Presentación

1982 / Acrílico sobre tela / 140 x 140 cm (detalle) 

Signo y formas / 2008 / Acrílico sobre tela / 196 x 394 cm (detalle) 

1987 / Acrílico sobre tela / 170 x 200 (detalle)  

Equilibrio estático / 1975 / Acrílico sobre tela / 170 x 200 cm / (detalle) 

Texto de: José Alejandro Cortés Osorio
Presidente Sociedades Bolívar

La obra escogida en esta ocasión por Seguros Bolívar para su libro del año —una extensa colección dedicada al arte colombiano, que ya supera los treinta títulos— es la de Manuel Hernández (Bogotá, 1928), “el artista colombiano de más intensa y reposada fidelidad a un mundo de signos propios”, como lo define Juan Gustavo Cobo.

Y así es. Desde sus años de estudiante, primero en Bogotá y luego en Santiago de Chile, Hernández se encamina a la búsqueda de una expresión única, de un lenguaje singular, de un alfabeto propio que condense y explique por sí mismo su pintura. Esta búsqueda, como su fidelidad a ella, es intensa porque no cesa, reposada porque no revela afanes.

El artista no ha quemado etapas. El sólido y equilibrado universo de su obra —paradigma de su propia libertad— ha sido construido paulatinamente, con austero rigor y sin concesiones. En la serenidad de su obra, nada escapa a la abstracción, nada tiende a la representación. El artista, así lo ha confesado, no está interesado en contenidos inmediatos. Manuel Hernández es un pintor genuinamente abstracto. Sus cuadros tienen que ver con el evocador manejo de la luz y del color, con la materia que emplea, con las atmósferas que construye, con la emoción que irradian.

Y es esta obra, sin duda, una de las más poéticas e inconfundibles del arte colombiano, la que sin querellas ni algarabías ha dado la vuelta al mundo, suscitando en cada lugar el reconocimiento a la depuración de su lenguaje, al dominio de su técnica, a la maestría de su factura.

Con la certeza y el orgullo que produce encontrarnos ante uno de los grandes maestros de la plástica colombiana, tenemos el agrado de hacerles llegar este libro.