líneas principales, las subdivisiones y los concesionarios, usando elementos visuales y tratamientos que unificaran los espacios en un todo. Cada línea principal necesitaba su propio espacio e identidad, dado que cada una representaba tendencias diferentes. Igualmente, sus oficinas debían encarnar el espíritu de la ropa.

Como cada división tenía su entrada separada, Montoya creó gráficos direccionales para controlar el flujo del tránsito a través de ellas. Una vez adentro, las áreas de recepción reflejan la tendencia de cada línea. El alfombrado se limita a las salas de exhibición y oficinas, mientras las áreas públicas tienen un piso veneciano blanco con incrustaciones en aluminio bronceado.

El área de recepción de Jones Sport emplea maderas claras, que establecen un escenario más distendido, acorde con la informalidad de esta línea. Las cajas registradoras están alineadas en una pared externa y cada una tiene un pequeño perchero para colgar y exhibir determinados artículos traídos de un perchero común. La iluminación, cuidadosamente pensada, emplea luz incandescente en rieles para la mercancía y luz fluorescente para la iluminación ambiental.

Jones New York, de otra parte, es una línea más refinada para la mujer moderna. Aquí, el diseñador creó una atmósfera más formal. La recepción es más imponente, el mobiliario y el arte son más sofisticados y severos. Las maderas claras se remplazan por piezas más elaboradas. Montoya diseñó exhibidores en forma de U, con paneles triples sobre ruedas, donde las muestras se cuelgan en rodillos horizontales de madera. Este flexible método de exhibición es dinámico y permite privacidad entre compradores mayoristas, potencialmente competidores.

Las oficinas de la corporación se extienden sobre el corredor entre las dos divisiones. Cada una está amoblada con piezas contemporáneas y el arte realza el espacio y exalta la cultura de la corporación. La sala de conferencias, centro de cualquier conjunto de oficinas, combina elegancia, paz y poder, y conforma un espacio tranquilo donde se pueden analizar y resolver problemas pero, sobre todo, vender ropa. Hay una sensación de intemporalidad en estas oficinas, en donde se combina algo de art deco con obras maestras de mobiliario moderno. El uso que Montoya hace de los objetos de arte para definir y orientar las divisiones separadas es a menudo sorprendente, pero siempre divertido y apreciado.