- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
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- Omar Rayo. Homenaje (2006)
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- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Semana Santa en Popayán
Inciensos, mirras, y gomas para conseguir los aromas de la santidad. Ñapangas y negras esclavas han esparcido los perfumes de resinas y flores en las procesiones de la Semana Santa. La riqueza del arte religioso en Popayán, Cauca, desfila entre muchos con San Juan, la Magdalena, el Huerto de los Olivos, el Prendimiento, la Negación de Pedro, los Azotes, el Señor Caído, el Ecce-Homo. Jeremy Horner.
Inciensos, mirras, y gomas para conseguir los aromas de la santidad. Ñapangas y negras esclavas han esparcido los perfumes de resinas y flores en las procesiones de la Semana Santa. La riqueza del arte religioso en Popayán, Cauca, desfila entre muchos con San Juan, la Magdalena, el Huerto de los Olivos, el Prendimiento, la Negación de Pedro, los Azotes, el Señor Caído, el Ecce-Homo. Jeremy Horner.
Semana Santa en el parque. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Procesión del domingo de pascua en Popayán. Dibujo de Sirouy. 15.7 x 23.4 cm. Tomado de L’Amérique Equinoxiale. M. André. Barcelona, 1884. Biblioteca Nacional, Bogotá. Jeremy Horner.
Iglesia de La Ermita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Es un honor ser moquero y carguero; ambos personajes de la pompa, de la fe y de las luces de Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Es un honor ser moquero y carguero; ambos personajes de la pompa, de la fe y de las luces de Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
El carguero de santo, vestido de penitente con túnica de fula, alpargatas de suela de fique y capellada de pabilo, lleva la alcayata, o pértiga, un barrote sobre el cual descansa el anda en las pausas de las procesiones. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
En Popayán, Cauca, durante la Semana Santa se celebra el festival de música religiosa más importante de Colombia. Jeremy Horner.
Representación en vivo de escenas de la vida y de la pasión de Cristo durante la Semana Santa. Sáchica, Boyacá. Jeremy Horner.
Representación en vivo de escenas de la vida y de la pasión de Cristo durante la Semana Santa. Sáchica, Boyacá. Jeremy Horner.
En Popayán se celebra una Semana Santa Chiquita a continuación de la Semana Mayor. Sus personajes son niños que adornan cada paso con flores de determinado color siguiendo el simbolismo tradicional cromático de cada santo. Jeremy Horner.
Toda la jerarquía, el ropaje y la liturgia de la Iglesia Católica se representan en la Semana Santa Chiquita: Niños cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, monaguillos. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Toda la jerarquía, el ropaje y la liturgia de la Iglesia Católica se representan en la Semana Santa Chiquita: Niños cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, monaguillos. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Alumbrantes y “El paseíllo del maní” han sido tradiciones de Semana Santa en Popayán. Con anticipación a las procesiones, la gente se agolpa a lado y lado de las calles. Compran cucuruchos de maní de los vendedores; comen, botan las cáscaras al piso e intercambian saludos unos con otros. El barrendero recoge la basura antes de que lleguen los santos. Quitarle piedras al camino de Jesús es el simbolismo de este rito de limpieza y arrepentimiento religiosos. Hombres, mujeres y niños de todas las clases sociales, peregrinos de velas y cirios, iluminan el paso de las procesiones. De este modo participan en la utopía de la recreación de un alba celestial para la puesta en escena de un teatro litúrgico. Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
La ñapanga es símbolo del mestizaje colonial entre india pubenense y hombre español. La tradición dice que precedían los pasos de santos y vírgenes regando pétalos de flores sobre el piso. Temprano, en la colonia española, pudieron ser mujeres negras esclavas quienes en las procesiones desempeñaban el oficio de sahumadoras. Jeremy Horner.
Ñapangas de Popayán. Manuel María Paz, 1853. Acuarela. 20.9 x 17.3 cm. El poeta colombiano Rafael Pombo les cantó a las ñapangas: Ñapangas que por modelo las quisiera un escultor giraban al resplandor de las lámparas del cielo. De indianas y de españolas las perfecciones lucían, lindas ¡ay! que parecían enamorarse ellas solas. El poeta chileno Julio Barrenechea cantó: Como si no se moviera / ni despacio ni ligero / hay que ver entre dos pasos / a la negra del sahumerio. / y trescientos años hace / que viene la misma negra /con su traje de ñapanga/como si no se moviera. / Jeremy Horner.
“Alto jerarca religioso”, personaje de la Semana Santa Chiquita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Ñapanguita, personajes de la Semana Santa Chiquita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Payanesa vestida de ñapanga. Cauca. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
Semana Santa, Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Texto de: Nina S. de Friedemann
La Semana Santa, que conmemora en el cristianismo la muerte de Jesús y su resurrección, es un ritual que concita en ciudades y pueblos de Colombia la religiosidad. De jueves a domingo oficialmente el país suspende sus actividades regulares. La puesta en escena del drama de Cristo cuenta con una variedad de interpretaciones que reflejan la historia social y cultural de sus comunidades.
La Semana Santa de Popayán constituye el epítome de una celebración religiosa urbana guiada por el clero con el apoyo oficial del gobierno. Sus desfiles seguramente empezaron, según cuenta Francisco Lemos Arboleda, antes de 1558, cuando documentalmente aparecen las primeras noticias sobre ellos. Cuatrocientos cincuenta años después, el evento se ha convertido en el emblema de la ciudad fundada en 1536 por Sebastián de Belalcázar en el lugar o pueblo indígena de Puben.
Durante los siglos XVII y XVIII Popayán se constituyó en médula de una sociedad esclavista cuya gobernación tenía unos límites que cubrían todo el occidente colombiano. El historiador Germán Colmenares anota que las ventas de esclavos en Popayán constituyeron entre un 6% y un 20% de los llegados a Cartagena durante el período de los asientos, y más de 9% en todo el período entre 1698 y 1757. Además, la ciudad reemplazó a Cartagena como mercado de esclavos, a raíz del estímulo en la crianza de esclavos criollos nacidos allí mismo en el Valle del Cauca. Muchos de ellos fueron enviados a las minas de oro del Chocó, donde los payaneses tenían explotaciones; otros se quedaron en las haciendas como esclavos domésticos. En el trasfondo de este auge de compra de trabajadores negros, está el aniquilamiento de los indios que sucumbieron en los trabajos forzados o por enfermedades y dado el afianzamiento de una sociedad diferenciada por atributos del poder político y religioso.
Las procesiones de Semana Santa en Popayán, que empiezan el domingo de Ramos, tienen hoy momentos cumbres el jueves y el viernes, cuando enormes efigies de santos y vírgenes caminan en proscenios llamados pasos, cada uno encima de los hombros de un grupo de cargueros. Este oficio rememora el de los cargueros que predominaron en el Estado soberano de Antioquia, que también aparecen en la Semana Santa de Mompox. El oficio se desempeña por tradición constituyendo un honor familiar.
En Popayán desfilan San Juan Evangelista, La Magdalena, La Verónica, la Virgen de los Dolores, María Salomé y una pléyade de figuras de ángeles e imágenes transidas de Jesús. Muchas figuras son obras del arte quiteño o del arte español del siglo XVIII. También desfilan bandas de guerra, portaestandartes, y a lado y lado, hileras de personas que llevan luces de cera de laurel o esperma y que se llaman alumbrantes.
Cualquier protagonismo en las procesiones es considerado un honor. Desde luego que el evento dibuja la historia de una sociedad que ha hecho hincapié en la herencia social de genealogías, escudos de armas de la Corona española y alcurnias hispánicas. Así, por ejemplo, deslumbra a los espectadores el paso de la Orden Ecuestre de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuya membrecía se restringe a personajes ilustres, quienes marchan al lado de su respectivo paso vestidos de frac y con capas blancas.
Frente a cada paso que tenga sitial, es decir toldillo, desfila la “ñapanga”, una mujer símbolo del mestizaje entre india pubenense con hombre español, dedicada al servicio de la aristocracia criolla payanesa. Un grabado de Manuel María Paz, realizado dentro de la Comisión Corográfica, nos muestra a tres de ellas caminando descalzas, conforme él las vio en 1853.
En la procesión, la ñapanga ha desempeñado el oficio de sahumadora, es decir, el de incensar a los personajes sagrados. Tan importante es la visión de la fumarola del incienso como su aroma, que para definir a la Semana Santa en Popayán, alguien dijo: “es incienso”. Antaño la ñapanga preparaba el fuego con carbón de leña, lo colocaba en un tiesto que aderezaba con rosas, y acompañaba la procesión. No se sabe cuándo empezó a usar alpargatas de pabilo, blusa con arandelas y falda ceñida con un chumbe o cintillo hecho por los indios guambianos. De todos modos, en Popayán, las damas de la clase alta no han acostumbrado nunca personificar a las sahumadoras, dice Hortensia Alaix de Valencia, una estudiosa de las costumbres caucanas. Tampoco aparece una representación formal de la población negra en el desfile oficial. Lo cual es testimonio de la guarda rígida de una tradición con trazos y nostalgias de España, que se mantiene con protagonistas dueños de determinados status.
#AmorPorColombia
Semana Santa en Popayán
Inciensos, mirras, y gomas para conseguir los aromas de la santidad. Ñapangas y negras esclavas han esparcido los perfumes de resinas y flores en las procesiones de la Semana Santa. La riqueza del arte religioso en Popayán, Cauca, desfila entre muchos con San Juan, la Magdalena, el Huerto de los Olivos, el Prendimiento, la Negación de Pedro, los Azotes, el Señor Caído, el Ecce-Homo. Jeremy Horner.
Inciensos, mirras, y gomas para conseguir los aromas de la santidad. Ñapangas y negras esclavas han esparcido los perfumes de resinas y flores en las procesiones de la Semana Santa. La riqueza del arte religioso en Popayán, Cauca, desfila entre muchos con San Juan, la Magdalena, el Huerto de los Olivos, el Prendimiento, la Negación de Pedro, los Azotes, el Señor Caído, el Ecce-Homo. Jeremy Horner.
Semana Santa en el parque. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Procesión del domingo de pascua en Popayán. Dibujo de Sirouy. 15.7 x 23.4 cm. Tomado de L’Amérique Equinoxiale. M. André. Barcelona, 1884. Biblioteca Nacional, Bogotá. Jeremy Horner.
Iglesia de La Ermita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Es un honor ser moquero y carguero; ambos personajes de la pompa, de la fe y de las luces de Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Es un honor ser moquero y carguero; ambos personajes de la pompa, de la fe y de las luces de Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
El carguero de santo, vestido de penitente con túnica de fula, alpargatas de suela de fique y capellada de pabilo, lleva la alcayata, o pértiga, un barrote sobre el cual descansa el anda en las pausas de las procesiones. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
En Popayán, Cauca, durante la Semana Santa se celebra el festival de música religiosa más importante de Colombia. Jeremy Horner.
Representación en vivo de escenas de la vida y de la pasión de Cristo durante la Semana Santa. Sáchica, Boyacá. Jeremy Horner.
Representación en vivo de escenas de la vida y de la pasión de Cristo durante la Semana Santa. Sáchica, Boyacá. Jeremy Horner.
En Popayán se celebra una Semana Santa Chiquita a continuación de la Semana Mayor. Sus personajes son niños que adornan cada paso con flores de determinado color siguiendo el simbolismo tradicional cromático de cada santo. Jeremy Horner.
Toda la jerarquía, el ropaje y la liturgia de la Iglesia Católica se representan en la Semana Santa Chiquita: Niños cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, monaguillos. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Toda la jerarquía, el ropaje y la liturgia de la Iglesia Católica se representan en la Semana Santa Chiquita: Niños cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, monaguillos. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Alumbrantes y “El paseíllo del maní” han sido tradiciones de Semana Santa en Popayán. Con anticipación a las procesiones, la gente se agolpa a lado y lado de las calles. Compran cucuruchos de maní de los vendedores; comen, botan las cáscaras al piso e intercambian saludos unos con otros. El barrendero recoge la basura antes de que lleguen los santos. Quitarle piedras al camino de Jesús es el simbolismo de este rito de limpieza y arrepentimiento religiosos. Hombres, mujeres y niños de todas las clases sociales, peregrinos de velas y cirios, iluminan el paso de las procesiones. De este modo participan en la utopía de la recreación de un alba celestial para la puesta en escena de un teatro litúrgico. Semana Santa. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
La ñapanga es símbolo del mestizaje colonial entre india pubenense y hombre español. La tradición dice que precedían los pasos de santos y vírgenes regando pétalos de flores sobre el piso. Temprano, en la colonia española, pudieron ser mujeres negras esclavas quienes en las procesiones desempeñaban el oficio de sahumadoras. Jeremy Horner.
Ñapangas de Popayán. Manuel María Paz, 1853. Acuarela. 20.9 x 17.3 cm. El poeta colombiano Rafael Pombo les cantó a las ñapangas: Ñapangas que por modelo las quisiera un escultor giraban al resplandor de las lámparas del cielo. De indianas y de españolas las perfecciones lucían, lindas ¡ay! que parecían enamorarse ellas solas. El poeta chileno Julio Barrenechea cantó: Como si no se moviera / ni despacio ni ligero / hay que ver entre dos pasos / a la negra del sahumerio. / y trescientos años hace / que viene la misma negra /con su traje de ñapanga/como si no se moviera. / Jeremy Horner.
“Alto jerarca religioso”, personaje de la Semana Santa Chiquita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Ñapanguita, personajes de la Semana Santa Chiquita. Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Payanesa vestida de ñapanga. Cauca. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
La riqueza de las imágenes de arte religioso cristiano que desfilan durante la Semana Santa en las diferentes ciudades es grande y sus mejores ejemplos se remontan a los tiempos de la colonia. Pamplona, en Norte de Santander, es una de las que conservan magníficas tradiciones, excelentes obras y tesoros en madera, metales y diseños. Jeremy Horner.
Semana Santa, Popayán, Cauca. Jeremy Horner.
Texto de: Nina S. de Friedemann
La Semana Santa, que conmemora en el cristianismo la muerte de Jesús y su resurrección, es un ritual que concita en ciudades y pueblos de Colombia la religiosidad. De jueves a domingo oficialmente el país suspende sus actividades regulares. La puesta en escena del drama de Cristo cuenta con una variedad de interpretaciones que reflejan la historia social y cultural de sus comunidades.
La Semana Santa de Popayán constituye el epítome de una celebración religiosa urbana guiada por el clero con el apoyo oficial del gobierno. Sus desfiles seguramente empezaron, según cuenta Francisco Lemos Arboleda, antes de 1558, cuando documentalmente aparecen las primeras noticias sobre ellos. Cuatrocientos cincuenta años después, el evento se ha convertido en el emblema de la ciudad fundada en 1536 por Sebastián de Belalcázar en el lugar o pueblo indígena de Puben.
Durante los siglos XVII y XVIII Popayán se constituyó en médula de una sociedad esclavista cuya gobernación tenía unos límites que cubrían todo el occidente colombiano. El historiador Germán Colmenares anota que las ventas de esclavos en Popayán constituyeron entre un 6% y un 20% de los llegados a Cartagena durante el período de los asientos, y más de 9% en todo el período entre 1698 y 1757. Además, la ciudad reemplazó a Cartagena como mercado de esclavos, a raíz del estímulo en la crianza de esclavos criollos nacidos allí mismo en el Valle del Cauca. Muchos de ellos fueron enviados a las minas de oro del Chocó, donde los payaneses tenían explotaciones; otros se quedaron en las haciendas como esclavos domésticos. En el trasfondo de este auge de compra de trabajadores negros, está el aniquilamiento de los indios que sucumbieron en los trabajos forzados o por enfermedades y dado el afianzamiento de una sociedad diferenciada por atributos del poder político y religioso.
Las procesiones de Semana Santa en Popayán, que empiezan el domingo de Ramos, tienen hoy momentos cumbres el jueves y el viernes, cuando enormes efigies de santos y vírgenes caminan en proscenios llamados pasos, cada uno encima de los hombros de un grupo de cargueros. Este oficio rememora el de los cargueros que predominaron en el Estado soberano de Antioquia, que también aparecen en la Semana Santa de Mompox. El oficio se desempeña por tradición constituyendo un honor familiar.
En Popayán desfilan San Juan Evangelista, La Magdalena, La Verónica, la Virgen de los Dolores, María Salomé y una pléyade de figuras de ángeles e imágenes transidas de Jesús. Muchas figuras son obras del arte quiteño o del arte español del siglo XVIII. También desfilan bandas de guerra, portaestandartes, y a lado y lado, hileras de personas que llevan luces de cera de laurel o esperma y que se llaman alumbrantes.
Cualquier protagonismo en las procesiones es considerado un honor. Desde luego que el evento dibuja la historia de una sociedad que ha hecho hincapié en la herencia social de genealogías, escudos de armas de la Corona española y alcurnias hispánicas. Así, por ejemplo, deslumbra a los espectadores el paso de la Orden Ecuestre de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuya membrecía se restringe a personajes ilustres, quienes marchan al lado de su respectivo paso vestidos de frac y con capas blancas.
Frente a cada paso que tenga sitial, es decir toldillo, desfila la “ñapanga”, una mujer símbolo del mestizaje entre india pubenense con hombre español, dedicada al servicio de la aristocracia criolla payanesa. Un grabado de Manuel María Paz, realizado dentro de la Comisión Corográfica, nos muestra a tres de ellas caminando descalzas, conforme él las vio en 1853.
En la procesión, la ñapanga ha desempeñado el oficio de sahumadora, es decir, el de incensar a los personajes sagrados. Tan importante es la visión de la fumarola del incienso como su aroma, que para definir a la Semana Santa en Popayán, alguien dijo: “es incienso”. Antaño la ñapanga preparaba el fuego con carbón de leña, lo colocaba en un tiesto que aderezaba con rosas, y acompañaba la procesión. No se sabe cuándo empezó a usar alpargatas de pabilo, blusa con arandelas y falda ceñida con un chumbe o cintillo hecho por los indios guambianos. De todos modos, en Popayán, las damas de la clase alta no han acostumbrado nunca personificar a las sahumadoras, dice Hortensia Alaix de Valencia, una estudiosa de las costumbres caucanas. Tampoco aparece una representación formal de la población negra en el desfile oficial. Lo cual es testimonio de la guarda rígida de una tradición con trazos y nostalgias de España, que se mantiene con protagonistas dueños de determinados status.