Presentación

Yo te quiero | Acrílico sobre tela | 60 cm x 60 cm | 2009  

Desplazamiento n.° 133 | Óleo sobre tela | 100 cm x 200 cm | 2010  

Will you still love tomorrow | Óleo sobre tela | 112 cm x 152 cm | 2006 

Can’t take my eyes off you | Acrílico sobre papel | 39,5 cm x 149,5 cm | 2008 

Desplazamiento n.° 33 | Óleo sobre tela | 148 cm x 196 cm | 2002 

Texto de: Miguel Cortés
Presidente Sociedades Bolívar

Con este nuevo ejemplar, dedicado a la obra de Pedro Ruiz, la colección de libros de arte colombiano de Seguros Bolívar llega a 33 volúmenes.

Pedro Ruiz (Bogotá, 1957) —cuya obra ha viajado, muchas veces de manera itinerante, por Brasil, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México— no ha dejado de sorprendernos desde el momento mismo en que empezó a mostrarnos su trabajo, por allá en los años ochenta. Desde entonces sus obras, que no parecen querer conformarse con lo establecido, están siempre en busca de nuevos aires. De ahí, sus insaciables ensayos de nuevas técnicas y distintos medios expresivos; de ahí su aprovechamiento sin temor de las nuevas posibilidades; de ahí sus incursiones en la fotografía, la moda o el diseño de escenografía. De ahí también su amplio y sorprendente despliegue temático, muchas veces rubricado con ese indeclinable humor del artista que permea buena parte de su producción.

Todo esto hace que el desarrollo de sus líneas de expresión no pueda seguirse como una secuencia continua y sin desvíos. Su desarrollo expresivo va y viene, se mueve en distintas direcciones, se hace individual o se agrupa en lo multidisciplinario —proyectos como La biblioteca natural o Nadieøpina—, pero al cabo, sin excepción, todo apunta a las preocupaciones esenciales del artista y a su urgencia de registrarlas y consignarlas como para que no se pierdan. “Pedro pinta con la misma naturalidad con que respira, en pocos artistas siente uno tanto el arte como una manera natural de vivir. Tiene esa manía picassiana de andar interviniendo todo lo que toca, las sillas, los trajes, los objetos…”, anota William Ospina.

Y sus preocupaciones, que son a la vez sus pasiones, se refieren primordialmente al hombre y a la naturaleza. Al artista le emociona tanto la naturaleza como le preocupa su deterioro; le conmueve tanto el individuo como le duele su maltrato. Ahí están en sus paisajes esos sutiles registros de los sobrevuelos de los campos, o sus enormes amapolas, o sus lúdicas versiones del desplazamiento, o las flores, o las palmeras, o los árboles, o las mariposas. Pero, sus naturalezas, en oposición a las que usualmente la historia del arte designa como muertas, son naturalezas vivas.

En efecto, con este nombre llamó el artista a un conjunto de trabajos que, con el resto de su producción, se ilustra aquí ampliamente.

Como este libro lo prueba, se trata de una obra muy seria esta de Pedro Ruiz.

En Sociedades Bolívar nos sentimos muy orgullosos de difundirla. Este volumen reafirma la certeza que tenemos de que nuestra colección anual sigue siendo el mejor registro ilustrado que el país tiene de sus valores artísticos.

Como tal, esperamos que nuestros amigos lo acojan con el mismo gusto que tenemos en enviarlo.