Santuario de Nuestra Señora del Carmen

Obra maestra del sacerdote salesiano y arquitecto Juan Buscaglione, nacido en Biella, Italia. El templo está inspirado en el gótico sienés y en el laberinto de columnas de la mezquita de Córdoba.    Cristóbal von Rothkirch.

Texto de: Enrique Santos Molano

Don Pedro de Aranda quiso en 1655 dotar de un templo al convento de las monjas carmelitas –fundado en 1606 por doña Elvira de Padilla–, y mandó construir la iglesia del Carmen, que se tuvo como una reliquia colonial hasta el año de 1934, en que fue demolida para dar paso al Instituto Salesiano y a la moderna iglesia de Nuestra Señora del Carmen, joya arquitectónica construida por los padres salesianos para honrar el IV Centenario de la fundación de Bogotá. Así lo dice la plancha de mármol que se colocó en el costado derecho: “Este santuario nacional, homenaje de los salesianos y del pueblo católico de Colombia a la Reina del Cielo, fue solemnemente consagrado el 8 de mayo de 1938, siendo arzobispo primado el excelentísimo señor Ismael Perdomo, como ofrenda a la capital en el IV Centenario de su fundación”.

Al comenzar la demolición del templo antiguo se levantó en la ciudad un clamor unánime, recogido por la prensa, para que la ampliación del Instituto Salesiano, hoy Colegio León XIII, que se haría sobre los terrenos de la iglesia derruida, respetara el Camarín del Carmen, parte de esa edificación, y que estuvo en serio peligro de ser arrasado con ella. El respeto a la opinión salvó el Camarín del Carmen, situado en la calle de su nombre, al menos en su parte exterior que se conserva intacta. Hoy funciona en el interior del Camarín del Carmen, de arquitectura moderna, en lugar del altar mayor del templo, un teatro con capacidad para quinientas personas, uno de los sitios culturales más concurridos de la ciudad.

El templo moderno de Nuestra Señora del Carmen hace parte de la geografía urbana desde su fundación en 1938. Es una de las iglesias más famosas de Bogotá por la monumentalidad de su arquitectura y su espléndido exterior de franjas alternadas de ladrillo rojo y blanco. El diseño y la construcción fueron realizados por el coadjutor salesiano Giovanni Buscaglione. El templo de Nuestra Señora del Carmen está inspirado en la arquitectura ecléctica, basándose en el gótico sienés. Su decoración interior es rica en mosaicos venecianos. El santuario y claustro de Nuestra Señora del Carmen fue declarado monumento nacional en 1993. Ya es tradicional, desde las épocas de la iglesia antigua, efectuar todos los años en Nuestra Señora del Carmen, cada seis de enero, la escenificación de la Adoración de los Reyes Magos, fiesta que atrae a miles de bogotanos y que rivaliza con la de la parroquia de Egipto.

La iglesia de Nuestra Señora del Carmen, emplazada en uno de los sectores más antiguos de la ciudad, atravesado antes por el río San Agustín, en lo que hoy es la calle 7.a, entre carreras 1.a y 7.a, hace un contraste arquitectónico agradable con edificios de gran importancia que se han establecido en la zona: El Archivo General de la Nación, el Archivo de Bogotá, la Superintendencia Bancaria, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y la urbanización Nueva Santafé, que han conformado un conglomerado residencial, administrativo y religioso que ejercerá grande influencia en el desarrollo, recuperación y renovación de los sectores vecinos al sur de la calle 7.a, como Santa Bárbara, Las Cruces, y al oriente como Egipto, Belén y La Peña. Sin duda el rescate arquitectónico y cultural de estos sectores permitirá que la ciudad vuelva a poner sus ojos en el sur, donde se agita una comunidad excluida hasta hoy de las bondades del urbanismo, y ansiosa por incorporarse al promisorio ritmo de vida que nos muestra cómo será la gran metrópoli del siglo xxi, en la que no puede haber zonas al margen del progreso.