Museo etnográfico Miguel Ángel Builes

Texto de: Carolina Jaramillo Seligmann

En julio de 1927 Monseñor Miguel Ángel Builes —obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos— fundó el Seminario de Misiones de Yarumal, con la idea formar y enviar misioneros a distintas regiones de Colombia. Once años después, los primeros siete sacerdotes fueron ordenados y destinados a la región del Magdalena Medio. Con el tiempo, el número de misioneros fue creciendo y con ello se organizó el Instituto Misionero, bajo la dirección de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos de la Iglesia Católica.

Los misioneros, que progresivamente fueron creciendo en cantidad y en zonas de influencia, empezaron a recolectar objetos hechos por los nativos de los lugares donde realizaban sus labores. Debido a esto, en 1962, en Yarumal, Antioquia, se dio inicio al primer museo etnográfico con el propósito de exponer las muestras recogidas. Posteriormente, la institución se trasladó a la ciudad de Medellín, donde el 29 de septiembre de 1972 se inauguró oficialmente como Museo Etnográfico Miguel Ángel Builes, en un edificio de cuatro plantas construido para tal fin.

El total de piezas exhibidas en sus distintas colecciones llega a las 6 000. Se trata de artesanías y objetos representativos de variadas culturas procedentes de América, África y Asia. Allí se puede encontrar una maloka del Amazonas, adornos en plata de los indígenas embera del Chocó, mantas confeccionadas en La Guajira, trajes de los arhuacos de la Sierra Nevada, tallas en madera de los quechua bolivianos, cerámicas peruanas y pinturas originarias de Kenia, África.

Las diversas colecciones se distribuyen en 8 salas de exposiciones. Las salas 1, 2 y 3 comprenden la región amazónica. La sala 1 —manifestaciones culturales— alberga implementos de cacería, pesca y cestería, así como trajes y plantas medicinales de las comunidades indígenas de Putumayo, Caquetá, Vaupés, Guainía, Guaviare y Amazonas. La sala 2 —expresiones culturales— cuenta con la maloka, elementos ceremoniales y trabajos de orfebrería de los grupos indígenas de la región de la Amazonía. Mientras la sala 3 contiene elementos culturales procedentes de otras regiones de Colombia y el mundo.

La Región del Pacífico está representada en las salas 4 y 5. La sala 4 —cultura espiritual y material— muestra bastones y bancos jaibaná, nuchus en madera de Neles, trajes y molas de la mujer tule, entre otros, así como de los indígenas y las comunidades afrocolombianas de Antioquia, Chocó y Panamá. La sala 5 —producción cultural— expone objetos tambo embera, figuras antropomorfas zenú y cerámica noanamá, de las comunidades de Antioquia, Chocó y Córdoba.

Por último, la Región Atlántica, Central y Oriental, así como las colecciones internacionales, ocupan las salas 6, 7 y 8. En la sala 6 —manifestaciones culturales— están las vestimentas wayuu, la cerámica uwa y los objetos funerarios de distintas etnias de La Guajira, la Sierra Nevada de Santa Marta y Venezuela. También están objetos de los uwa o tunebos del Arauca y las expresiones de los Llanos Orientales. La sala 7 —correspondiente a América del Sur— aúna las etnias de los países andinos, sus textiles, trajes, instrumentos musicales, artesanías, etc., manifestaciones de los indígenas de Ecuador, Bolivia y Perú, además de elementos culturales de Brasil. En la sala 8 se encuentran las expresiones de África y Asia; vestidos de la cultura musulmana y budista; collares, tallas, máscaras y elementos rituales de Costa de Marfil, Camerún, Malí, Kenia, Angola y Etiopía, así como de las culturas asiáticas de Filipinas, Camboya y Tailandia.