- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
1948
Carrera 7a, Plaza de Bolívar.
Carrera 7ª, entre el parque Santander y la calle 19.
Escuela de Artillería.
Parque Santander.
Iglesia de La Capuchina.
Barrio La Candelaria.
Avenida Jiménez Plaza central de mercado.
Plaza de San Victorino.
Chapinero.
Club Los Lagartos, cerros de Suba.
Club Los Lagartos, cerros de Suba.
Avenida Jiménez.
Aeropuerto de Techo.
Carrera 7a, Plaza de Bolívar
Colegio de San Bartolomé, antiguo edificio de la Aduana, iglesia de San Ignacio, Capitolio, catedral Primada.
Los disturbios desatados el 9 de abril de 1948 por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán dejaron una profunda huella en la ciudad de ese momento y fijaron un derrotero para su desarrollo futuro. La lista de los 136 inmuebles destruidos por el fuego, publicada por el diario El Espectador el 23 de abril del mismo año, permite constatar que uno de los sectores más afectados por los disturbios fue el de la carrera 7ª entre calles 11 y 12. Este hecho originó una de las mayores iniciativas de reconstrucción y de especulación inmobiliaria en la historia de la ciudad. Luego de esta fecha, el centro de la ciudad no fue el mismo: algunos años después el tranvía desapareció de la escena urbana para dar paso exclusivamente a los buses de gasolina como medio de transporte público. El plan de reconstrucción contempló la ampliación de la carrera 7ª y la intervención de algunas edificaciones en el marco de la plaza de Bolívar, como el antiguo edificio de la Aduana y el claustro del Colegio de San Bartolomé, demolido el primero para construir el palacio Arzobispal y el segundo para abrir una plazoleta (ver página 105).
Carrera 7ª, entre el parque Santander y la calle 19
Hotel Regina, capilla del Hospicio, locales, Academia de la Lengua y otros destrozos tras el “bogotazo” del 9 de abril de 1948
En la imagen se observa el tramo de la carrera 7ª comprendido entre el parque Santander —esquina superior izquierda— y la calle 19. Los inmuebles destruidos a lado y lado de la vía en los disturbios del 9 de abril de 1948 albergaban ante todo actividades de tipo comercial, entre las que se pueden mencionar sastrerías, peleterías, almacenes de cadena, comercios de electrodomésticos, misceláneas, licorerías, cigarrerías, floristerías, calzados y droguerías. Otro de los edificios destruidos en esta zona fue el templo del Hospicio, que se puede ver en el centro de la imagen, al costado derecho de la carrera 7ª, haciendo esquina con la calle 18. Este templo, cuyo claustro fue residencia de la Compañía de Jesús hasta 1767, constituía una de las más preciadas joyas coloniales de la ciudad. En la parte inferior derecha se alcanza a ver la estatua de Miguel Antonio Caro en medio de la plazoleta de entrada al edificio sede de la Academia Colombiana de la Lengua, diseño del arquitecto italiano Pietro Cantini, inaugurado en 1918. La estatua, obra del francés Charles Pourquet, fue trasladada luego a la nueva sede de la Academia en la carrera 3a con calle 17, donde aún se encuentra.
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Escuela de Artillería
Carrera 7ª, calle 22 sur Cuarteles de Loyola o antigua Casa de Ejercicios Espirituales de la Compañía de Jesús.
La edificación con planta en cruz que aparece en la fotografía estaba situada en el sector de Fucha, que entonces constituía la periferia sur de la ciudad, entre el río San Cristóbal y Llano de Mesa (ver página 29). Construida alrededor de 1917 por la Compañía de Jesús como Casa de Ejercicios Espirituales, fue conocida durante años sencillamente como la Casa de Loyola. Este lugar de retiro tenía como propósito fundamental brindar un espacio de tranquilidad sin distracciones para los practicantes. Los ejercicios espirituales, descritos por Ignacio de Loyola en una obra publicada en 1548 con ese mismo nombre, consisten en retiros que pueden durar hasta un mes, en los que los participantes se someten a una rutina que incluye un estricto silencio que sólo es interrumpido por algunas lecturas comentadas por los asistentes y discusiones metafísicas. En 1937, cuando la edificación pasó a albergar la Escuela de Artillería, se iniciaron las gestiones para la construcción de una nueva sede. Los trámites se concretaron en 1944 con la construcción de la Casa de Ejercicios Espirituales de Cristo Rey para obreros, en los predios de lo que hoy es el barrio Las Américas (ver página 54). La Escuela de Artillería, que fue creada por el decreto Nº 3184 del 31 de diciembre de 1936, comenzó a funcionar en el edificio que muestra la imagen a partir del 1º de septiembre del año siguiente y permaneció en él hasta marzo de 1955, fecha en la que se trasladó a las modernas instalaciones del sector de La Picota, donde funcionaban las instalaciones del batallón antiaéreo.
Parque Santander
Hotel Granada, iglesias de la Veracruz y de San Francisco; edificio de la Caja Colombiana de Ahorros, avenida Jiménez, carrera 7ª.
La imagen aldeana que tenía el parque Santander, rodeado de casas bajas de apariencia modesta, se comenzó a transformar con la inauguración del hotel Granada (izquierda) en 1928, una edificación neoclásica de seis plantas, que se convirtió por varios años en el centro de la vida social y política del país. Diseñado originalmente en París por Diego Suárez Costa, sus planos fueron adaptados para la construcción por Alberto Manrique Martín, y la empresa chilena Casanovas y Mannheim dirigió la obra. La refinada ornamentación en hierro del edificio fue encargada a París. El hotel Granada fue adquirido por la Nación y demolido en 1953 para dar paso a la construcción del actual edificio del Banco de la República y la ampliación de la avenida Jiménez. El edificio del Banco, inaugurado en noviembre de 1958, es a su vez el símbolo de una institución que se constituyó en el primer motor de la la organización económica y financiera del país en el siglo xx, iniciada en 1923, cuando la misión Kemmerer recomendó la creación del Banco de la República. En el costado superior del parque Santander se encuentran en orden, de izquierda a derecha, las iglesias de San Francisco, La Veracruz y La Tercera. En la imagen se observan algunos de los edificios destruidos en los disturbios del 9 de abril de 1948, entre ellos el hotel Regina, a la derecha del parque Santander, y la casa cural de la iglesia de la Veracruz, detrás de esta.
Iglesia de La Capuchina
Avenida Caracas, calle 14, calle 15, Colegio Departamental de La Merced, ruinas de la sede del periódico El Siglo.
En la parte superior de la imagen se encuentra la iglesia de San José o de La Capuchina, como se le conoce más comúnmente, y el edificio del Colegio Departamental de la Merced. Después de la Independencia, los religiosos capuchinos abandonaron la iglesia y el convento y, casi de inmediato, el Gobierno fundó el Colegio de La Merced y lo instaló en el antiguo claustro. Durante el siglo xix el atrio de la Capuchina y el espacio frente al colegio sirvieron de escenario y de estación para las procesiones civiles y religiosas que se realizaban casi todos los años, y a finales de este mismo siglo, toda el área fue rebautizada como plaza de Camilo Torres, tal como aparece en las guías de la ciudad de 1881 y 1894. En 1926, el edificio del convento, donde ya funcionaba el colegio desde el siglo anterior, fue demolido para edificar el nuevo Colegio Departamental de La Merced, diseñado por el arquitecto Carlos José Lazcano Berti y concluido en 1948. La arquitectrura original de la iglesia también fue transformada hacia la década de 1940 por Pedro Ramón de Subero y su fachada, por Arturo Jaramillo Concha. Desde 1991, el edificio fue entregado en comodato por parte de la Gobernación de Cundinamarca al Distrito Capital para convertirlo en sede de la Academia Superior de Artes de Bogotá. La edificación a la derecha, destruida el 9 de abril de 1948, corresponde a la sede del periódico El Siglo, fundado por Laureano Gómez y José de la Vega en 1936, vocero oficial del Partido Conservador, uno de los dos partidos tradicionales del país.
Barrio La Candelaria
Iglesia de La Candelaria, Casa de la Moneda, palacio de San Carlos.
En el costado izquierdo de la imagen, sobre el punto medio, puede verse la iglesia colonial de La Candelaria. La edificación destruida que aparece en el cuadrante superior derecho corresponde al palacio de San Carlos. En las dos manzanas que se encuentran parcialmente arrasadas a la izquierda se encontraban las sedes de la Nunciatura Apostólica, el Ministerio de Gobierno, el palacio Arzobispal, las facultades civiles de la Universidad Javeriana y la Clínica Central, entre otras, todas las cuales fueron destruidas en los disturbios del 9 de abril de 1948. En el predio en ruinas, situado al lado de la iglesia de la Candelaria, el Banco de la República construyó el primer edificio de la Biblioteca Luis Ángel Arango, obra de la firma de arquitectos Esguerra, Sáenz, Urdaneta y Samper. Posteriormente, el Banco adquirió la totalidad de la manzana para ampliar las instalaciones de la Biblioteca, obra que estuvo a cargo de la firma Álvaro Rivera Realpe y que fue terminada en la década de 1980. En la actualidad estas dos manzanas constituyen uno de los centros culturales más importantes de la ciudad, conformado por la Biblioteca, la Hemeroteca, la Sala de Conciertos y la Sala de Exposiciones de la Casa Republicana en la manzana norte (abajo), el Museo Botero, el Museo de la Casa de la Moneda, el Museo de Arte y los salones de talleres en la manzana sur (arriba). Este museo, obra de los arquitectos Enrique Triana Uribe y Juan Carlos Rojas, posee dos salas flexibles de 500 m2 , un auditorio, un restaurante, un café y varias plazoletas.Avenida Jiménez Plaza central de mercado
Carrera 10ª, calle 10ª, edificio de la Caja Colombiana de Ahorros, iglesia de San Juan de Dios.
En estas páginas se destaca el edificio de la plaza central de mercado, en el sector de San Victorino. Esta edificación reemplazó al antiguo Mercado de la Concepción, llamado así por haber sido construido en los predios del antiguo convento del mismo nombre en 1864, con el fin de alojar la función del mercado que había sido prohibida en la plaza de Bolívar. El edificio, que ocupaba toda una manzana entre las calles 10 y 11 y las carreras 10ª y 11, fue construido entre 1920 y 1927 como parte de las obras de saneamiento de la ciudad propuestas por la compañía Ulen Contracting Corporation, según planos realizados por el arquitecto Pablo de la Cruz. En 1952 se demolió uno de los pabellones que se interponía al trazado de la carrera 10ª y para 1953 fue demolido el resto del edificio. El bullicio del mercado desapareció para dar paso al de los numerosos vehículos que comenzaron a transitar por la ciudad. Para completar esta labor de limpieza, el Decreto 573 de 1957, firmado por el alcalde Fernando Mazuera en su tercer mandato, prohibió la actividad de vendedores ambulantes en las principales vías públicas de la ciudad por razones de “tranquilidad y salubridad”.
Plaza de San Victorino
Avenida Jiménez, avenida Caracas.
En 1883 un acuerdo de la municipalidad definió la plazuela de San Victorino como uno de los cuatro lugares destinados para mercados públicos, específicamente para la venta de maíz, miel, forraje, madera, leña, carbón, ganado mayor y menor, entre otros productos. Este carácter de la plaza como mercado público se mantuvo hasta bien entrado el siglo xx. La pila de agua, obra de fray Domingo de Petrés en 1794, emblema de la plaza, fue demolida en 1907. Tres años más tarde, como parte de las celebraciones del centenario de la independencia, se instaló allí el monumento a Antonio Nariño, obra de Henri Leon Greber. Para 1938, la Guía de Bogotá señalaba la plaza de San Victorino como uno de los lugares oficiales de estacionamiento de la ciudad, definidos por la Administración Municipal, junto con la plaza de Bolívar, el parque Santander, el parque de los Mártires, la estación de la Sabana, la plaza de Las Nieves, el parque del Centenario y la avenida Jiménez, entre otros. Para esta fecha, la plaza se había convertido en un lugar de interconexión de transportes urbanos e intermunicipales. La destrucción de varios inmuebles en las inmediaciones de la plaza en los disturbios del 9 de abril de 1948 marcó en buena medida el futuro de este espacio urbano, que fue sometido en los años siguientes no solo a grandes operaciones de demolición y ensanche, sino también a cambios de uso que lo transformarían de manera importante, entre ellos el trazado y la ampliación de la carrera 10ª, con la consecuente desmembración del centro histórico tradicional. Para mediados de la década de 1950 ya se había logrado adquirir y demoler un gran número de inmuebles con el propósito de ensanchar la plaza, con lo cual, sin embargo, no se logró mejorar la imagen urbana ni la circulación de los vehículos. En 1964, frente al creciente problema de las ventas ambulantes en la ciudad, el Gobierno distrital reglamentó esta actividad y definió 748 puestos en el espacio de la nueva plaza con el fin de arrendarlos a los vendedores ambulantes y concentrarlos en un solo lugar. De esta manera, lo que tradicionalmente había sido uno de los principales espacios públicos de la ciudad desde el periodo colonial quedó ocupado hasta finales del siglo xx por los puestos de vendedores estacionarios. En 1999 el Distrito inició las gestiones para reubicar a estos vendedores en centros comerciales, con miras a recuperar este espacio urbano. Una vez libre, el espacio fue adecuado y entregado a la ciudad al año siguiente.
Chapinero
Avenida Caracas, carrera 13, iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Clínica de Marly.
Las dos vías paralelas del centro de la imagen son la carrera 13 (izquierda) y la avenida Caracas. Este sector es conocido como Marly por la quinta del mismo nombre en la que en 1904 comenzó a funcionar una Casa de Salud que, posteriormente, en 1926, dio lugar a la clínica del mismo nombre. La carrera 13 fue desde 1884 la vía por donde transitaba el tranvía, y la avenida Caracas (llamada así desde 1932), aquella por donde desde 1889 transitaba el ferrocarril del Norte. Con la supresión, a comienzos de la década de 1930, de la línea del ferrocarril sobre esta vía y su traslado más abajo, sobre lo que hoy es la carrera 30, el desarrollo residencial de este sector fue aumentando. Se consolidaron algunos barrios que habían surgido algunos años antes como Teusaquillo y Santa Teresita, y se crearon otros nuevos como Palermo, Alfonso López y Marly, entre otros. La avenida Caracas fue la primera vía de grandes dimensiones, en lo que respecta a su ancho, que tuvo la ciudad para el tráfico de vehículos y peatones. Su diseño inicial para el tramo comprendido entre la calle 26 y la calle 47 estaba concebido como una avenida con dos calzadas divididas por un gran separador y con amplios andenes y antejardines a lado y lado de las calzadas. Los urbanizadores de barrios como Teusaquillo y Santa Teresita, conscientes de la importancia de la vía para la valorización de sus predios, cedieron los terrenos necesarios para su ampliación. En la imagen se aprecia la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en construcción, y lo que hoy es la Universidad de Santo Tomás.
Club Los Lagartos, cerros de Suba
El Club Los Lagartos, que inicialmente se denominó Club Aguas Calientes, debido a la fuente de agua termal que allí brota, se creó en 1936 como un club deportivo asentado en los terrenos de la antigua hacienda Mariel, que formaba parte del municipio de Suba y era propiedad de Hernando Parra Lleras, uno de los fundadores del club. Por su ubicación esta hacienda había sido llamada también La Punta de Suba. Los trabajos de adecuación del terreno incluyeron la formación de la laguna artificial, alimentada por la quebrada Los Molinos, que originó la práctica de deportes acuáticos como el canotaje, las regatas y el esquí. La cuenca hídrica que parte del humedal Córdoba pasa por un canal en el costado sur del lago del club y alimenta al humedal Juan Amarillo. La piscina original de la hacienda fue transformada y ampliada en 1941. En 1948, los socios del club adquirieron cuarenta fanegadas adicionales para ampliar el campo de golf y este mismo año se inauguró la primera sede, construida por la firma Cuéllar, Serrano, Gómez y Cía. Los primeros nueve hoyos de la cancha datan de 1944 y a ellos han seguido sucesivas ampliaciones. En la actualidad, tal como ocurrió con otros clubes construidos en lo que por entonces eran las afueras de la ciudad, las 148 hectáreas que conforman el área del club han quedado rodeadas por zonas densamente urbanizadas. La presencia de estas áreas verdes de uso privado en medio de la ciudad ha motivado debates y propuestas de las autoridades distritales, con el propósito de convertirlas en parques públicos.Avenida Jiménez
Estaciones del ferrocarril de la Sabana y del Sur, plaza España.
El 20 de julio de 1889 se inauguró la primera línea de ferrocarril de 40 kilómetros que conectaba a Bogotá con Facatativá. En 1909 esta línea empalmó con la que conducía a Girardot, paso decisivo para la conexión ferroviaria de la ciudad con la región y con los principales puntos de interconexión fluvial sobre el Magdalena. El punto de la ciudad escogido para situar la estación de la Sabana fue la calle 13 o carretera de Occidente, sitio de entrada a la ciudad desde esta dirección. El proyecto general, obra de los ingenieros William Lidstone y J. A. Adler, complementado por Mariano Sanz de Santamaría, data del año 1907, se inició en 1913 y llegó a término en 1917. La edificación es uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica en la capital. El impacto de este desarrollo sobre esta zona fue decisivo en el futuro, ya que no sólo reforzó la actividad comercial que la caracterizaba, sino que la convirtió en el principal centro de recepción e intercambio de mercancías, así como de muchos de los visitantes que llegaban a la ciudad. La construcción de la línea del ferrocarril del Sur entre 1895 y 1927, que llegaba hasta el salto del Tequendama, y para la cual se construyó una estación anexa a la estación de la Sabana (que se aprecia en la parte inferior de la imagen), reforzó todavía más la actividad del área. Esta última estación fue demolida parcialmente en la década de 1950, cuando se realizó la ampliación de la avenida Jiménez y se remodeló la estación de la Sabana, privándola de muchos de sus ornamentos interiores y adicionándole un tercer piso.
Aeropuerto de Techo
Glorieta de Banderas, avenida de las Américas y humedal de Techo.
En 1929 la compañía privada scadta (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos), antecesora de avianca, adquirió un terreno en la antigua hacienda de Techo, con el propósito de construir un aeródromo. Antes de esto, el aeropuerto comercial más cercano de Bogotá era el de Girardot, donde llegaban los hidroaviones que volaban a lo largo del río Magdalena. Con la entrada en operación de este aeropuerto, arrancó un nuevo periodo en la historia de la ciudad, que pudo expandir sus fronteras comerciales y de comunicación. Entre 1930 y 1935, el volumen de carga y de pasajeros transportado por scadta se quintuplicó. Para finales de la década de 1940 la modernización de la aviación y las condiciones técnicas del aeropuerto de Techo obligaron a pensar en reemplazarlo. La empresa Avianca inició entonces los estudios para la construcción de un nuevo aeropuerto que se llevaría a cabo en la siguiente década. En 1959 el aeropuerto internacional El Dorado reemplazó definitivamente al de Techo (ver páginas 
106-107 y 108-109).
#AmorPorColombia
1948
Carrera 7a, Plaza de Bolívar.
Carrera 7ª, entre el parque Santander y la calle 19.
Escuela de Artillería.
Parque Santander.
Iglesia de La Capuchina.
Barrio La Candelaria.
Avenida Jiménez Plaza central de mercado.
Plaza de San Victorino.
Chapinero.
Club Los Lagartos, cerros de Suba.
Club Los Lagartos, cerros de Suba.
Avenida Jiménez.
Aeropuerto de Techo.
Carrera 7a, Plaza de Bolívar
Colegio de San Bartolomé, antiguo edificio de la Aduana, iglesia de San Ignacio, Capitolio, catedral Primada.
Los disturbios desatados el 9 de abril de 1948 por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán dejaron una profunda huella en la ciudad de ese momento y fijaron un derrotero para su desarrollo futuro. La lista de los 136 inmuebles destruidos por el fuego, publicada por el diario El Espectador el 23 de abril del mismo año, permite constatar que uno de los sectores más afectados por los disturbios fue el de la carrera 7ª entre calles 11 y 12. Este hecho originó una de las mayores iniciativas de reconstrucción y de especulación inmobiliaria en la historia de la ciudad. Luego de esta fecha, el centro de la ciudad no fue el mismo: algunos años después el tranvía desapareció de la escena urbana para dar paso exclusivamente a los buses de gasolina como medio de transporte público. El plan de reconstrucción contempló la ampliación de la carrera 7ª y la intervención de algunas edificaciones en el marco de la plaza de Bolívar, como el antiguo edificio de la Aduana y el claustro del Colegio de San Bartolomé, demolido el primero para construir el palacio Arzobispal y el segundo para abrir una plazoleta (ver página 105).
Carrera 7ª, entre el parque Santander y la calle 19
Hotel Regina, capilla del Hospicio, locales, Academia de la Lengua y otros destrozos tras el “bogotazo” del 9 de abril de 1948
En la imagen se observa el tramo de la carrera 7ª comprendido entre el parque Santander —esquina superior izquierda— y la calle 19. Los inmuebles destruidos a lado y lado de la vía en los disturbios del 9 de abril de 1948 albergaban ante todo actividades de tipo comercial, entre las que se pueden mencionar sastrerías, peleterías, almacenes de cadena, comercios de electrodomésticos, misceláneas, licorerías, cigarrerías, floristerías, calzados y droguerías. Otro de los edificios destruidos en esta zona fue el templo del Hospicio, que se puede ver en el centro de la imagen, al costado derecho de la carrera 7ª, haciendo esquina con la calle 18. Este templo, cuyo claustro fue residencia de la Compañía de Jesús hasta 1767, constituía una de las más preciadas joyas coloniales de la ciudad. En la parte inferior derecha se alcanza a ver la estatua de Miguel Antonio Caro en medio de la plazoleta de entrada al edificio sede de la Academia Colombiana de la Lengua, diseño del arquitecto italiano Pietro Cantini, inaugurado en 1918. La estatua, obra del francés Charles Pourquet, fue trasladada luego a la nueva sede de la Academia en la carrera 3a con calle 17, donde aún se encuentra.
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Escuela de Artillería
Carrera 7ª, calle 22 sur Cuarteles de Loyola o antigua Casa de Ejercicios Espirituales de la Compañía de Jesús.
La edificación con planta en cruz que aparece en la fotografía estaba situada en el sector de Fucha, que entonces constituía la periferia sur de la ciudad, entre el río San Cristóbal y Llano de Mesa (ver página 29). Construida alrededor de 1917 por la Compañía de Jesús como Casa de Ejercicios Espirituales, fue conocida durante años sencillamente como la Casa de Loyola. Este lugar de retiro tenía como propósito fundamental brindar un espacio de tranquilidad sin distracciones para los practicantes. Los ejercicios espirituales, descritos por Ignacio de Loyola en una obra publicada en 1548 con ese mismo nombre, consisten en retiros que pueden durar hasta un mes, en los que los participantes se someten a una rutina que incluye un estricto silencio que sólo es interrumpido por algunas lecturas comentadas por los asistentes y discusiones metafísicas. En 1937, cuando la edificación pasó a albergar la Escuela de Artillería, se iniciaron las gestiones para la construcción de una nueva sede. Los trámites se concretaron en 1944 con la construcción de la Casa de Ejercicios Espirituales de Cristo Rey para obreros, en los predios de lo que hoy es el barrio Las Américas (ver página 54). La Escuela de Artillería, que fue creada por el decreto Nº 3184 del 31 de diciembre de 1936, comenzó a funcionar en el edificio que muestra la imagen a partir del 1º de septiembre del año siguiente y permaneció en él hasta marzo de 1955, fecha en la que se trasladó a las modernas instalaciones del sector de La Picota, donde funcionaban las instalaciones del batallón antiaéreo.
Parque Santander
Hotel Granada, iglesias de la Veracruz y de San Francisco; edificio de la Caja Colombiana de Ahorros, avenida Jiménez, carrera 7ª.
La imagen aldeana que tenía el parque Santander, rodeado de casas bajas de apariencia modesta, se comenzó a transformar con la inauguración del hotel Granada (izquierda) en 1928, una edificación neoclásica de seis plantas, que se convirtió por varios años en el centro de la vida social y política del país. Diseñado originalmente en París por Diego Suárez Costa, sus planos fueron adaptados para la construcción por Alberto Manrique Martín, y la empresa chilena Casanovas y Mannheim dirigió la obra. La refinada ornamentación en hierro del edificio fue encargada a París. El hotel Granada fue adquirido por la Nación y demolido en 1953 para dar paso a la construcción del actual edificio del Banco de la República y la ampliación de la avenida Jiménez. El edificio del Banco, inaugurado en noviembre de 1958, es a su vez el símbolo de una institución que se constituyó en el primer motor de la la organización económica y financiera del país en el siglo xx, iniciada en 1923, cuando la misión Kemmerer recomendó la creación del Banco de la República. En el costado superior del parque Santander se encuentran en orden, de izquierda a derecha, las iglesias de San Francisco, La Veracruz y La Tercera. En la imagen se observan algunos de los edificios destruidos en los disturbios del 9 de abril de 1948, entre ellos el hotel Regina, a la derecha del parque Santander, y la casa cural de la iglesia de la Veracruz, detrás de esta.
Iglesia de La Capuchina
Avenida Caracas, calle 14, calle 15, Colegio Departamental de La Merced, ruinas de la sede del periódico El Siglo.
En la parte superior de la imagen se encuentra la iglesia de San José o de La Capuchina, como se le conoce más comúnmente, y el edificio del Colegio Departamental de la Merced. Después de la Independencia, los religiosos capuchinos abandonaron la iglesia y el convento y, casi de inmediato, el Gobierno fundó el Colegio de La Merced y lo instaló en el antiguo claustro. Durante el siglo xix el atrio de la Capuchina y el espacio frente al colegio sirvieron de escenario y de estación para las procesiones civiles y religiosas que se realizaban casi todos los años, y a finales de este mismo siglo, toda el área fue rebautizada como plaza de Camilo Torres, tal como aparece en las guías de la ciudad de 1881 y 1894. En 1926, el edificio del convento, donde ya funcionaba el colegio desde el siglo anterior, fue demolido para edificar el nuevo Colegio Departamental de La Merced, diseñado por el arquitecto Carlos José Lazcano Berti y concluido en 1948. La arquitectrura original de la iglesia también fue transformada hacia la década de 1940 por Pedro Ramón de Subero y su fachada, por Arturo Jaramillo Concha. Desde 1991, el edificio fue entregado en comodato por parte de la Gobernación de Cundinamarca al Distrito Capital para convertirlo en sede de la Academia Superior de Artes de Bogotá. La edificación a la derecha, destruida el 9 de abril de 1948, corresponde a la sede del periódico El Siglo, fundado por Laureano Gómez y José de la Vega en 1936, vocero oficial del Partido Conservador, uno de los dos partidos tradicionales del país.
Barrio La Candelaria
Iglesia de La Candelaria, Casa de la Moneda, palacio de San Carlos.
En el costado izquierdo de la imagen, sobre el punto medio, puede verse la iglesia colonial de La Candelaria. La edificación destruida que aparece en el cuadrante superior derecho corresponde al palacio de San Carlos. En las dos manzanas que se encuentran parcialmente arrasadas a la izquierda se encontraban las sedes de la Nunciatura Apostólica, el Ministerio de Gobierno, el palacio Arzobispal, las facultades civiles de la Universidad Javeriana y la Clínica Central, entre otras, todas las cuales fueron destruidas en los disturbios del 9 de abril de 1948. En el predio en ruinas, situado al lado de la iglesia de la Candelaria, el Banco de la República construyó el primer edificio de la Biblioteca Luis Ángel Arango, obra de la firma de arquitectos Esguerra, Sáenz, Urdaneta y Samper. Posteriormente, el Banco adquirió la totalidad de la manzana para ampliar las instalaciones de la Biblioteca, obra que estuvo a cargo de la firma Álvaro Rivera Realpe y que fue terminada en la década de 1980. En la actualidad estas dos manzanas constituyen uno de los centros culturales más importantes de la ciudad, conformado por la Biblioteca, la Hemeroteca, la Sala de Conciertos y la Sala de Exposiciones de la Casa Republicana en la manzana norte (abajo), el Museo Botero, el Museo de la Casa de la Moneda, el Museo de Arte y los salones de talleres en la manzana sur (arriba). Este museo, obra de los arquitectos Enrique Triana Uribe y Juan Carlos Rojas, posee dos salas flexibles de 500 m2 , un auditorio, un restaurante, un café y varias plazoletas.Avenida Jiménez Plaza central de mercado
Carrera 10ª, calle 10ª, edificio de la Caja Colombiana de Ahorros, iglesia de San Juan de Dios.
En estas páginas se destaca el edificio de la plaza central de mercado, en el sector de San Victorino. Esta edificación reemplazó al antiguo Mercado de la Concepción, llamado así por haber sido construido en los predios del antiguo convento del mismo nombre en 1864, con el fin de alojar la función del mercado que había sido prohibida en la plaza de Bolívar. El edificio, que ocupaba toda una manzana entre las calles 10 y 11 y las carreras 10ª y 11, fue construido entre 1920 y 1927 como parte de las obras de saneamiento de la ciudad propuestas por la compañía Ulen Contracting Corporation, según planos realizados por el arquitecto Pablo de la Cruz. En 1952 se demolió uno de los pabellones que se interponía al trazado de la carrera 10ª y para 1953 fue demolido el resto del edificio. El bullicio del mercado desapareció para dar paso al de los numerosos vehículos que comenzaron a transitar por la ciudad. Para completar esta labor de limpieza, el Decreto 573 de 1957, firmado por el alcalde Fernando Mazuera en su tercer mandato, prohibió la actividad de vendedores ambulantes en las principales vías públicas de la ciudad por razones de “tranquilidad y salubridad”.
Plaza de San Victorino
Avenida Jiménez, avenida Caracas.
En 1883 un acuerdo de la municipalidad definió la plazuela de San Victorino como uno de los cuatro lugares destinados para mercados públicos, específicamente para la venta de maíz, miel, forraje, madera, leña, carbón, ganado mayor y menor, entre otros productos. Este carácter de la plaza como mercado público se mantuvo hasta bien entrado el siglo xx. La pila de agua, obra de fray Domingo de Petrés en 1794, emblema de la plaza, fue demolida en 1907. Tres años más tarde, como parte de las celebraciones del centenario de la independencia, se instaló allí el monumento a Antonio Nariño, obra de Henri Leon Greber. Para 1938, la Guía de Bogotá señalaba la plaza de San Victorino como uno de los lugares oficiales de estacionamiento de la ciudad, definidos por la Administración Municipal, junto con la plaza de Bolívar, el parque Santander, el parque de los Mártires, la estación de la Sabana, la plaza de Las Nieves, el parque del Centenario y la avenida Jiménez, entre otros. Para esta fecha, la plaza se había convertido en un lugar de interconexión de transportes urbanos e intermunicipales. La destrucción de varios inmuebles en las inmediaciones de la plaza en los disturbios del 9 de abril de 1948 marcó en buena medida el futuro de este espacio urbano, que fue sometido en los años siguientes no solo a grandes operaciones de demolición y ensanche, sino también a cambios de uso que lo transformarían de manera importante, entre ellos el trazado y la ampliación de la carrera 10ª, con la consecuente desmembración del centro histórico tradicional. Para mediados de la década de 1950 ya se había logrado adquirir y demoler un gran número de inmuebles con el propósito de ensanchar la plaza, con lo cual, sin embargo, no se logró mejorar la imagen urbana ni la circulación de los vehículos. En 1964, frente al creciente problema de las ventas ambulantes en la ciudad, el Gobierno distrital reglamentó esta actividad y definió 748 puestos en el espacio de la nueva plaza con el fin de arrendarlos a los vendedores ambulantes y concentrarlos en un solo lugar. De esta manera, lo que tradicionalmente había sido uno de los principales espacios públicos de la ciudad desde el periodo colonial quedó ocupado hasta finales del siglo xx por los puestos de vendedores estacionarios. En 1999 el Distrito inició las gestiones para reubicar a estos vendedores en centros comerciales, con miras a recuperar este espacio urbano. Una vez libre, el espacio fue adecuado y entregado a la ciudad al año siguiente.
Chapinero
Avenida Caracas, carrera 13, iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Clínica de Marly.
Las dos vías paralelas del centro de la imagen son la carrera 13 (izquierda) y la avenida Caracas. Este sector es conocido como Marly por la quinta del mismo nombre en la que en 1904 comenzó a funcionar una Casa de Salud que, posteriormente, en 1926, dio lugar a la clínica del mismo nombre. La carrera 13 fue desde 1884 la vía por donde transitaba el tranvía, y la avenida Caracas (llamada así desde 1932), aquella por donde desde 1889 transitaba el ferrocarril del Norte. Con la supresión, a comienzos de la década de 1930, de la línea del ferrocarril sobre esta vía y su traslado más abajo, sobre lo que hoy es la carrera 30, el desarrollo residencial de este sector fue aumentando. Se consolidaron algunos barrios que habían surgido algunos años antes como Teusaquillo y Santa Teresita, y se crearon otros nuevos como Palermo, Alfonso López y Marly, entre otros. La avenida Caracas fue la primera vía de grandes dimensiones, en lo que respecta a su ancho, que tuvo la ciudad para el tráfico de vehículos y peatones. Su diseño inicial para el tramo comprendido entre la calle 26 y la calle 47 estaba concebido como una avenida con dos calzadas divididas por un gran separador y con amplios andenes y antejardines a lado y lado de las calzadas. Los urbanizadores de barrios como Teusaquillo y Santa Teresita, conscientes de la importancia de la vía para la valorización de sus predios, cedieron los terrenos necesarios para su ampliación. En la imagen se aprecia la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en construcción, y lo que hoy es la Universidad de Santo Tomás.
Club Los Lagartos, cerros de Suba
El Club Los Lagartos, que inicialmente se denominó Club Aguas Calientes, debido a la fuente de agua termal que allí brota, se creó en 1936 como un club deportivo asentado en los terrenos de la antigua hacienda Mariel, que formaba parte del municipio de Suba y era propiedad de Hernando Parra Lleras, uno de los fundadores del club. Por su ubicación esta hacienda había sido llamada también La Punta de Suba. Los trabajos de adecuación del terreno incluyeron la formación de la laguna artificial, alimentada por la quebrada Los Molinos, que originó la práctica de deportes acuáticos como el canotaje, las regatas y el esquí. La cuenca hídrica que parte del humedal Córdoba pasa por un canal en el costado sur del lago del club y alimenta al humedal Juan Amarillo. La piscina original de la hacienda fue transformada y ampliada en 1941. En 1948, los socios del club adquirieron cuarenta fanegadas adicionales para ampliar el campo de golf y este mismo año se inauguró la primera sede, construida por la firma Cuéllar, Serrano, Gómez y Cía. Los primeros nueve hoyos de la cancha datan de 1944 y a ellos han seguido sucesivas ampliaciones. En la actualidad, tal como ocurrió con otros clubes construidos en lo que por entonces eran las afueras de la ciudad, las 148 hectáreas que conforman el área del club han quedado rodeadas por zonas densamente urbanizadas. La presencia de estas áreas verdes de uso privado en medio de la ciudad ha motivado debates y propuestas de las autoridades distritales, con el propósito de convertirlas en parques públicos.Avenida Jiménez
Estaciones del ferrocarril de la Sabana y del Sur, plaza España.
El 20 de julio de 1889 se inauguró la primera línea de ferrocarril de 40 kilómetros que conectaba a Bogotá con Facatativá. En 1909 esta línea empalmó con la que conducía a Girardot, paso decisivo para la conexión ferroviaria de la ciudad con la región y con los principales puntos de interconexión fluvial sobre el Magdalena. El punto de la ciudad escogido para situar la estación de la Sabana fue la calle 13 o carretera de Occidente, sitio de entrada a la ciudad desde esta dirección. El proyecto general, obra de los ingenieros William Lidstone y J. A. Adler, complementado por Mariano Sanz de Santamaría, data del año 1907, se inició en 1913 y llegó a término en 1917. La edificación es uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica en la capital. El impacto de este desarrollo sobre esta zona fue decisivo en el futuro, ya que no sólo reforzó la actividad comercial que la caracterizaba, sino que la convirtió en el principal centro de recepción e intercambio de mercancías, así como de muchos de los visitantes que llegaban a la ciudad. La construcción de la línea del ferrocarril del Sur entre 1895 y 1927, que llegaba hasta el salto del Tequendama, y para la cual se construyó una estación anexa a la estación de la Sabana (que se aprecia en la parte inferior de la imagen), reforzó todavía más la actividad del área. Esta última estación fue demolida parcialmente en la década de 1950, cuando se realizó la ampliación de la avenida Jiménez y se remodeló la estación de la Sabana, privándola de muchos de sus ornamentos interiores y adicionándole un tercer piso.
Aeropuerto de Techo
Glorieta de Banderas, avenida de las Américas y humedal de Techo.
En 1929 la compañía privada scadta (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos), antecesora de avianca, adquirió un terreno en la antigua hacienda de Techo, con el propósito de construir un aeródromo. Antes de esto, el aeropuerto comercial más cercano de Bogotá era el de Girardot, donde llegaban los hidroaviones que volaban a lo largo del río Magdalena. Con la entrada en operación de este aeropuerto, arrancó un nuevo periodo en la historia de la ciudad, que pudo expandir sus fronteras comerciales y de comunicación. Entre 1930 y 1935, el volumen de carga y de pasajeros transportado por scadta se quintuplicó. Para finales de la década de 1940 la modernización de la aviación y las condiciones técnicas del aeropuerto de Techo obligaron a pensar en reemplazarlo. La empresa Avianca inició entonces los estudios para la construcción de un nuevo aeropuerto que se llevaría a cabo en la siguiente década. En 1959 el aeropuerto internacional El Dorado reemplazó definitivamente al de Techo (ver páginas 
106-107 y 108-109).