- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Rutas y confluencias de las fiestas
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
En Barranquilla la tradición escultórica de máscaras de madera pintadas de negro, rojo, amarillo y blanco, con la vivacidad expresiva de las mandíbulas, ojos, barbas o pelos de los mismos animales, se ha mantenido particularmente en torno a la danza de los congos, como un testimonio de la permanencia de Africa en la sociedad caribeña colombiana. En el Congo y en Angola, durante ceremonias de iniciación, los jóvenes usan máscaras de madera y atuendos de fibras vegetales. En algunas otras sociedades africanas el protagonismo de la serpiente pitón se aúna al poder religioso del rey. Jeremy Horner.
El tatuaje, como identificación tribal y adorno corporal en Africa, surge como gala de carnaval. Batalla de flores. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Artes y habilidades encuentran un escenario de exhibición en el carnaval. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Artes y habilidades encuentran un escenario de exhibición en el carnaval. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Drama y juego de otras fiestas también participan en el carnaval. Las máscaras de madera, vieja tradición de estirpe africana en el departamento del Atlántico, son orgullo de la fiesta barranquillera. Jeremy Horner.
Toros y cachos. Testimonio de la actividad ganadera y del arte escultórico de la máscara de madera en la llanura caribeña, tierra de carnaval. Jeremy Horner.
Fauna africana danzante en el carnaval de Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Toro y tigre bailan como parte del universo de los congos, expresión de memorias africanas. Carnaval de Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Las danzas de pájaros como los coyongos, los pisingos, las garzas, los loros, han viajado desde diversos lugares de las vecindades del río Magdalena –Chimichagua, El Banco, Guamal , Talaigua– al carnaval citadino de Barranquilla. Van de pueblo en pueblo haciendo representaciones danzarinas dramáticas que narran historias de cazadores que los aniquilan. Jeremy Horner.
Las danzas de pájaros como los coyongos, los pisingos, las garzas, los loros, han viajado desde diversos lugares de las vecindades del río Magdalena –Chimichagua, El Banco, Guamal , Talaigua– al carnaval citadino de Barranquilla. Van de pueblo en pueblo haciendo representaciones danzarinas dramáticas que narran historias de cazadores que los aniquilan. Jeremy Horner.
Toro y caimán, personajes del carnaval y de cuentos y leyendas en la llanura caribe, aparecen también en la solemnidad del teatro Amira de la Rosa, en Barranquilla. El caimán de la leyenda de Plato persigue a Tomasita en Ciénaga, Magdalena, con la intención de comérsela, y ella ingenua corre a protegerse cayendo en los cachos del toro en el acrílico del pintor colombiano Alejandro Obregón. Jeremy Horner.
Toro y caimán, personajes del carnaval y de cuentos y leyendas en la llanura caribe, aparecen también en la solemnidad del teatro Amira de la Rosa, en Barranquilla. El caimán de la leyenda de Plato persigue a Tomasita en Ciénaga, Magdalena, con la intención de comérsela, y ella ingenua corre a protegerse cayendo en los cachos del toro en el acrílico del pintor colombiano Alejandro Obregón. Jeremy Horner.
Texto de: Nina S. de Friedemann
Claro que cuando quiera que hubo la ocasión, indios y negros y aquellos provenientes del encuentro de europeos, aborígenes y descendientes de africanos entraron al tablado de las fiestas. Fueran ellas religiosas con vírgenes, o aquellas con palios, como las del Corpus Christi. Negros e indios deslizaron a sus dioses y creencias bajo las aureolas de los santos y al pie de las cruces en las procesiones. Y es precisamente esta urdimbre cultural la que viene a enriquecer la trama del carnaval introducido por los europeos.
El carnaval constituyó una fiesta distinta, nueva. No se paseaban santos ni se exigía persignarse arrodillándose a su paso. Pero siendo una ceremonia de propiciación de la vida, de evocación de fertilidad, dio cabida a rituales o elementos de procedencia aborigen y negroafricana. En este paso del ritual sagrado al ceremonial profano hacia la confluencia cultural se desvanecieron muchas diferencias en los status de los ritos originales de las etnias. Y la situación fue propicia a la transgresión de normas, una de las calidades del carnaval: el pordiosero puede convertirse en rey y el gobernante se oculta debajo de un capuchón; danzas de pájaros de las etnias aborígenes cruzan umbrales sagrados de sus ritos y acuden al carnaval como espectáculo profano. Es así como tradiciones locales y expresiones individuales festivas propias de contextos religiosos viajaron transformadas en mundanas hacia poblados y ciudades.
Las rutas festivas llevaron entonces a grupos de danzantes por pueblos, caseríos y ciudades encendiendo música y disfraces en caravanas de alegría. El Banco, a orillas del río Magdalena, por ejemplo, fue lugar de concentración de danzas de poblados vecinos como Guamal, Chimichagua, Los Negritos, Tamalameque, Tamalamequito, Chiriguaná, Curumaní y Zapatosa. A Santa Ana llegaron navegando y por tierra danzas de negros de Guataca; de Mechinguejo y Santa Ana viajaron grupos de gallegos hasta el corregimiento de Talaigua. Mientras que Talaigua envió a Mompox su danza de indios.
Barranquilla, por su parte, se convirtió en el imán. Atrae y concentra las tradiciones étnicas de negros, indios y campesinos, rebosando el proceso de asentamiento histórico del carnaval vernáculo que se había iniciado en las ciudades coloniales de Cartagena, Mompox y Santa Marta. Así, en 1876, en Barranquilla se leyó un bando para hacer oficial la fiesta que se erigió en un emblema de orgullo cultural nacional. Desde luego que como un perfil de evolución de la ciudad, la historia del asentamiento del carnaval en Barranquilla es también una historia de inmigración rural y urbana acontecida a lo largo de muchos decenios, por caminos de agua y tierra. Y el río Magdalena, que desempeñara papel protagónico en el surgimiento de la ciudad, se convirtió en el eje carnestoléndico del Caribe colombiano.
En el área ribereña del Magdalena no faltan tradiciones que se celebran en un solo lugar y otras que hacen parte de la memoria de varios pueblos. En poblados y ciudades del río, por ejemplo, abunda la evocación del caimán, de los pájaros coyongos, de los indios “bravos” o de los negros cazadores de tigres. En tanto que en los poblados costeros parecen más frecuentes la danza de congos, la del paloteo mixto, la maestranza y una profusión de disfraces individuales que se acentúan en las localidades urbanas. Pero el transporte cultural de tradiciones dentro del carnaval es continuo. Aparece una fauna danzante con la exuberancia de pájaros: goleros, cucambas o garzas, coyongos; culebras, micos, caimanes, jaguares, perros, toros, insectos. Algunos llegan al carnaval después de haber hecho parte de fiestas religiosas en pueblos y poblados. Así la fiesta del caimán es parte de esa fauna danzante. Se celebra en Plato, Ciénaga, Mompox y también en Barranquilla. Y los indios farotos que danzan en Barranco de Loba, Chimichagua y Mompox, también van a Barranquilla.
#AmorPorColombia
Rutas y confluencias de las fiestas
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
¡¡Cipote carnaval!! Reinas populares, pueblos y gentes de la llanura caribe desfilan en la gran parada por las principales calles de Barranquilla el domingo de carnaval. La fanfarria monumental de carrozas, disfraces, comparsas,cumbiambas, comedias, danzas, música, reinas de los barrios y reina del carnaval, marchan bajo la mirada de miles de espectadores que hora tras hora, debajo de una lluvia de harina, retozan a lo largo del recorrido. Jeremy Horner.
En Barranquilla la tradición escultórica de máscaras de madera pintadas de negro, rojo, amarillo y blanco, con la vivacidad expresiva de las mandíbulas, ojos, barbas o pelos de los mismos animales, se ha mantenido particularmente en torno a la danza de los congos, como un testimonio de la permanencia de Africa en la sociedad caribeña colombiana. En el Congo y en Angola, durante ceremonias de iniciación, los jóvenes usan máscaras de madera y atuendos de fibras vegetales. En algunas otras sociedades africanas el protagonismo de la serpiente pitón se aúna al poder religioso del rey. Jeremy Horner.
El tatuaje, como identificación tribal y adorno corporal en Africa, surge como gala de carnaval. Batalla de flores. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Artes y habilidades encuentran un escenario de exhibición en el carnaval. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Artes y habilidades encuentran un escenario de exhibición en el carnaval. Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Drama y juego de otras fiestas también participan en el carnaval. Las máscaras de madera, vieja tradición de estirpe africana en el departamento del Atlántico, son orgullo de la fiesta barranquillera. Jeremy Horner.
Toros y cachos. Testimonio de la actividad ganadera y del arte escultórico de la máscara de madera en la llanura caribeña, tierra de carnaval. Jeremy Horner.
Fauna africana danzante en el carnaval de Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Toro y tigre bailan como parte del universo de los congos, expresión de memorias africanas. Carnaval de Barranquilla, Atlántico. Jeremy Horner.
Las danzas de pájaros como los coyongos, los pisingos, las garzas, los loros, han viajado desde diversos lugares de las vecindades del río Magdalena –Chimichagua, El Banco, Guamal , Talaigua– al carnaval citadino de Barranquilla. Van de pueblo en pueblo haciendo representaciones danzarinas dramáticas que narran historias de cazadores que los aniquilan. Jeremy Horner.
Las danzas de pájaros como los coyongos, los pisingos, las garzas, los loros, han viajado desde diversos lugares de las vecindades del río Magdalena –Chimichagua, El Banco, Guamal , Talaigua– al carnaval citadino de Barranquilla. Van de pueblo en pueblo haciendo representaciones danzarinas dramáticas que narran historias de cazadores que los aniquilan. Jeremy Horner.
Toro y caimán, personajes del carnaval y de cuentos y leyendas en la llanura caribe, aparecen también en la solemnidad del teatro Amira de la Rosa, en Barranquilla. El caimán de la leyenda de Plato persigue a Tomasita en Ciénaga, Magdalena, con la intención de comérsela, y ella ingenua corre a protegerse cayendo en los cachos del toro en el acrílico del pintor colombiano Alejandro Obregón. Jeremy Horner.
Toro y caimán, personajes del carnaval y de cuentos y leyendas en la llanura caribe, aparecen también en la solemnidad del teatro Amira de la Rosa, en Barranquilla. El caimán de la leyenda de Plato persigue a Tomasita en Ciénaga, Magdalena, con la intención de comérsela, y ella ingenua corre a protegerse cayendo en los cachos del toro en el acrílico del pintor colombiano Alejandro Obregón. Jeremy Horner.
Texto de: Nina S. de Friedemann
Claro que cuando quiera que hubo la ocasión, indios y negros y aquellos provenientes del encuentro de europeos, aborígenes y descendientes de africanos entraron al tablado de las fiestas. Fueran ellas religiosas con vírgenes, o aquellas con palios, como las del Corpus Christi. Negros e indios deslizaron a sus dioses y creencias bajo las aureolas de los santos y al pie de las cruces en las procesiones. Y es precisamente esta urdimbre cultural la que viene a enriquecer la trama del carnaval introducido por los europeos.
El carnaval constituyó una fiesta distinta, nueva. No se paseaban santos ni se exigía persignarse arrodillándose a su paso. Pero siendo una ceremonia de propiciación de la vida, de evocación de fertilidad, dio cabida a rituales o elementos de procedencia aborigen y negroafricana. En este paso del ritual sagrado al ceremonial profano hacia la confluencia cultural se desvanecieron muchas diferencias en los status de los ritos originales de las etnias. Y la situación fue propicia a la transgresión de normas, una de las calidades del carnaval: el pordiosero puede convertirse en rey y el gobernante se oculta debajo de un capuchón; danzas de pájaros de las etnias aborígenes cruzan umbrales sagrados de sus ritos y acuden al carnaval como espectáculo profano. Es así como tradiciones locales y expresiones individuales festivas propias de contextos religiosos viajaron transformadas en mundanas hacia poblados y ciudades.
Las rutas festivas llevaron entonces a grupos de danzantes por pueblos, caseríos y ciudades encendiendo música y disfraces en caravanas de alegría. El Banco, a orillas del río Magdalena, por ejemplo, fue lugar de concentración de danzas de poblados vecinos como Guamal, Chimichagua, Los Negritos, Tamalameque, Tamalamequito, Chiriguaná, Curumaní y Zapatosa. A Santa Ana llegaron navegando y por tierra danzas de negros de Guataca; de Mechinguejo y Santa Ana viajaron grupos de gallegos hasta el corregimiento de Talaigua. Mientras que Talaigua envió a Mompox su danza de indios.
Barranquilla, por su parte, se convirtió en el imán. Atrae y concentra las tradiciones étnicas de negros, indios y campesinos, rebosando el proceso de asentamiento histórico del carnaval vernáculo que se había iniciado en las ciudades coloniales de Cartagena, Mompox y Santa Marta. Así, en 1876, en Barranquilla se leyó un bando para hacer oficial la fiesta que se erigió en un emblema de orgullo cultural nacional. Desde luego que como un perfil de evolución de la ciudad, la historia del asentamiento del carnaval en Barranquilla es también una historia de inmigración rural y urbana acontecida a lo largo de muchos decenios, por caminos de agua y tierra. Y el río Magdalena, que desempeñara papel protagónico en el surgimiento de la ciudad, se convirtió en el eje carnestoléndico del Caribe colombiano.
En el área ribereña del Magdalena no faltan tradiciones que se celebran en un solo lugar y otras que hacen parte de la memoria de varios pueblos. En poblados y ciudades del río, por ejemplo, abunda la evocación del caimán, de los pájaros coyongos, de los indios “bravos” o de los negros cazadores de tigres. En tanto que en los poblados costeros parecen más frecuentes la danza de congos, la del paloteo mixto, la maestranza y una profusión de disfraces individuales que se acentúan en las localidades urbanas. Pero el transporte cultural de tradiciones dentro del carnaval es continuo. Aparece una fauna danzante con la exuberancia de pájaros: goleros, cucambas o garzas, coyongos; culebras, micos, caimanes, jaguares, perros, toros, insectos. Algunos llegan al carnaval después de haber hecho parte de fiestas religiosas en pueblos y poblados. Así la fiesta del caimán es parte de esa fauna danzante. Se celebra en Plato, Ciénaga, Mompox y también en Barranquilla. Y los indios farotos que danzan en Barranco de Loba, Chimichagua y Mompox, también van a Barranquilla.