Italia, Holanda y España — Siglo XVII

Rembrandt van Rijn / (inventó y grabó) Amsterdruch (imprimió) / La resurrección de Lázaro / Siglo xvii / Grabado en metal / 47 x 35,8 cm 

Frans Hals / Retrato de Willem van Heythuysen / Siglo xvii / Grabado en metal / 75 x 49,5 cm 

Giovanni Battista Gaulli (inventó), Gustave Nicolas Bertinot (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Clemente IX / Siglo xvii / Grabado en metal / 62,5 x 45 cm 

Diego Velázquez (inventó), Mariano Fortuny y Marsal (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Autorretrato / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 32 cm 

Diego Velázquez (inventó) / Inocencio X / c. 1650 / Grabado en metal / 54,7 x 44,9 cm 

Bartolomé Esteban Murillo (inventó), Achille Martinet (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / La natividad de la Virgen / Siglo xvii / Grabado en metal / 43,2 x 63 cm 

José de Ribera (inventó), Alp. Masson (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Cristo muerto / Siglo xvii / Grabado en metal / 30 x 40 cm 

Anton van Dyck (inventó y dibujó), Iac Neefs (grabó), Bilis Hendricx (editó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Autorretrato / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,4 cm 

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Judocus de Momper / Siglo xvii / Grabado en metal / 42,9 x 30,6 cm  

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Franciscus Franck / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,4 cm  

Anton van Dyck (inventó y dibujó), Iac Neefs (grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Franciscus Snyders / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,3 cm  

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Joannes Snellinx / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,5 cm 

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Ioannes Breugel / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,4 cm 

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Adamus van Noort / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,5 cm 

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Lucas Vorstermans / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,4 cm 

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Paulus du Pont / Siglo xvii / Grabado en metal / 45,5 x 31,5 cm 

Anton Van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Petrus Breugel / Siglo xvii / Grabado en metal / 46 x 32 cm  

Anton van Dyck (inventó y grabó) / Chalcograpie du Louvre (imprimió) / Ioannes de Wael / Siglo xvii / Grabado en metal / 45 x 33 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó y grabó) / Amsterdruch (imprimió) / Autorretrato apoyado en un pretil / Siglo xvii / Grabado en metal / 30 x 25,4 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), Charles Albert Waltner (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / San Mateo / Siglo xvii / Grabado en metal / 90 x 62,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), Emile Salmon (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / El sacrificio de Isaac / Siglo xvii / Grabado en metal / 72,3 x 53,2 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / El ángel deja a Tobías / Siglo xvii / Grabado en metal / 94 x 65,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó y grabó) / Amsterdruch (imprimió) / Cristo predicando o la estampa de los cien florines / Siglo xvii / Grabado en metal / 39,5 x 50,9 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), F. Gaillard Société Francaise de Gravure (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Los peregrinos de Emaús / Siglo xvii / Grabado en metal / 71,5 x 55 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), George Antonio Lopisgich (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / La meditación del filósofo / Siglo xvii / Grabado en metal / 28,5 x 32,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó y grabó) / Amsterdruch (imprimió) / Los tres árboles / Siglo xvii / Grabado en metal / 30,7 x 38,4 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), G. Fouquet - Dorval (grabó) / La familia holandesa / Siglo xvii / Grabado en metal / 71,2 x 99,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), I. Belfrand (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / La familia del carpintero / Siglo xvii / Grabado en metal / 67 x 48,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), G. Fouquet-Dorval (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / El constructor de naves y su mujer / Siglo xvii / Grabado en metal / 91 x 63,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), Charles Andre Coppier (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Retrato de una vieja dama / Siglo xvii / Grabado en metal / 92,5 x 63,5 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), Anónimo (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Retrato de joven / Siglo xvii / Grabado en metal / 83,5 x 62,8 cm 

Rembrandt Van Rijn (inventó), Henri Vion (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / El hijo pródigo (detalle) / Siglo xvii / Grabado en metal / 89,5 x 62,6 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó y grabó) / Amsterdruch (imprimió) / Autorretrato adornado con una pluma y sable / Siglo xvii / Grabado en metal / 22 x 20 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó y grabó) / Amsterdruch (imprimió) / Autorretrato con gorro y bufanda / Siglo xvii / Grabado en metal / 21,8 x 19,2 cm  

Rembrandt van Rijn (inventó) / Michel Cazin (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Rembrandt viejo / Siglo xvii / Grabado en metal / 64 x 45,7 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), George Fouquet (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Rembrandt joven / Siglo xvii / Grabado en metal / 75 x 53 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), André Masson (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Autorretrato / Siglo xvii / Grabado en metal / 65,5 x 50,9 cm 

Rembrandt van Rijn (inventó), Charles Geroux o Giroux (grabó) / Chalcographie du Louvre (imprimió) / Autorretrato / Siglo xvii / Grabado en metal / 72 x 53 cm 

Texto de: Germán Rubiano Caballero

Aún hoy, cuando se quiere hablar del arte del siglo xvii, es usual mencionar la palabra Barroco. Se declara con ligereza que la centuria del xvii es la del Barroco. Dos libros de lujo insisten en esta equivocación: El Barroco. Arquitectura. Escultura. Pintura, de varios autores, una publicación Könemann, Colonia, 1997 y La pintura del Barroco, de Andreas Prater y Hermann Bauer, de la colección épocas y estilos de Taschen, Colonia, 1997. Basta con hojear estos libros para ver sin problemas que no todo lo ilustrado es Barroco, especialmente cuando los ejemplos son de pintura. ¿Qué es Barroco? He aquí una corta definición de Eugenio D’ors: “El Barroco es una constante histórica que se vuelve a encontrar en épocas tan lejanas como el Alejandrinismo lo está de la Contrarreforma o ésta del período llamado “fin de siglo”; es decir, del fin del xix, y que se ha manifestado en las regiones más diversas, tanto en Oriente como en Occidente…”. En otras palabras, es una categoría que aparece y desaparece a lo largo de la historia. En el siglo xvii se manifiesta en el arte que surge del Concilio de Trento y que se conoce como el “Arte de la Contrarreforma”. Pero no todo el arte del siglo xvii está relacionado con la Contrarreforma. Y ¿qué se puede precisar con respecto del estilo Barroco? Gombrich dice: “El estilo que vino después del Renacimiento recibe generalmente el nombre de Barroco… la palabra ‘Barroco’ fue un término empleado por los comentaristas de una época posterior que combatieron las tendencias del siglo xvii y desearon ridiculizarlas. Barroco significa, realmente, absurdo y grotesco, y la palabra fue empleada por personas que insistieron en que las formas de los edificios clásicos nunca debían ser aplicadas o combinadas de otra manera que como lo fueron por griegos y romanos”. Así pues que “Barroco” es un término que califica una cierta arquitectura y cuyo significado original es grotesco. Se puede repetir entonces que no todo lo que se ve en estos libros y especialmente muchas pinturas son barrocas. Italia tiene algunos de los más bellos ejemplos —nada absurdos por cierto— de la arquitectura y de la escultura del arte de la Contrarreforma, con Bernini y Borromini a la cabeza. El primero, uno de los más importantes escultores y arquitectos de todos los tiempos. Pero tiene también varios pintores que no caben dentro de la categoría de Barroco: Domenichino, Guido Reni, Salvatore Rosa. Por su parte, Baciccio y Andrea Pozzo representan lo mejor de la pintura decorativa de la época. El primero con El triunfo del nombre de Jesús y el segundo con El triunfo de San Ignacio. Holanda, que ocupaba la parte norte del antiguo Flandes y que logró su independencia de España en 1609, tiene en el siglo xvii una nómina excepcional de pintores que nada tienen que ver con el Barroco: Rembrandt a la cabeza, aunque trabajara muchas obras sobrias inspiradas tanto en el antiguo como en el nuevo testamento —no sobra recordar que Wilhelm Boeck consideraba al holandés un barroco de cuadros violentos y carnales—; Vermeer y sus interiores; Hals con sus retratos; Ruysdael; van Goyen; Hobbema, con paisajes para todos los gustos; Heda y Kalf, con sus naturalezas muertas; Steen y Terborch, con sus escenas de género. España, país católico, tiene excelentes arquitectos y escultores barrocos: Andrés García de Quiñones, Fernando de Casas y Novoa, Francisco de Hurtado Izquierdo, Alberto de Churriguera, entre los arquitectos; y Pedro de Mena, Gregorio Fernández, Juan Martínez Montañés, Juan Alfonso Villabrille, entre los escultores. Los pintores españoles están divididos, pero es evidente que ni Juan Sánchez Cotán ni Velázquez tienen que ver con el Barroco.

Anton van Dyck

El taller artístico más activo que tuvo Flandes en el siglo xvii fue el de Pedro Pablo Rubens, el pintor más importante del Barroco y uno de los más grandes de la centuria. El artista pronto descubrió a Anton van Dyck (Amberes, 1599- Londres, 1641) —llamado Anthony por su larga permanencia en Inglaterra—. A los 16 años el joven pintor ya era titular de un taller autónomo. Apenas se inscribió en la corporación de los pintores, Rubens lo invitó como su colaborador directo; a veces trabajaron juntos y se dice que pronto el Maestro orientó a van Dyck a que se especializara en retratos. Aunque el artista nunca dejó de realizar cuadros religiosos y mitológicos, desde 1620 se hizo muy prestigioso en toda Europa como retratista. En Múnich se conserva un autorretrato de cuando Anton tenía 22 años. Luce simpático y muy seguro de sí mismo. Hará muchos autorretratos con el paso de los años. Luego de un corto viaje a Inglaterra, van Dyck se instala en Italia, donde va a vivir un buen tiempo. Teniendo como sede a Génova, el pintor hace viajes de estudios a Venecia, Roma y Palermo. La producción de Tiziano le impacta sobremanera y a ser una influencia permanente. Hace muchos retratos de familias nobiliarias, como el excelente de La Familia Lomellini, de 1625, en el que los esposos —él con atuendo militar y ella elegantemente sentada— aparecen acompañados de un hermano de Lomellini y de sus dos hijos; como de costumbre llaman la atención los trajes muy elaborados y de finas y variadas texturas. Al regresar a Amberes, a los 26 años, van Dyck trabaja muchos cuadros religiosos con la influencia de Tiziano y en poco tiempo se convierte en el pintor de corte de la archiduquesa Isabel. En 1632 se instala en Londres y pronto es nombrado pintor oficial del rey Carlos I. Vivirá el resto de su vida en Inglaterra, con escasas dos salidas al extranjero, una a Amberes y otras a París, poco antes de morir. A él debemos —como dijo Gombrich— un archivo artístico de aquella sociedad, con su porte aristocrático y su culto de los refinamientos cortesanos. Su retrato de Carlos I, cuando acaba de apearse de su caballo durante una partida de caza, muestra al monarca Estuardo tal como él hubiera deseado pasar a la historia: “Una figura de elegancia sin rival, de autoridad incuestionable y de gran cultura…”. Van Dyck va a realizar cientos de retratos, va a tener un taller tan activo como el de Rubens en Amberes y va a contar con cantidad de asistentes. Debido a este éxito, el pintor le solicitó a Martin van den Enden, un editor, que publicara 80 retratos grabados. Según la mayoría de los historiadores el artista ejecutó los dibujos preparatorios —lo que también había hecho Rubens—, pero hay quienes dicen que van Dyck hizo por lo menos algunas planchas para los aguafuertes.

Rembrandt van Rijn

Como escribió Wilhelm Boeck: “Al penetrar en el continente artístico, cuando aparece ante nuestra vista el arte de Rembrandt, la pregunta de cómo podemos experimentar la obra tan compleja de un solo artista cual si se tratara de un ciclo artístico complejo no parece estar de más. Es obvio que la causa no radica en la cantidad de obras, a pesar de que ésta, sin duda, constituye un aspecto importante. Son decisivas, para poder emitir juicio, la comprensión espiritual, la profundidad y la esencialidad de este arte, que se recubre con determinado concepto de humanidad”. La obra de Rembrandt (Leyden, 1606-Amsterdam, 1669) es copiosa: más de 600 pinturas, unos 300 aguafuertes y cerca de 2000 dibujos. A diferencia de la de sus contemporáneos holandeses, que buscaban especializarse en uno o pocos temas, Rembrandt trabajó todos los motivos, desde los religiosos y mitológicos, hasta los más variados y muy abundantes en el arte holandés: retratos —y el artista hizo también muy numerosos autorretratos—, paisajes, naturalezas muertas, interiores, escenas familiares diversas. Pero a diferencia del arte de sus compatriotas que buscaban la descripción exacta de la superficie de las cosas, Rembrandt no solo rechaza el artificio de la representación, sino también —como lo precisara la historiadora Svetlana Alpers— “la certidumbre y el conocimiento que la cultura y el arte holandeses atribuyen a la realidad visible y a la visión misma”. Entre 1624 y 1625 el artista vivió en Amsterdam, donde estudió con Pieter Lastman; al volver a Leyden trabajó con Lievens y poco a poco comenzó a ser reconocido. A comienzos de 1632 se radicó definitivamente en Amsterdam. Al principio hizo muchos retratos y uno de los primeros fue la Lección de anatomía del Doctor Tulp, trabajado para la Corporación de Cirujanos de Amsterdam. En 1634 se casó con Saskia van Uylenburch, de familia prestigiosa y adinerada que ayuda a aumentar la clientela al artista. En 1641 nace su hijo Tito y poco después, a comienzos de 1642, muere Saskia. Este año pinta La ronda nocturna, grupo de milicianos voluntarios que cuidaban por las noches a Amsterdam. A mediados de los cuarenta su éxito comercial decrece. Pinta muchos temas relacionados con el antiguo y el nuevo testamentos. Y con dichos motivos también hace aguafuertes. Sus retratos de los cincuenta y sesenta son extraordinarios. Rembrandt ausculta el carácter de sus modelos y lo que pinta de estos personajes es la ancianidad y la muerte. Son sobresalientes sus autorretratos —más de 70— realizados en óleos, aguafuertes y dibujos en varios procedimientos, que constituyen una especie de biografía visual que recorre su figura desde muy joven hasta el año de su muerte, en que hace tres. Finalmente hay que citar la producción gráfica del artista. Rembrandt hizo muchos aguafuertes y dibujos con diversos temas en los que se distinguen la calidad de sus realizaciones así como su versatilidad figurativa y expresiva.