Caquetá, Casanare, Meta

Los llanos Orientales son grandes extensiones de tierra dedicadas principalmente a la ganadería. Sólo en sus estribaciones se cultiva el café. Casanare.   Carlos Pineda.

Llaneros tomando tinto y descansando de sus duras faenas de vaqueros, en el hato San Pablo, municipio de Orocué, departamento del Casanare.   Carlos Pineda.

El piedemonte llanero es el lugar de encuentro entre la inmensa y plana llanura y la cordillera Oriental de los Andes colombianos. Aquí, a 1 200 metros de altura, empieza a aparecer el café.   Carlos Pineda.

Piedemonte llanero.    Carlos Pineda.

Texto de: Liliana Villegas

Piedemonte llanero

Si los cafeteros de la Sierra Nevada de Santa Marta gozan del privilegio de ver el mar desde los cafetales, los cafeteros del piedemonte llanero gozan de un privilegio diferente, pero tan singular, sorprendente y maravilloso como el de aquellos: ver extenderse a sus pies los inmensos territorios que significan los llanos orientales de Colombia, un eterno mar verde que se explaya hasta el horizonte y pareciera nunca acabar.

Los campesinos y agricultores de llano arriba, como le dicen los llaneros a las tierras que se encumbran, se sienten tan llaneros como el que más. La llanura imprime carácter.

Es una tierra de hombres recios, toscos, solitarios y románticos, capaces de cabalgar días enteros en busca de una manada de reses y de vivir aislados durante las épocas de invierno cuando gran parte de la llanura se inunda y es difícil desplazarse a cualquier lugar. Los llaneros se hicieron famosos en el siglo xix, durante la guerra de independencia contra los españoles, por su bravura y por ser magníficos jinetes.

El llano es ralo y de escasa vegetación. La tierra es tan plana que si alguien se para en un punto y mira a lo lejos el horizonte que se extiende a su alrededor, en 360 grados, puede ver y sentir que está en el punto más alto de la llanura, puesto que la tierra es redonda y el horizonte lejano se halla por debajo del observador.

En ciertas regiones del piedemonte, cuando el llano empieza a ondular y aparecen las primeras colinas y luego las faldas de las montañas, la vegetación florece por doquier. Hay inmensos bosques de árboles maderables como el caobo, el cedro, el anisillo; árboles frutales como el aguacate, el mango, el limón, y plátanos, papaya y guanábano; y se cultiva yuca, arracacha, fríjoles, ñame, maíz, auyama, tomate, cebolla, lechuga, cidrón; y plantas medicinales como saúco, hierbabuena, yerbamora, albahaca, menta, limonaria, sábila y llantén; y bellas plantas ornamentales como rosas, jazmín, cayenas, helechos, cresta de gallo, suspiros, besitos, orquídeas, novios, azucenas y hortensias. Y café, por supuesto.

En tres departamentos llaneros que tienen tierra en el piedemonte, Caquetá, Casanare y Meta, se cultiva café. La producción de café de la región no es muy grande, y por lo general las fincas productoras son pequeñas parcelas sembradas de café arábigo. Pero el tamaño de la tierra incide en la calidad de estos cafés especiales, pues los caficultores se esmeran en cuidar los arbustos y en recolectar de manera muy cuidadosa los granos maduros, y en todo el proceso se pone especial cuidado para que la cosecha sea de la más alta calidad. Por eso, sin saberlo, muchas personas en el mundo toman café espresso hecho con cafés provenientes de esta hermosa región de Colombia.