- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Archivo General de la Nación
Vanos transparentes de vidrio que denotan la zona pública del conjunto.
Vanos en calado que denotan la zona privada del conjunto: los archivos.
Transparencias que dejan ver exteriores e interiores.
Vista del patio central desde la terraza: la Iglesia del Carmen y el Cerro de Monserrate, lugares significativos del entorno cercano y lejano, se incorporan a la experiencia total del edificio.
Los dos volúmenes del archivo separados por la trama urbana.
Puente de acceso a la zona de archivos.
Los diferentes niveles de circulación en la zona de almacenaje.
Pasillo principal de acceso a los archivos y otras dependencias. Por medio de las claraboyas continuas y del muro calado, el entorno se insinúa constantemente.
Zonas de circulación en el área pública del archivo. Los grandes vanos dosifican el recorrido de la luz hacia los espacios interiores.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
Perspectiva de los diversos substratos tectónicos percibidos desde la biblioteca hacia el patio central.
Fotografía aérea del conjunto desde el noroccidente.
Acceso principal del complejo a lo largo del eje diagonal que atraviesa el patio central.
Patio central.
Diseño geométrico circular en ladrillo del patio central de acceso al conjunto.
Acceso principal del complejo a lo largo del eje diagonal que atraviesa el patio central.
Transparencias que dejan ver exteriores e interiores.
Detalles constructivos del manejo del ladrillo en muros y escaleras del acceso al patio central y en el piso de la plataforma de entrada al conjunto.
Detalles constructivos del manejo del ladrillo en muros y escaleras del acceso al patio central y en el piso de la plataforma de entrada al conjunto.
Detalle del vano semicircular entre el corredor perimetral y la biblioteca con diseños de piso en ladrillo y estructuras en concreto a la vista.
Texto de: Ricardo L. Castro
En el Archivo General de la Nación, inaugurado en 1996, Salmona ha encontrado otra oportunidad para transformar y llevar a la notoriedad a un deteriorado sector sur de la zona histórica de Bogotá, ajustándose, al mismo tiempo, a algunas de las limitaciones impuestas por el sitio, los programas y los presupuestos.
El Archivo se encuentra en el extremo sur del sector histórico colonial, al occidente del Complejo de la Nueva Santa Fe, sobre el terreno accidentado que hace parte de las faldas de los cerros de Monserrate y Guadalupe, los cuales constituyen formaciones típicas de la cadena montañosa que, alzándose hacia el oriente, actúan como trasfondo natural de los proyectos y de la ciudad.
El Archivo es un edificio que consiste en dos volúmenes cúbicos bien definidos, cada uno de los cuales ocupa un cuarto de manzana en esta área de la ciudad. La continuidad espacial existente de las calles de la Nueva Santa Fe, que van de este a oeste, separa los dos volúmenes. En la parte externa éstos se encuentran conectados por un puente transparente y bajo tierra comparten dos sótanos. Uno de los volúmenes sirve como área administrativa y pública del proyecto, incluyendo un patio interior circular, una de las características espaciales del Archivo. El otro contiene los locales de los archivos en donde toda clase de documentos históricos, la memoria del país si se quiere, han sido archivados.
En el Archivo, lugar, historia y distancia se convierten en elementos integrales en el proceso de elaboración de formas de Salmona. Aunque él haga referencia a las tradiciones de la arquitectura colonial en Colombia, no es accidental que haya vuelto a introducir dos importantes conceptos, evidentes en los edificios y la poesía precolombinos: el deambular sobre el techo y el acceso sesgado a los recintos, a lo largo de líneas diagonales. El techo del Archivo se ha convertido en un área lúdica ocupada por un jardín y las áreas adyacentes a la cafetería, lo cual hace posible el deambular sobre el mismo, y maravillarse al mismo tiempo. Quienes allí se encuentren podrán ver y captar todo el panorama urbano circundante, modulado por el paisaje en la lejanía, observando a la vez el ir y venir de los usuarios atravesando el vacío cilíndrico central del edificio.
Sin lugar a dudas, el espacio central del Archivo constituye una adición significativa a los espacios públicos de Bogotá. Conjuga, cual ÔtímpanoÕ, los ecos, las luces y algunas de las improntas de la ciudad y es en todos los sentidos un Ôlugar memorableÕ. Este espacio público satisface muchos aspectos funcionales. Su envoltura ofrece la oportunidad de introducir una fenestración modulada y rítmica y de llevar iluminación a las áreas de circulación interior. También funciona como un dispositivo experimental relacionado con la manera como los alrededores inmediatos y distantes se conjugan en el centro del edificio. Las ventanas del patio interior se encuentran localizadas en relación con aquellas de la envoltura exterior. La transparencia, dependiendo de las condiciones de la luz, se hace posible y permite una mirada que atraviesa el edificio del exterior al interior, y luego más allá, de adentro a afuera otra vez. Así, esta yuxtaposición de vacíos transparentes, la metáfora de un edificio transparente, a pesar de su opaca envoltura de ladrillo, se convierte en parte de lo real.
Para poder percibir el panorama distante, a partir del patio central, el arquitecto, con gran destreza, ha provisto una inmensa abertura que permite encuadrar las pintorescas formas ÔkitschÕ de la iglesia del Carmen, que aparece en un trasfondo intermedio, rodeada por la imponente perspectiva de los cerros de Monserrate y Guadalupe.
De acuerdo con las condiciones estacionales estos cerros pueden ser percibidos en distintas manifestaciones, desde siluetas envueltas por la bruma hasta inmensas formaciones tectónicas bajo las tonalidades rojizas de ÔEl sol de los venadosÕ.
El patio central del Archivo evoca otros lugares históricos y distantes, por ejemplo: Miguel Angel Campidoglio en Roma y el palacio de Carlos V, de Pedro Machuca, en la Alhambra. A otro nivel, el Archivo responde a la geografía del sitio de la misma forma que lo hacen algunas de las estructuras precolombinas. En el Archivo, el sol juega papel significativo al bañar el espacio central del edificio para crear un desplazamiento continuo de la luz y de la sombra. De acuerdo con la estación, diversos patrones de luminosidad transforman el edificio en monumental reloj solar.
El centro del Archivo se encuentra ocupado por un patio, un vacío cilíndrico. Después de haber transpuesto el portal de entrada al edificio, localizado en la esquina, entrando ya en el mismo, el usuario debe atravesar el patio siguiendo un eje imaginario que divide al volumen en partes iguales. Una maravillosa textura de ladrillo, diseñada para controlar la expansión de las junturas del piso, realza el centro. Evoca otro espacio público central: La Plaza del Campidoglio de Miguel Angel en Roma.
El centro del Archivo, sin embargo, no está ocupado por un objeto fijo, como el bronce ecuestre que muestra al Emperador Marco Aurelio en medio del Campidoglio. Se trata aquí del espacio que cada visitante o usuario eventualmente ocupa aunque sea fugazmente a su entrada al edificio. Como el Campidoglio, centro conceptual de la Roma renacentista, al cual conducen todos los caminos, el centro del Archivo es, también conceptualmente, allí en donde todos los senderos históricos confluyen para dar forma a la memoria colectiva de la sociedad.
El Campidoglio de Miguel Angel en Roma y el palacio de Carlos V en la Alhambra, de Machuca, constituyen precedentes directos del Archivo. De manera paradójica y maravillosa, al contrario de lo que sucede con esos proyectos, el usuario del Archivo General de la Nación ocupa el centro del edificio sin haber entrado propiamente en él. El sitio central del edificio, centro conceptual de la memoria del país se encuentra localizado en el centro del espacio público. El patio central de Salmona se convierte, de esta manera, en un mecanismo extraordinario que subvierte los conceptos tradicionales.
“En el Archivo General de la Nación traté de expresar lo que había estado elaborando en otros proyectos, es decir, que la transparencia fuera el elemento dominante de la composición del edificio. Es un aspecto importante, no sólo desde el punto de vista de su espacialidad, de la visión totalizadora que se pueda obtener al mismo tiempo, de la claridad de los distintos lugares, de la vista que se consigue de determinados sitios de la ciudad, sino también de la transparencia que debe tener un edificio público desde el punto de vista administrativo.
Pero en un proyecto la transparencia no lo es todo. Es un simple aspecto que va a condicionar otros igualmente importantes, como son su relación con la ciudad, con la silueta de las montañas que la rodean, con la asoleación y la incidencia de la luz, no sólo en las fachadas sino en el interior del edificio y en su tímpano, es decir, en su patio central redondo, corazón del proyecto, lugar de encuentro”.
R.S.
“Sostuve hace años que la arquitectura es una re-creación. Hoy sostengo lo mismo. Ello implica un conocimiento de la arquitectura para poder hacer arquitectura. No se re-crea lo que no se conoce.
El repertorio formal y espacial de la arquitectura es un patrimonio, y es el que en el momento de la creación se escoge como modelo, como guía, como medida, como armonía, no para copiarlo, sino para inspirarse.
El resultado de esa inspiración es una obra sólida, ligada a la historia, pero actual, contemporánea, una obra que va a transmitir no sólo emociones, sino la acumulación de ensayos, de logros, de dudas y belleza, que otros han a su vez recreado.
La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia”.
R.S.
“Hacer arquitectura es tener un acuerdo tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.
Hacer arquitectura es recrear elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni las transparencias, el zaguán, los patios ni las plazas. Es también la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre el hombre las estrellas y le da un límite al infinito”.
R.S.
“La ciudad es un sueño del hombre, pero es, sobre todo, un lugar para vivir. Y, así entendida, el lugar por excelencia. Es también el lugar donde la utopía es posible. Es el lugar de la historia.
La ciudad es cosa del hombre. Por ello no puede nunca llegar a ser una construcción estrictamente racional. Ese es el error del urbanismo, que tiende a racionalizar lo que debe ser lógico y poético. No se racionaliza la obra de arte.
El cambio, la transformación es lo propio de la ciudad. Son cambios cargados de historia, de deseos, de sueños individuales y de proyectos colectivos. Reducirlos a un concepto estrictamente técnico, urbanístico o político, es producir la debacle, el desastre, es volver a la anticiudad, preámbulo de la barbarie”.
R.S.
“Quiero que la arquitectura se perciba con todos los sentidos y no únicamente con el visual. Me interesa componer (como la música, la arquitectura también se compone) con elementos diversos: los materiales, el agua, la luminosidad, la penumbra.
Me interesa la sombra tanto como la claridad.
Compongo con sesgos, con diagonales, con reflejos y con transparencias, con lo húmedo y lo seco, con recorridos”.
R.S.
“Hay que doblar las posibilidades del usufructo de la arquitectura. Se la puede recorrer, caminar, descubrir. Entre más se descubra, más bella es. Pero el descubrimiento debe ser sutil. La arquitectura es más bella cuando se descubre que cuando se impone. El descubrimiento debe producirse a medida que uno la vive, para llegar al encantamiento.
El poder de encanto de la arquitectura radica en que se dirige a todos los sentidos y no exclusivamente al visual. La arquitectura está hecha para emocionar, conmover”.
R.S.
#AmorPorColombia
Archivo General de la Nación
Vanos transparentes de vidrio que denotan la zona pública del conjunto.
Vanos en calado que denotan la zona privada del conjunto: los archivos.
Transparencias que dejan ver exteriores e interiores.
Vista del patio central desde la terraza: la Iglesia del Carmen y el Cerro de Monserrate, lugares significativos del entorno cercano y lejano, se incorporan a la experiencia total del edificio.
Los dos volúmenes del archivo separados por la trama urbana.
Puente de acceso a la zona de archivos.
Los diferentes niveles de circulación en la zona de almacenaje.
Pasillo principal de acceso a los archivos y otras dependencias. Por medio de las claraboyas continuas y del muro calado, el entorno se insinúa constantemente.
Zonas de circulación en el área pública del archivo. Los grandes vanos dosifican el recorrido de la luz hacia los espacios interiores.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
El desplazamiento vertical a través de la oquedad cilíndrica que alberga la escalera se convierte en verdadero evento sensorial.
Perspectiva de los diversos substratos tectónicos percibidos desde la biblioteca hacia el patio central.
Fotografía aérea del conjunto desde el noroccidente.
Acceso principal del complejo a lo largo del eje diagonal que atraviesa el patio central.
Patio central.
Diseño geométrico circular en ladrillo del patio central de acceso al conjunto.
Acceso principal del complejo a lo largo del eje diagonal que atraviesa el patio central.
Transparencias que dejan ver exteriores e interiores.
Detalles constructivos del manejo del ladrillo en muros y escaleras del acceso al patio central y en el piso de la plataforma de entrada al conjunto.
Detalles constructivos del manejo del ladrillo en muros y escaleras del acceso al patio central y en el piso de la plataforma de entrada al conjunto.
Detalle del vano semicircular entre el corredor perimetral y la biblioteca con diseños de piso en ladrillo y estructuras en concreto a la vista.
Texto de: Ricardo L. Castro
En el Archivo General de la Nación, inaugurado en 1996, Salmona ha encontrado otra oportunidad para transformar y llevar a la notoriedad a un deteriorado sector sur de la zona histórica de Bogotá, ajustándose, al mismo tiempo, a algunas de las limitaciones impuestas por el sitio, los programas y los presupuestos.
El Archivo se encuentra en el extremo sur del sector histórico colonial, al occidente del Complejo de la Nueva Santa Fe, sobre el terreno accidentado que hace parte de las faldas de los cerros de Monserrate y Guadalupe, los cuales constituyen formaciones típicas de la cadena montañosa que, alzándose hacia el oriente, actúan como trasfondo natural de los proyectos y de la ciudad.
El Archivo es un edificio que consiste en dos volúmenes cúbicos bien definidos, cada uno de los cuales ocupa un cuarto de manzana en esta área de la ciudad. La continuidad espacial existente de las calles de la Nueva Santa Fe, que van de este a oeste, separa los dos volúmenes. En la parte externa éstos se encuentran conectados por un puente transparente y bajo tierra comparten dos sótanos. Uno de los volúmenes sirve como área administrativa y pública del proyecto, incluyendo un patio interior circular, una de las características espaciales del Archivo. El otro contiene los locales de los archivos en donde toda clase de documentos históricos, la memoria del país si se quiere, han sido archivados.
En el Archivo, lugar, historia y distancia se convierten en elementos integrales en el proceso de elaboración de formas de Salmona. Aunque él haga referencia a las tradiciones de la arquitectura colonial en Colombia, no es accidental que haya vuelto a introducir dos importantes conceptos, evidentes en los edificios y la poesía precolombinos: el deambular sobre el techo y el acceso sesgado a los recintos, a lo largo de líneas diagonales. El techo del Archivo se ha convertido en un área lúdica ocupada por un jardín y las áreas adyacentes a la cafetería, lo cual hace posible el deambular sobre el mismo, y maravillarse al mismo tiempo. Quienes allí se encuentren podrán ver y captar todo el panorama urbano circundante, modulado por el paisaje en la lejanía, observando a la vez el ir y venir de los usuarios atravesando el vacío cilíndrico central del edificio.
Sin lugar a dudas, el espacio central del Archivo constituye una adición significativa a los espacios públicos de Bogotá. Conjuga, cual ÔtímpanoÕ, los ecos, las luces y algunas de las improntas de la ciudad y es en todos los sentidos un Ôlugar memorableÕ. Este espacio público satisface muchos aspectos funcionales. Su envoltura ofrece la oportunidad de introducir una fenestración modulada y rítmica y de llevar iluminación a las áreas de circulación interior. También funciona como un dispositivo experimental relacionado con la manera como los alrededores inmediatos y distantes se conjugan en el centro del edificio. Las ventanas del patio interior se encuentran localizadas en relación con aquellas de la envoltura exterior. La transparencia, dependiendo de las condiciones de la luz, se hace posible y permite una mirada que atraviesa el edificio del exterior al interior, y luego más allá, de adentro a afuera otra vez. Así, esta yuxtaposición de vacíos transparentes, la metáfora de un edificio transparente, a pesar de su opaca envoltura de ladrillo, se convierte en parte de lo real.
Para poder percibir el panorama distante, a partir del patio central, el arquitecto, con gran destreza, ha provisto una inmensa abertura que permite encuadrar las pintorescas formas ÔkitschÕ de la iglesia del Carmen, que aparece en un trasfondo intermedio, rodeada por la imponente perspectiva de los cerros de Monserrate y Guadalupe.
De acuerdo con las condiciones estacionales estos cerros pueden ser percibidos en distintas manifestaciones, desde siluetas envueltas por la bruma hasta inmensas formaciones tectónicas bajo las tonalidades rojizas de ÔEl sol de los venadosÕ.
El patio central del Archivo evoca otros lugares históricos y distantes, por ejemplo: Miguel Angel Campidoglio en Roma y el palacio de Carlos V, de Pedro Machuca, en la Alhambra. A otro nivel, el Archivo responde a la geografía del sitio de la misma forma que lo hacen algunas de las estructuras precolombinas. En el Archivo, el sol juega papel significativo al bañar el espacio central del edificio para crear un desplazamiento continuo de la luz y de la sombra. De acuerdo con la estación, diversos patrones de luminosidad transforman el edificio en monumental reloj solar.
El centro del Archivo se encuentra ocupado por un patio, un vacío cilíndrico. Después de haber transpuesto el portal de entrada al edificio, localizado en la esquina, entrando ya en el mismo, el usuario debe atravesar el patio siguiendo un eje imaginario que divide al volumen en partes iguales. Una maravillosa textura de ladrillo, diseñada para controlar la expansión de las junturas del piso, realza el centro. Evoca otro espacio público central: La Plaza del Campidoglio de Miguel Angel en Roma.
El centro del Archivo, sin embargo, no está ocupado por un objeto fijo, como el bronce ecuestre que muestra al Emperador Marco Aurelio en medio del Campidoglio. Se trata aquí del espacio que cada visitante o usuario eventualmente ocupa aunque sea fugazmente a su entrada al edificio. Como el Campidoglio, centro conceptual de la Roma renacentista, al cual conducen todos los caminos, el centro del Archivo es, también conceptualmente, allí en donde todos los senderos históricos confluyen para dar forma a la memoria colectiva de la sociedad.
El Campidoglio de Miguel Angel en Roma y el palacio de Carlos V en la Alhambra, de Machuca, constituyen precedentes directos del Archivo. De manera paradójica y maravillosa, al contrario de lo que sucede con esos proyectos, el usuario del Archivo General de la Nación ocupa el centro del edificio sin haber entrado propiamente en él. El sitio central del edificio, centro conceptual de la memoria del país se encuentra localizado en el centro del espacio público. El patio central de Salmona se convierte, de esta manera, en un mecanismo extraordinario que subvierte los conceptos tradicionales.
“En el Archivo General de la Nación traté de expresar lo que había estado elaborando en otros proyectos, es decir, que la transparencia fuera el elemento dominante de la composición del edificio. Es un aspecto importante, no sólo desde el punto de vista de su espacialidad, de la visión totalizadora que se pueda obtener al mismo tiempo, de la claridad de los distintos lugares, de la vista que se consigue de determinados sitios de la ciudad, sino también de la transparencia que debe tener un edificio público desde el punto de vista administrativo.
Pero en un proyecto la transparencia no lo es todo. Es un simple aspecto que va a condicionar otros igualmente importantes, como son su relación con la ciudad, con la silueta de las montañas que la rodean, con la asoleación y la incidencia de la luz, no sólo en las fachadas sino en el interior del edificio y en su tímpano, es decir, en su patio central redondo, corazón del proyecto, lugar de encuentro”.
R.S.
“Sostuve hace años que la arquitectura es una re-creación. Hoy sostengo lo mismo. Ello implica un conocimiento de la arquitectura para poder hacer arquitectura. No se re-crea lo que no se conoce.
El repertorio formal y espacial de la arquitectura es un patrimonio, y es el que en el momento de la creación se escoge como modelo, como guía, como medida, como armonía, no para copiarlo, sino para inspirarse.
El resultado de esa inspiración es una obra sólida, ligada a la historia, pero actual, contemporánea, una obra que va a transmitir no sólo emociones, sino la acumulación de ensayos, de logros, de dudas y belleza, que otros han a su vez recreado.
La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia”.
R.S.
“Hacer arquitectura es tener un acuerdo tácito con la historia. Es el resultado de una dura práctica en busca de lo esencial. La arquitectura es una cultura continua, cuyo conocimiento se ha ido transmitiendo en el curso de la historia, que, a su vez, la añeja y la enriquece, incorporándola. Es un acto profundamente culto, pues no se recrea lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Y este es el gran momento de la creación.
Hacer arquitectura es recrear elementos que ya existen. No se inventan los patios, las atarjeas, los vanos ni las transparencias, el zaguán, los patios ni las plazas. Es también la mirada que recorre con rigor y entusiasmo las pequeñas cosas de la vida, que sublima lo cotidiano, que resuelve bien, por ejemplo, una ventana porque a través de ella entra el paisaje, o que al diseñar un patio sabe que desde allí descubre el hombre las estrellas y le da un límite al infinito”.
R.S.
“La ciudad es un sueño del hombre, pero es, sobre todo, un lugar para vivir. Y, así entendida, el lugar por excelencia. Es también el lugar donde la utopía es posible. Es el lugar de la historia.
La ciudad es cosa del hombre. Por ello no puede nunca llegar a ser una construcción estrictamente racional. Ese es el error del urbanismo, que tiende a racionalizar lo que debe ser lógico y poético. No se racionaliza la obra de arte.
El cambio, la transformación es lo propio de la ciudad. Son cambios cargados de historia, de deseos, de sueños individuales y de proyectos colectivos. Reducirlos a un concepto estrictamente técnico, urbanístico o político, es producir la debacle, el desastre, es volver a la anticiudad, preámbulo de la barbarie”.
R.S.
“Quiero que la arquitectura se perciba con todos los sentidos y no únicamente con el visual. Me interesa componer (como la música, la arquitectura también se compone) con elementos diversos: los materiales, el agua, la luminosidad, la penumbra.
Me interesa la sombra tanto como la claridad.
Compongo con sesgos, con diagonales, con reflejos y con transparencias, con lo húmedo y lo seco, con recorridos”.
R.S.
“Hay que doblar las posibilidades del usufructo de la arquitectura. Se la puede recorrer, caminar, descubrir. Entre más se descubra, más bella es. Pero el descubrimiento debe ser sutil. La arquitectura es más bella cuando se descubre que cuando se impone. El descubrimiento debe producirse a medida que uno la vive, para llegar al encantamiento.
El poder de encanto de la arquitectura radica en que se dirige a todos los sentidos y no exclusivamente al visual. La arquitectura está hecha para emocionar, conmover”.
R.S.