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- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
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- La última muerte de Wozzeck (2000)
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- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
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- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
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- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
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- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
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- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
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Fauna asociada al manglar
El mapache, Procyon lotor, es uno de los habitantes más curiosos del manglar. Se le encuentra todo el día buscando activamente su alimento en este medio, el cual incluye cangrejos, moluscos y cualquier bicho que pueda comer. Pesca también en los esteros donde lava con cuidado su presa antes de ingerirla. De ahí proviene uno de sus nombres: oso lavador, como se le conoce en algunas partes del mundo.
En los manglares también encontramos animales que nos sorprenden como los escorpiones. De día viven refugiados debajo de la corteza desprendida de los mangles o entre las bromelias; en la noche salen de allí y se convierten en activos cazadores de insectos.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
En las raíces de los mangles se encuentra un gran número de moluscos especialmente ostras y caracoles. Algunos se han especializado a tal punto que viven de las ostras que crecen sobre aquéllas. Para lograrlo perforan la concha de su víctima con una lengua dentada modificada, conocida como rádula.
El suelo del manglar tiene abundante fauna conformada especialmente por pequeños invertebrados, los cuales son cazados activamente por gran número de aves, como lo demuestran las huellas que dejan impresas en este sustrato. Pero la mayor riqueza de nutrientes se encuentra en las aguas del estuario, verdadero paraíso para estos pescadores alados, como los piqueros, Sula leucogaster.
El suelo del manglar tiene abundante fauna conformada especialmente por pequeños invertebrados, los cuales son cazados activamente por gran número de aves, como lo demuestran las huellas que dejan impresas en este sustrato. Pero la mayor riqueza de nutrientes se encuentra en las aguas del estuario, verdadero paraíso para estos pescadores alados, como los piqueros, Sula leucogaster.
El estuario, con su oferta permanente de nutrientes, mantiene a miles de aves marinas pescadoras como las fragatas, Fregata magnificens. Al atardecer estas hermosas aves se dirigen a sus dormideros dando un espectáculo fascinante, colmado de vuelos acrobáticos y miles de sonidos.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
El venado de los pantanos, Odocoileus sp., encuentra abundante alimento en el manglar, especialmente las suculentas hojas del mangle blanco, Laguncularia racemosa. Esta especie de mangle es rica en grasa y proteína y puede servir de comida para el ganado especialmente el caprino. Esto hace que el manglar pueda ser utilizado en el futuro como zona forrajera.
En los esteros encontramos lagartos como el cruzarroyo, Basiliscus galeritus, capaz de correr cortas distancias sobre el agua para ir en busca de insectos y pequeños invertebrados, que captura, entre el laberinto de raíces. Otro lagarto del manglar es la iguana, Iguana iguana, la cual se alimenta preferencialmente del mangle negro y ha hecho que éste se conozca en el Pacífico colombiano con el nombre de iguanero.
En los esteros encontramos lagartos como el cruzarroyo, Basiliscus galeritus, capaz de correr cortas distancias sobre el agua para ir en busca de insectos y pequeños invertebrados, que captura, entre el laberinto de raíces. Otro lagarto del manglar es la iguana, Iguana iguana, la cual se alimenta preferencialmente del mangle negro y ha hecho que éste se conozca en el Pacífico colombiano con el nombre de iguanero.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
Verdaderos reyes del manglar, son los cangrejos, en especial el cangrejo del mangle, Aratus pisonii. Este trepa sobre los troncos y se alimenta casi exclusivamente del material vegetal ?incluso hojas~, aportado por el árbol. Otros cangrejos como el ermitaño, Coenobita compressus, sube a los troncos de mangle para raspar pequeñas ostras recién fijadas. Otros no trepan al árbol, como el cangrejo violinista, Uca vocator, inferior derecha, sino que recoge directamente del suelo con su pequeña pinza el detritus orgánico. La otra , generalmente muy desarrollada, la utiliza, ?adornándola con llamativos colores?, para cortejar a la hembra.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
Texto de: Henry von Prahl
Al considerar la fauna del manglar debemos tener claro que se trata de un sistema complejo, integrado por diversos ambientes. A su vez, cada ambiente puede tener su propia fauna asociada o compartirla en mayor o menor grado. Por ejemplo, tenemos animales que viven en la copa de los árboles alimentándose del follaje; otros usan las ramas o el tronco, lo mismo que las raíces, tanto las expuestas como las sumergidas. También se encuentran animales sobre el suelo o enterrados en él, mientras otros viven exclusivamente en los esteros y los cuerpos de agua que rodean al manglar. Esto nos obliga a tratar cada ambiente por separado y señalar la asociación existente, aclarando que vamos a mostrar sólo algunos de los animales más representativos para caracterizar al manglar como hábitat.
El follaje
Se ha calculado que organismos herbívoros aprovechan del 15 al 20 por ciento del material foliar. Los más frecuentes son los insectos que pueden causar defoliaciones graves, especialmente en Manglares sujetos a tensión. Hay cangrejos que se alimentan casi exclusivamente del material vegetal proveniente del manglar como el cangrejo del mangle, Aratus pisonii. Otros consumidores de este material son los moluscos.
Pero las hojas también son ramoneadas por vertebrados, en especial las del mangle negro, que recibe el nombre de iguanero en el Pacífico colombiano por la cantidad de iguanas que usualmente lo habitan. Los venados, Odocoileus, se encuentran con relativa frecuencia en el manglar y consumen con preferencia las hojas del mangle blanco o comedero, ricas en grasa y proteína.
Lo mismo se puede decir de los monos colorados o aulladores, Alouatta, que entran en grupos familiares al manglar para alimentarse del follaje tierno, que retiran directamente con la boca. Incluso hoy se pueden ver bandadas de estos en los Manglares próximos a la desembocadura de los ríos Frío y Fundación, en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Pero no todos estos organismos consumen el follaje. Algunos, como las abejas, juegan importante papel en la polinización de ciertas especies de mangle, como Avícennia y Laguncularia, mientras que Pelliciera rhizophorae es polinizada por el colibrí Amazilia tzacatle.
Las ramas
Las ramas del manglar son utilizadas por infinidad de animales, particularmente por aves, como percha o estructura de apoyo para construir sus nidos. Por eso es frecuente ver colonias de anidación de pelícanos, tijeretas de mar, cormoranes y garzas, en los Manglares de islote como el de Pajarales en el archipiélago del Rosario. Estas aves son, a su vez, habitantes típicos del manglar y obtienen sus presas directamente de este medio o del mar. Parte de la energía tomada puede ser devuelta con las heces liberadas en estas zonas de reposo o anidación y, de esta manera, los dormideros se constituyen en importantes puntos de reciclaje de nutrientes.
Pero no solo las aves marinas o estuarinas ocupan el manglar para dormir 0 anidar; también vienen algunas aves del bosque como los loros. Estos encuentran en los Manglares magníficos sitios de anidación, principalmente en el Pacífico colombiano, por la cantidad de termiteros o nidos de comején que hay en sus ramas. Estos termiteros son acondicionados por los loros, Amazonas sp., para hacer sus propios nidos y de ésta manera criar sus pichones en un medio relativamente seguro por los pocos depredadores, si se le compara con la selva húmeda tropical. Los termiteros también atraen al tamandúa, Tamandua tetradadyla, oso hormiguero arbóreo de cola prensil y cuatro largas uñas, en especial la del tercer dedo. Con estas abre los termiteros e introduce su largo hocico provisto de una lengua pegajosa para atrapar comejenes, los cuales constituyen su dieta predilecta.
El tronco
Los troncos de mangle son superficies duras y por ello tienen una fauna asociada que también se puede encontrar sobre sustratos rocosos, algo realmente interesante, dado que el suelo del manglar es normalmente blando. Por lo tanto podemos decir que el manglar un enclave duro en un sustrato blando. La porción del tronco que es bañada por las mareas, sobre todo en el Pacífico colombiano, se caracteriza por tener tapetes de algas incrustantes que son ramoneadas por gran cantidad de organismos durante la marea baja, entre ellos moluscos armados con una especie de lengua raspadora llamada rádula. Los crustáceos, como Goniopsis y Pachigrapsus transversus, tienen pinzas especializadas en forma de cuchara para cortar o raspar las algas de la superficie del tronco especie de potrero vertical y retirar pequeños organismos asociados a estos tapetes.
Otros animales usan el tronco como superficie de anclaje para filtrar el agua desde esta posición elevada, como las ostras y los cirripedios. Estos últimos son crustáceos muy modificados que se fijan sobre superficies duras durante su etapa larval, mediante glándulas que liberan un material pegajoso; posteriormente forman una serie de placas calcáreas a manera de concha protectora. El agua es filtrada con las patas, provistas de infinidad de cerdas laterales.
Sin embargo no todos estos organismos se conforman con filtrar el agua desde esta posición tan expuesta al ataque de depredadores, especialmente cangrejos y ermitaños. Para escapar, perforan galerías en los troncos, dentro de las cuales se refugian y filtran el agua que entra con las mareas. Esto lo hacen algunos moluscos especializados, como los teredos. Pero el caso más llamativo es el del camarón excavador, Upogebia spinigera, especie que vive en galerías excavadas en roca blanda, como las lodolitas, pero también perfora los troncos del mangle piñuelo, debilitándolos de tal manera que muchos árboles se rompen en este punto y caen al suelo, como si los hubiesen cortado con un hacha.
Las raíces
Al hablar de la fauna de las raíces es preciso hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, existen las partes aéreas que normalmente están cubiertas con agua sólo durante las mareas altas. Sobre estas se encuentra básicamente la misma fauna que vive en los troncos expuestos al agua, en especial ostras y cirripedios, Balanus spp. Pero estos organismos filtradores sésiles son, a su vez, predados por moluscos carnívoros como Thais kiosquiformis, caracol provisto con una rádula perforadora que le permite horadar la ostra seleccionada para introducir su lengua dentada en el interior y rasgar el tejido que le sirve de alimento. Las ostras pequeñas son predadas por cangrejos que las arrancan con sus pinzas; los cirripedios son consumidos por cangrejos ermitaños, como Clibanarius panamensis.
Pero las raíces superficiales también pueden ser perforadas por animales como el crustáceo isópodo, Spaeroma peruvi anum, el cual altera sensiblemente las del mangle rojo en el Pacífico colombiano al excavar galerías, que reducen su crecimiento hasta en un 50 por ciento.
Las raíces de mangle sumergidas, específicamente las del mangle rojo en el Caribe colombiano, sirven de sustrato de fijación a infinidad de organismos epibentNicos, llamados así porque crecen sobre objetos que sobresalen del fondo. Este sustrato es colonizado por animales filtradores, capaces de pasar el agua del medio a través de un aparato en el cual retienen las partículas seleccionadas. Entre los más comunes tenemos las esponjas, como por ejemplo Haliclonia hogarthi, que crece sobre las raíces sumergidas del mangle en forma de pequeños tubitos de color rosado, otras revisten las raíces y tienen colores llamativos como Dysidea etheria, de color azul cielo, o Spongia obscura, de color negro o café. Las colonias hidroides son abundantes y muchas raíces parecen estar emplumadas con estos organismos urticantes. Entre las impresionantes anémonas marinas se destacan Condylactis gigantea. Los gusanos segmentados sésiles pueden tapizar gran parte de las raíces, dándole aspecto de jardín colgante cuando exponen sus penachos filtradores, auténticas escobas del agua que atrapan las partículas suspendidas como hace Sabellastarte magnífica o Spirobranchus tetraceros. Entre los moluscos los más característicos son los bivalvos, como la chorga, Mytella spp., la ostra negra, Isognomun alatus, que forma grandes agrupaciones de cientos de individuos sobre las raíces, y la ostra del mangle, Crassostrea rhizophorae, que puede llegar a cubrir totalmente las raíces.
Entre los crustáceos, los filtradores más representativos son los cirripedios, que a primera vista parecen conchas de moluscos. También hay cangrejos filtradores como las porcelanas, que tienen patas mandibulares con largas cerdas para retener nutrientes suspendidos.
Algunos equinodermos filtradores, especialmente las estrellas serpiente, como Ophiothrix spp., suben a las raíces para extender sus brazos articulados y filtrar activamente; son pescadores de lo invisible. Uno de los más llamativos dentro de los filtradores es la ascidia roja, Clavelina picta, que configura colonias en forma de ramilletes. Cada individuo dispone de un sifón para inhalar agua, luego la pasa por una especie de cernidor que retiene partículas nutritivas y, finalmente, es evacuada por un conducto exhalante. Estos organismos, conocidos como urocordados, se caracterizan por liberar larvas que tienen un notocordo, especie de eje esquelético del cual evolucionó la columna vertebral, y son en consecuencia nuestros parientes más lejanos que viven en el manglar.
Sobre las raíces sumergidas no sólo habitan organismos filtradores, también hay animales herbívoros que van en busca de algas que crecen sobre tales sustratos duros. Otros son carnívoros que acechan a su presa desde esta enmarañada selva animal o cazan a sus víctimas sésiles mediante armas sofisticadas, como lenguas para perforar conchas o gatos hidráulicos, cual es el caso de algunas estrellas de mar que abren las valvas de los moluscos con sus patas provistas de ventosas, para introducir el estómago invertido y digerir externamente a su víctima. En fin, un complejo mundo con variadas estrategias para usufructuar el medio al máximo.
El suelo
El sustrato del manglar es el hábitat de numerosos organismos adaptados para vivir sobre fondos blandos y alimentarse por filtración. Otros se nutren del material sedimentado por ingestión directa o por resuspensión, o consumen las hojas y embriones recién caídos.
El cangrejo azul, Cardisoma spp., es experto en esta actividad. Se alimenta de hojas y embriones que lleva a su cueva, localizada normalmente debajo del mismo mangle, y así mantiene el sustrato libre de plantas competidoras, al tiempo que ventila el suelo, su cueva y las galerías de acceso. Al devorar el material y defecar en su refugio, devuelve parte de los nutrientes directamente al mangle, conformando así una buena sociedad. También hay pequeños caracoles, como Melampus, que consumen hojas caídas al suelo, especialmente del mangle negro, y aceleran de esta manera el proceso de remineralización.
Dentro de los filtradores hay moluscos, como la piangua, Anadara spp., que vive enterrada en zonas inundadas periódicamente por las mareas y se alimenta por filtración de pequeñas partículas orgánicas.
Otros organismos se nutren del material depositado sobre el fondo, como los langostinos, Penaeus spp., y el camarón pistola, Alpheus spp. Los cangrejos como el halacho, Ucides cordatus, y el violinista, Uca sp., recogen con sus pinzas los nutrientes del suelo e, incluso, tienen cerdas sobre las pinzas a manera de cepillo para barrerlos de la superficie. Algo similar ocurre con los moluscos, especialmente bivalvos provistos con sifones, con los cuales succionan los nutrientes del fondo. Otra estrategia es la de algunos gusanos segmentados que tienen largos tentáculos pegajosos dispuestos como una red sobre el suelo, para atrapar la lluvia de nutrientes que cae constantemente al fondo. En fin, no acabamos de maravillarnos de las adaptaciones tan curiosas desarrolladas con este fin, como es el caso de los peces que se alimentan de nutrientes del fondo, que toman un bocado del suelo y lo pasan a presión por sus branquias en forma de peinetas. Así los nutrientes quedan atrapados en esta especie de filtro, mientras el agua y el material no asimilable, como partículas de limo del suelo, salen expulsados por las aperturas laterales del opérculo, especie de placa que cubre las branquias.
Pero todos estos organismos que se encuentran por miles en el manglar lo cual depende en buena parte de la productividad del sistema son, a su vez, depredados por un ejército de cazadores especializados de diferente tamaño. Por ejemplo, los cangrejos pueden ser cazados por el mapache cangrejero, Procyon cancrivorus, que los saca de sus cuevas, excavándolas. Al subir la marea entran peces al manglar, entre ellos los bagres marinos, que remueven activamente el fondo y capturan los cangrejos camuflados entre el barro, detectándolos con sus largas barbas sensoriales. Pero en esta barrida también caen gusanos y camarones. También las aves participan en esta actividad, principalmente las garzas nocturnas, como Nycticorax, que acechan durante la oscuridad a los camarones, los cuales se sienten muy seguros en la noche. De igual modo, los peces pueden ser consumidos por otros y por cazadores como la nutria, Lutra longicaudis. Incluso las babillas, Caiman spp. y los caimanes, Crocodylus acutus, han encontrado su último refugio en los Manglares, donde encuentran abundantes peces y tortugas. Pero al manglar también entran super depredadores como, por ejemplo, el jaguar, Panthera onca, y el ocelote, Felis pardalis, un pequeño felino que se alimenta primordialmente de aves, las cuales captura de noche en los dormideros.
Como se puede apreciar en este bosquejo, el manglar tiene una portentosa variedad faunística que depende de una u otra forma del material orgánico que aporta. Podemos decir que toda la red trFica de este se basa en el detritus liberado y exportado por el manglar.
#AmorPorColombia
Fauna asociada al manglar
El mapache, Procyon lotor, es uno de los habitantes más curiosos del manglar. Se le encuentra todo el día buscando activamente su alimento en este medio, el cual incluye cangrejos, moluscos y cualquier bicho que pueda comer. Pesca también en los esteros donde lava con cuidado su presa antes de ingerirla. De ahí proviene uno de sus nombres: oso lavador, como se le conoce en algunas partes del mundo.
En los manglares también encontramos animales que nos sorprenden como los escorpiones. De día viven refugiados debajo de la corteza desprendida de los mangles o entre las bromelias; en la noche salen de allí y se convierten en activos cazadores de insectos.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
En las ramas de los manglares podemos en-contrar grandes nidos de comején, llamados termiteros, que pueden ser atacados por el oso hormiguero de cuatro dedos, Tamandua tetradactyla, el cual, después de abrir el nido con sus garras, introduce su larga lengua pegajosa para capturar los comejenes, su principal alimento.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
Las ostras, Crassostrea rhizophorae, son los habitantes más característicos de las raíces del mangle. Estos moluscos se fijan a ellas con una de sus valvas y desde estas perchas filtran el agua del manglar rica en nutrientes.
En las raíces de los mangles se encuentra un gran número de moluscos especialmente ostras y caracoles. Algunos se han especializado a tal punto que viven de las ostras que crecen sobre aquéllas. Para lograrlo perforan la concha de su víctima con una lengua dentada modificada, conocida como rádula.
El suelo del manglar tiene abundante fauna conformada especialmente por pequeños invertebrados, los cuales son cazados activamente por gran número de aves, como lo demuestran las huellas que dejan impresas en este sustrato. Pero la mayor riqueza de nutrientes se encuentra en las aguas del estuario, verdadero paraíso para estos pescadores alados, como los piqueros, Sula leucogaster.
El suelo del manglar tiene abundante fauna conformada especialmente por pequeños invertebrados, los cuales son cazados activamente por gran número de aves, como lo demuestran las huellas que dejan impresas en este sustrato. Pero la mayor riqueza de nutrientes se encuentra en las aguas del estuario, verdadero paraíso para estos pescadores alados, como los piqueros, Sula leucogaster.
El estuario, con su oferta permanente de nutrientes, mantiene a miles de aves marinas pescadoras como las fragatas, Fregata magnificens. Al atardecer estas hermosas aves se dirigen a sus dormideros dando un espectáculo fascinante, colmado de vuelos acrobáticos y miles de sonidos.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Las garzas pescan usualmente en aguas de poca profundidad y se dirigen a los playones fangosos, donde patrullan las orillas y arponean la presa con sus afilados picos, a diferencia de las tijeretas que abandonan sus dormideros para dirigirse a pescar en zonas marinas. No bucean como la mayoría de las aves pescadoras sino que capturan la presa en aguas superficiales con un ágil y y rápido movimiento de su largo pico ganchudo. También son piratas y hostigan permanentemente a otras aves pescadoras, en especial piqueros, obligándolas a que suelten su presa. Los playones del manglar son sitios de reposo y a determinadas horas del día podemos ver cientos de pelícanos y cormoranes en esta actividad.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Por la forma del pico de las aves podemos reconocer sus estrategias de cacería. El cormorán, Phalacrocorax olivaceus, es un ágíl buceador que captura su presa bajo el agua. Por esta razón su plumaje es denso y bien aceitado. Las garzas, como Ardea cocoy y Tigrisoma fasciatum tienen largos y puntiagudos picos en forma de arpón para cazar su presa flechándola. El pescador más llamativo es sin lugar a dudas el pelícano, Pelecanus occidentalis, que al detectar la presa se lanza como un misil para clavarse en el agua, abriendo su especializado pico provisto de una bolsa inferior que utiliza a manera de red, de la cual pocas veces escapa la víctima seleccionada.
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
Las ramas altas y el follaje del manglar presentan todo un mundo viviente dominado principalmente por insectos. Estos a su vez atraen las arañas, que tejen complicadas redes para capturarlos y así regular su número .
El venado de los pantanos, Odocoileus sp., encuentra abundante alimento en el manglar, especialmente las suculentas hojas del mangle blanco, Laguncularia racemosa. Esta especie de mangle es rica en grasa y proteína y puede servir de comida para el ganado especialmente el caprino. Esto hace que el manglar pueda ser utilizado en el futuro como zona forrajera.
En los esteros encontramos lagartos como el cruzarroyo, Basiliscus galeritus, capaz de correr cortas distancias sobre el agua para ir en busca de insectos y pequeños invertebrados, que captura, entre el laberinto de raíces. Otro lagarto del manglar es la iguana, Iguana iguana, la cual se alimenta preferencialmente del mangle negro y ha hecho que éste se conozca en el Pacífico colombiano con el nombre de iguanero.
En los esteros encontramos lagartos como el cruzarroyo, Basiliscus galeritus, capaz de correr cortas distancias sobre el agua para ir en busca de insectos y pequeños invertebrados, que captura, entre el laberinto de raíces. Otro lagarto del manglar es la iguana, Iguana iguana, la cual se alimenta preferencialmente del mangle negro y ha hecho que éste se conozca en el Pacífico colombiano con el nombre de iguanero.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
También lo habitan otros lagartos más grandes como la babilla, Caiman sclerops fuscus, y el caimán de aguja, Crocodylus acutus. Estos animales se alimentan principalmente de peces y tortugas y anidan en el manglar, hoy día su último refugio.
Verdaderos reyes del manglar, son los cangrejos, en especial el cangrejo del mangle, Aratus pisonii. Este trepa sobre los troncos y se alimenta casi exclusivamente del material vegetal ?incluso hojas~, aportado por el árbol. Otros cangrejos como el ermitaño, Coenobita compressus, sube a los troncos de mangle para raspar pequeñas ostras recién fijadas. Otros no trepan al árbol, como el cangrejo violinista, Uca vocator, inferior derecha, sino que recoge directamente del suelo con su pequeña pinza el detritus orgánico. La otra , generalmente muy desarrollada, la utiliza, ?adornándola con llamativos colores?, para cortejar a la hembra.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Innegablemente el “dandy” del manglar es el cangrejo tasquero, Goniopsis cruentata, arriba y centro, que se caracteriza por tener una coloración muy llamativa y por su gran habilidad para trepar por los troncos. Gran oportunista, come cualquier cosa que se le atraviese en el camino. Raspa algas del tronco, come pétalos y llega a capturar otros cangrejos mas pequeños. El ermitaño, Coenobita clipeatus,es otro curioso habitante del suelo del manglar. Protege su abdomen desnudo con un caracol que arrastra por todas partes. Se ha especializado en comer carroña y material orgánico.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
Los moluscos rivalizan con los cangrejos por el dominio del manglar. Los caracoles han desarrollado diferentes estrategias para aprovechar este recurso. Algunos como Littorina scabra aberrans, Littorina zebra y Littorina fasciata, tienen lenguas raspadoras especializadas para retirar pequeñas algas y otros microorganismos que se desarrollan sobre la superficie de las raíces y troncos expuestos a la acción de la marea. Son verdaderos ramoneadores de este potrero vertical. Pero también existen cazadores, los lobos del manglar, como Thais kiosquiformis, armados de una potente rádula con la cual perforan, a manera de taladro, la concha protectora de otros moluscos. Luego introducen sus dientes y desgarran a su presa.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
El camarón bravo, Squilla panamensis, vive en zonas estuarinas y es un magnífico cazador armado de cinco patas mandibulares, con las cuales retiene a su presa, preferentemente pequeños peces. Los camarones de agua dulce como Macrobrachium spp., no viven directamente en el manglar como adultos, pero todo su ciclo larval se desarrolla en este rico ecosistema. Las migraciones masivas de las postlarvas cuando remontan las corrientes de los ríos son un espectáculo inolvidable en el Pacifico colombiano.
Texto de: Henry von Prahl
Al considerar la fauna del manglar debemos tener claro que se trata de un sistema complejo, integrado por diversos ambientes. A su vez, cada ambiente puede tener su propia fauna asociada o compartirla en mayor o menor grado. Por ejemplo, tenemos animales que viven en la copa de los árboles alimentándose del follaje; otros usan las ramas o el tronco, lo mismo que las raíces, tanto las expuestas como las sumergidas. También se encuentran animales sobre el suelo o enterrados en él, mientras otros viven exclusivamente en los esteros y los cuerpos de agua que rodean al manglar. Esto nos obliga a tratar cada ambiente por separado y señalar la asociación existente, aclarando que vamos a mostrar sólo algunos de los animales más representativos para caracterizar al manglar como hábitat.
El follaje
Se ha calculado que organismos herbívoros aprovechan del 15 al 20 por ciento del material foliar. Los más frecuentes son los insectos que pueden causar defoliaciones graves, especialmente en Manglares sujetos a tensión. Hay cangrejos que se alimentan casi exclusivamente del material vegetal proveniente del manglar como el cangrejo del mangle, Aratus pisonii. Otros consumidores de este material son los moluscos.
Pero las hojas también son ramoneadas por vertebrados, en especial las del mangle negro, que recibe el nombre de iguanero en el Pacífico colombiano por la cantidad de iguanas que usualmente lo habitan. Los venados, Odocoileus, se encuentran con relativa frecuencia en el manglar y consumen con preferencia las hojas del mangle blanco o comedero, ricas en grasa y proteína.
Lo mismo se puede decir de los monos colorados o aulladores, Alouatta, que entran en grupos familiares al manglar para alimentarse del follaje tierno, que retiran directamente con la boca. Incluso hoy se pueden ver bandadas de estos en los Manglares próximos a la desembocadura de los ríos Frío y Fundación, en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Pero no todos estos organismos consumen el follaje. Algunos, como las abejas, juegan importante papel en la polinización de ciertas especies de mangle, como Avícennia y Laguncularia, mientras que Pelliciera rhizophorae es polinizada por el colibrí Amazilia tzacatle.
Las ramas
Las ramas del manglar son utilizadas por infinidad de animales, particularmente por aves, como percha o estructura de apoyo para construir sus nidos. Por eso es frecuente ver colonias de anidación de pelícanos, tijeretas de mar, cormoranes y garzas, en los Manglares de islote como el de Pajarales en el archipiélago del Rosario. Estas aves son, a su vez, habitantes típicos del manglar y obtienen sus presas directamente de este medio o del mar. Parte de la energía tomada puede ser devuelta con las heces liberadas en estas zonas de reposo o anidación y, de esta manera, los dormideros se constituyen en importantes puntos de reciclaje de nutrientes.
Pero no solo las aves marinas o estuarinas ocupan el manglar para dormir 0 anidar; también vienen algunas aves del bosque como los loros. Estos encuentran en los Manglares magníficos sitios de anidación, principalmente en el Pacífico colombiano, por la cantidad de termiteros o nidos de comején que hay en sus ramas. Estos termiteros son acondicionados por los loros, Amazonas sp., para hacer sus propios nidos y de ésta manera criar sus pichones en un medio relativamente seguro por los pocos depredadores, si se le compara con la selva húmeda tropical. Los termiteros también atraen al tamandúa, Tamandua tetradadyla, oso hormiguero arbóreo de cola prensil y cuatro largas uñas, en especial la del tercer dedo. Con estas abre los termiteros e introduce su largo hocico provisto de una lengua pegajosa para atrapar comejenes, los cuales constituyen su dieta predilecta.
El tronco
Los troncos de mangle son superficies duras y por ello tienen una fauna asociada que también se puede encontrar sobre sustratos rocosos, algo realmente interesante, dado que el suelo del manglar es normalmente blando. Por lo tanto podemos decir que el manglar un enclave duro en un sustrato blando. La porción del tronco que es bañada por las mareas, sobre todo en el Pacífico colombiano, se caracteriza por tener tapetes de algas incrustantes que son ramoneadas por gran cantidad de organismos durante la marea baja, entre ellos moluscos armados con una especie de lengua raspadora llamada rádula. Los crustáceos, como Goniopsis y Pachigrapsus transversus, tienen pinzas especializadas en forma de cuchara para cortar o raspar las algas de la superficie del tronco especie de potrero vertical y retirar pequeños organismos asociados a estos tapetes.
Otros animales usan el tronco como superficie de anclaje para filtrar el agua desde esta posición elevada, como las ostras y los cirripedios. Estos últimos son crustáceos muy modificados que se fijan sobre superficies duras durante su etapa larval, mediante glándulas que liberan un material pegajoso; posteriormente forman una serie de placas calcáreas a manera de concha protectora. El agua es filtrada con las patas, provistas de infinidad de cerdas laterales.
Sin embargo no todos estos organismos se conforman con filtrar el agua desde esta posición tan expuesta al ataque de depredadores, especialmente cangrejos y ermitaños. Para escapar, perforan galerías en los troncos, dentro de las cuales se refugian y filtran el agua que entra con las mareas. Esto lo hacen algunos moluscos especializados, como los teredos. Pero el caso más llamativo es el del camarón excavador, Upogebia spinigera, especie que vive en galerías excavadas en roca blanda, como las lodolitas, pero también perfora los troncos del mangle piñuelo, debilitándolos de tal manera que muchos árboles se rompen en este punto y caen al suelo, como si los hubiesen cortado con un hacha.
Las raíces
Al hablar de la fauna de las raíces es preciso hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, existen las partes aéreas que normalmente están cubiertas con agua sólo durante las mareas altas. Sobre estas se encuentra básicamente la misma fauna que vive en los troncos expuestos al agua, en especial ostras y cirripedios, Balanus spp. Pero estos organismos filtradores sésiles son, a su vez, predados por moluscos carnívoros como Thais kiosquiformis, caracol provisto con una rádula perforadora que le permite horadar la ostra seleccionada para introducir su lengua dentada en el interior y rasgar el tejido que le sirve de alimento. Las ostras pequeñas son predadas por cangrejos que las arrancan con sus pinzas; los cirripedios son consumidos por cangrejos ermitaños, como Clibanarius panamensis.
Pero las raíces superficiales también pueden ser perforadas por animales como el crustáceo isópodo, Spaeroma peruvi anum, el cual altera sensiblemente las del mangle rojo en el Pacífico colombiano al excavar galerías, que reducen su crecimiento hasta en un 50 por ciento.
Las raíces de mangle sumergidas, específicamente las del mangle rojo en el Caribe colombiano, sirven de sustrato de fijación a infinidad de organismos epibentNicos, llamados así porque crecen sobre objetos que sobresalen del fondo. Este sustrato es colonizado por animales filtradores, capaces de pasar el agua del medio a través de un aparato en el cual retienen las partículas seleccionadas. Entre los más comunes tenemos las esponjas, como por ejemplo Haliclonia hogarthi, que crece sobre las raíces sumergidas del mangle en forma de pequeños tubitos de color rosado, otras revisten las raíces y tienen colores llamativos como Dysidea etheria, de color azul cielo, o Spongia obscura, de color negro o café. Las colonias hidroides son abundantes y muchas raíces parecen estar emplumadas con estos organismos urticantes. Entre las impresionantes anémonas marinas se destacan Condylactis gigantea. Los gusanos segmentados sésiles pueden tapizar gran parte de las raíces, dándole aspecto de jardín colgante cuando exponen sus penachos filtradores, auténticas escobas del agua que atrapan las partículas suspendidas como hace Sabellastarte magnífica o Spirobranchus tetraceros. Entre los moluscos los más característicos son los bivalvos, como la chorga, Mytella spp., la ostra negra, Isognomun alatus, que forma grandes agrupaciones de cientos de individuos sobre las raíces, y la ostra del mangle, Crassostrea rhizophorae, que puede llegar a cubrir totalmente las raíces.
Entre los crustáceos, los filtradores más representativos son los cirripedios, que a primera vista parecen conchas de moluscos. También hay cangrejos filtradores como las porcelanas, que tienen patas mandibulares con largas cerdas para retener nutrientes suspendidos.
Algunos equinodermos filtradores, especialmente las estrellas serpiente, como Ophiothrix spp., suben a las raíces para extender sus brazos articulados y filtrar activamente; son pescadores de lo invisible. Uno de los más llamativos dentro de los filtradores es la ascidia roja, Clavelina picta, que configura colonias en forma de ramilletes. Cada individuo dispone de un sifón para inhalar agua, luego la pasa por una especie de cernidor que retiene partículas nutritivas y, finalmente, es evacuada por un conducto exhalante. Estos organismos, conocidos como urocordados, se caracterizan por liberar larvas que tienen un notocordo, especie de eje esquelético del cual evolucionó la columna vertebral, y son en consecuencia nuestros parientes más lejanos que viven en el manglar.
Sobre las raíces sumergidas no sólo habitan organismos filtradores, también hay animales herbívoros que van en busca de algas que crecen sobre tales sustratos duros. Otros son carnívoros que acechan a su presa desde esta enmarañada selva animal o cazan a sus víctimas sésiles mediante armas sofisticadas, como lenguas para perforar conchas o gatos hidráulicos, cual es el caso de algunas estrellas de mar que abren las valvas de los moluscos con sus patas provistas de ventosas, para introducir el estómago invertido y digerir externamente a su víctima. En fin, un complejo mundo con variadas estrategias para usufructuar el medio al máximo.
El suelo
El sustrato del manglar es el hábitat de numerosos organismos adaptados para vivir sobre fondos blandos y alimentarse por filtración. Otros se nutren del material sedimentado por ingestión directa o por resuspensión, o consumen las hojas y embriones recién caídos.
El cangrejo azul, Cardisoma spp., es experto en esta actividad. Se alimenta de hojas y embriones que lleva a su cueva, localizada normalmente debajo del mismo mangle, y así mantiene el sustrato libre de plantas competidoras, al tiempo que ventila el suelo, su cueva y las galerías de acceso. Al devorar el material y defecar en su refugio, devuelve parte de los nutrientes directamente al mangle, conformando así una buena sociedad. También hay pequeños caracoles, como Melampus, que consumen hojas caídas al suelo, especialmente del mangle negro, y aceleran de esta manera el proceso de remineralización.
Dentro de los filtradores hay moluscos, como la piangua, Anadara spp., que vive enterrada en zonas inundadas periódicamente por las mareas y se alimenta por filtración de pequeñas partículas orgánicas.
Otros organismos se nutren del material depositado sobre el fondo, como los langostinos, Penaeus spp., y el camarón pistola, Alpheus spp. Los cangrejos como el halacho, Ucides cordatus, y el violinista, Uca sp., recogen con sus pinzas los nutrientes del suelo e, incluso, tienen cerdas sobre las pinzas a manera de cepillo para barrerlos de la superficie. Algo similar ocurre con los moluscos, especialmente bivalvos provistos con sifones, con los cuales succionan los nutrientes del fondo. Otra estrategia es la de algunos gusanos segmentados que tienen largos tentáculos pegajosos dispuestos como una red sobre el suelo, para atrapar la lluvia de nutrientes que cae constantemente al fondo. En fin, no acabamos de maravillarnos de las adaptaciones tan curiosas desarrolladas con este fin, como es el caso de los peces que se alimentan de nutrientes del fondo, que toman un bocado del suelo y lo pasan a presión por sus branquias en forma de peinetas. Así los nutrientes quedan atrapados en esta especie de filtro, mientras el agua y el material no asimilable, como partículas de limo del suelo, salen expulsados por las aperturas laterales del opérculo, especie de placa que cubre las branquias.
Pero todos estos organismos que se encuentran por miles en el manglar lo cual depende en buena parte de la productividad del sistema son, a su vez, depredados por un ejército de cazadores especializados de diferente tamaño. Por ejemplo, los cangrejos pueden ser cazados por el mapache cangrejero, Procyon cancrivorus, que los saca de sus cuevas, excavándolas. Al subir la marea entran peces al manglar, entre ellos los bagres marinos, que remueven activamente el fondo y capturan los cangrejos camuflados entre el barro, detectándolos con sus largas barbas sensoriales. Pero en esta barrida también caen gusanos y camarones. También las aves participan en esta actividad, principalmente las garzas nocturnas, como Nycticorax, que acechan durante la oscuridad a los camarones, los cuales se sienten muy seguros en la noche. De igual modo, los peces pueden ser consumidos por otros y por cazadores como la nutria, Lutra longicaudis. Incluso las babillas, Caiman spp. y los caimanes, Crocodylus acutus, han encontrado su último refugio en los Manglares, donde encuentran abundantes peces y tortugas. Pero al manglar también entran super depredadores como, por ejemplo, el jaguar, Panthera onca, y el ocelote, Felis pardalis, un pequeño felino que se alimenta primordialmente de aves, las cuales captura de noche en los dormideros.
Como se puede apreciar en este bosquejo, el manglar tiene una portentosa variedad faunística que depende de una u otra forma del material orgánico que aporta. Podemos decir que toda la red trFica de este se basa en el detritus liberado y exportado por el manglar.