Grupo Bancolombia / Sede de la Dirección General

Texto de: Carolina Jaramillo Seligmann

Más allá de su monumental arquitectura, una volumetría de dos moles de doce pisos cada una, conectadas por dos puentes, la nueva sede de la dirección general del Grupo Bancolombia es una obra construida primordialmente con una óptica ecológica de desarrollo, pensada para la funcionalidad y el bienestar de sus usuarios.

El proceso completo de su construcción —que comenzó en enero de 2007, con diseño arquitectónico del Consorcio AIA-Convel e interior de la compañía norteamericana Arquitectural Interiors en terrenos donde existió una gran fábrica de cementos— tomó tres años y medio. Se encuentra entre las avenidas de Los Industriales y la Regional en el barrio Colombia. De los casi 36?000 m2 del lote adquirido, se entregaron a la ciudad más de 22?000 para áreas de vías  públicas y cerca de 3.000 m2 para parques. Es el edificio corporativo más grande en área construido en Colombia y alberga unos 4?200 empleados.

Arquitectónicamente, la edificación se concibió del interior hacia afuera, teniendo en cuenta las características funcionales y ambientales indispensables para un óptimo desempeño, a partir de los módulos básicos de trabajo. Esto le permitió contar con una mayor versatilidad en la distribución de las áreas y responder de manera eficiente a las necesidades espaciales de la organización en la actualidad y de cara al futuro. La circulación perimetral permite contar con luz natural y vista al exterior de manera permanente, seguridad en caso de evacuaciones y movilidad interna fácil y práctica entre las áreas sin interferir en la operación normal, pues los corredores las rodean, no las atraviesan. Los servicios comunes están reunidos en los puntos fijos y los equipos de trabajo están ubicados según las necesidades de relacionamiento interno. Como la ubicación del lote es longitudinal y de oriente a occidente, las fachadas más largas de los dos edificios quedan totalmente expuestas al sol; el hecho de que no haya oficinas adosadas a las fachadas, hace posible que todos los empleados y visitantes del edificio disfruten de la luz natural y la vista exterior. Esta característica contribuye a racionalizar el consumo de luz artificial entre un 25 y un 50 por ciento en días soleados. Por medio de sensores que las operan automáticamente, las persianas automatizadas regulan la luz solar y la temperatura interior. El aire acondicionado por piso ahorra hasta un 50% de energía, gracias al manejo más eficiente del aire frío de entrada y el retorno del aire caliente al exterior.

Para incentivar el uso del transporte público se restringió el espacio de sitios de parqueo dándole mayor campo a zonas verdes. El moderno edificio tiene acceso directo al Metro de Medellín, en la Estación Industriales. Sorprende el conjunto de treinta y cuatro ascensores con inteligencia neuronal. Esto quiere decir que “aprenden” el comportamiento del tráfico y reprograman la operación para hacerla progresivamente más eficiente. Además, son vía de evacuación en caso de incendios, porque están construidos para esa contingencia. Igualmente, los dos puentes fueron ensamblados con un sistema flexible que les permite soportar remesones en caso de sismos y también poseen unas cortinas automatizadas que se activan cuando aumenta la temperatura por encima de los niveles previstos para el óptimo funcionamiento del sistema de aire acondicionado.

Además, para contribuir al bienestar de trabajadores y visitantes, hay zonas de esparcimiento, centro de acondicionamiento físico, restaurantes y comedores. Todo el conjunto es una gran galería que alberga obras de más de 17 artistas contemporáneos.