Cartagena

Plaza de la Aduana: Alcaldía, Casa Marqués de Premio Real, monumento a Colón y edificio Andian.   Miguel Salazar.

Casa Museo Rafael Núñez, segundo piso.   Miguel Salazar.

Casa de Huéspedes Ilustres.   Miguel Salazar.

Museo de San Pedro Claver. Al fondo, monumento al santo.   Miguel Salazar.

Hotel Charleston Cartagena, antiguo Convento de Santa Teresa.   Miguel Salazar.

Cúpulas y reloj de la iglesia de San Pedro Claver.   Miguel Salazar.

Texto de: Enrique Santos Molano

“La ciudad es curiosísima. Las casas del centro, los templos, el castillo de Bocachica y el de San Felipe, son viejas y monumentales construcciones españolas; todas de piedra, con cada piedra como una cantera y un lujo de solidez formidable. Los barrios nuevos, fuera de las murallas (El Pie de la Popa y El Cabrero) se componen de bellísimas quintas de madera, pintadas de blanco y rodeadas de jardines exuberantes, llenos de acacias florecidas, de habanos rojos y blancos, de árboles de reseda…, de una enredadera maravillosa que llaman resucitado, de grandes flores sedosas y purpúreas, todo eso sombreado de palmas de coco que con sus hojas dentelladas cortándose sobre el cielo azul profundo, y con lo verdoso del mar que se ve a la distancia y la blancura de las quintas, le da al paisaje un aspecto de Oriente. El mar envuelve la ciudad, la circunda, la abraza con su oleaje suave, suavísimo; se aparece aquí al volver una esquina, allí al cruzar una calle, más allá al entrar a una plaza”.

La ciudad así descrita es Cartagena de Indias. Y quien así la describe es nadie menos que José Asunción Silva, el universal poeta bogotano que visitó la ciudad amurallada a finales del siglo xix y sintió la misma admiración asombrada que sin excepción han experimentado, antes y después de Silva, los viajeros de Cartagena.

Y es que la arquitectura de Cartagena es propicia como ninguna para la inspiración poética. Silva agrega a su eficaz descripción: “Aquí en Cartagena asombra la grandeza de la obra llevada a cabo por los españoles; sucede como en Bogotá: toda obra importante es del tiempo de la Colonia; ¡pero qué obras! Las murallas que le hacen a la ciudad como un inmenso cinturón de piedra –más adelante, en el siglo xx, Cartagena fue bautizada como el corralito de piedra–, y que costaron sesenta millones de pesos oro, son dignas de cualquier plaza fuerte española”.

Fundada por Pedro de Heredia en 1533, rica en sucesos históricos de todo género, y en leyendas que han dado origen a notables obras literarias, Cartagena sobrepasa hoy, según estimativos de 2004, los 750 000 habitantes. La ciudad colonial fue declarada patrimonio nacional en 1959 y patrimonio cultural de la humanidad en 1986. La ciudad de Cartagena es puerto, cabecera municipal y capital del departamento de Bolívar, situada sobre la bahía de su nombre, en la costa caribe. El centro histórico de Cartagena ocupa un área de 100 km cuadrados y está compuesto, en su parte civil o urbana, por los barrios de Centro, San Diego y Getsemaní; y en su parte militar por las murallas, las puertas, los castillos de San Felipe de Barajas y San Fernando de Bocachica, y los fuertes del Pastelillo, Manzanillo y Santa Cruz de Castillo Grande.

?En torno a la ciudad vieja se han levantado nuevos sectores como los barrios Pie de la Popa, Crespo, El Bosque, el Pozón, Los Caracoles, Las Américas y Los Corales, entre algunos más densamente poblados, con numerosos hoteles cinco estrellas que atienden el flujo creciente de turistas, y edificios residenciales elevados. La modernización de la ciudad ha hecho que se levanten voces de alerta sobre el peligro en que un progreso indiscriminado podría poner a las murallas y al recinto que protegen.

En lo religioso, la arquitectura de la zona histórica de Cartagena ofrece doce grandes edificaciones, entre iglesias y conventos.

El puerto de Cartagena posee 52 muelles, aptos para barcos de gran tonelaje, y por él se movilizan dos millones de toneladas anuales, de las cuales 1’100,000 corresponden a importaciones. La carga movilizada por ese puerto corresponde al 16% del total nacional.