El verde de todos los colores

La majestad de los árboles de la tierra templada de Colombia se puede apreciar en esta ceiba centenaria que vive en San Peregrino, Manizales, Caldas.   Carlos Pineda.

Texto de: Liliana Villegas

Vengo de un país en donde el verde es de todos los colores
Aurelio Arturo

Recorrer Colombia es comprobar la verdad esencial que nos revela este verso.

En contraste con otros países en donde existen grandes extensiones de tierra en las que predomina un solo ecosistema, como las grandes praderas estadounidenses, la tundra y el desierto en países asiáticos y africanos, en Colombia hay una gran variedad de ecosistemas los cuales conforman uno de los territorios más ricos del planeta en cuanto a diversidad de especies de plantas y de animales.

Una breve enumeración de los ecosistemas que existen en Colombia, cada uno con su propia riqueza, revela por qué Colombia es considerado como un país diverso: la selva amazónica, los inmensos llanos orientales, las tres grandes cordilleras que se desprenden de la gran cordillera de los Andes, el litoral del océano Pacífico y el litoral del mar Caribe, los hermosos valles que se forman entre las cordilleras, la elevada planicie cundiboyacense, las selvas del Chocó, la Sierra Nevada de Santa Marta, las espléndidas sabanas de Bolívar y Córdoba, los desiertos de la Guajira y de la Tatacoa en el Huila, los imponentes nevados, y los páramos, verdaderas fábricas de agua, los ríos y quebradas que descienden desde allí y bañan toda la superficie del país, los escarpados territorios que conforman la tierra templada, bendecida y temida por los volcanes que enriquecen el suelo, el archipiélago de San Andrés y Providencia, los manglares de los dos océanos, los arrecifes coralinos, y un largo y diverso etcétera.

Para el viajero que no es experto en asuntos ecológicos y ambientales, esta diversidad se traduce en belleza. La accidentada geografía del país produce una increíble y hermosa variedad de climas y paisajes. Un viaje de 300 kilómetros entre Bogotá, la capital de Colombia, ubicada a 2 600 metros sobre el nivel del mar, en la gran planicie cundiboyacense de la cordillera Oriental de los Andes, y Cali, la tercera ciudad de Colombia por su población, expone al viajero a una rica variedad de impresiones ambientales: debe recorrer, para empezar, varios kilómetros de la sabana de Bogotá, con su clima frío, sus distintos tonos de verde, sus cultivos de flores y vastas extensiones dedicadas a la ganadería de leche, para luego bajar por el flanco escarpado de la cordillera, en donde reina el clima templado, guaduales, árboles frutales, floridos y de maderas preciosas, hasta el valle del río Magdalena en donde el calor promedio es de 30 grados centígrados.

Luego, el viajero disfruta de la hermosa vista de las planicies del Tolima, tierra fertilizada por las cenizas de los volcanes del Tolima y del Ruiz, en la que hay grandes extensiones cultivadas de arroz y de sorgo, para luego subir lentamente por la cordillera Central, en donde puede ver la sorprendente palma de cera, árbol emblemático de Colombia, descubierta por Humboldt, quien se asombró de que dicha especie creciera en tales alturas, para llegar hasta el páramo, a 3 200 metros sobre el nivel del mar y volver a bajar hacia las ricas tierras del Quindío. De allí se baja hasta el valle del río Cauca, uno de los más fértiles de Colombia, con cultivos de caña de azúcar que se cosechan tres veces al año, hasta llegar a la ciudad de Cali, ubicada en las estribaciones de la cordillera Occidental y a menos de 100 kilómetros del océano Pacífico.

La ubicación geográfica de Colombia, en la esquina noreste de Suramérica, ha puesto al país en el epicentro de una encrucijada de acuerdos ambientales, económicos y comerciales de gran valor estratégico. Colombia pertenece por derecho propio a la comunidad de países andinos, a la de los países de la amazonia, a la de los países de la comunidad caribe, a la de los países de la cuenca pacífica, y es el país puente entre Suramérica y Centroamerica y Norteamérica.

El territorio colombiano representa el 0,77 de las tierras del planeta, pero la biota del país, es decir, los seres vivos relacionados con la flora y la fauna, representan el 10% de los que habitan el globo.