- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Epílogo
A manera de epílogo he querido destacar la actuación de la directiva de Copei en diversas declaraciones y acontecimientos luego de su descalabro electoral en las elecciones presidenciales de 1998, momento en el cual di por concluida la investigación. Igualmente aparecen afirmaciones de Rafael Caldera, si bien ya no formase parte de Copei.
En algunos de los ejemplos señalados me limité únicamente a su exposición, los comentarios parecieron innecesarios.
En la mayoría de estos hechos o testimonios quedan palpables las mismas carencias reiteradamente demostradas a lo largo de todo el trabajo.
Alianzas parlamentarias.
Una vez más Copei demostró ser un partido pragmático y, por ende, atento a cualquier oportunidad para acceder al poder. Fue reducido el espacio político dejado por los resultados de las últimas elecciones presidenciales; sin embargo, a nivel legislativo, aún logró conservar una cuota con la cual negociar.
Atrás quedó el “bipartidismo profiláctico” con Acción Democrática, pues nuevamente Copei conformó alianzas allí donde obtuviera mayores y mejores resultados. En efecto, Copei decidió aliarse con el Polo Patriótico (MVR, MAS, PPT), al igual que con Proyecto Venezuela para la Presidencia del Congreso, ocupándola un militante del MVR, Luís Alfonso Dávila. Y, en la Cámara de Diputados, después de la aprobación de Salas Römer, ganó la presidencia de esta institución el diputado copeyano por el Estado Zulia, Henrique Capriles Radonski.
Curiosamente, Acción Democrática quedó fuera del juego a pesar de haberse convertido en la primera minoría del Parlamento. Con certeza, al Polo Patriótico le interesaría excluir a los adecos de las directivas del Congreso, y Copei no dudó en aprovechar la oportunidad.
Cuando el jefe de la fracción parlamentaria de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, se quejó diciendo que “eso no era bueno para el Congreso, ni para el gobierno ni para el país”, Felipe Mujica, jefe parlamentario del MAS contestó: “Acción Democrática está condenada a quedar excluida de la directiva del Congreso, ya que en la alianza conformada por el Polo Patriótico (MVR, MAS, PPT), Copei y PV sólo falta definir la presidencia del Congreso de Diputados”. (El Universal, 21-1-99, 1-13 [Nacional y Política]).
++++ (…) AD conservará su posición, pero el Polo Patriótico asumirá las curules privilegiadas [sic] que mantenían Copei y Convergencia frente al presidium. (…). Por esto ahora los chavistas comentan en tono jocoso que por primera vez los copeyanos tendrán que observar de perfil los debates en el Hemiciclo. (Ídem).
Copei y el Polo Patriótico.
Interesante la solidaridad inicial de Copei con el Polo Patriótico, en palabras de su Secretario General, Donald Ramírez: “Copei no juega ni jugará al fracaso del presidente Chávez con quien ha sido consecuente desde el inicio del gobierno para buscar el éxito del país, de sus instituciones y del liderazgo nacional”. (El Universal, 16-3-99, 1-13 [Nacional y Política]).
Tres casos de cinismo político.
El 27 de marzo de 1999 se celebró un Comité Nacional Ampliado en el marco del cual se esperaban las renuncias del presidente de Copei, Luis Herrera Campíns y de su secretario general, Donald Ramírez. Aunque ya se había anunciado su interés en aguardar la celebración de la convención nacional del partido y de la elección para Asamblea Constituyente, la dirigencia copeyana contaba con las renuncias a sus cargos por insostenibles. Sin embargo, no ocurrió así, lo máximo logrado fue que Donald Ramírez no aspirase a la reelección y prometiera entregar “(…) la secretaría general al compañero que elija la Convención Nacional”. (El Universal, 20-3-99, 1-12 [Nacional y Política]). Y sostuvo que la finalidad era estrictamente para “(…) garantizar la irrupción de una generación de copeyanos que, por acción u omisión, hemos silenciado y para los cuales están sonando las trompetas de la conquista”. (Ídem).
Estas declaraciones aparecieron rodeadas de cierto cinismo. Por varias razones:
En primer lugar, negar su “aspiración” a la reelección luego del fracaso más abrumador en la historia electoral de Copei. En segundo lugar, ofrecer “generosamente” desprenderse de sus potestades para dejar la vía libre a nuevas generaciones. En tercer lugar, intentar alargar su liderazgo hasta la imposibilidad de mantenerlo, sin importarle la pérdida de credibilidad con el único fin del estertor de una cuota de poder, pero poder al fin.
Otro ejemplo de cinismo fue la declaración ante la juramentación de Irene Sáez como Gobernadora del Estado Nueva Esparta:
En mi calidad de Secretario General de Copei, dirigente político, ciudadano y padre de familia, pido excusas a Irene y al pueblo de Venezuela por la forma desconsiderada como fue tratada desde la misma acera copeyana. Lo que no hicieron Chávez, Alfaro, Salas o Fermín, lo hicieron importantes figuras de nuestra organización. (El Universal, 20-3-99, 1-12 [Nacional y Política]).
Y luego:
(…) en el debate candidatural dimos un espectáculo deplorable pues se cuestionó a Sáez no con observaciones de carácter conceptual o programático sino con menciones que ofendieron su dignidad de dama y de ciudadana con un derecho legítimo a aspirar a la candidatura. (Ídem).
Y para finalizar: “(…) definitivamente creo que fue un error retirarle el apoyo a Irene faltando pocas horas para la elección”. (Ídem).
El último ejemplo de cinismo lo encontramos en la decisión del Secretario General al lanzarse como diputado a la Asamblea Constituyente por el Estado Amazonas en alianza con el gobernador de Acción Democrática, Bernabé Gutiérrez. Los dirigentes copeyanos de ese estado, entre ellos la diputada Carmen Nieves Cardozo, no aceptaron la postulación. Era incomprensible el apoyo de Copei a su eterno enemigo, el adeco Bernabé Gutiérrez, quien, además, tenía acusaciones por corrupción; sin embargo: “La reacción del partido Copei a través de su Tribunal Disciplinario fue expulsar a la presidente del estado, Nieves Cardozo, por desacatar la línea partidista y hacer público su rechazo a la candidatura de Donald Ramírez en alianza con el gobernador adeco de esa entidad (…)”. (El Universal, 22-6-99, 1-13 [Nacional y Política]). Sobran los comentarios.
Por otro lado, no debió ser muy profunda o estrecha la relación entre Donald Ramírez y el Estado Amazonas cuando llegó en cuarto lugar, pero ayudó a confirmar por enésima vez la desesperación por una cuota de poder sin importar donde ni como se obtuviese con la consecuente pérdida de credibilidad.
Copei y Asamblea Constituyente.
El Comité Nacional de Copei renunció en pleno tras conocerse los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente. De los 128 escaños, no obtuvo ninguno. Donald Ramírez, quien hasta ese día había conservado el cargo de Secretario General de Copei, comunicó que la renuncia era irrevocable y obedecía “(…) a 20 años de errores que han desconectado al partido con la realidad del país”. (www3.larepublica.com.pe/1999/JULIO/pdf28/latino.htm.[9-6-2005]). Tal como enunciamos anteriormente, el Secretario General esperó hasta el último momento para desprenderse de su cargo. Y prosiguió el comentario del diario peruano:
Todos los analistas coinciden en señalar que los líderes de AD y Copei no supieron captar la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos a pesar de los reiterados aldabonazos que los ciudadanos les dieron ante las últimas citas ante las urnas.
Mientras los resultados electorales y las encuestas revelaban un creciente e incontenible rechazo popular a ambas agrupaciones políticas, que compartieron el poder desde que en 1958 se instauró un modelo democrático de gobierno, sus dirigentes se aferraban a los cargos y abortaban cualquier conato renovador.
Ni los recurrentes tropiezos ni las insistentes llamadas al cambio surtieron efecto hasta que, el pasado 6 de diciembre, la clara victoria de Chávez en las presidenciales reveló que tanto AD como Copei se habían degradado hasta convertirse en estructuras carcomidas y huecas. (Ídem).
Ramón Guillermo Aveledo, ex Presidente de la Cámara de Diputados, formuló una autocrítica demoledora a raíz de los resultados de la Asamblea Constituyente:
Nos quedamos anclados en la cultura autoritaria; nos preocupamos por hacer miles de kilómetros de carreteras, universidades, hospitales, pero se nos olvidó lo más importante: formar ciudadanos. Desde dentro, fuimos minados por el caudillismo, el clientelismo, la corrupción. Y desde fuera, por el individualismo y la competencia y la rivalidad mediática, y eso socavó cualquier compromiso. (“Tiempo de Obituario”, El Universal, 1-8-99, 1-2 [Nacional y Política]).
Y lanzó un gran reto a Copei: “(…) y aún es un convencido de que los partidos organizados ‘son necesarios’. Lo que pasa es que AD y Copei dejaron de ser partidos y sus retos ahora es volver a serlos”. (Ídem).
Un comentario infeliz, como si un partido se reinventara de la noche a la mañana. Copei dejó de ser partido por todas las equivocaciones y desaciertos cometidos, y por haber intentado difuminarlos en la candidatura presidencial de Salas Römer. De ahí en adelante, nunca recuperará su espacio.
Copei y las nuevas generaciones.
Una de las razones del hundimiento de Copei, analizado extensamente a lo largo de esta investigación, fue la incapacidad de incorporar progresivamente a las nuevas generaciones a cargos directivos, tal como lo expresó Jenny Moreno, una joven politóloga tachirense y dirigente del partido: “Las crisis que vivieron tanto AD como Copei radica en que no reestructuraron a tiempo sus cuadros internos y su dirigencia, impidiendo que los jóvenes asumieran ese liderazgo”. (Tal Cual, 30-9-2002, p. 4 [La Nación]).
Copei y Hugo Chávez.
Tres meses antes del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, José Curiel, el Secretario General de Copei, junto a la Dirección Nacional del partido afirmó en entrevista televisiva que había llegado el momento de poner fin al mandato presidencial de Hugo Chávez:
Nosotros consideramos y ayer lo aprobamos en Comité de la Dirección Nacional de Copei iniciar un movimiento ya a nivel nacional, para constituir una gran alianza democrática para sacar a Chávez, hay que sacar a Chávez, Chávez no puede durar los 5 ó 6 años porque el país no lo aguanta, tan sencillo como eso. (…) sacarlo ahora a través de la vía democrática. Hay nueve vías para sacarlo, pero el movimiento que nosotros hemos decidido emprender es un gran movimiento nacional para sacarlo, porque el país no puede esperar más porque sería la destrucción de Venezuela. Tenemos que unirnos todos los venezolanos para sacar a Chávez y luego para reconstruir a Venezuela. (Programa “La entrevista” con Marta Colomina, en el Noticiero Televen, 30-10-2001).
Fue reiterada en los políticos copeyanos la idea de reconstruir el país. En las últimas elecciones presidenciales dejaron tal vacío de poder que a Hugo Chávez se le hizo muy sencillo ganar las elecciones, se lo pusieron en bandeja de plata. ¿Cuáles eran las bases donde pensaban reconstruir, y reconstruir qué exactamente?
Enrique Naime reconoció que quizás fue un error apuntalar el golpe de Estado de abril de 2002:
(…) pudo haber sido un error avalar con la firma del principal representante de esa organización, José Curiel, el decreto emitido el 12 de abril por el presidente interino Pedro Carmona Estanga para disolver los poderes públicos.
Copei ha estado muy cerca de las personas que repudian el gobierno de Hugo Chávez. Curiel lo que quería era dar un soporte a la petición de 1 millón de personas que participaron en la marcha de ese día. Nosotros pensamos más en la salida de Chávez que en los medios a seguir. (Javier Ignacio Mayorca, El Nacional, 21-8-2002, D/4 [Política]).
Y ante la pregunta del periodista: ¿Cree entonces que hubo golpe? respondió:
Sostuve en la mañana del 12 de abril que se había perdido el hilo constitucional. Negarlo sería injustificable. Pero la forma agresiva de Chávez nos llevó a ese momento. (…) [por eso convoqué] a la unidad en todos los sectores de la sociedad civil (…) para garantizar el éxito de la movilización contra Chávez el próximo 5 de septiembre.
Rafael Caldera también acordó en una salida democrática del Presidente Chávez: “(…) sostuvo que el pueblo debe organizar sus fuerzas para luchar democráticamente ‘en contra de la hegemonía de los poderes públicos, que ya el país no soporta’ ”. (El Nacional, 21-8-2002, D/4 [Política]).
Eduardo Fernández, a su vez, reflexionando sobre el golpe de Estado a Chávez en abril del 2002, reconoció el vacío dejado por los partidos políticos y su incapacidad de recuperar el espacio perdido:
El 11 de abril, durante los dramáticos acontecimientos que ocurrieron, tomé conciencia de lo peligroso que es en un país la ausencia de los partidos políticos. Esa oportunidad tan reciente fracasó porque los que hacían política eran aficionados, empresarios, obispos, militares, medios de comunicación que lo hacían con muy buena intención, pero sin ninguna experiencia. (…). La mayoría de los venezolanos criticamos mucho al gobierno de Chávez pero hasta ahora no se ha construido una alternativa opositora democrática. (Tal Cual, 30-9-2002, p. 4, [La Nación]).
Eduardo Fernández, en entrevista a un diario capitalino, amplió sus conceptos sobre la crisis que atravesaba Venezuela, así como la manera de enfrentarla:
(…) Nunca había presenciado una situación tan difícil como la actual, porque es una especie de pentacrisis, una crisis que tiene cinco lados: política institucional, económica, social, cultural y quizás la más grave de todas: una crisis moral. (Tal Cual, 28-10-2002, p. 4 [La Nación]).
El periodista le hizo saber la existencia de esta situación antes de la presidencia de Chávez, ante lo cual aclaró:
los lados de la crisis existían antes de Chávez, sólo que él las ha agravado todas y además ha frustrado una gran expectativa: que él era el hombre capaz de corregir los errores en que habían incurrido los gobiernos adecos y copeyanos. Pero resulta que lejos de corregir esos errores los ha profundizado, con lo cual el remedio resultó peor que la enfermedad. (Ídem).
Realmente pedirle a un mandatario corregir en escasos tres años los errores de los últimos cuarenta pareciera algo sumamente exigente, diríamos que desproporcionado conociendo los vicios de nuestro sistema político, pero no quedó ahí, los requerimientos fueron aún más drásticos:
Yo le recomiendo al gobierno que organice y prepare una retirada ordenada. (…).
A que el Presidente reconozca que la gravedad de los problemas reclama un gobierno de unidad nacional y que él no está en condiciones de convocar la unidad nacional, porque escogió el camino de la confrontación. (Ídem).
Sin embargo, reconoció nuevamente las carencias y limitaciones de una oposición política desconectada de las necesidades del pueblo venezolano:
La oposición hasta ahora no ha sido capaz de construir un discurso que interprete los sentimientos, los anhelos y las esperanzas de los sectores más golpeados por la crisis. (Ídem).
En pocas palabras, Fernández señaló la incompetencia de Chávez para gobernar y el deber de la oposición de retomar las riendas del país. Sin embargo, reconoció en ésta la falta de compenetración con los sectores más necesitados, así como la falta de programa concreto alguno. Su único aporte consistiría en la certeza y convicción de separar a Chávez del poder. Interesante la facilidad de olvido al no recordar el bochornoso desempeño de AD y Copei en las últimas elecciones presidenciales. Nos llamó la atención igualmente la capacidad extrema de autoestima al decir que no tenían nada que ofrecer, eran dispersos, no le llegaban al pueblo, pero… ya había arribado nuevamente su hora porque Chávez escogió el camino de la confrontación y ellos no.
Oswaldo Álvarez Paz fue más virulento:
Los caminos están señalados. Renuncia o elecciones ya. Militares y civiles avanzan con firmeza hacia la victoria de la sociedad democrática, a pesar de los especialistas en sembrar desconfianza cuando se necesita coraje para actuar. Ha sido dicho que cada tiempo crea sus monstruos, pero también los instrumentos adecuados para destruirlos. Es la hora. Aunque no hay una guerra declarada, las luces rojas están encendidas. Podemos evitarla y recuperar la serenidad. Prolongar la incertidumbre es liquidar la paz. Chávez miente y disimula, pero no puede evadir su responsabilidad. Es un delincuente común. Jamás el tiempo había estado tan nublado por la hipocresía y el cinismo. Están en peligro la libertad y la existencia misma. Si queremos conservar lo mucho o poco que cada cual tiene, hay que rebelarse ya. Paro general indefinido. (“Etapa Final”, El Universal, 30-10-2002, 2-3 [Opinión]).
Al igual que Eduardo Fernández, propuso la renuncia del Presidente Hugo Chávez:
El camino más certero y menos traumático es lograr la renuncia del Presidente. Para ello hay que involucrarse en la desobediencia civil y militar, en el desconocimiento a la autoridad e impulsar el paro cívico activo hasta que Chávez abandone. (…). Este régimen hay que demolerlo. También las causas que lo engendraron. (“Coyuntura definitiva”, El Universal, 13-11-2002, 2-11 [Opinión]).
De interés sería averiguar las causas exactas a las cuales se refirió Álvarez Paz debido a que los partidos políticos AD y Copei, y en particular su dirigencia, tuvieron bastante responsabilidad en el éxito de Hugo Chávez en 1998.
---
Notas al pie
(61) El presidente Hugo Chávez llamó a elecciones el 25 julio de 1999 para escoger los miem- bros que conformarían la Asamblea Constituyente. Esta se instaló el 3 agosto del mismo año y su misión fue elaborar una nueva Constitución.
#AmorPorColombia
Epílogo
A manera de epílogo he querido destacar la actuación de la directiva de Copei en diversas declaraciones y acontecimientos luego de su descalabro electoral en las elecciones presidenciales de 1998, momento en el cual di por concluida la investigación. Igualmente aparecen afirmaciones de Rafael Caldera, si bien ya no formase parte de Copei.
En algunos de los ejemplos señalados me limité únicamente a su exposición, los comentarios parecieron innecesarios.
En la mayoría de estos hechos o testimonios quedan palpables las mismas carencias reiteradamente demostradas a lo largo de todo el trabajo.
Alianzas parlamentarias.
Una vez más Copei demostró ser un partido pragmático y, por ende, atento a cualquier oportunidad para acceder al poder. Fue reducido el espacio político dejado por los resultados de las últimas elecciones presidenciales; sin embargo, a nivel legislativo, aún logró conservar una cuota con la cual negociar.
Atrás quedó el “bipartidismo profiláctico” con Acción Democrática, pues nuevamente Copei conformó alianzas allí donde obtuviera mayores y mejores resultados. En efecto, Copei decidió aliarse con el Polo Patriótico (MVR, MAS, PPT), al igual que con Proyecto Venezuela para la Presidencia del Congreso, ocupándola un militante del MVR, Luís Alfonso Dávila. Y, en la Cámara de Diputados, después de la aprobación de Salas Römer, ganó la presidencia de esta institución el diputado copeyano por el Estado Zulia, Henrique Capriles Radonski.
Curiosamente, Acción Democrática quedó fuera del juego a pesar de haberse convertido en la primera minoría del Parlamento. Con certeza, al Polo Patriótico le interesaría excluir a los adecos de las directivas del Congreso, y Copei no dudó en aprovechar la oportunidad.
Cuando el jefe de la fracción parlamentaria de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, se quejó diciendo que “eso no era bueno para el Congreso, ni para el gobierno ni para el país”, Felipe Mujica, jefe parlamentario del MAS contestó: “Acción Democrática está condenada a quedar excluida de la directiva del Congreso, ya que en la alianza conformada por el Polo Patriótico (MVR, MAS, PPT), Copei y PV sólo falta definir la presidencia del Congreso de Diputados”. (El Universal, 21-1-99, 1-13 [Nacional y Política]).
++++ (…) AD conservará su posición, pero el Polo Patriótico asumirá las curules privilegiadas [sic] que mantenían Copei y Convergencia frente al presidium. (…). Por esto ahora los chavistas comentan en tono jocoso que por primera vez los copeyanos tendrán que observar de perfil los debates en el Hemiciclo. (Ídem).
Copei y el Polo Patriótico.
Interesante la solidaridad inicial de Copei con el Polo Patriótico, en palabras de su Secretario General, Donald Ramírez: “Copei no juega ni jugará al fracaso del presidente Chávez con quien ha sido consecuente desde el inicio del gobierno para buscar el éxito del país, de sus instituciones y del liderazgo nacional”. (El Universal, 16-3-99, 1-13 [Nacional y Política]).
Tres casos de cinismo político.
El 27 de marzo de 1999 se celebró un Comité Nacional Ampliado en el marco del cual se esperaban las renuncias del presidente de Copei, Luis Herrera Campíns y de su secretario general, Donald Ramírez. Aunque ya se había anunciado su interés en aguardar la celebración de la convención nacional del partido y de la elección para Asamblea Constituyente, la dirigencia copeyana contaba con las renuncias a sus cargos por insostenibles. Sin embargo, no ocurrió así, lo máximo logrado fue que Donald Ramírez no aspirase a la reelección y prometiera entregar “(…) la secretaría general al compañero que elija la Convención Nacional”. (El Universal, 20-3-99, 1-12 [Nacional y Política]). Y sostuvo que la finalidad era estrictamente para “(…) garantizar la irrupción de una generación de copeyanos que, por acción u omisión, hemos silenciado y para los cuales están sonando las trompetas de la conquista”. (Ídem).
Estas declaraciones aparecieron rodeadas de cierto cinismo. Por varias razones:
En primer lugar, negar su “aspiración” a la reelección luego del fracaso más abrumador en la historia electoral de Copei. En segundo lugar, ofrecer “generosamente” desprenderse de sus potestades para dejar la vía libre a nuevas generaciones. En tercer lugar, intentar alargar su liderazgo hasta la imposibilidad de mantenerlo, sin importarle la pérdida de credibilidad con el único fin del estertor de una cuota de poder, pero poder al fin.
Otro ejemplo de cinismo fue la declaración ante la juramentación de Irene Sáez como Gobernadora del Estado Nueva Esparta:
En mi calidad de Secretario General de Copei, dirigente político, ciudadano y padre de familia, pido excusas a Irene y al pueblo de Venezuela por la forma desconsiderada como fue tratada desde la misma acera copeyana. Lo que no hicieron Chávez, Alfaro, Salas o Fermín, lo hicieron importantes figuras de nuestra organización. (El Universal, 20-3-99, 1-12 [Nacional y Política]).
Y luego:
(…) en el debate candidatural dimos un espectáculo deplorable pues se cuestionó a Sáez no con observaciones de carácter conceptual o programático sino con menciones que ofendieron su dignidad de dama y de ciudadana con un derecho legítimo a aspirar a la candidatura. (Ídem).
Y para finalizar: “(…) definitivamente creo que fue un error retirarle el apoyo a Irene faltando pocas horas para la elección”. (Ídem).
El último ejemplo de cinismo lo encontramos en la decisión del Secretario General al lanzarse como diputado a la Asamblea Constituyente por el Estado Amazonas en alianza con el gobernador de Acción Democrática, Bernabé Gutiérrez. Los dirigentes copeyanos de ese estado, entre ellos la diputada Carmen Nieves Cardozo, no aceptaron la postulación. Era incomprensible el apoyo de Copei a su eterno enemigo, el adeco Bernabé Gutiérrez, quien, además, tenía acusaciones por corrupción; sin embargo: “La reacción del partido Copei a través de su Tribunal Disciplinario fue expulsar a la presidente del estado, Nieves Cardozo, por desacatar la línea partidista y hacer público su rechazo a la candidatura de Donald Ramírez en alianza con el gobernador adeco de esa entidad (…)”. (El Universal, 22-6-99, 1-13 [Nacional y Política]). Sobran los comentarios.
Por otro lado, no debió ser muy profunda o estrecha la relación entre Donald Ramírez y el Estado Amazonas cuando llegó en cuarto lugar, pero ayudó a confirmar por enésima vez la desesperación por una cuota de poder sin importar donde ni como se obtuviese con la consecuente pérdida de credibilidad.
Copei y Asamblea Constituyente.
El Comité Nacional de Copei renunció en pleno tras conocerse los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente. De los 128 escaños, no obtuvo ninguno. Donald Ramírez, quien hasta ese día había conservado el cargo de Secretario General de Copei, comunicó que la renuncia era irrevocable y obedecía “(…) a 20 años de errores que han desconectado al partido con la realidad del país”. (www3.larepublica.com.pe/1999/JULIO/pdf28/latino.htm.[9-6-2005]). Tal como enunciamos anteriormente, el Secretario General esperó hasta el último momento para desprenderse de su cargo. Y prosiguió el comentario del diario peruano:
Todos los analistas coinciden en señalar que los líderes de AD y Copei no supieron captar la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos a pesar de los reiterados aldabonazos que los ciudadanos les dieron ante las últimas citas ante las urnas.
Mientras los resultados electorales y las encuestas revelaban un creciente e incontenible rechazo popular a ambas agrupaciones políticas, que compartieron el poder desde que en 1958 se instauró un modelo democrático de gobierno, sus dirigentes se aferraban a los cargos y abortaban cualquier conato renovador.
Ni los recurrentes tropiezos ni las insistentes llamadas al cambio surtieron efecto hasta que, el pasado 6 de diciembre, la clara victoria de Chávez en las presidenciales reveló que tanto AD como Copei se habían degradado hasta convertirse en estructuras carcomidas y huecas. (Ídem).
Ramón Guillermo Aveledo, ex Presidente de la Cámara de Diputados, formuló una autocrítica demoledora a raíz de los resultados de la Asamblea Constituyente:
Nos quedamos anclados en la cultura autoritaria; nos preocupamos por hacer miles de kilómetros de carreteras, universidades, hospitales, pero se nos olvidó lo más importante: formar ciudadanos. Desde dentro, fuimos minados por el caudillismo, el clientelismo, la corrupción. Y desde fuera, por el individualismo y la competencia y la rivalidad mediática, y eso socavó cualquier compromiso. (“Tiempo de Obituario”, El Universal, 1-8-99, 1-2 [Nacional y Política]).
Y lanzó un gran reto a Copei: “(…) y aún es un convencido de que los partidos organizados ‘son necesarios’. Lo que pasa es que AD y Copei dejaron de ser partidos y sus retos ahora es volver a serlos”. (Ídem).
Un comentario infeliz, como si un partido se reinventara de la noche a la mañana. Copei dejó de ser partido por todas las equivocaciones y desaciertos cometidos, y por haber intentado difuminarlos en la candidatura presidencial de Salas Römer. De ahí en adelante, nunca recuperará su espacio.
Copei y las nuevas generaciones.
Una de las razones del hundimiento de Copei, analizado extensamente a lo largo de esta investigación, fue la incapacidad de incorporar progresivamente a las nuevas generaciones a cargos directivos, tal como lo expresó Jenny Moreno, una joven politóloga tachirense y dirigente del partido: “Las crisis que vivieron tanto AD como Copei radica en que no reestructuraron a tiempo sus cuadros internos y su dirigencia, impidiendo que los jóvenes asumieran ese liderazgo”. (Tal Cual, 30-9-2002, p. 4 [La Nación]).
Copei y Hugo Chávez.
Tres meses antes del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, José Curiel, el Secretario General de Copei, junto a la Dirección Nacional del partido afirmó en entrevista televisiva que había llegado el momento de poner fin al mandato presidencial de Hugo Chávez:
Nosotros consideramos y ayer lo aprobamos en Comité de la Dirección Nacional de Copei iniciar un movimiento ya a nivel nacional, para constituir una gran alianza democrática para sacar a Chávez, hay que sacar a Chávez, Chávez no puede durar los 5 ó 6 años porque el país no lo aguanta, tan sencillo como eso. (…) sacarlo ahora a través de la vía democrática. Hay nueve vías para sacarlo, pero el movimiento que nosotros hemos decidido emprender es un gran movimiento nacional para sacarlo, porque el país no puede esperar más porque sería la destrucción de Venezuela. Tenemos que unirnos todos los venezolanos para sacar a Chávez y luego para reconstruir a Venezuela. (Programa “La entrevista” con Marta Colomina, en el Noticiero Televen, 30-10-2001).
Fue reiterada en los políticos copeyanos la idea de reconstruir el país. En las últimas elecciones presidenciales dejaron tal vacío de poder que a Hugo Chávez se le hizo muy sencillo ganar las elecciones, se lo pusieron en bandeja de plata. ¿Cuáles eran las bases donde pensaban reconstruir, y reconstruir qué exactamente?
Enrique Naime reconoció que quizás fue un error apuntalar el golpe de Estado de abril de 2002:
(…) pudo haber sido un error avalar con la firma del principal representante de esa organización, José Curiel, el decreto emitido el 12 de abril por el presidente interino Pedro Carmona Estanga para disolver los poderes públicos.
Copei ha estado muy cerca de las personas que repudian el gobierno de Hugo Chávez. Curiel lo que quería era dar un soporte a la petición de 1 millón de personas que participaron en la marcha de ese día. Nosotros pensamos más en la salida de Chávez que en los medios a seguir. (Javier Ignacio Mayorca, El Nacional, 21-8-2002, D/4 [Política]).
Y ante la pregunta del periodista: ¿Cree entonces que hubo golpe? respondió:
Sostuve en la mañana del 12 de abril que se había perdido el hilo constitucional. Negarlo sería injustificable. Pero la forma agresiva de Chávez nos llevó a ese momento. (…) [por eso convoqué] a la unidad en todos los sectores de la sociedad civil (…) para garantizar el éxito de la movilización contra Chávez el próximo 5 de septiembre.
Rafael Caldera también acordó en una salida democrática del Presidente Chávez: “(…) sostuvo que el pueblo debe organizar sus fuerzas para luchar democráticamente ‘en contra de la hegemonía de los poderes públicos, que ya el país no soporta’ ”. (El Nacional, 21-8-2002, D/4 [Política]).
Eduardo Fernández, a su vez, reflexionando sobre el golpe de Estado a Chávez en abril del 2002, reconoció el vacío dejado por los partidos políticos y su incapacidad de recuperar el espacio perdido:
El 11 de abril, durante los dramáticos acontecimientos que ocurrieron, tomé conciencia de lo peligroso que es en un país la ausencia de los partidos políticos. Esa oportunidad tan reciente fracasó porque los que hacían política eran aficionados, empresarios, obispos, militares, medios de comunicación que lo hacían con muy buena intención, pero sin ninguna experiencia. (…). La mayoría de los venezolanos criticamos mucho al gobierno de Chávez pero hasta ahora no se ha construido una alternativa opositora democrática. (Tal Cual, 30-9-2002, p. 4, [La Nación]).
Eduardo Fernández, en entrevista a un diario capitalino, amplió sus conceptos sobre la crisis que atravesaba Venezuela, así como la manera de enfrentarla:
(…) Nunca había presenciado una situación tan difícil como la actual, porque es una especie de pentacrisis, una crisis que tiene cinco lados: política institucional, económica, social, cultural y quizás la más grave de todas: una crisis moral. (Tal Cual, 28-10-2002, p. 4 [La Nación]).
El periodista le hizo saber la existencia de esta situación antes de la presidencia de Chávez, ante lo cual aclaró:
los lados de la crisis existían antes de Chávez, sólo que él las ha agravado todas y además ha frustrado una gran expectativa: que él era el hombre capaz de corregir los errores en que habían incurrido los gobiernos adecos y copeyanos. Pero resulta que lejos de corregir esos errores los ha profundizado, con lo cual el remedio resultó peor que la enfermedad. (Ídem).
Realmente pedirle a un mandatario corregir en escasos tres años los errores de los últimos cuarenta pareciera algo sumamente exigente, diríamos que desproporcionado conociendo los vicios de nuestro sistema político, pero no quedó ahí, los requerimientos fueron aún más drásticos:
Yo le recomiendo al gobierno que organice y prepare una retirada ordenada. (…).
A que el Presidente reconozca que la gravedad de los problemas reclama un gobierno de unidad nacional y que él no está en condiciones de convocar la unidad nacional, porque escogió el camino de la confrontación. (Ídem).
Sin embargo, reconoció nuevamente las carencias y limitaciones de una oposición política desconectada de las necesidades del pueblo venezolano:
La oposición hasta ahora no ha sido capaz de construir un discurso que interprete los sentimientos, los anhelos y las esperanzas de los sectores más golpeados por la crisis. (Ídem).
En pocas palabras, Fernández señaló la incompetencia de Chávez para gobernar y el deber de la oposición de retomar las riendas del país. Sin embargo, reconoció en ésta la falta de compenetración con los sectores más necesitados, así como la falta de programa concreto alguno. Su único aporte consistiría en la certeza y convicción de separar a Chávez del poder. Interesante la facilidad de olvido al no recordar el bochornoso desempeño de AD y Copei en las últimas elecciones presidenciales. Nos llamó la atención igualmente la capacidad extrema de autoestima al decir que no tenían nada que ofrecer, eran dispersos, no le llegaban al pueblo, pero… ya había arribado nuevamente su hora porque Chávez escogió el camino de la confrontación y ellos no.
Oswaldo Álvarez Paz fue más virulento:
Los caminos están señalados. Renuncia o elecciones ya. Militares y civiles avanzan con firmeza hacia la victoria de la sociedad democrática, a pesar de los especialistas en sembrar desconfianza cuando se necesita coraje para actuar. Ha sido dicho que cada tiempo crea sus monstruos, pero también los instrumentos adecuados para destruirlos. Es la hora. Aunque no hay una guerra declarada, las luces rojas están encendidas. Podemos evitarla y recuperar la serenidad. Prolongar la incertidumbre es liquidar la paz. Chávez miente y disimula, pero no puede evadir su responsabilidad. Es un delincuente común. Jamás el tiempo había estado tan nublado por la hipocresía y el cinismo. Están en peligro la libertad y la existencia misma. Si queremos conservar lo mucho o poco que cada cual tiene, hay que rebelarse ya. Paro general indefinido. (“Etapa Final”, El Universal, 30-10-2002, 2-3 [Opinión]).
Al igual que Eduardo Fernández, propuso la renuncia del Presidente Hugo Chávez:
El camino más certero y menos traumático es lograr la renuncia del Presidente. Para ello hay que involucrarse en la desobediencia civil y militar, en el desconocimiento a la autoridad e impulsar el paro cívico activo hasta que Chávez abandone. (…). Este régimen hay que demolerlo. También las causas que lo engendraron. (“Coyuntura definitiva”, El Universal, 13-11-2002, 2-11 [Opinión]).
De interés sería averiguar las causas exactas a las cuales se refirió Álvarez Paz debido a que los partidos políticos AD y Copei, y en particular su dirigencia, tuvieron bastante responsabilidad en el éxito de Hugo Chávez en 1998.
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