- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo
Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente.
Vista aérea del conjunto desde el sur.
Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso.
Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras.
El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad.
Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.
Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho.
Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo.
Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto.
La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina.
Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.
Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.
Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.
El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado.
En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.
En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.
Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona.
Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior.
Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza.
Pérgola en la terraza del salón.
Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.
Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe.
El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición.
Perspectiva desde el comedor hacia el salón.
Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.
El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua.
Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina.
Texto de: Ricardo L. Castro
La Casa Presidencial del Fuerte de San Juan de Manzanillo, conocida como la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias, descansa detrás del viejo Fuerte de San Juan de Manzanillo, construcción de origen español, en el extremo de la península que forma la estrecha entrada al interior de la bahía de Cartagena. El sitio y los terrenos de la casa hacen parte de la Academia Naval de la Armada Colombiana. Construido a mediados del siglo XVII, el Fuerte era la única característica en el paisaje antes de la construcción de la casa y de la adaptación de sus terrenos. Restaurado por Germán Téllez, se convirtió en parte integral de la casa presidencial.
Este proyecto de Rogelio Salmona es el resultado de una cuidadosa intervención en el paisaje, respetando y resaltando la silueta de Manzanillo y creando un nuevo paisaje allí donde antes había un sitio árido ocupado por ruinas. Para lograrlo, Salmona utilizó aquí principios pragmáticos simples derivados de la tradición hispano-morisca y también de fuentes prehispánicos. La casa consiste en un complejo formado por siete patios. Los aposentos para el presidente, sus huéspedes y el personal de compañía han sido cuidadosamente dispuestos alrededor de estos patios. Entre las otras habitaciones se cuentan una sala, un comedor, salas de reuniones, una biblioteca y las áreas de servicio.
Accedemos al complejo a través de una plaza ceremonial que desemboca en un patio delimitado por un muro de piedra. El patio nos recibe con una entrada, semejante a un nicho, en la cual agua, luz, vegetación, piedra y ladrillo estimulan nuestros sentidos. La piedra coralina, ubicuamente utilizada, es del mismo tipo que los españoles emplearon en la construcción de Cartagena y sus fortificaciones. La piedra se combina con ladrillo y tejas rojas, materiales tradicionales de construcción en Colombia. Una cascada de helechos, vegetación exuberante y nativa, que se descuelga desde el techo, da la bienvenida al visitante en el vestíbulo. El agua cobra presencia visual y acústica. Como en la Alhambra, se encuentra por doquiera en este proyecto.
Del vestíbulo se puede acceder a un primer patio localizado en una de sus esquinas. El acceso a todos los demás patios de la casa se encuentra previsto de la misma forma. Tanto dentro del patio como alrededor de las galerías que lo rodean, la sensación de recinto es definitiva. La casa, a semejanza de un fuerte, actúa como un dominio defensivo, protegiendo a sus ocupantes del clima y las miradas indiscretas.
A partir del patio de la recepción una red de seis patios adicionales, galerías y cámaras, algunas más privadas que otras, va extendiéndose a medida que el visitante se mueve por la casa. La presencia permanente de árboles, arbustos y agua permite la interacción con la naturaleza. En cada patio el agua brota de fuentes en los muros y fluye a través de la geometría de las atarjeas, pequeños canales de ladrillo encastrados en un piso de baldosas de piedra. La presencia del agua moviéndose en las atarjeas sirve como mecanismo de orientación, pues uno se desplaza siempre en el sentido de la corriente o en contra de ella.
Cada patio ha sido bautizado según una característica natural que lo distingue de los otros: el patio de la entrada, el patio del agua, el patio de los helechos, el patio de los buganviles, el patio del árbol de caucho, el patio del roble morado y el patio de la fuente. La preocupación de Salmona de integrar arquitectura y naturaleza resuena incluso en los nombres asignados a los espacios del complejo.
Los materiales de construcción utilizados persistentemente en la casa son ladrillo, teja, roca coralina, concreto y maderas duras. Los cuartos, aunque varían en proporción según su función, mantienen una unidad continua. La diferenciación, evidente en todas partes, ha sido establecida con sutileza extrema. La casa presidencial, elocuente en su sobriedad, se convierte en una lección sobre el uso restringido de los materiales y las formas.
Los espacios en bóveda de ladrillo aquí utilizados evocan la Maison Jaoul, de Le Corbusier, sin que al cabo sean corbusianos. Son la representación que Salmona hace de un tema espacial recurrente en la historia de la arquitectura desde tiempos inmemoriales.
En la casa presidencial los tejados son terrazas. Pasearse sobre ellos es como pasearse sobre las murallas de Cartagena o las viejas ruinas mayas. Salmona ha logrado reactivar la misma experiencia arquitectónica que se disfruta al caminar sobre las formas arquitectónicas sólidas que constituyen la urdimbre del tejido histórico.
Una caminata sobre los tejados-terrazas de la casa presidencial ofrece vistas de cada patio en que, al mismo tiempo, se involucra el horizonte. Tal caminata nos permite una nueva percepción de nuestra verticalidad en tanto que seres humanos, dado que ÒarribaÓ y ÒabajoÓ adquieren una dimensión maravillosa.
La caminata finaliza en el extremo de la península, en donde se encuentra el fuerte restaurado. Desde allí es posible contemplar, en la lejanía hacia el norte, la ciudad histórica de Cartagena de Indias. Más cerca, hacia el noroeste, los grandes edificios de Bocagrande, la Miami Beach de Colombia, sobresalen en el horizonte. Por fortuna, la expansión urbana y los recientes desarrollos turísticos se han llevado a cabo en esta franja de tierra, lejos del núcleo histórico central, salvaguardándolo así de una eventual destrucción.
“En la Casa de Huéspedes he querido seguir la idea del paraíso del Islam, es decir, el goce de la arquitectura y del espacio.
El gran aporte cultural del Islam al mundo fue su arquitectura…
He tratado de seguir con una tradición algo olvidada en Colombia: la del patio, entendido como un espacio abierto, más que como un recinto cerrado. El patio, pensado para ser atravesado, recorrido en su diagonal. No es sólo un espacio en el centro de la vivienda, es el centro del lugar.
He tomado un modelo de espacios abiertos, conformando un “continuo”, una batería, para emplear un término militar, entre los cuales se cuelan dependencias, patios, jardines y cubiertas terraceadas, buscando la variedad, pero al mismo tiempo la unidad del proyecto”.
R.S.
“Es importante recuperar el uso del agua viva, del agua que corre, en atarjeas, en canales. La humedad también forma parte del acontecimiento arquitectónico, y al irse secando paredes y pisos, se forma un halo que produce una sensación particular. La humedad le modifica el color al material, el que, a su vez, va variando a medida que se seca.
Además, para poder utilizar correctamente el agua, el proyecto arquitectónico debe pensarse con las pendientes necesarias para que el agua corra. Los desniveles son elementos importantes y determinantes en la elaboración de la espacialidad del proyecto. Son fuentes donde brota el agua. El hecho de hacer brotar el agua, o de hacerla desaparecer en la tierra, tiene connotaciones particulares, misteriosas.
Brotar y entrar marcan también el comienzo y el final de un recorrido”.
R.S.
“Por su composición, el proyecto arquitectónico es un espacio que se atraviesa, que se recorre, en el que la visión al sesgo permite perfilar transparencias y penumbras, luminosidades, miradas al sesgo, que se pierden, regresan y se encuentran con un muro, con una ventana, con agua, con una planta, con el color del cielo, es decir, que la arquitectura es un acontecimiento, que forma espacios diferentes, lugares diversificados por la incidencia de la luz, el sonido del agua o la aparición de una nube.
Espacios que recogen el agua de lluvia, los humedece cambiándoles el color. Colores que reaparecen con la salida del sol, creando otros colores y halos que se secan e irisan el espacio.
¿Pero, de dónde viene todo esto?
De la observación de las arquitecturas prehispánicas: en ellas se entra, se penetra siempre de lado. Se va rodeando el espacio interior, sin perder la percepción del espacio exterior, pero sobre todo, se va descubriendo la gran diversidad de lugares que lo van llevando al corazón del edificio sin perder la relación, tan americana, con la naturaleza. Uxmal es un excelente ejemplo de lo que estoy afirmando”.
R.S.
“El espacio abierto, tan típicamente americano, tanto el monumental como el doméstico, se fue convirtiendo en un elemento importante en la composición arquitectónica y en la organización de los espacios de mis obras. La fractura de la composición perspectiva, los repentinos cambios de orientación, los giros espaciales, buscan volver al acontecimiento, anuncian el lugar, originan tensiones entre el interior y el exterior, crean signos y obligan a activar los sentidos. El giro repentino de un plano, el enfrentamiento de una diagonal con las aristas de un patio embisagrado con otro, la aparición de una atarjea que retiene el sonido del agua, el paso de las nubes o del viento por el recinto abierto, o la presencia de un vano horadado en un muro, proponen sensaciones, emociones y evocaciones que forman parte del acontecimiento y de la arquitectura, y crean la atmósfera de cada lugar”.
R.S.
#AmorPorColombia
Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo
Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente.
Vista aérea del conjunto desde el sur.
Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso.
Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras.
El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad.
Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.
Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho.
Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo.
Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto.
La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina.
Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.
Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.
Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.
El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado.
En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.
En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.
Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona.
Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior.
Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza.
Pérgola en la terraza del salón.
Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.
Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe.
El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición.
Perspectiva desde el comedor hacia el salón.
Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.
El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua.
Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina.
Texto de: Ricardo L. Castro
La Casa Presidencial del Fuerte de San Juan de Manzanillo, conocida como la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias, descansa detrás del viejo Fuerte de San Juan de Manzanillo, construcción de origen español, en el extremo de la península que forma la estrecha entrada al interior de la bahía de Cartagena. El sitio y los terrenos de la casa hacen parte de la Academia Naval de la Armada Colombiana. Construido a mediados del siglo XVII, el Fuerte era la única característica en el paisaje antes de la construcción de la casa y de la adaptación de sus terrenos. Restaurado por Germán Téllez, se convirtió en parte integral de la casa presidencial.
Este proyecto de Rogelio Salmona es el resultado de una cuidadosa intervención en el paisaje, respetando y resaltando la silueta de Manzanillo y creando un nuevo paisaje allí donde antes había un sitio árido ocupado por ruinas. Para lograrlo, Salmona utilizó aquí principios pragmáticos simples derivados de la tradición hispano-morisca y también de fuentes prehispánicos. La casa consiste en un complejo formado por siete patios. Los aposentos para el presidente, sus huéspedes y el personal de compañía han sido cuidadosamente dispuestos alrededor de estos patios. Entre las otras habitaciones se cuentan una sala, un comedor, salas de reuniones, una biblioteca y las áreas de servicio.
Accedemos al complejo a través de una plaza ceremonial que desemboca en un patio delimitado por un muro de piedra. El patio nos recibe con una entrada, semejante a un nicho, en la cual agua, luz, vegetación, piedra y ladrillo estimulan nuestros sentidos. La piedra coralina, ubicuamente utilizada, es del mismo tipo que los españoles emplearon en la construcción de Cartagena y sus fortificaciones. La piedra se combina con ladrillo y tejas rojas, materiales tradicionales de construcción en Colombia. Una cascada de helechos, vegetación exuberante y nativa, que se descuelga desde el techo, da la bienvenida al visitante en el vestíbulo. El agua cobra presencia visual y acústica. Como en la Alhambra, se encuentra por doquiera en este proyecto.
Del vestíbulo se puede acceder a un primer patio localizado en una de sus esquinas. El acceso a todos los demás patios de la casa se encuentra previsto de la misma forma. Tanto dentro del patio como alrededor de las galerías que lo rodean, la sensación de recinto es definitiva. La casa, a semejanza de un fuerte, actúa como un dominio defensivo, protegiendo a sus ocupantes del clima y las miradas indiscretas.
A partir del patio de la recepción una red de seis patios adicionales, galerías y cámaras, algunas más privadas que otras, va extendiéndose a medida que el visitante se mueve por la casa. La presencia permanente de árboles, arbustos y agua permite la interacción con la naturaleza. En cada patio el agua brota de fuentes en los muros y fluye a través de la geometría de las atarjeas, pequeños canales de ladrillo encastrados en un piso de baldosas de piedra. La presencia del agua moviéndose en las atarjeas sirve como mecanismo de orientación, pues uno se desplaza siempre en el sentido de la corriente o en contra de ella.
Cada patio ha sido bautizado según una característica natural que lo distingue de los otros: el patio de la entrada, el patio del agua, el patio de los helechos, el patio de los buganviles, el patio del árbol de caucho, el patio del roble morado y el patio de la fuente. La preocupación de Salmona de integrar arquitectura y naturaleza resuena incluso en los nombres asignados a los espacios del complejo.
Los materiales de construcción utilizados persistentemente en la casa son ladrillo, teja, roca coralina, concreto y maderas duras. Los cuartos, aunque varían en proporción según su función, mantienen una unidad continua. La diferenciación, evidente en todas partes, ha sido establecida con sutileza extrema. La casa presidencial, elocuente en su sobriedad, se convierte en una lección sobre el uso restringido de los materiales y las formas.
Los espacios en bóveda de ladrillo aquí utilizados evocan la Maison Jaoul, de Le Corbusier, sin que al cabo sean corbusianos. Son la representación que Salmona hace de un tema espacial recurrente en la historia de la arquitectura desde tiempos inmemoriales.
En la casa presidencial los tejados son terrazas. Pasearse sobre ellos es como pasearse sobre las murallas de Cartagena o las viejas ruinas mayas. Salmona ha logrado reactivar la misma experiencia arquitectónica que se disfruta al caminar sobre las formas arquitectónicas sólidas que constituyen la urdimbre del tejido histórico.
Una caminata sobre los tejados-terrazas de la casa presidencial ofrece vistas de cada patio en que, al mismo tiempo, se involucra el horizonte. Tal caminata nos permite una nueva percepción de nuestra verticalidad en tanto que seres humanos, dado que ÒarribaÓ y ÒabajoÓ adquieren una dimensión maravillosa.
La caminata finaliza en el extremo de la península, en donde se encuentra el fuerte restaurado. Desde allí es posible contemplar, en la lejanía hacia el norte, la ciudad histórica de Cartagena de Indias. Más cerca, hacia el noroeste, los grandes edificios de Bocagrande, la Miami Beach de Colombia, sobresalen en el horizonte. Por fortuna, la expansión urbana y los recientes desarrollos turísticos se han llevado a cabo en esta franja de tierra, lejos del núcleo histórico central, salvaguardándolo así de una eventual destrucción.
“En la Casa de Huéspedes he querido seguir la idea del paraíso del Islam, es decir, el goce de la arquitectura y del espacio.
El gran aporte cultural del Islam al mundo fue su arquitectura…
He tratado de seguir con una tradición algo olvidada en Colombia: la del patio, entendido como un espacio abierto, más que como un recinto cerrado. El patio, pensado para ser atravesado, recorrido en su diagonal. No es sólo un espacio en el centro de la vivienda, es el centro del lugar.
He tomado un modelo de espacios abiertos, conformando un “continuo”, una batería, para emplear un término militar, entre los cuales se cuelan dependencias, patios, jardines y cubiertas terraceadas, buscando la variedad, pero al mismo tiempo la unidad del proyecto”.
R.S.
“Es importante recuperar el uso del agua viva, del agua que corre, en atarjeas, en canales. La humedad también forma parte del acontecimiento arquitectónico, y al irse secando paredes y pisos, se forma un halo que produce una sensación particular. La humedad le modifica el color al material, el que, a su vez, va variando a medida que se seca.
Además, para poder utilizar correctamente el agua, el proyecto arquitectónico debe pensarse con las pendientes necesarias para que el agua corra. Los desniveles son elementos importantes y determinantes en la elaboración de la espacialidad del proyecto. Son fuentes donde brota el agua. El hecho de hacer brotar el agua, o de hacerla desaparecer en la tierra, tiene connotaciones particulares, misteriosas.
Brotar y entrar marcan también el comienzo y el final de un recorrido”.
R.S.
“Por su composición, el proyecto arquitectónico es un espacio que se atraviesa, que se recorre, en el que la visión al sesgo permite perfilar transparencias y penumbras, luminosidades, miradas al sesgo, que se pierden, regresan y se encuentran con un muro, con una ventana, con agua, con una planta, con el color del cielo, es decir, que la arquitectura es un acontecimiento, que forma espacios diferentes, lugares diversificados por la incidencia de la luz, el sonido del agua o la aparición de una nube.
Espacios que recogen el agua de lluvia, los humedece cambiándoles el color. Colores que reaparecen con la salida del sol, creando otros colores y halos que se secan e irisan el espacio.
¿Pero, de dónde viene todo esto?
De la observación de las arquitecturas prehispánicas: en ellas se entra, se penetra siempre de lado. Se va rodeando el espacio interior, sin perder la percepción del espacio exterior, pero sobre todo, se va descubriendo la gran diversidad de lugares que lo van llevando al corazón del edificio sin perder la relación, tan americana, con la naturaleza. Uxmal es un excelente ejemplo de lo que estoy afirmando”.
R.S.
“El espacio abierto, tan típicamente americano, tanto el monumental como el doméstico, se fue convirtiendo en un elemento importante en la composición arquitectónica y en la organización de los espacios de mis obras. La fractura de la composición perspectiva, los repentinos cambios de orientación, los giros espaciales, buscan volver al acontecimiento, anuncian el lugar, originan tensiones entre el interior y el exterior, crean signos y obligan a activar los sentidos. El giro repentino de un plano, el enfrentamiento de una diagonal con las aristas de un patio embisagrado con otro, la aparición de una atarjea que retiene el sonido del agua, el paso de las nubes o del viento por el recinto abierto, o la presencia de un vano horadado en un muro, proponen sensaciones, emociones y evocaciones que forman parte del acontecimiento y de la arquitectura, y crean la atmósfera de cada lugar”.
R.S.