- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Las historias de Suramericana
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Antioquia, Medellín, Suramericana de Seguros, Editorial Presencia, 1988.
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Medellín, Tomos I, Bogotá, Suramericana de Seguros - Panamericana Formas e impresos , 1996.
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Medellín, Tomo II, Suramericana de Seguros-Panamericana Formas e impresos , 1996.
Texto de: Carlos Arturo Fernández Uribe
La decisión de la Compañía Suramericana de Seguros de apoyar en los años ochenta y noventa la publicación sucesiva de una Historia de Antioquia y de la Historia de Medellín puede parecer extraña dentro de sus objetivos empresariales. Sin embargo, se presenta como parte de un esfuerzo por comprender nuestra realidad, un esfuerzo que se entiende como responsabilidad de todos en el seno de la sociedad y que en su desarrollo jalonó profundos cambios estructurales –políticos, sociales e incluso constitucionales– en las dos décadas finales del siglo.
Ese proceso corresponde, en primer lugar, al creciente interés por el estudio de la historia regional que en la década de los ochenta logra un fuerte impulso en Antioquia. Es un proceso que tiene que ver con un replanteamiento epistemológico de las disciplinas históricas que comienzan a dar la espalda a los viejos esquemas de una historia política de alcances universales y se dedican a problemas vinculados con la realidades más cercanas; pero, además, es un proceso que se hace posible gracias al desarrollo alcanzado por las carreras de Historia en la Universidad Nacional sede Medellín y en la Universidad de Antioquia.
La historia de Antioquia
Dentro de este contexto cultural, a mediados de los ochenta, con el apoyo de la Compañía de Cementos Argos y del Banco Industrial Colombiano, Suramericana promueve un gran proyecto investigativo y editorial sobre la historia de Antioquia. El estudio contó con la dirección del profesor Jorge Orlando Melo, la coordinación general de la profesora Martha Elena Bravo de Hermelín quien poco antes había dirigido la estructuración del Plan Departamental de Cultura de Antioquia, y la coordinación administrativa de Beatriz Barrera de Velasco.
La obra está compuesta por 49 textos de 43 investigadores universitarios que trabajaron con la más absoluta independencia teórica y conceptual. Una primera edición de esta Historia de Antioquia fue publicada por entregas entre 1987 y 1988, por el periódico El Colombiano, de Medellín, dentro de la programación de sus 75 años de fundación y recibió el Premio Simón Bolívar de Periodismo en 1988. En noviembre del mismo año se editó en forma de libro25? y en junio de 1991 se realizó una segunda reimpresión.
El objetivo general de la obra es analizar las grandes líneas de evolución de Antioquia, intentando presentar toda su variedad y riqueza, a partir de la convicción compartida por los autores de que estos elementos culturales típicos del paisa son el resultado de un proceso histórico largo y complejo, y no de la mecánica afirmación de las virtudes de una supuesta “raza” especial. Pero no se trata de negar las particularidades: el convencimiento de que el nuestro es un país de regiones se apoya, por supuesto, en un fuerte sentido de identidad que permite distinguir las diferentes zonas de la patria; y aquí se parte de la afirmación de que Antioquia es consciente de una serie de rasgos que permiten analizarla como una realidad social y cultural concreta.
Pero cuando se afirma que la cultura es el resultado de la historia, se hace indispensable romper con los esquemas que reducen el análisis histórico a la presentación de los avatares políticos. Por eso, junto a la historia política ahora se tiene en cuenta el proceso social en sus múltiples expresiones.
Los autores de esta Historia de Antioquia insistieron, de manera especial, en la presentación de una riquísima colección de fotografías, ilustraciones, gráficos, pinturas, etc., que revelan nuevas formas de aproximarse al análisis histórico. La valiosa investigación gráfica de la obra corrió a cargo de Patricia Londoño y Carlos José Restrepo.
Contra ciertos prejuicios que se mantienen vivos en todas las sociedades actuales, es indispensable resaltar que los estudios históricos no se dirigen en primera instancia a la recuperación erudita de datos o eventos que hubieran caído en el olvido ni mucho menos al simple recuerdo nostálgico de tiempos que pudieron ser más tranquilos. El análisis de la historia se constituye en la base indispensable para la reflexión acerca del presente y de nuestras posibilidades de futuro; en alguna medida sigue siendo válida la afirmación clásica según la cual “la historia es la maestra de la vida”. Al presentar la Historia de Antioquia, Nicanor Restrepo Santamaría destacaba así este interés:
Se ha convertido en lugar común afirmar que el nuestro es un país de regiones. En efecto, en pocas naciones de Hispanoamérica es posible encontrar la diversidad de tradiciones, de modos de ser, de costumbres y formas de actuar que definen a Colombia. Para muchos de estos países se ha configurado una imagen que los caracteriza, un estereotipo reconocible ¿Quién podría decir cómo es el colombiano típico? ¿Habría que pensar en el bogotano, en el costeño, en el nariñense o en el antioqueño?
Esta diversidad es sin duda fuente de riqueza cultural, y quizá tiene mucho que ver con esa paradoja permanente que es Colombia, una sociedad que incluso en medio de profundas crisis y de graves amenazas parece siempre extraer nuevas fuerzas creadoras. En la literatura, en el arte, en el esfuerzo por buscar oportunidades de trabajo y acción, los colombianos muestran una capacidad de innovación, de cambio y adaptación que debería permitir al país superar los problemas del presente.En Antioquia, el reconocimiento de esas características y virtudes que se han atribuido a sus habitantes, a veces certeramente pero a veces con algo de exageración y vanidad, en muchas ocasiones ha servido para alentar sentimientos de diferenciación y alejamiento de Colombia.
¿No vemos en las páginas de esta historia como en el siglo XIX gran parte de la política regional estuvo basada en la idea de mantener la región separada de los conflictos que asolaban la nación, y en el rechazo a toda la participación externa en la vida regional? Hoy, sin embargo, la conciencia de las peculiaridades de lo antioqueño está acompañada por una firme sensación de pertenencia a la comunidad colombiana y por la convicción de que el mantenimiento de tradiciones y valores culturales que han resultado de la propia historia local no tiene por qué contraponerse a una firme solidaridad con el destino del país.
Una comunidad como la nuestra, en un momento en el que es necesario reafirmar su voluntad colectiva, para enfrentar los desafíos que plantea una acelerada transformación cultural, social y económica, requiere mirar con algún detenimiento el proceso que la ha conducido a su realidad actual. La mirada al pasado no puede servir solo para complacernos en el recuerdo nostálgico de momentos que pudieron ser más tranquilos y menos exigentes que los de hoy. Debe servir, en alguna medida, de base para la reflexión continua acerca de las posibilidades que enfrenta Antioquia y del futuro que, conjuntamente con Colombia, tiene que construir.26?
La historia de Medellín
Con ocasión de los 50 años de la Compañía se publicó, en dos tomos, la Historia de Medellín27. El proyecto editorial se desarrolló bajo la dirección de Jorge Orlando Melo, la asesoría general de Martha Elena Bravo de Hermelín, la asesoría histórica de Catalina Reyes y la coordinación general de Beatriz Barrera de V. La investigación gráfica corrió a cargo de Patricia Londoño. El resultado fue un trabajo cultural de alta calidad en el que participaron diferentes especialistas e investigadores universitarios.
El carácter de esta publicación reitera el interés cívico de Suramericana en poner a disposición de los estudiantes, estudiosos, ciudadanos o simples curiosos, la historia de Medellín, de manera creativa, novedosa, inteligente e interesante. Superando la visión tradicional de una historia como conjunto de grandes acontecimientos políticos, esta particular y diferente historia de la ciudad hace énfasis en lo que pudiera ser la historia no oficial, la de los asuntos cotidianos, sencillos, simples, pero que imprimen todo el carácter diferencial a una ciudad, sin omitir los grandes temas de obligada referencia en una historia general de estas dimensiones.
A partir de esta publicación es fácil caracterizar y distinguir los rasgos particulares de una configuración histórica, que permiten construir la imagen de un “temperamento específico” y de una personalidad especial de la ciudad de Medellín y sus habitantes. Temas grandes y pequeños aparecen tratados con atención para obtener en su conjunto una visión completa y concreta sobre cómo se habita la ciudad; y los asuntos cubren toda la gama imaginable: el poblamiento, el desarrollo urbano, la educación, la política, el urbanismo, los barrios populares, la industria, la clase obrera, la vida social, el desarrollo de la salud, la alimentación, el paisaje, la criminalidad, la mendicidad, la Iglesia, los músicos y los bohemios, la publicidad, la radio, las artes plásticas, la beneficencia, los cementerios, la prensa, el teatro, las librerías, son solo algunos de los temas seleccionados para hacer parte de esta polifacética Historia de Medellín.
Al hacer la presentación de este estudio, en el prólogo de los libros, Nicanor Restrepo Santamaría define los libros como un nuevo aporte al conocimiento de nuestra realidad y resume así el proceso de la historia de la ciudad:
Medellín es una ciudad con una historia rica y en muchos aspectos contradictoria. De una pequeña aldea colonial, se convirtió en un agitado poblado comercial en el siglo XIX. Ya para entonces muchos identificaban la ciudad con los valores y conductas que se convirtieron en símbolo de sus habitantes; gentes trabajadoras, empeñadas en hacer fortuna, con una aristocracia que era ante todo la del dinero, sin hábitos serviles en sus grupos populares, y sometidos a una firme vigilancia moral por la Iglesia. Austeridad, limitada vida social, y una intensa y rutinaria vida familiar caracterizaban a nuestros antepasados. Pero hacia 1880 parece haberse acelerado el cambio: los inversionistas, como se ve en este libro, especulan con las tierras urbanas, crean los servicios públicos e inician las industrias de alimentos. Los dirigentes cívicos desean convertir a su ciudad en un modelo de modernización amable y progresista. La ciudad se llena de actividad cultural y hasta los empresarios sienten la vanidad de publicar un cuento o un poema en las innumerables revistas literarias locales.
Se iniciaron así esos años que hoy parecen casi idílicos en los que creció, entre 1910 y 1950, una ciudad planeada y con sentido del espacio público, una industria con vocación de servicio ciudadano, un Estado eficiente y ordenado, orgulloso de sus servicios públicos. La tacita de plata, la ciudad luz de Suramérica, la ciudad de la eterna primavera, la bella villa: frases que expresaban el afecto de sus habitantes por una ciudad limpia y hermosa, pacífica y trabajadora.
Por supuesto, la realidad incluía otros elementos: conflictos sociales, áreas de pobreza y delincuencia, formas de paternalismo. Los lectores comprenderán todo eso en esta obra. Y encontrarán elementos que servirán para entender los años difíciles de la expansión urbana descontrolada, de la formación de barrios marginados, de la ruptura del consenso básico de los habitantes y de la irrupción de la violencia, estimulada por los grupos que, alrededor del tráfico de drogas, convirtieron el crimen en una de las actividades que llegaron a martirizar a Medellín.
No se han superado plenamente las dificultades, pero Medellín ha mostrado una capacidad de rehacer sus virtudes que resulta sorprendente. Conocer la secuencia de éxitos y fracasos de Medellín puede hacer que todos los que vivimos y trabajamos en ella renovemos nuestro compromiso con el destino de una ciudad que quizás más que ninguna otra genera al tiempo entusiasmo y crítica; amor y rechazo. Conocer la complejidad de los procesos que han hecho que esta ciudad sea como es, puede servir para evitar visiones simplistas y lugares comunes.28?
En definitiva, Suramericana celebró sus 50 años regalándole a la ciudad una obra de gran beneficio para todos, porque se constituye en un aporte concreto al conocimiento de nuestra realidad.
Leer estos textos de la Historia de Antioquia y de la Historia de Medellín es un ejercicio de paz, de democracia y de civilidad, que desarrolla un sano sentido de tolerancia activa porque nos ayuda a entendernos mejor, a respetar las diferencias, a entender la región y la ciudad como construcciones colectivas.
Además, estas publicaciones permiten que entendamos mejor por qué siguen coexistiendo realidades tan contrapuestas y paradójicas en nuestra vida regional y urbana al aclarar los procesos de construcción de Antioquia, de la ciudad y de la ciudadanía. Este beneficio social se multiplica aún más si tenemos en cuenta que tales obras tienen como destino privilegiado las colecciones bibliográficas de escuelas, colegios, casas municipales de la cultura, universidades, medios de comunicación, asociaciones profesionales y gremios, a las que pueden acceder permanentemente grandes conglomerados de ciudadanos, a la vez que fueron distribuidas en el extranjero.
La Historia de Antioquia y la Historia de Medellín no solo tienen el valor de una ayuda para que comprendamos mejor nuestra realidad social y cultural; al mismo tiempo, se convirtieron en referencia para nuevas investigaciones e impulsaron procesos de reflexión acerca de las configuraciones regionales del país.
Notas:
- 25 Jorge Orlando Melo, director general, y otros, Historia de Antioquia, Medellín, Suramericana de Seguros, 1988.
- 26 Nicanor Restrepo Santamaría, en Historia de Antioquia, p. 5.
- 27 Jorge Orlando Melo, editor, y otros, Historia de Medellín, Medellín, Suramericana de Seguros, 2 tomos, 1996.
- 28 Nicanor Restrepo Santamaría, en Historia de Medellín, tomo I, s.p.
#AmorPorColombia
Las historias de Suramericana
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Antioquia, Medellín, Suramericana de Seguros, Editorial Presencia, 1988.
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Medellín, Tomos I, Bogotá, Suramericana de Seguros - Panamericana Formas e impresos , 1996.
Jorge Orlando Melo y otros, Historia de Medellín, Tomo II, Suramericana de Seguros-Panamericana Formas e impresos , 1996.
Texto de: Carlos Arturo Fernández Uribe
La decisión de la Compañía Suramericana de Seguros de apoyar en los años ochenta y noventa la publicación sucesiva de una Historia de Antioquia y de la Historia de Medellín puede parecer extraña dentro de sus objetivos empresariales. Sin embargo, se presenta como parte de un esfuerzo por comprender nuestra realidad, un esfuerzo que se entiende como responsabilidad de todos en el seno de la sociedad y que en su desarrollo jalonó profundos cambios estructurales –políticos, sociales e incluso constitucionales– en las dos décadas finales del siglo.
Ese proceso corresponde, en primer lugar, al creciente interés por el estudio de la historia regional que en la década de los ochenta logra un fuerte impulso en Antioquia. Es un proceso que tiene que ver con un replanteamiento epistemológico de las disciplinas históricas que comienzan a dar la espalda a los viejos esquemas de una historia política de alcances universales y se dedican a problemas vinculados con la realidades más cercanas; pero, además, es un proceso que se hace posible gracias al desarrollo alcanzado por las carreras de Historia en la Universidad Nacional sede Medellín y en la Universidad de Antioquia.
La historia de Antioquia
Dentro de este contexto cultural, a mediados de los ochenta, con el apoyo de la Compañía de Cementos Argos y del Banco Industrial Colombiano, Suramericana promueve un gran proyecto investigativo y editorial sobre la historia de Antioquia. El estudio contó con la dirección del profesor Jorge Orlando Melo, la coordinación general de la profesora Martha Elena Bravo de Hermelín quien poco antes había dirigido la estructuración del Plan Departamental de Cultura de Antioquia, y la coordinación administrativa de Beatriz Barrera de Velasco.
La obra está compuesta por 49 textos de 43 investigadores universitarios que trabajaron con la más absoluta independencia teórica y conceptual. Una primera edición de esta Historia de Antioquia fue publicada por entregas entre 1987 y 1988, por el periódico El Colombiano, de Medellín, dentro de la programación de sus 75 años de fundación y recibió el Premio Simón Bolívar de Periodismo en 1988. En noviembre del mismo año se editó en forma de libro25? y en junio de 1991 se realizó una segunda reimpresión.
El objetivo general de la obra es analizar las grandes líneas de evolución de Antioquia, intentando presentar toda su variedad y riqueza, a partir de la convicción compartida por los autores de que estos elementos culturales típicos del paisa son el resultado de un proceso histórico largo y complejo, y no de la mecánica afirmación de las virtudes de una supuesta “raza” especial. Pero no se trata de negar las particularidades: el convencimiento de que el nuestro es un país de regiones se apoya, por supuesto, en un fuerte sentido de identidad que permite distinguir las diferentes zonas de la patria; y aquí se parte de la afirmación de que Antioquia es consciente de una serie de rasgos que permiten analizarla como una realidad social y cultural concreta.
Pero cuando se afirma que la cultura es el resultado de la historia, se hace indispensable romper con los esquemas que reducen el análisis histórico a la presentación de los avatares políticos. Por eso, junto a la historia política ahora se tiene en cuenta el proceso social en sus múltiples expresiones.
Los autores de esta Historia de Antioquia insistieron, de manera especial, en la presentación de una riquísima colección de fotografías, ilustraciones, gráficos, pinturas, etc., que revelan nuevas formas de aproximarse al análisis histórico. La valiosa investigación gráfica de la obra corrió a cargo de Patricia Londoño y Carlos José Restrepo.
Contra ciertos prejuicios que se mantienen vivos en todas las sociedades actuales, es indispensable resaltar que los estudios históricos no se dirigen en primera instancia a la recuperación erudita de datos o eventos que hubieran caído en el olvido ni mucho menos al simple recuerdo nostálgico de tiempos que pudieron ser más tranquilos. El análisis de la historia se constituye en la base indispensable para la reflexión acerca del presente y de nuestras posibilidades de futuro; en alguna medida sigue siendo válida la afirmación clásica según la cual “la historia es la maestra de la vida”. Al presentar la Historia de Antioquia, Nicanor Restrepo Santamaría destacaba así este interés:
Se ha convertido en lugar común afirmar que el nuestro es un país de regiones. En efecto, en pocas naciones de Hispanoamérica es posible encontrar la diversidad de tradiciones, de modos de ser, de costumbres y formas de actuar que definen a Colombia. Para muchos de estos países se ha configurado una imagen que los caracteriza, un estereotipo reconocible ¿Quién podría decir cómo es el colombiano típico? ¿Habría que pensar en el bogotano, en el costeño, en el nariñense o en el antioqueño?
Esta diversidad es sin duda fuente de riqueza cultural, y quizá tiene mucho que ver con esa paradoja permanente que es Colombia, una sociedad que incluso en medio de profundas crisis y de graves amenazas parece siempre extraer nuevas fuerzas creadoras. En la literatura, en el arte, en el esfuerzo por buscar oportunidades de trabajo y acción, los colombianos muestran una capacidad de innovación, de cambio y adaptación que debería permitir al país superar los problemas del presente.En Antioquia, el reconocimiento de esas características y virtudes que se han atribuido a sus habitantes, a veces certeramente pero a veces con algo de exageración y vanidad, en muchas ocasiones ha servido para alentar sentimientos de diferenciación y alejamiento de Colombia.
¿No vemos en las páginas de esta historia como en el siglo XIX gran parte de la política regional estuvo basada en la idea de mantener la región separada de los conflictos que asolaban la nación, y en el rechazo a toda la participación externa en la vida regional? Hoy, sin embargo, la conciencia de las peculiaridades de lo antioqueño está acompañada por una firme sensación de pertenencia a la comunidad colombiana y por la convicción de que el mantenimiento de tradiciones y valores culturales que han resultado de la propia historia local no tiene por qué contraponerse a una firme solidaridad con el destino del país.
Una comunidad como la nuestra, en un momento en el que es necesario reafirmar su voluntad colectiva, para enfrentar los desafíos que plantea una acelerada transformación cultural, social y económica, requiere mirar con algún detenimiento el proceso que la ha conducido a su realidad actual. La mirada al pasado no puede servir solo para complacernos en el recuerdo nostálgico de momentos que pudieron ser más tranquilos y menos exigentes que los de hoy. Debe servir, en alguna medida, de base para la reflexión continua acerca de las posibilidades que enfrenta Antioquia y del futuro que, conjuntamente con Colombia, tiene que construir.26?
La historia de Medellín
Con ocasión de los 50 años de la Compañía se publicó, en dos tomos, la Historia de Medellín27. El proyecto editorial se desarrolló bajo la dirección de Jorge Orlando Melo, la asesoría general de Martha Elena Bravo de Hermelín, la asesoría histórica de Catalina Reyes y la coordinación general de Beatriz Barrera de V. La investigación gráfica corrió a cargo de Patricia Londoño. El resultado fue un trabajo cultural de alta calidad en el que participaron diferentes especialistas e investigadores universitarios.
El carácter de esta publicación reitera el interés cívico de Suramericana en poner a disposición de los estudiantes, estudiosos, ciudadanos o simples curiosos, la historia de Medellín, de manera creativa, novedosa, inteligente e interesante. Superando la visión tradicional de una historia como conjunto de grandes acontecimientos políticos, esta particular y diferente historia de la ciudad hace énfasis en lo que pudiera ser la historia no oficial, la de los asuntos cotidianos, sencillos, simples, pero que imprimen todo el carácter diferencial a una ciudad, sin omitir los grandes temas de obligada referencia en una historia general de estas dimensiones.
A partir de esta publicación es fácil caracterizar y distinguir los rasgos particulares de una configuración histórica, que permiten construir la imagen de un “temperamento específico” y de una personalidad especial de la ciudad de Medellín y sus habitantes. Temas grandes y pequeños aparecen tratados con atención para obtener en su conjunto una visión completa y concreta sobre cómo se habita la ciudad; y los asuntos cubren toda la gama imaginable: el poblamiento, el desarrollo urbano, la educación, la política, el urbanismo, los barrios populares, la industria, la clase obrera, la vida social, el desarrollo de la salud, la alimentación, el paisaje, la criminalidad, la mendicidad, la Iglesia, los músicos y los bohemios, la publicidad, la radio, las artes plásticas, la beneficencia, los cementerios, la prensa, el teatro, las librerías, son solo algunos de los temas seleccionados para hacer parte de esta polifacética Historia de Medellín.
Al hacer la presentación de este estudio, en el prólogo de los libros, Nicanor Restrepo Santamaría define los libros como un nuevo aporte al conocimiento de nuestra realidad y resume así el proceso de la historia de la ciudad:
Medellín es una ciudad con una historia rica y en muchos aspectos contradictoria. De una pequeña aldea colonial, se convirtió en un agitado poblado comercial en el siglo XIX. Ya para entonces muchos identificaban la ciudad con los valores y conductas que se convirtieron en símbolo de sus habitantes; gentes trabajadoras, empeñadas en hacer fortuna, con una aristocracia que era ante todo la del dinero, sin hábitos serviles en sus grupos populares, y sometidos a una firme vigilancia moral por la Iglesia. Austeridad, limitada vida social, y una intensa y rutinaria vida familiar caracterizaban a nuestros antepasados. Pero hacia 1880 parece haberse acelerado el cambio: los inversionistas, como se ve en este libro, especulan con las tierras urbanas, crean los servicios públicos e inician las industrias de alimentos. Los dirigentes cívicos desean convertir a su ciudad en un modelo de modernización amable y progresista. La ciudad se llena de actividad cultural y hasta los empresarios sienten la vanidad de publicar un cuento o un poema en las innumerables revistas literarias locales.
Se iniciaron así esos años que hoy parecen casi idílicos en los que creció, entre 1910 y 1950, una ciudad planeada y con sentido del espacio público, una industria con vocación de servicio ciudadano, un Estado eficiente y ordenado, orgulloso de sus servicios públicos. La tacita de plata, la ciudad luz de Suramérica, la ciudad de la eterna primavera, la bella villa: frases que expresaban el afecto de sus habitantes por una ciudad limpia y hermosa, pacífica y trabajadora.
Por supuesto, la realidad incluía otros elementos: conflictos sociales, áreas de pobreza y delincuencia, formas de paternalismo. Los lectores comprenderán todo eso en esta obra. Y encontrarán elementos que servirán para entender los años difíciles de la expansión urbana descontrolada, de la formación de barrios marginados, de la ruptura del consenso básico de los habitantes y de la irrupción de la violencia, estimulada por los grupos que, alrededor del tráfico de drogas, convirtieron el crimen en una de las actividades que llegaron a martirizar a Medellín.
No se han superado plenamente las dificultades, pero Medellín ha mostrado una capacidad de rehacer sus virtudes que resulta sorprendente. Conocer la secuencia de éxitos y fracasos de Medellín puede hacer que todos los que vivimos y trabajamos en ella renovemos nuestro compromiso con el destino de una ciudad que quizás más que ninguna otra genera al tiempo entusiasmo y crítica; amor y rechazo. Conocer la complejidad de los procesos que han hecho que esta ciudad sea como es, puede servir para evitar visiones simplistas y lugares comunes.28?
En definitiva, Suramericana celebró sus 50 años regalándole a la ciudad una obra de gran beneficio para todos, porque se constituye en un aporte concreto al conocimiento de nuestra realidad.
Leer estos textos de la Historia de Antioquia y de la Historia de Medellín es un ejercicio de paz, de democracia y de civilidad, que desarrolla un sano sentido de tolerancia activa porque nos ayuda a entendernos mejor, a respetar las diferencias, a entender la región y la ciudad como construcciones colectivas.
Además, estas publicaciones permiten que entendamos mejor por qué siguen coexistiendo realidades tan contrapuestas y paradójicas en nuestra vida regional y urbana al aclarar los procesos de construcción de Antioquia, de la ciudad y de la ciudadanía. Este beneficio social se multiplica aún más si tenemos en cuenta que tales obras tienen como destino privilegiado las colecciones bibliográficas de escuelas, colegios, casas municipales de la cultura, universidades, medios de comunicación, asociaciones profesionales y gremios, a las que pueden acceder permanentemente grandes conglomerados de ciudadanos, a la vez que fueron distribuidas en el extranjero.
La Historia de Antioquia y la Historia de Medellín no solo tienen el valor de una ayuda para que comprendamos mejor nuestra realidad social y cultural; al mismo tiempo, se convirtieron en referencia para nuevas investigaciones e impulsaron procesos de reflexión acerca de las configuraciones regionales del país.
Notas:
- 25 Jorge Orlando Melo, director general, y otros, Historia de Antioquia, Medellín, Suramericana de Seguros, 1988.
- 26 Nicanor Restrepo Santamaría, en Historia de Antioquia, p. 5.
- 27 Jorge Orlando Melo, editor, y otros, Historia de Medellín, Medellín, Suramericana de Seguros, 2 tomos, 1996.
- 28 Nicanor Restrepo Santamaría, en Historia de Medellín, tomo I, s.p.