Epílogo

François Désiré Roulin / Rennes (Francia), 1796 - París (Francia) 1874 / Orillas del Magdalena / Mercado de Mompox / Acuarela sobre papel / 20,3 x 26,7 cm / Registro 4078 / Ingreso a la colección: noviembre 2003 

François Désiré Roulin / Rennes (Francia), 1796 - París (Francia) 1874 / Orillas del Magdalena / 1823 / Acuarela sobre papel / 20,3 x 26,7 cm / Registro 4076 / Ingreso a la colección: noviembre 2003 

François Désiré Roulin / Rennes (Francia), 1796 - París (Francia) 1874 / Orillas del Magdalena / Hogar de una familia de pescadores / 1823 / Acuarela sobre papel / 20,3 x 26,7 cm / Registro 4080 / Ingreso a la colección: noviembre 2003 

François Désiré Roulin / Rennes (Francia), 1796 - París (Francia) 1874 / La Montaña del Sargento, entre la ciudad de Honda y Guaduas / Acuarela sobre papel / 20,3 x 26,7 cm / Registro 4084 / Ingreso a la colección: noviembre 2003 

François Désiré Roulin / Rennes (Francia), 1796 - París (Francia) 1874 / Plaza de San Victorino, en Bogotá / Acuarela sobre papel / 20,3 x 26,7 cm / Registro 4088 / Ingreso a la colección: noviembre 2003 

Henry Price / Londres (Inglaterra), 1819 - Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), 1863 / Plaza de Zipaquirá / (Provincia de Bogotá) / 1855 / Acuarela sobre papel / 17,2 x 24,9 cm / Registro: 4355 / Ingreso a la colección: noviembre de 2006 

Henry Price / Londres (Inglaterra), 1819 - Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), 1863 / Río San Juan cerca a Toche / (Provincia de Córdoba) / 1852 / Acuarela sobre papel / 15,9 x 24,5 cm / Registro: 4311 / Ingreso a la colección: noviembre de 2006 

Henry Price / Londres (Inglaterra), 1819 - Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), 1863 / Páramo de Ruiz / (Provincia de Córdoba) / 1852 / Acuarela sobre papel / 23,6 x 17,4 cm / Registro: 4316 / Ingreso a la colección: noviembre de 2006 

Henry Price / Londres (Inglaterra), 1819 - Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), 1863 / Vista del volcán de Puracé y nevado de Sotará / (Provincia de Popayán) / 1853 / Acuarela sobre papel / 17,2 x 25 cm / Registro: 4345 / Ingreso a la colección: noviembre de 2006 

Edward Walhouse Mark / Málaga (España), 1817 - Norwood (Inglaterra), 1895 / Salto del Tequendama / 1847 / Acuarela sobre papel / 24,8 x 41,5 cm / Registro: 0031 / Ingreso a la colección: 1958 

Edward Walhouse Mark / Málaga (España), 1817 - Norwood (Inglaterra), 1895 / El Banco en el Magdalena, pescadores / 1845 / Acuarela sobre papel / 17,3 x 24,8 cm / Registro 108 / Ingreso a la colección: 1958 

Edward Walhouse Mark / Málaga (España), 1817 - Norwood (Inglaterra), 1895 / Caimán del Magdalena / Ca. 1846 / Acuarela sobre papel / 17,3 x 25 cm / Registro 155 / Ingreso a la colección: 1958 

Edward Walhouse Mark / Málaga (España), 1817 - Norwood (Inglaterra), 1895 / Santa Marta / 1843 - 1856 / Acuarela sobre papel / 34,9 x 50 cm / Registro 0005 / Ingreso a la colección: diciembre 1957 

Edward Walhouse Mark / Málaga (España), 1817 - Norwood (Inglaterra), 1895 / Puente sobre el Gualí. Honda / 1843 - 1856 / Acuarela sobre papel / 16,9 x 25 cm / Registro 0022 / Ingreso a la colección: mayo 2005 

Charles Empson / Inglaterra, Ca. 1794 - 1861 / Honda, puente sobre el río Gualí / Narrative of South America / Londres, 1836 / Impreso, grabado en cobre iluminado / 15 x 24 cm / Libros raros y manuscritos / Biblioteca Luis Ángel Arango 

Charles Empson / Inglaterra, Ca. 1794 - 1861 / El Cienega / Narrative of South America / Londres, 1836 / Impreso, grabado en cobre iluminado / 15 x 24,3 cm / Libros raros y manuscritos / Biblioteca Luis Ángel Arango 

Charles Empson / Inglaterra, Ca. 1794 - 1861 / Cacique cayendo en el precipicio de Pamplona /Narrative of South America / Londres, 1836 / Impreso, grabado en cobre iluminado / 22 x 18,3 cm / Libros raros y manuscritos / Biblioteca Luis Ángel Arango 

Rafael Salas / Quito (Ecuador), 1828 - 1906 / Vista del Chimborazo / Ca.1870 - 1880 / Óleo sobre tela / 76,5 x 114,7 cm / Registro 123266 / Ingreso a la colección: febrero de 2003 

Rafael Troya Jaramillo / Carangui (Ecuador), 1845 - Ibarra (Ecuador), 1920 / El Cotopaxi visto desde el río Alaquez / 1892 / Óleo sobre tela / 62 x 92 cm / Registro 3124 / Ingreso a la colección: abril de 2000  

Giovanni Ferroni / Ancona (Italia), 1853 - Bogotá (Colombia), 1898 / Monserrate / Óleo sobre tela / 20 x 15 cm / Registro: 2954 / Ingreso a la colección: diciembre de 2004 

Giovanni Ferroni / Ancona (Italia), 1853 - Bogotá (Colombia), 1898 / Boquerón / 1897 / Óleo sobre madera / 20 x 15 cm / Registro 2955 / Ingreso a la colección: diciembre de 2004 

Felipe Santiago Gutiérrez / Texcoco (México), 1824 - 1904 / La corrosca / Ca. 1877 / Óleo sobre tela / 55 x 48 cm / Registro 1126 / Ingreso a la colección: agosto de 1980  

Felipe Santiago Gutiérrez / Texcoco (México), 1824 - 1904 / Indias de Oaxaca / Indias disputándose una tortilla / Ca. 1877 / Óleo sobre tela / 100 x 80 cm / Registro 1125 / Ingreso a la colección: agosto de 1980 

El arte de los viajeros

La escuela humboldtiana y la “pintura de la naturaleza”

Este episodio tiene que ver con una escuela internacional a la inversa: En lugar de los americanos buscar influencias de arte en Europa, los pintores europeos viajan y traen esas influencias mediante obras que, en su mayoría, realizan en estos territorios. Se puede afirmar que el paisaje clásico llegó al país con Alejandro de Humboldt quien, después de su único viaje a América (1799-1804), regresó a Europa cargado de apuntes sobre las distintas regiones que visitó. En Roma encargó a artistas alemanes los grabados para ilustrar sus libros de geografía de América. Con los grabados de Vistas de las cordilleras, inició una revolución visual y planteó el programa del paisaje en América en el siglo xix.

El paisaje clásico, idealista, denominado “paisaje heroico” debía combinarse con la exuberancia del trópico. El aire que se respira en el Paso del Quindío, grabado por el alemán Josef Anton Koch (1768-1839), convirtió el nevado del Tolima y la cordillera, en un gran paisaje de la Grecia clásica.

Humboldt también aportó, a la iconografía paisajística, la mirada de lo pintoresco. En 1792, el inglés William Gilpin (1724-1804) formuló la teoría de lo “pintoresco” —del italiano pittoresco—, que busca que la naturaleza parezca una pintura, un cuadro. Esta teoría condensa las búsquedas en el arte de los jardines, del paisajismo, la arquitectura y la ornamentación que se traduce en alabanza de los objetos rudos, imperfectos e inacabados. No fue solamente por interés científico que indagaba las ruinas, el follaje, los torrentes sino por razones estéticas.

La otra vertiente con que contribuyó en la visión del paisaje americano fue su relación directa con el romanticismo alemán. Acá encontró lo grandioso de la Creación; la naturaleza en su totalidad.

Bajo estas tres corrientes —paisaje heroico, pintoresquismo y romanticismo—, Humboldt hizo visible en el género de paisaje lo que llamó la “pintura de la naturaleza” 1.

Texto e imagen

En Europa las publicaciones científicas y el nacimiento del periodismo, que incluía ilustraciones y memorias de viajeros, afectó el arte de los países americanos y estimuló el intercambio. Con la invención, en el siglo?xviii, de la xilografía de pie, técnica idónea para la impresión de ilustraciones, la industria editorial europea entró en franco desarrollo.

“Los europeos de la primera mitad del siglo xix —dice Jean-Paul Duviols— descubrieron la naturaleza y los hombres de comarcas lejanas por la imagen que, por primera vez, se une a un texto de manera eficaz. Alejandro de Humboldt no es extraño a esta revolución visual. Su influencia fue decisiva para la creación y difusión de la imagen artística y científica de América, de Chile a México, pero sobre todo a las regiones equinocciales (…). Con la magnífica iconografía de las Vistas de las cordilleras, el sabio viajero muestra la vía para establecer un equilibrio entre texto e imagen” 2.

Su prestigio impulsó la proliferación de excursiones científicas como las nacidas con la Ilustración. Arte y ciencia se confundían en las publicaciones. A raíz de las nuevas excursiones inspiradas en Humboldt, hubo numerosas ediciones de Viajes pintorescos.

El periodismo descubrió el valor comercial de las memorias de viajes y se convirtió en patrón de nuevos viajeros. Las crónicas debían ir ilustradas. Los viajeros tomaban apuntes, o contrataban a un pintor local, o compraban dibujos a otros viajeros, lo cual originó un verdadero tráfico de imágenes donde se combinaban toda clase de ilustraciones de diferentes libros.

La mayoría de los viajeros traían referencias de Humboldt y habían tenido acceso a sus publicaciones. Charles Empson (Ca. 1794–1861), quién recorrió el territorio la Nueva Granada en 1835, lo menciona: “Las gloriosas descripciones de Humboldt han llevado a muchas personas sin otro motivo distinto a contemplar la naturaleza en toda su majestuosidad, a explorar estas regiones tan maravillosamente vestidas con vegetación primaveral, tan abundantes en cada producto de gran interés para la humanidad. Fue mi dicha asociarme con muchos viajeros que se habían establecido con anterioridad en la república, antes de que cualquiera de las naciones europeas supiese de la independencia de Columbia (sic), y compartieran las vicisitudes de la guerra revolucionaria; pero encontraron amplia compensación a todas sus privaciones en la inagotable variedad del nuevo mundo. Un campo tan rico y amplio demostró ser una tentación irresistible para el hombre científico; (…) no resultaron ser menos atractivas para el comerciante, mientras que las escenas de belleza y grandeza ofrecían los más fascinantes encantos para la imaginación del entusiasta” 3.

La obra de Empson, presente en la colección de la Biblioteca Luis Ángel Arango, está impregnada del pintoresquismo inglés vertido en insuperables grabados iluminados. Los puentes, las montañas, los troncos de los árboles son objetos rudos, que deleitan el ojo en sus quiebres.

En Norteamérica nació una escuela romántica del paisaje, la “Escuela del río Hudson”, cuyo verdadero carácter viene de la luz. De dicha escuela procede uno de los viajeros más importantes que visitó la Nueva Granada entre 1853 y 1856, Frederic Edwin Church (1826-1900), quien recibió el impacto de Humboldt al leer la primera versión en inglés de Cosmos.

A partir de esa revelación, partió para Suramérica, seguro de que el propio Humboldt dirigía espiritualmente sus pasos. Tal como deseó el sabio prusiano, pintó grandes óleos y tomó apuntes. Al regresar a Nueva York, produjo unas pinturas de gran formato, en las que combinó panoramas que permitían ver en una sola vista, paisajes de Colombia y Ecuador.

La colección de viajeros: una fortaleza

Antes del año 1957 —que se considera el comienzo de la colección de arte— el Banco de la República ya había adquirido, en 1954, como un documento valioso, el álbum de acuarelas del diplomático y viajero Edward Walhouse Mark (1817-1895). Las acuarelas permanecieron guardadas en la reserva del Museo del Oro hasta diciembre de 1958 cuando pasaron a la Biblioteca Luis Ángel Arango.

La Biblioteca ha perseverado en la búsqueda y la adquisición de libros de viajeros. Por su parte, el Banco de la República ha programado en épocas recientes la compra de las obras que realizaron estos pintores durante su paso por el país, entre ellas una obra del pintor académico Jean Baptiste Louis Gros (1793 - 1870). La colección cuenta además con acuarelas de viajeros científicos, entre ellos François Désiré Roulin (1796-1874) y Henry Price (1819-1863) que dejaron en sus obras registros del país. El primero, como parte de la misión científica fundacional del Museo Nacional de Colombia en 1823; el segundo, durante 1853, como pintor de la Comisión Corográfica, la empresa estatal de reconocimiento del territorio más importante de la República.

La colección también cuenta con viajeros de lo que se ha denominado “escuela de Humboldt”, entre ellos artistas nacidos en Latinoamérica. Un ejemplo es el del académico mexicano Felipe Santiago Gutiérrez (1824-1904), que realizó paisajes del río Magdalena y su entorno. Cuando arribó a Bogotá el 21 de septiembre de 1873, su destino no era propiamente el de viajero, venía recomendado por el escritor Rafael Pombo para enseñar en la recién fundada Academia de Bellas Artes (Escuela Vásquez). En la capital mostró sus retratos, sus paisajes y sus cuadros típicos; dos de estos últimos se destacan en la Colección del Banco de la República.

Ecuador fue fructífero en la producción de obras de la escuela de Humboldt. Dos pintores, Rafael Salas, (1828- 1906) y Rafael Troya Jaramillo (1845-1920), que viajó como pintor en la Comisión de Stübel y Risse, muestran la grandeza andina.

¿Son las obras de los viajeros arte internacional? La unión arte-ciencia-periodismo le da un sentido diferente. Todos los viajeros tenían atracción por el abismo y el peligro. ¿Cómo se convierte esa experiencia en estética? ¿Cómo es la relación con lo sublime? Manuel Ancízar responde en Peregrinación de Alpha, al recorrer los caminos de Santander: “Un lecho de piedra separa lo bello de lo terrible”.

Notas

• 1. Alejandro de Humboldt. Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo. Buenos Aires, Editorial Glem, 1944.
• 2. Jean-Paul Duviols et Charles Minguet. Humboldt Savant-citoyen du monde. París. Gallimard, 1994, pp. 78 y 132.
• 3. Charles Empson, Narratives of South América, Illustrating Manners, Customs and Scenery. Londres, Editado por Williams Edwards, 1836, s.p.