Introducción

Garzas en el Orinoco.    Aldo Brando.

Indígena emberá. Chocó.    Aldo Brando.

Texto de: Sir. Ghillean Prance, FRS

Es para mí un placer introducir este libro sobre la historia natural de Colombia. Durante sus años como fotógrafo, Aldo Brando ha hecho un gran esfuerzo por revelar el esplendor de su tierra. Desde las cimas de la cordillera de los Andes, hasta las profundidades de los océanos, ésta es una notable presentación que hace honor a toda una nación.

Desafortunadamente, mucha gente por fuera de Colombia tiene una visión distorsionada de este sorprendente país, que se conoce únicamente como fuente de cocaína y de barones de la droga. Esto está muy lejos de la verdad y es una lástima que las actividades de unos pocos colombianos hayan formado esa imagen de uno de los lugares más variados y atractivos del mundo.

Para mí como biólogo, no hay duda de que Colombia es fascinante. Se ha calculado que el país alberga cerca de cincuenta mil especies de plantas florales. Este hecho coloca a Colombia entre los países más ricos en especies. Ello se debe a su increíble variedad de regiones, que van desde las tierras bajas amazónicas hasta las cimas de las montañas andinas cubiertas de nieves perpetuas. Los bosques húmedos de la costa Pacífica, en la región bio-geográfica del Chocó, son de los más diversos en especies, y los Llanos Orientales son unas de las sabanas naturales más importantes.

Este libro evoca con sorprendentes fotografías la gran variedad de especies y de ecosistemas colombianos, con su amplia gama de paisajes. He tenido el enorme privilegio de caminar en los bosques húmedos del occidente y de visitar los Páramos de las tierras altas con su espléndida atmósfera y su flora andina excepcional. La gran montaña de la Sierra Nevada de Santa Marta, con su rica vegetación que surge de las bajas regiones áridas y casi desérticas, es uno de los panoramas más espectaculares que yo haya visto. La obra concluye con un capítulo sobre su población. El país tiene una rica herencia cultural que varía desde los pueblos indígenas, blancos y mestizos de los Andes, hasta las poblaciones negras de ríos y litorales y las poco conocidas tribus de la amazonia colombiana. Estas tribus mantienen una íntima relación con el medio ambiente en que viven y son protectores naturales de la selva. Colombia está más avanzada que otras naciones de la amazonia, por cuanto les ha devuelto a los pueblos indígenas el título de propiedad de su tierra.

Gran parte de nuestro conocimiento acerca de la botánica de estas tribus se la debemos al extenso trabajo del explorador y etno-botánico, el profesor Richard Evans Schultes, quien originalmente preparaba el prólogo de este libro. Es desafortunado que, debido a su estado de salud no hubiera podido hacerlo, puesto que él conoce a Colombia mucho mejor que yo. Sin embargo, es un privilegio ser su sustituto y rendir tributo al trabajo de este hombre notable del cual he aprendido tanto.

Resulta un honor tener la oportunidad de promover un país excepcional, cuya diversidad de vida conlleva una gran responsabilidad. Es mi esperanza que este libro ayude a promover la conservación de los ecosistemas colombianos, que son un valioso recurso, no sólo para los habitantes de esta nación sino para el mundo.