- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Desarrollo: Energía
Fuentes azules. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,90 x 1,40 m.
Albergue azul. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Oculto en el viento. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,95 x 2,25 m.
Brevedad de un sueño. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Fuentes azules. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,90 x 1,40 m.
Entrañar la luz. 2000. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Bordes de luz. 2000. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Entornos de verde y raíces. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Palpitaciones intactas. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 2,00 m.
Espacio fértil. 2001. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Fortalezas de luz. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,40 x 1,70 m.
Juegos en la creciente. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,40 x 1,70 m.
Luz aérea y flotante. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Camino a Samangayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Camino a Yurayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Camino a Amakayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
El murmullo de los elementos. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Amanece. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Silencios de muy lejos. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
El retorno. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Retos de medianoche. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Cantos de mañana. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Cantos de tarde. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
El ascenso de las semillas (díptico). 2003. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 3,00 m.
El ascenso de las semillas (díptico). 2003. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 3,00 m.
Atando el día. 2000. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,16 x 0,16 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
En torno de sí. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Sumergido en el viento. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Retorno a Hanga Alpa. 2003. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Pequeños roces. 2003. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Retos de medianoche. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Texto de: Eduardo Serrano
Aunque prácticamente desconocidos por el público, Carlos Jacanamijoy también produce dibujos que se diferencian de su producción pictórica no sólo en su color sino en su inspiración y sus propósitos. Son obras silenciosas y modestas, realizadas con la mente en blanco o pensando en otra cosa, es decir, sin intenciones muy claras y siguiendo sin mucha atención, los erráticos impulsos de la mano. Esa especie de pequeños registros de movimientos que unas veces toman una dirección y a veces otra, son ensamblados por el artista sobre papeles de mayores dimensiones, añadiéndoles una tonalidad y en ocasiones dos, pero de todas maneras aplicándoles un colorido que, si bien les aporta un determinado talante, es bastante restringido en comparación con el de sus pinturas.Otro tipo de producciones del artista que tampoco son muy conocidas por el público son sus aguadas sobre papel y sus pinturas en blanco y negro. En estos casos se trata de representaciones relacionadas muy de cerca con las de sus óleos, pero en las aguadas el rasgo divergente más palmario es que se hallan realizadas con el sentido de gama, de escala de grises, en tanto que en las segundas el atributo más patente es la elocuencia del gesto, la intuición del artista para anticipar los efectos visuales de un determinado movimiento, de su intensidad y de su prolongación.
A pesar de su índole monocromática estas pinturas transmiten tanta energía como los trabajos con los cuales se identifica por lo regular su producción, y en ellas palpita la naturaleza poniendo de relieve los conocimientos y talento del artista para exponer y comunicar –a pesar de haber omitido su recurso más preciado, el color– el contenido anímico, interior, espiritual de su producción. La reiteración monocromática de estas intenciones y ambiciones constituye también una manifestación de las arraigadas convicciones del artista acerca de la pertinencia y los alcances de sus designios expresivos.
Por lo anterior, y volviendo a su producción policroma, podría afirmarse que si el color representa el poder y constituye el elemento predominante en el trabajo de Jacanamijoy, en parte gracias a él, pero también en parte debido al brío con que el artista aplica los pigmentos sobre el lienzo, sus trabajos hacen gala de una contagiosa energía que conduce al observador al estado anímico apropiado para internarse en la apreciación de sus visiones. Todas sus pinturas son agitadas, dinámicas, y en ellas cada pincelada da la impresión de ser la huella de los movimientos frenéticos de una danza ritual que conduce inexorablemente a un paroxismo cromático.
Así puede comprobarse en sus trabajos producidos a partir de 1999, cuando, podría decirse, que se inician nuevas metas en sus óleos las cuales van diferenciándolos paulatinamente no sólo de sus dibujos, aguadas y lienzos en blanco y negro, sino inclusive de sus trabajos policromos de años anteriores. En estas pinturas ha revivido el interés en que se logre percibir la manera como fueron hechas y por ende la presencia del pintor. Pero más significativo aún, su color se ha depurado y se ha hecho más directo y más brillante, aunque sólo si se colocan lado a lado trabajos de comienzos, de mediados y de finales de la década de los noventa, será evidente la transformación cromática que ha tenido lugar, ya que no es cuestión de variedad sino de intensidad, de refulgencia. Cierta oxidación que era perceptible en sus trabajos anteriores, por ejemplo, ha desaparecido y una nueva luminosidad se muestra exultante en la superficie de sus lienzos.
Es más, en los últimos meses el artista parece haber dado un paso adelante en esa evolución constante y sin rompimientos radicales que ha distinguido su producción. Su formato se ha hecho más horizontal y su paleta se ha tornado más entonada, menos contrastante. Es una etapa que se inicia apenas cuando se escribe este texto y cuyas implicaciones, consecuencias y persistencia no son aún muy claras, pero es evidente que su obra está en este momento explorando otro ángulo de la misma problemática, reiterando el carácter simultáneamente diverso y semejante de su producción.
El trabajo de Jacanamijoy además de ser producto de un proceso donde las variaciones no son totales sino permanentes, se desarrolla en diferentes direcciones al mismo tiempo. La pintura, la aguada y el dibujo se abren y desenvuelven cada cual con rumbo propio, de la misma manera que su temática y color se internan en planteamientos peculiares que resultan de sus experiencias culturales y de su voluntad de comunicarlas visualmente. En esta era de uniformidad crítica, cuando se espera que los artistas hagan los mismos planteamientos en todas partes y cuando se explican sus trabajos con argumentos similares sea cual fuere el contexto en el cual se han producido, es por demás reconfortante encontrar obras como las de Jacanamijoy, que no haría ningún sentido examinar a través de los estereotipos conceptuales que en la actualidad se aplican a la plástica a lo largo y ancho del planeta, puesto que sólo pueden comprenderse a plenitud si se aprecian, o mejor, se experimentan, en concordancia con el entorno físico y social que las genera.
Dicho de otra forma, su trabajo se halla inmensamente enriquecido por significaciones culturales, las cuales lo particularizan aportándole una estética y una historia distintas, provenientes del mundo indígena y ligadas con su magia, hechizo, misterio e irracionalidad. Pero una irracionalidad que sólo lo parece a nuestros ojos de citadinos globalizados y homogéneos, porque en realidad se trata de la racionalidad desconocida de seres con otro sentido del tiempo y de la historia, y con una cosmovisión que difiere ampliamente de la establecida y acatada en la casi totalidad del planeta. Sus obras exigen una purga, una limpieza de todo preconcepto para poder actuar sin cortapisas y suministrar sabiduría.
La originalidad de la obra de Jacanamijoy deriva de su voluntad de mantenerse unido a su cultura, de celebrar de manera ostensible y orgullosa buena parte del legado de sus antepasados y de convertirla en propuesta artística de gran aliento. Podría decirse que en este proceso Jacanamijoy hace el papel de sacerdote de un mundo olvidado pero no perdido, cuyos principales ritos, visiones y creencias el artista reestructura e intenta conservar y proyectar en el hecho vivo y potente de sus cuadros.
#AmorPorColombia
Desarrollo: Energía
Fuentes azules. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,90 x 1,40 m.
Albergue azul. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Oculto en el viento. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,95 x 2,25 m.
Brevedad de un sueño. 1999. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Fuentes azules. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,90 x 1,40 m.
Entrañar la luz. 2000. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Bordes de luz. 2000. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Entornos de verde y raíces. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Palpitaciones intactas. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 2,00 m.
Espacio fértil. 2001. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Vernáculo (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,00 x 5,10 m.
Fortalezas de luz. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,40 x 1,70 m.
Juegos en la creciente. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,40 x 1,70 m.
Luz aérea y flotante. 2001. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Intacto (tríptico). 2001. Óleo sobre lienzo. 2,30 x 5,10 m.
Camino a Samangayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Camino a Yurayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Camino a Amakayaku. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
El murmullo de los elementos. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Amanece. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Silencios de muy lejos. 2002. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
El retorno. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Retos de medianoche. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Cantos de mañana. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Cantos de tarde. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
El ascenso de las semillas (díptico). 2003. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 3,00 m.
El ascenso de las semillas (díptico). 2003. Óleo sobre lienzo. 1,70 x 3,00 m.
Atando el día. 2000. Óleo sobre lienzo. 0,82 x 0,92 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,16 x 0,16 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
De los caminos de viento. 1999. Aguada sobre papel. 0,24 x 0,21 m.
Sin título. 2001. Acuarela. 0,17 x 0,48.5 m.
En torno de sí. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,50 x 1,70 m.
Sumergido en el viento. 2003. Óleo sobre lienzo. 1,20 x 1,30 m.
Retorno a Hanga Alpa. 2003. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Pequeños roces. 2003. Óleo sobre lienzo. 0,50 x 2,40 m.
Retos de medianoche. 2002. Óleo sobre lienzo. 1,10 x 1,20 m.
Texto de: Eduardo Serrano
Aunque prácticamente desconocidos por el público, Carlos Jacanamijoy también produce dibujos que se diferencian de su producción pictórica no sólo en su color sino en su inspiración y sus propósitos. Son obras silenciosas y modestas, realizadas con la mente en blanco o pensando en otra cosa, es decir, sin intenciones muy claras y siguiendo sin mucha atención, los erráticos impulsos de la mano. Esa especie de pequeños registros de movimientos que unas veces toman una dirección y a veces otra, son ensamblados por el artista sobre papeles de mayores dimensiones, añadiéndoles una tonalidad y en ocasiones dos, pero de todas maneras aplicándoles un colorido que, si bien les aporta un determinado talante, es bastante restringido en comparación con el de sus pinturas.Otro tipo de producciones del artista que tampoco son muy conocidas por el público son sus aguadas sobre papel y sus pinturas en blanco y negro. En estos casos se trata de representaciones relacionadas muy de cerca con las de sus óleos, pero en las aguadas el rasgo divergente más palmario es que se hallan realizadas con el sentido de gama, de escala de grises, en tanto que en las segundas el atributo más patente es la elocuencia del gesto, la intuición del artista para anticipar los efectos visuales de un determinado movimiento, de su intensidad y de su prolongación.
A pesar de su índole monocromática estas pinturas transmiten tanta energía como los trabajos con los cuales se identifica por lo regular su producción, y en ellas palpita la naturaleza poniendo de relieve los conocimientos y talento del artista para exponer y comunicar –a pesar de haber omitido su recurso más preciado, el color– el contenido anímico, interior, espiritual de su producción. La reiteración monocromática de estas intenciones y ambiciones constituye también una manifestación de las arraigadas convicciones del artista acerca de la pertinencia y los alcances de sus designios expresivos.
Por lo anterior, y volviendo a su producción policroma, podría afirmarse que si el color representa el poder y constituye el elemento predominante en el trabajo de Jacanamijoy, en parte gracias a él, pero también en parte debido al brío con que el artista aplica los pigmentos sobre el lienzo, sus trabajos hacen gala de una contagiosa energía que conduce al observador al estado anímico apropiado para internarse en la apreciación de sus visiones. Todas sus pinturas son agitadas, dinámicas, y en ellas cada pincelada da la impresión de ser la huella de los movimientos frenéticos de una danza ritual que conduce inexorablemente a un paroxismo cromático.
Así puede comprobarse en sus trabajos producidos a partir de 1999, cuando, podría decirse, que se inician nuevas metas en sus óleos las cuales van diferenciándolos paulatinamente no sólo de sus dibujos, aguadas y lienzos en blanco y negro, sino inclusive de sus trabajos policromos de años anteriores. En estas pinturas ha revivido el interés en que se logre percibir la manera como fueron hechas y por ende la presencia del pintor. Pero más significativo aún, su color se ha depurado y se ha hecho más directo y más brillante, aunque sólo si se colocan lado a lado trabajos de comienzos, de mediados y de finales de la década de los noventa, será evidente la transformación cromática que ha tenido lugar, ya que no es cuestión de variedad sino de intensidad, de refulgencia. Cierta oxidación que era perceptible en sus trabajos anteriores, por ejemplo, ha desaparecido y una nueva luminosidad se muestra exultante en la superficie de sus lienzos.
Es más, en los últimos meses el artista parece haber dado un paso adelante en esa evolución constante y sin rompimientos radicales que ha distinguido su producción. Su formato se ha hecho más horizontal y su paleta se ha tornado más entonada, menos contrastante. Es una etapa que se inicia apenas cuando se escribe este texto y cuyas implicaciones, consecuencias y persistencia no son aún muy claras, pero es evidente que su obra está en este momento explorando otro ángulo de la misma problemática, reiterando el carácter simultáneamente diverso y semejante de su producción.
El trabajo de Jacanamijoy además de ser producto de un proceso donde las variaciones no son totales sino permanentes, se desarrolla en diferentes direcciones al mismo tiempo. La pintura, la aguada y el dibujo se abren y desenvuelven cada cual con rumbo propio, de la misma manera que su temática y color se internan en planteamientos peculiares que resultan de sus experiencias culturales y de su voluntad de comunicarlas visualmente. En esta era de uniformidad crítica, cuando se espera que los artistas hagan los mismos planteamientos en todas partes y cuando se explican sus trabajos con argumentos similares sea cual fuere el contexto en el cual se han producido, es por demás reconfortante encontrar obras como las de Jacanamijoy, que no haría ningún sentido examinar a través de los estereotipos conceptuales que en la actualidad se aplican a la plástica a lo largo y ancho del planeta, puesto que sólo pueden comprenderse a plenitud si se aprecian, o mejor, se experimentan, en concordancia con el entorno físico y social que las genera.
Dicho de otra forma, su trabajo se halla inmensamente enriquecido por significaciones culturales, las cuales lo particularizan aportándole una estética y una historia distintas, provenientes del mundo indígena y ligadas con su magia, hechizo, misterio e irracionalidad. Pero una irracionalidad que sólo lo parece a nuestros ojos de citadinos globalizados y homogéneos, porque en realidad se trata de la racionalidad desconocida de seres con otro sentido del tiempo y de la historia, y con una cosmovisión que difiere ampliamente de la establecida y acatada en la casi totalidad del planeta. Sus obras exigen una purga, una limpieza de todo preconcepto para poder actuar sin cortapisas y suministrar sabiduría.
La originalidad de la obra de Jacanamijoy deriva de su voluntad de mantenerse unido a su cultura, de celebrar de manera ostensible y orgullosa buena parte del legado de sus antepasados y de convertirla en propuesta artística de gran aliento. Podría decirse que en este proceso Jacanamijoy hace el papel de sacerdote de un mundo olvidado pero no perdido, cuyos principales ritos, visiones y creencias el artista reestructura e intenta conservar y proyectar en el hecho vivo y potente de sus cuadros.