- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
1964 - 1968
Inauguración de los programas de "Promoción Profesional Popular" en el barrio Meissen.
Inauguración de los programas de "Promoción Profesional Popular" en el barrio Meissen.
Los equipos móviles: respuesta a la necesidad de agilizar la formación profesional.
La construcción: Sector prioritario en la década del setenta.
Texto de: Ricardo Lucio A.
Asesor Nacional de Planeación, SENA
El SENA pretende, para esta época, trabajar en dos líneas fundamentales: la consolidación y perfeccionamiento de lo que se ha hecho hasta ahora y la ampliación de sus actividades hacia sectores prioritarios que no han sido atendidos. Para ello necesita una Tecnificación de los aspectos organizativos y dar énfasis a sus mecanismos de planificación y evaluación.
Los motivos de estos propósitos aparecen ya desde 1961, cuando el SENA justifica la solicitud de un segundo convenio de Asistencia Técnica del Fondo Especial de las Naciones Unidas, con las siguientes razones:
- Necesidad de resolver los problemas de orden administrativo y técnico tanto a nivel regional como nacional y poder mantener el buen funcionamiento de los programas de formación con sistemas de control en los centros y en las empresas.
- Poder asesorar a los responsables de la formación tanto a nivel de la capacitación de los instructores, como de la preparación del material didáctico que se vaya a utilizar en la nueva etapa.
- Necesidad de ampliar la formación de instructores a los sectores agrícola y comercial, creando nuevos centros.
El convenio comienza a funcionar en 1964, con los siguientes objetivos, que traducen en gran medida los propósitos generales del SENA para el período:
- Reforzar los servicios centrales de planificación, finanzas, administración, orientación y selección de profesionales y supervisión técnica de la formación.
- Mejorar los servicios encargados de la preparación del material y el personal docente orientado especialmente hacia el sector industrial, con el fin de preparar técnicos y supervisores para la industria, que formen a los trabajadores en sus puestos de trabajo.
- Dar capacitación a personal de mando para el sector agropecuario a fin de que contribuya a la formación de la mano de obra en los puestos de trabajo en el campo.
Modificaciones estructurales
Una serie de normas y disposiciones, que se traducen en una redistribución de los recursos y las funciones del SENA, significan un profundo cambio estructural y una modernización de la entidad. La mayor parte de dichas normas se produce en 1963, razón por la cual debe designarse el año 1964 como el comienzo de una nueva etapa.
La ley 58, de marzo de 1963, aumenta sustancialmente los recursos financieros; los aportes suben del 1 al 2 % de la nómina de las empresas; las empresas con obligación de aportar ya no son las que tengan $100.000 de capital o un mínimo de 2Q. empleados, sino las que tengan $50.000 de capital o un mínimo de 10 empleados; además, se incluyen entre las entidades que tienen que aportar el 2 % las empresas y establecimientos públicos descentralizados; por otra parte, las entidades públicas a nivel nacional, departamental o municipal deben aportar al SENA el 0.5% de su nómina, con el fin de poner en funcionamiento programas de formación acelerada para el personal del servicio militar obligatorio. Gracias a esta ley, el SENA duplica sus ingresos por concepto de aportes para 1964, con respecto al año anterior (incremento del 95.2 %). El Consejo Nacional reglamenta también la manera como las seccionales deben distribuir sus recursos; como la seccional debe remitir un 20% de sus ingresos a la dirección nacional, el 80% debe ser ejecutado de la siguiente manera: 35% para el funcionamiento directo de las actividades de formación profesional, 30% para inversiones y dotación de centros de capacitación y un 15 %, como máximo, para gastos de administración.
Desde el punto de vista administrativo, la dirección nacional del SENA se organiza en dos grandes estructuras: la Dirección Técnica y la Dirección Administrativa. La primera aglutina las divisiones de recursos humanos, ingeniería y arquitectura y las tres grandes divisiones de fin, encargadas de coordinar los servicios en los tres sectores económicos fundamentales: Industrial, Agropecuario y Comercio y Servicios. La dirección administrativa aglutina todo el trabajo de apoyo logístico a la labor de formación profesional: finanzas, relaciones industriales, coordinación de seccionales, control, divulgación, archivo, etc. Se configura con estos elementos un organigrama más funcional de la entidad, normalizado en el acuerdo No. 7 del Consejo Nacional, de diciembre de 1963. Las seccionales se organizan también en una estructura administrativa y en otra técnica; a las estructuras de la dirección nacional se les da un carácter de coordinación y las de las seccionales son más que todo de ejecución. Más tarde, las dos grandes direcciones nacionales pasarán a llamarse Subdirección Nacional Administrativa y Subdirección Nacional de Operaciones. El mismo acuerdo No. 7 clasifica a las seccionales según su nivel de ingresos y recursos, en cuatro grupos, estableciendo así una jerarquía entre ellas.
El propio concepto de formación profesional sus alcances y su metodología, también se clarifica; se explicitan y rectifican criterios que habían venido imponiéndose en la práctica. El acuerdo 4 de 1963 define y fija los objetivos de la formación profesional:
“La formación profesional que imparte el SENA en Colombia, comprende todos los modos de formación que permitan a una persona adquirir y lo desarrollar, ya sea en los Centros del SENA o en los lugares de trabajo, los conocimientos necesarios para ejercer un empleo o para ser promovida, en cualquier ramo de la actividad económica” [Art. 1o ].
Este acuerdo tipifica los diversos “modos” o sistemas de formación profesional que imparte el SENA; define la metodología de la formación profesional como activa, analítica y dinámica; así mismo, para acoplar los distintos niveles de formación profesional, distingue metodológicamente las ocupaciones según el grado de calificación que necesite el trabajador para ejercerla con eficacia: no calificada, semicalificada, calificada y altamente calificada.
Estas precisiones sobre la formación profesional serán complementadas en 1965 con la Instrucci6n 47 de la Dirección Nacional, que establece un sistema de elaboración de programas de formación profesional y con la resolución 0479 del Ministerio del Trabajo, que establece 57 oficios motivo de aprendizaje ampliando así la lista entonces existente: 6 para el sector agropecuario, 40 para el sector industrial y 11 para el sector de comercio y servicios. Por último, la instrucción 125 de 1968 hará una clasificación de las materias del currículo de formación profesional.
El Centro Nacional de Formación de Instructores sufre algunas modificaciones de importancia. Dicho centro, dedicado fundamentalmente al sector industrial, ha sido objeto de gran parte de la asesoría de los expertos de la OIT durante el primer convenio. En 1963 se desplazan sus labores hacia las regionales, buscando una complementaci6n y asesoría para los instructores en sus sitios de trabajo. Entre 1963 y 1964, se crean dos nuevos centros para la formación de instructores agropecuarios y del sector comercio y servicios, en Gaira (Departamento del Magdalena) y Bogotá, respectivamente. El centro de Formación de Instructores Agropecuarios será trasladado posteriormente al Centro Agropecuario de El Espinal, Tolima.
Estos tres centros, adscritos a las divisiones operativas correspondientes, serán fusionados en 1968 en un solo centro dependiente de la división nacional de relaciones industriales.
También se implantan nuevos sistemas de contabilidad y reporte estadístico. Se comienza a trabajar con un sistema de contabilidad de costos, que más tarde pasa al sistema presupuestario, lo cual permite establecer costos de la formación profesional en sus diversas ramas. Además, las mejoras en los sistemas de registro estadístico permiten publicar anualmente, comenzando con 1965, un "análisis cuantitativo y cualitativo de la Formación Profesional".
En el plano operativo se destacan en este período el impulso dado al sector agropecuario, el nacimiento de centros nacionales especializados y una serie de acciones y programas que tienden a extender la formación más allá de los centros.
Sector Agropecuario
Uno de los trabajos convenidos en el Segundo Proyecto de Asistencia Técnica del Fondo Especial de las Naciones Unidas es el de la organización de la división agropecuaria y de los centros agropecuarios.
La primera promoción ingresa al nuevo Centro Nacional de Formación de Instructores Agropecuarios en 1964*. El crecimiento de los centros agropecuarios, entre 1963 y 1967, es un buen indicador del alto porcentaje de recursos invertidos en el sector. Entre los centros más importantes inaugurados en esta época, figuran el de La Salada en Antioquia (1963), Gaira en Magdalena (1964), El Espinal en Tolima (1967), Buga en el Valle (1967) y la Sabana en Cundinamarca. Otros centros agropecuarios de menor magnitud se encuentran funcionando para 1967 en el Meta, Atlántico, Bolívar, Cauca, Norte de Santander, Nariño, Córdoba, Huila, Boyacá y Caldas.
Para hacer más extensiva la labor desarrollada en el campo, el SENA firma una serie de convenios de asistencia en formación profesional y colaboración mutua con entidades orientadas hacia el agro colombiano: la Federación de Cafeteros (1965), el Ministerio de Justicia (1967), el Instituto Colombiano Agropecuario ICA (1967), la Fundación Antonio Puerto de Boyacá (1966), el Instituto Colombiano de Reforma Agraria INCORA (1965); las Fuerzas Militares (1965), la Caja Agraria (1963 y 1968) y el Instituto Nacional de Fomento Tabacalero (1968).
Como resultado de este impulso, se observa un continuo crecimiento en la participación porcentual del sector sobre el total de alumnos-trabajadores vinculados al SENA:
Porcentaje de alumnos pertenecientes al sector agropecuario sobre el total de egresados del sena en 1964-1968
Todos los modos de formación | Aprendizaje | |
1964 | 16.9 | 5 |
1965 | 20.1 | 3 |
1966 | 24.7 | 4 |
1967 | 25.5 | 5 |
1968 | 40.5 | 3 |
Este porcentaje, sin embargo, es todavía muy bajo para el aprendizaje. La temprana edad con que se vinculan al trabajo los adolescentes del campo y la continua migración a la ciudad del personal más capaz hace que sea difícil el desarrollo de cursos agropecuarios de larga duración, en centros muy bien dotados pero, quizá por eso mismo, muy distantes del medio en que se mueve el campesino colombiano. Tampoco logra el SENA concebir una metodología específica para la formación en centros fijos para el sector agropecuario; lo que se hace en un principio es aplicar el método de aula?taller, analítico?dinámico y activo, con sus unidades?ejercicio, que fue ideado primordialmente para satisfacer las necesidades del sector industrial.
Estas dificultades obligan a buscar alternativas a la formación profesional para el sector primario, que más tarde pasarán a aplicarse a otros campos; tal es el caso del desplazamiento de instructores y equipos de trabajo por veredas y pueblos impartiendo formación profesional en los sitios de labor, de acuerdo con las necesidades concretas, siguiendo el ritmo de las cosechas, etc.
Centros Nacionales Especializados
Hasta esta época la unidad operativa del SENA ha sido la seccional. Por esto, todas las actividades de formación profesional tienen carácter regional; la construcción de un centro requiere una planificación cuidadosa desde el punto de vista de las posibilidades financieras y de las necesidades regionales. Esto hace que si las necesidades se repiten en varias regiones, las actividades también: especialidades tales como las metalmecánicas en industria y trabajo de oficina en comercio aparecen en casi todas las regionales, con talleres y equipo muy similares. Los estudios de las necesidades de la industria, principalmente, dejan entrever ahora una serie de sectores no atendidos, de gran prioridad nacional, que requieren la construcción de unos centros con talleres y equipo muy modernos y altamente especializados; pero no se justifica el repetir las inversiones en varias regionales; se planea entonces la construcción de una serie de centros que tengan cobertura nacional, localizados en la zona geográfica de mayor influencia con respecto al sector económico que se pretenda atender. La financiación de dichos centros se hará en parte con recursos de la dirección nacional, en parte con recursos de las seccionales. Para dichos centros 5e requiere asesoría técnica especial, la cual es prestada por expertos de la OIT, o bajo convenios específicos con diferentes países (Holanda, Francia, Inglaterra, Alemania, etc.).
En 1964 comienza a funcionar el Centro Nacional de la Confección en la ciudad de Pereira y en 1965 el Centro Nacional Textil de Medellín; se proyectan tambi6n los Centros Nacionales de Artes Gráficas y Fundición para la ciudad de Bogotá, y uno Náutico Pesquero para la Costa del Pacífico, que comenzarán a funcionar entre 1968 y 1969. Otros centros nacionales que comienzan a planearse y serán construidos más tarde, son los de Hotelería y Turismo, Mandos Medios y Construcción.
Formación fuera de los centros
Durante sus primeros años, el SENA funciona en instalaciones provisionales. Después viene el período de construcción de los centros de aprendizaje y de la elaboración de una metodología completa, destinada fundamentalmente al aprendizaje de ellos: se generan así grandes fábricas de formación profesional para trabajadores alumnos de tiempo completo. El aprendizaje, por ejemplo, es el renglón que más recursos absorbe en instructores, horas de formación, equipo, presupuesto, etc. Pero, ya desde el comienzo, se capta también que no todo puede ser aprendizaje, ni todo debe reducirse a la formación en los centros.
La formación agropecuaria, por ejemplo, había tenido que desplazarse en equipos móviles ya desde 1965, a fin de cubrir una población representada en adultos que no pueden abandonar fácilmente su puesto de trabajo y atender empresas pequeñas y pequeños propietarios; en el sector industrial se ve la necesidad de modificar programas de formación, hechos para el aprendizaje, a fin de hacer más efectiva la formación de adultos, tanto en el centro como en la empresa. Pero no basta con hablar de formación en la empresa; es necesario formar la empresa misma, desarrollar en ella sus estructuras de capacitación, de promoción y de relaciones industriales.
Por otra parte, la formación no debe limitarse a los trabajadores de base: al pensar en mecanismos de promoción y ascenso para las empresas, debe pensarse también en la formación de aquellos mandos que no están en una posición jerárquica lo suficientemente elevada como para ser objeto de educación de tipo superior o universitario, pero sí necesitan un nivel de calificación superior al del trabajador calificado de base.
En Medellín se había realizado un experimento piloto: el SENA asesoró cuatro empresas textiles en análisis de líneas de ascenso, formación para la promoción y formación en el empleo. Esta experiencia di6 tan buenos resultados, que en 1960 funcionarios de las empresas afectadas visitaron los consejos de otras seccionales, proclamando la bondad del sistema implantado por el SENA en Antioquia.
Todos estos antecedentes cristalizan en 1966 en tres programas, que se irán a desarrollar más ampliamente en el siguiente período:
- Un programa de formación de mandos medios y el desarrollo de un centro para el efecto, con asesoría francesa.
- Un programa de formación más popular y dinámico, destinado a llevar equipos móviles de formación profesional, especialmente a empresas pequeñas.
- Una acción de asesoría a las empresas a fin de complementar la formación “en” la empresa con asesoría y orientación “a” la empresa misma, para que desarrolle sus propios servicios de capacitación.
Planeación, Evaluación y Control
Una de las características de este período es la creación de normas y realización de actividades tendientes a evaluar, controlar y planificar de una manera más sistemática las actividades; lo cual ayudará a consolidar al SENA como una entidad madura y deseosa de administrar sus recursos con un alto índice de eficiencia.
La instrucción 35 de 1963 establece una metodología para la elaboración de los estudios que debe realizar la división de recursos humanos, al planear un centro o acometer acciones de formación profesional en campos específicos. Los centros mismos, que ya llegan al medio centenar, no pueden ser tratados de una manera homogénea: el acuerdo 28 de 1966 es un manual de evaluación de los centros y fija los criterios al respecto, según capacidad docente, tamaño físico, especialización, ubicación geográfica y valor de la dotación y equipo. El acuerdo 29 del mismo año los clasifica efectivamente, según estos criterios. En la instrucción 117 de 1967 se dan normas para la evaluación de los trabajadores alumnos con el fin de verificar los resultados de la formación profesional. El trabajo evaluativo se facilita grandemente a partir de 1966, gracias a las modificaciones establecidas en los sistemas de contabilidad y registro estadístico: aparecen registros tales como horas instructor dictadas por alumno, materias primas utilizadas en la formación, discriminación de gastos administrativos y beneficios obtenidos en el mercadeo de la producción de los centros, que permiten establecer de manera más precisa los costos de la formación profesional.
En 1964 se crea una oficina de inspección, al tiempo que se delimitan los objetivos y las funciones de las tres divisiones de fin. En 1966 se amplía el campo de la supervisión, creando una oficina de supervisión, encargada de evaluar los resultados obtenidos en la formación profesional. Cuenta el SENA entonces con un doble sistema de evaluación y control: uno de tipo fiscal administrativo y otro de tipo técnico?operativo. En 1966 se produce, además del “Análisis Cuantitativo y Cualitativo de la formación profesional, 1965", un "Manual de evaluación de Instructores”.
Las acciones más sobresalientes al culminar el período fueron, en orden cronológico, la elaboración de un plan cuatrienal, el nombramiento de un equipo permanente de planeación y la realización de una encuesta de recursos humanos a nivel nacional.
Los objetivos del plan cuatrienal para 1966?69, reflejan las inquietudes y políticas concretas de la entidad para la época:
- Reorientar la formación de personal en aquellos sectores donde sea posible un aumento mayor en la productividad.
- Planificación e intensificación en el sector rural
- Impulso a la formación fuera de centros.
- Adaptar los programas existentes a la formación de adultos.
Desde el punto de vista de estos objetivos, se puede decir que el plan refleja fielmente las prioridades dadas por el SENA en la época. En este sentido, el plan se cumplió. Sin embargo, dicho plan contenía una finalidad más política que funcional: habiéndose terminado la vigencia del primer plan quinquenal en 1963, hay un interregno de dos años sin planeaci6n (64?65), en el cual el SENA se presenta ante el país como una entidad sólida, de crecimiento comprobado, pero un poco anárquico y sin planificación. Esto hace que se sufran presiones por parte de entidades "exteriores", por capitalizar en uno u otro sentido la actividad del SENA. Si quiere ser eficaz y autónomo, el SENA tiene que presentar un plan, hacerlo aprobar por la ley, tomarlo como criterio de acción y como defensa contra la presión de intereses creados. Sin embargo, desde el punto de vista cuantitativo, las metas no se cumplen ni desde el primer año de su ejecución. Surge entonces la necesidad de contar con un mecanismo especializado y permanente de planeación, que vaya adecuando las políticas concretas, anuales, a los derroteros delineados por las políticas a más largo plazo. Además, el aumento sustantivo en los recursos a partir de 1964, el ambicioso plan de construcciones, la inversión en los centros nacionales y el crecimiento observado en la planta de personal hacen urgente una mayor racionalización de los procesos de evaluación y planificación. Por esto, a finales de 1967 y comienzos de 1968, se toman unas medidas importantes en la dirección nacional; la primera es detener temporalmente todo el proceso de crecimiento: congelar planta de personal, suspender inversiones y ampliación de actividades o creación de nuevos frentes de trabajo. Se trata de hacer un alto en el camino, evaluar rápidamente lo que hay, lo que se ha hecho y planear antes de seguir adelante. Para ello se nombra un equipo de 3 Asesores Nacionales de Planeación, de tiempo completo y de alto nivel.
Se realiza una intensa labor de planeación entre 1968 y 1969, que irá a tener sus efectos en el siguiente período, después de la reestructuración orgánica del SENA a partir de 1968.
Las labores más importantes realizadas por el equipo de planeaci6n fueron:
- Evaluar las acciones del SENA, especialmente de costos de la formación profesional en las diversas regiones, y controlar dichos costos con la magnitud de los aportes.
- Reorganizar la planta de la dirección general. Suprimir cargos y evitar repetición de funciones.
- Análisis técnico para mejorar la administración de los centros y definición de una metodología para la planificación de sus actividades.
- Análisis y evaluación de la cooperación técnica recibida por el SENA.
Como complemento de esta labor, se realiza en 1966-67 un estudio llamado "Investigación de Recursos Humanos para una Política Nacional del Empleo y Formación Profesional". El SENA había realizado anteriormente este tipo de encuestas por sectores económicos, a nivel nacional y regional. Sin embargo, este estudio reviste especial importancia por su cubrimiento: la encuesta se lleva a cabo en los 22 departamentos del país, abarca todos los sectores económicos menos el agropecuario, e incluye los establecimientos aportantes al SENA ($50.000 o más de capital y/o por lo menos 10 trabajadores ocupados), para un total de 31.239 establecimientos con un total de 787.079 trabajadores. Los resultados del estudio, publicados en 1968, van a ser fundamentales para la determinación de políticas ulteriores; con ellos se establecen prioridades para la acción y se puede determinar hasta qué punto el SENA ha venido satisfaciendo las necesidades más urgentes de formación.
Conclusión
Se aprecia un crecimiento continuo de la entidad. Los centros de formación aumentan de 30 a medio centenar. Así mismo, la formación no tradicional (fuera de los centros) aumenta su participación en la acción total del SENA, hasta llegar a significar cerca del 35 El total de alumnos, tanto ingresados como matriculados, presenta tasas de crecimiento que fluctúan alrededor del 40% anual, a excepción de 1967, cuando el crecimiento es significativamente mayor. A esto contribuyen por un lado la legislación que aumenta los aportes y, por otro, la mayor efectividad resultante de los mecanismos de planeación de las acciones y evaluación y control de los resultados. El SENA adquiere, por tanto, una fisonomía y una imagen en el país, dejando de ser la entidad principiante e inexperta de antes.
#AmorPorColombia
1964 - 1968
Inauguración de los programas de "Promoción Profesional Popular" en el barrio Meissen.
Inauguración de los programas de "Promoción Profesional Popular" en el barrio Meissen.
Los equipos móviles: respuesta a la necesidad de agilizar la formación profesional.
La construcción: Sector prioritario en la década del setenta.
Texto de: Ricardo Lucio A.
Asesor Nacional de Planeación, SENA
El SENA pretende, para esta época, trabajar en dos líneas fundamentales: la consolidación y perfeccionamiento de lo que se ha hecho hasta ahora y la ampliación de sus actividades hacia sectores prioritarios que no han sido atendidos. Para ello necesita una Tecnificación de los aspectos organizativos y dar énfasis a sus mecanismos de planificación y evaluación.
Los motivos de estos propósitos aparecen ya desde 1961, cuando el SENA justifica la solicitud de un segundo convenio de Asistencia Técnica del Fondo Especial de las Naciones Unidas, con las siguientes razones:
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- Necesidad de ampliar la formación de instructores a los sectores agrícola y comercial, creando nuevos centros.
El convenio comienza a funcionar en 1964, con los siguientes objetivos, que traducen en gran medida los propósitos generales del SENA para el período:
- Reforzar los servicios centrales de planificación, finanzas, administración, orientación y selección de profesionales y supervisión técnica de la formación.
- Mejorar los servicios encargados de la preparación del material y el personal docente orientado especialmente hacia el sector industrial, con el fin de preparar técnicos y supervisores para la industria, que formen a los trabajadores en sus puestos de trabajo.
- Dar capacitación a personal de mando para el sector agropecuario a fin de que contribuya a la formación de la mano de obra en los puestos de trabajo en el campo.
Modificaciones estructurales
Una serie de normas y disposiciones, que se traducen en una redistribución de los recursos y las funciones del SENA, significan un profundo cambio estructural y una modernización de la entidad. La mayor parte de dichas normas se produce en 1963, razón por la cual debe designarse el año 1964 como el comienzo de una nueva etapa.
La ley 58, de marzo de 1963, aumenta sustancialmente los recursos financieros; los aportes suben del 1 al 2 % de la nómina de las empresas; las empresas con obligación de aportar ya no son las que tengan $100.000 de capital o un mínimo de 2Q. empleados, sino las que tengan $50.000 de capital o un mínimo de 10 empleados; además, se incluyen entre las entidades que tienen que aportar el 2 % las empresas y establecimientos públicos descentralizados; por otra parte, las entidades públicas a nivel nacional, departamental o municipal deben aportar al SENA el 0.5% de su nómina, con el fin de poner en funcionamiento programas de formación acelerada para el personal del servicio militar obligatorio. Gracias a esta ley, el SENA duplica sus ingresos por concepto de aportes para 1964, con respecto al año anterior (incremento del 95.2 %). El Consejo Nacional reglamenta también la manera como las seccionales deben distribuir sus recursos; como la seccional debe remitir un 20% de sus ingresos a la dirección nacional, el 80% debe ser ejecutado de la siguiente manera: 35% para el funcionamiento directo de las actividades de formación profesional, 30% para inversiones y dotación de centros de capacitación y un 15 %, como máximo, para gastos de administración.
Desde el punto de vista administrativo, la dirección nacional del SENA se organiza en dos grandes estructuras: la Dirección Técnica y la Dirección Administrativa. La primera aglutina las divisiones de recursos humanos, ingeniería y arquitectura y las tres grandes divisiones de fin, encargadas de coordinar los servicios en los tres sectores económicos fundamentales: Industrial, Agropecuario y Comercio y Servicios. La dirección administrativa aglutina todo el trabajo de apoyo logístico a la labor de formación profesional: finanzas, relaciones industriales, coordinación de seccionales, control, divulgación, archivo, etc. Se configura con estos elementos un organigrama más funcional de la entidad, normalizado en el acuerdo No. 7 del Consejo Nacional, de diciembre de 1963. Las seccionales se organizan también en una estructura administrativa y en otra técnica; a las estructuras de la dirección nacional se les da un carácter de coordinación y las de las seccionales son más que todo de ejecución. Más tarde, las dos grandes direcciones nacionales pasarán a llamarse Subdirección Nacional Administrativa y Subdirección Nacional de Operaciones. El mismo acuerdo No. 7 clasifica a las seccionales según su nivel de ingresos y recursos, en cuatro grupos, estableciendo así una jerarquía entre ellas.
El propio concepto de formación profesional sus alcances y su metodología, también se clarifica; se explicitan y rectifican criterios que habían venido imponiéndose en la práctica. El acuerdo 4 de 1963 define y fija los objetivos de la formación profesional:
“La formación profesional que imparte el SENA en Colombia, comprende todos los modos de formación que permitan a una persona adquirir y lo desarrollar, ya sea en los Centros del SENA o en los lugares de trabajo, los conocimientos necesarios para ejercer un empleo o para ser promovida, en cualquier ramo de la actividad económica” [Art. 1o ].
Este acuerdo tipifica los diversos “modos” o sistemas de formación profesional que imparte el SENA; define la metodología de la formación profesional como activa, analítica y dinámica; así mismo, para acoplar los distintos niveles de formación profesional, distingue metodológicamente las ocupaciones según el grado de calificación que necesite el trabajador para ejercerla con eficacia: no calificada, semicalificada, calificada y altamente calificada.
Estas precisiones sobre la formación profesional serán complementadas en 1965 con la Instrucci6n 47 de la Dirección Nacional, que establece un sistema de elaboración de programas de formación profesional y con la resolución 0479 del Ministerio del Trabajo, que establece 57 oficios motivo de aprendizaje ampliando así la lista entonces existente: 6 para el sector agropecuario, 40 para el sector industrial y 11 para el sector de comercio y servicios. Por último, la instrucción 125 de 1968 hará una clasificación de las materias del currículo de formación profesional.
El Centro Nacional de Formación de Instructores sufre algunas modificaciones de importancia. Dicho centro, dedicado fundamentalmente al sector industrial, ha sido objeto de gran parte de la asesoría de los expertos de la OIT durante el primer convenio. En 1963 se desplazan sus labores hacia las regionales, buscando una complementaci6n y asesoría para los instructores en sus sitios de trabajo. Entre 1963 y 1964, se crean dos nuevos centros para la formación de instructores agropecuarios y del sector comercio y servicios, en Gaira (Departamento del Magdalena) y Bogotá, respectivamente. El centro de Formación de Instructores Agropecuarios será trasladado posteriormente al Centro Agropecuario de El Espinal, Tolima.
Estos tres centros, adscritos a las divisiones operativas correspondientes, serán fusionados en 1968 en un solo centro dependiente de la división nacional de relaciones industriales.
También se implantan nuevos sistemas de contabilidad y reporte estadístico. Se comienza a trabajar con un sistema de contabilidad de costos, que más tarde pasa al sistema presupuestario, lo cual permite establecer costos de la formación profesional en sus diversas ramas. Además, las mejoras en los sistemas de registro estadístico permiten publicar anualmente, comenzando con 1965, un "análisis cuantitativo y cualitativo de la Formación Profesional".
En el plano operativo se destacan en este período el impulso dado al sector agropecuario, el nacimiento de centros nacionales especializados y una serie de acciones y programas que tienden a extender la formación más allá de los centros.
Sector Agropecuario
Uno de los trabajos convenidos en el Segundo Proyecto de Asistencia Técnica del Fondo Especial de las Naciones Unidas es el de la organización de la división agropecuaria y de los centros agropecuarios.
La primera promoción ingresa al nuevo Centro Nacional de Formación de Instructores Agropecuarios en 1964*. El crecimiento de los centros agropecuarios, entre 1963 y 1967, es un buen indicador del alto porcentaje de recursos invertidos en el sector. Entre los centros más importantes inaugurados en esta época, figuran el de La Salada en Antioquia (1963), Gaira en Magdalena (1964), El Espinal en Tolima (1967), Buga en el Valle (1967) y la Sabana en Cundinamarca. Otros centros agropecuarios de menor magnitud se encuentran funcionando para 1967 en el Meta, Atlántico, Bolívar, Cauca, Norte de Santander, Nariño, Córdoba, Huila, Boyacá y Caldas.
Para hacer más extensiva la labor desarrollada en el campo, el SENA firma una serie de convenios de asistencia en formación profesional y colaboración mutua con entidades orientadas hacia el agro colombiano: la Federación de Cafeteros (1965), el Ministerio de Justicia (1967), el Instituto Colombiano Agropecuario ICA (1967), la Fundación Antonio Puerto de Boyacá (1966), el Instituto Colombiano de Reforma Agraria INCORA (1965); las Fuerzas Militares (1965), la Caja Agraria (1963 y 1968) y el Instituto Nacional de Fomento Tabacalero (1968).
Como resultado de este impulso, se observa un continuo crecimiento en la participación porcentual del sector sobre el total de alumnos-trabajadores vinculados al SENA:
Porcentaje de alumnos pertenecientes al sector agropecuario sobre el total de egresados del sena en 1964-1968
Todos los modos de formación | Aprendizaje | |
1964 | 16.9 | 5 |
1965 | 20.1 | 3 |
1966 | 24.7 | 4 |
1967 | 25.5 | 5 |
1968 | 40.5 | 3 |
Este porcentaje, sin embargo, es todavía muy bajo para el aprendizaje. La temprana edad con que se vinculan al trabajo los adolescentes del campo y la continua migración a la ciudad del personal más capaz hace que sea difícil el desarrollo de cursos agropecuarios de larga duración, en centros muy bien dotados pero, quizá por eso mismo, muy distantes del medio en que se mueve el campesino colombiano. Tampoco logra el SENA concebir una metodología específica para la formación en centros fijos para el sector agropecuario; lo que se hace en un principio es aplicar el método de aula?taller, analítico?dinámico y activo, con sus unidades?ejercicio, que fue ideado primordialmente para satisfacer las necesidades del sector industrial.
Estas dificultades obligan a buscar alternativas a la formación profesional para el sector primario, que más tarde pasarán a aplicarse a otros campos; tal es el caso del desplazamiento de instructores y equipos de trabajo por veredas y pueblos impartiendo formación profesional en los sitios de labor, de acuerdo con las necesidades concretas, siguiendo el ritmo de las cosechas, etc.
Centros Nacionales Especializados
Hasta esta época la unidad operativa del SENA ha sido la seccional. Por esto, todas las actividades de formación profesional tienen carácter regional; la construcción de un centro requiere una planificación cuidadosa desde el punto de vista de las posibilidades financieras y de las necesidades regionales. Esto hace que si las necesidades se repiten en varias regiones, las actividades también: especialidades tales como las metalmecánicas en industria y trabajo de oficina en comercio aparecen en casi todas las regionales, con talleres y equipo muy similares. Los estudios de las necesidades de la industria, principalmente, dejan entrever ahora una serie de sectores no atendidos, de gran prioridad nacional, que requieren la construcción de unos centros con talleres y equipo muy modernos y altamente especializados; pero no se justifica el repetir las inversiones en varias regionales; se planea entonces la construcción de una serie de centros que tengan cobertura nacional, localizados en la zona geográfica de mayor influencia con respecto al sector económico que se pretenda atender. La financiación de dichos centros se hará en parte con recursos de la dirección nacional, en parte con recursos de las seccionales. Para dichos centros 5e requiere asesoría técnica especial, la cual es prestada por expertos de la OIT, o bajo convenios específicos con diferentes países (Holanda, Francia, Inglaterra, Alemania, etc.).
En 1964 comienza a funcionar el Centro Nacional de la Confección en la ciudad de Pereira y en 1965 el Centro Nacional Textil de Medellín; se proyectan tambi6n los Centros Nacionales de Artes Gráficas y Fundición para la ciudad de Bogotá, y uno Náutico Pesquero para la Costa del Pacífico, que comenzarán a funcionar entre 1968 y 1969. Otros centros nacionales que comienzan a planearse y serán construidos más tarde, son los de Hotelería y Turismo, Mandos Medios y Construcción.
Formación fuera de los centros
Durante sus primeros años, el SENA funciona en instalaciones provisionales. Después viene el período de construcción de los centros de aprendizaje y de la elaboración de una metodología completa, destinada fundamentalmente al aprendizaje de ellos: se generan así grandes fábricas de formación profesional para trabajadores alumnos de tiempo completo. El aprendizaje, por ejemplo, es el renglón que más recursos absorbe en instructores, horas de formación, equipo, presupuesto, etc. Pero, ya desde el comienzo, se capta también que no todo puede ser aprendizaje, ni todo debe reducirse a la formación en los centros.
La formación agropecuaria, por ejemplo, había tenido que desplazarse en equipos móviles ya desde 1965, a fin de cubrir una población representada en adultos que no pueden abandonar fácilmente su puesto de trabajo y atender empresas pequeñas y pequeños propietarios; en el sector industrial se ve la necesidad de modificar programas de formación, hechos para el aprendizaje, a fin de hacer más efectiva la formación de adultos, tanto en el centro como en la empresa. Pero no basta con hablar de formación en la empresa; es necesario formar la empresa misma, desarrollar en ella sus estructuras de capacitación, de promoción y de relaciones industriales.
Por otra parte, la formación no debe limitarse a los trabajadores de base: al pensar en mecanismos de promoción y ascenso para las empresas, debe pensarse también en la formación de aquellos mandos que no están en una posición jerárquica lo suficientemente elevada como para ser objeto de educación de tipo superior o universitario, pero sí necesitan un nivel de calificación superior al del trabajador calificado de base.
En Medellín se había realizado un experimento piloto: el SENA asesoró cuatro empresas textiles en análisis de líneas de ascenso, formación para la promoción y formación en el empleo. Esta experiencia di6 tan buenos resultados, que en 1960 funcionarios de las empresas afectadas visitaron los consejos de otras seccionales, proclamando la bondad del sistema implantado por el SENA en Antioquia.
Todos estos antecedentes cristalizan en 1966 en tres programas, que se irán a desarrollar más ampliamente en el siguiente período:
- Un programa de formación de mandos medios y el desarrollo de un centro para el efecto, con asesoría francesa.
- Un programa de formación más popular y dinámico, destinado a llevar equipos móviles de formación profesional, especialmente a empresas pequeñas.
- Una acción de asesoría a las empresas a fin de complementar la formación “en” la empresa con asesoría y orientación “a” la empresa misma, para que desarrolle sus propios servicios de capacitación.
Planeación, Evaluación y Control
Una de las características de este período es la creación de normas y realización de actividades tendientes a evaluar, controlar y planificar de una manera más sistemática las actividades; lo cual ayudará a consolidar al SENA como una entidad madura y deseosa de administrar sus recursos con un alto índice de eficiencia.
La instrucción 35 de 1963 establece una metodología para la elaboración de los estudios que debe realizar la división de recursos humanos, al planear un centro o acometer acciones de formación profesional en campos específicos. Los centros mismos, que ya llegan al medio centenar, no pueden ser tratados de una manera homogénea: el acuerdo 28 de 1966 es un manual de evaluación de los centros y fija los criterios al respecto, según capacidad docente, tamaño físico, especialización, ubicación geográfica y valor de la dotación y equipo. El acuerdo 29 del mismo año los clasifica efectivamente, según estos criterios. En la instrucción 117 de 1967 se dan normas para la evaluación de los trabajadores alumnos con el fin de verificar los resultados de la formación profesional. El trabajo evaluativo se facilita grandemente a partir de 1966, gracias a las modificaciones establecidas en los sistemas de contabilidad y registro estadístico: aparecen registros tales como horas instructor dictadas por alumno, materias primas utilizadas en la formación, discriminación de gastos administrativos y beneficios obtenidos en el mercadeo de la producción de los centros, que permiten establecer de manera más precisa los costos de la formación profesional.
En 1964 se crea una oficina de inspección, al tiempo que se delimitan los objetivos y las funciones de las tres divisiones de fin. En 1966 se amplía el campo de la supervisión, creando una oficina de supervisión, encargada de evaluar los resultados obtenidos en la formación profesional. Cuenta el SENA entonces con un doble sistema de evaluación y control: uno de tipo fiscal administrativo y otro de tipo técnico?operativo. En 1966 se produce, además del “Análisis Cuantitativo y Cualitativo de la formación profesional, 1965", un "Manual de evaluación de Instructores”.
Las acciones más sobresalientes al culminar el período fueron, en orden cronológico, la elaboración de un plan cuatrienal, el nombramiento de un equipo permanente de planeación y la realización de una encuesta de recursos humanos a nivel nacional.
Los objetivos del plan cuatrienal para 1966?69, reflejan las inquietudes y políticas concretas de la entidad para la época:
- Reorientar la formación de personal en aquellos sectores donde sea posible un aumento mayor en la productividad.
- Planificación e intensificación en el sector rural
- Impulso a la formación fuera de centros.
- Adaptar los programas existentes a la formación de adultos.
Desde el punto de vista de estos objetivos, se puede decir que el plan refleja fielmente las prioridades dadas por el SENA en la época. En este sentido, el plan se cumplió. Sin embargo, dicho plan contenía una finalidad más política que funcional: habiéndose terminado la vigencia del primer plan quinquenal en 1963, hay un interregno de dos años sin planeaci6n (64?65), en el cual el SENA se presenta ante el país como una entidad sólida, de crecimiento comprobado, pero un poco anárquico y sin planificación. Esto hace que se sufran presiones por parte de entidades "exteriores", por capitalizar en uno u otro sentido la actividad del SENA. Si quiere ser eficaz y autónomo, el SENA tiene que presentar un plan, hacerlo aprobar por la ley, tomarlo como criterio de acción y como defensa contra la presión de intereses creados. Sin embargo, desde el punto de vista cuantitativo, las metas no se cumplen ni desde el primer año de su ejecución. Surge entonces la necesidad de contar con un mecanismo especializado y permanente de planeación, que vaya adecuando las políticas concretas, anuales, a los derroteros delineados por las políticas a más largo plazo. Además, el aumento sustantivo en los recursos a partir de 1964, el ambicioso plan de construcciones, la inversión en los centros nacionales y el crecimiento observado en la planta de personal hacen urgente una mayor racionalización de los procesos de evaluación y planificación. Por esto, a finales de 1967 y comienzos de 1968, se toman unas medidas importantes en la dirección nacional; la primera es detener temporalmente todo el proceso de crecimiento: congelar planta de personal, suspender inversiones y ampliación de actividades o creación de nuevos frentes de trabajo. Se trata de hacer un alto en el camino, evaluar rápidamente lo que hay, lo que se ha hecho y planear antes de seguir adelante. Para ello se nombra un equipo de 3 Asesores Nacionales de Planeación, de tiempo completo y de alto nivel.
Se realiza una intensa labor de planeación entre 1968 y 1969, que irá a tener sus efectos en el siguiente período, después de la reestructuración orgánica del SENA a partir de 1968.
Las labores más importantes realizadas por el equipo de planeaci6n fueron:
- Evaluar las acciones del SENA, especialmente de costos de la formación profesional en las diversas regiones, y controlar dichos costos con la magnitud de los aportes.
- Reorganizar la planta de la dirección general. Suprimir cargos y evitar repetición de funciones.
- Análisis técnico para mejorar la administración de los centros y definición de una metodología para la planificación de sus actividades.
- Análisis y evaluación de la cooperación técnica recibida por el SENA.
Como complemento de esta labor, se realiza en 1966-67 un estudio llamado "Investigación de Recursos Humanos para una Política Nacional del Empleo y Formación Profesional". El SENA había realizado anteriormente este tipo de encuestas por sectores económicos, a nivel nacional y regional. Sin embargo, este estudio reviste especial importancia por su cubrimiento: la encuesta se lleva a cabo en los 22 departamentos del país, abarca todos los sectores económicos menos el agropecuario, e incluye los establecimientos aportantes al SENA ($50.000 o más de capital y/o por lo menos 10 trabajadores ocupados), para un total de 31.239 establecimientos con un total de 787.079 trabajadores. Los resultados del estudio, publicados en 1968, van a ser fundamentales para la determinación de políticas ulteriores; con ellos se establecen prioridades para la acción y se puede determinar hasta qué punto el SENA ha venido satisfaciendo las necesidades más urgentes de formación.
Conclusión
Se aprecia un crecimiento continuo de la entidad. Los centros de formación aumentan de 30 a medio centenar. Así mismo, la formación no tradicional (fuera de los centros) aumenta su participación en la acción total del SENA, hasta llegar a significar cerca del 35 El total de alumnos, tanto ingresados como matriculados, presenta tasas de crecimiento que fluctúan alrededor del 40% anual, a excepción de 1967, cuando el crecimiento es significativamente mayor. A esto contribuyen por un lado la legislación que aumenta los aportes y, por otro, la mayor efectividad resultante de los mecanismos de planeación de las acciones y evaluación y control de los resultados. El SENA adquiere, por tanto, una fisonomía y una imagen en el país, dejando de ser la entidad principiante e inexperta de antes.