- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Medio Ambiente
Intervención del presidente Iván Duque en la Cumbre sobre Cambio Climático celebrada en la Asamblea General de la ONU, Nueva York, 23 de septiembre de 2019.
Firma del Pacto por la Conservación de los Bosques en la Cuenca Amazónica. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia. Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Foto oficial de la Cumbre por la Amazonia, Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Maloka encuentro con Comunidades Ancestrales, Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Recibimiento al presidente por parte de las comunidades ancestrales. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Cumbre Presidencial por la Amazonia. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Sobrevuelo durante la campaña Artemisa contra la deforestacion. Serranía de La Macarena, Meta, 28 de abril de 2019.
Visita a erradicadores en Vereda El Llorente, Tumaco, Nariño, 16 de enero de 2020.
II Cumbre presidencial por la Amazonia convocada por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam, Bogotá, 10 de agosto de 2020.
Campanada de cierre ‘Taxonomía verde de Colombia’, Bolsa de Nueva York, 11 de abril 2022.
Programa Prevención y Acción desde Bahía Solano, Chocó, 15 de enero de 2021.
El presidente Duque en la Conferencia sobre los Oceános de la ONU. Lisboa, Portugal, 23 de junio de 2022.
Visita al punto de atención de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Pueblo Bello, Nabusimake, Cesar, 8 de noviembre de 2019.
El presidente Duque visita un resguardo indígena en la Sierra Nevada de Santa Marta, 5 de junio de 2021.
Siembra de árboles municipio de Chachagüí, Nariño, 17 de octubre de 2020.
Uso de biogas metano en La Fazenda. Yopal, Casanare, 27 de febrero de 2021.
V Sesión de La Comisión Intersectorial para la Acción Climática. Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia. Leticia, Amazonas, 26 de julio de 2022.
Presentación resultados Operación Artemisa. Mapiripán, Meta, 26 de febrero de 2021.
Inauguración Sendero Ecoturístico Tutunendo, Chocó, 16 de enero de 2021.
Entrega del corredor ferreo Estación ffcc Facatativá, Cundinamarca, 26 de mayo 2022.
Visita a resguardos en la Sierra Nevada de Santa Marta. 5 de junio de 2021.
Inauguración laboratorios de toxicología ambiental y biodiversidad. Universidad de Cartagena, Bolivar, 5 de febrero de 2021.
Sendero de avistamiento de aves. Tame, Arauca, 13 de febrero de 2021.
La transición energética hace parte de una visión más amplia del desarrollo humano, en la que el ser humano está en el centro, rodeado de la naturaleza. Esta visión del humanismo comprende la relación de las personas con el ecosistema que las rodea. No es solamente una mirada sobre los objetivos y medios del hombre y la mujer, sino de sus responsabilidades como habitantes privilegiados de la Tierra, que es el único hogar con el que cuenta nuestra especie. Esta máxima supone para Colombia un esfuerzo que le permita pasar de los discursos del pasado a las acciones del presente y los compromisos con el futuro. Sin duda alguna, Iván Duque dejó señalada la senda para que Colombia avance hacia la carbono-neutralidad en 2050, pero, sobre todo, dejó sentadas las bases de lo que debe ser la política de estado colombiana de las próximas décadas en relación con la protección del medio ambiente.
Para Iván Duque, la responsabilidad con las generaciones venideras siempre fue un imperativo ético. En las primeras páginas de su libro, ‘El Camino a Cero, la estrategia colombiana hacia la carbono neutralidad’, Duque afirmó:
Vivimos en un mundo lleno de retos a nuestra existencia como humanidad. Sin duda, el más grande es la crisis climática que hemos causado durante tantos siglos, y que hoy demanda de nosotros las más diferenciadoras condiciones como especie en este planeta. Atender la crisis climática nos exige ética, moral, conciencia, creatividad, inteligencia, solidaridad, innovación y gestión del conocimiento. Estas condiciones únicas de nuestra especie son lo que necesitamos para salvar el planeta y dejarles un mejor futuro a las próximas generaciones.
Desde el inicio de su campaña, Duque adoptó como referentes insustituibles los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Organización de Naciones Unidas. Ya como presidente, los incluyó en su Plan de Desarrollo como brújula de toda la política pública, el cual detalló precisamente la relación entre estos y las acciones puntuales del gobierno nacional.
Al tiempo, su agenda internacional estuvo marcada por su empeño de convertir a Colombia en un referente internacional de la lucha contra el cambio climático. Logró, por ejemplo, que líderes sentados en orillas ideológicas tan distantes como Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y Evo Morales, presidente de Bolivia, se reunieran en Leticia para firmar un pacto multilateral de defensa del bioma amazónico y las comunidades que lo habitan. El Pacto de Leticia, firmado el 6 de septiembre de 2019 por los presidentes de Perú, Ecuador, Brasil, Bolivia, Surinam, Guyana y Colombia en presencia de decenas de líderes indígenas del continente, estableció 12 mandatos para los países que comparten la cuenca amazónica. Sin importar su tamaño, su peso en la geopolítica o las vocaciones ideológicas de sus gobiernos, el pacto estableció metas y objetivos claros en materia de reforestación y restauración de áreas afectadas por el cambio climático, articuló maneras de combatir los crímenes ambientales, fortaleció la conectividad de los ecosistemas, profundizó la protección de las comunidades indígenas y aumentó el monitoreo de las actividades peligrosas para el medio ambiente a través de mecanismos de cooperación para prevenir y atender desastres. La firma del Pacto de Leticia encarnó, en sí misma, un hito de transformación de la visión de futuro para más de 34 millones de personas y 400 comunidades indígenas que habitan la Amazonia.
Esta acción de política internacional contó con una contraparte interna. El programa Visión Amazonia, liderado por el Ministerio de Ambiente, fortaleció la lucha contra la deforestación, orientó el manejo sostenible de los bosques, impulsó el desarrollo de alternativas productivas agroambientales sostenibles y allanó el camino de un ordenamiento territorial y sectorial ambientalmente consciente.
Este esfuerzo de articulación de la política interna y exterior de Colombia respondió a que Iván Duque, desde sus tiempos de senador, ha considerado la biodiversidad como el mayor activo de Colombia y el desarrollo sostenible como su principal alternativa de progreso económico. Esto hizo necesaria la imposición de unas metas nacionales que evidentemente son las más ambiciosas del continente, y que delinean alternativas para que el país cuente con las herramientas de financiamiento para acelerar su cumplimiento. La carbono neutralidad es la ambición de convertir a Colombia en un país con cero emisiones netas de CO2 para 2050, lo que implica instrumentos innovadores y audaces que, por una parte, habiliten la conservación natural positiva, la desaparición de la deforestación para 2030, la protección del 30 % del territorio colombiano mediante su declaración como área protegida, la lucha frontal contra los delitos ambientales y, por otra parte, la implementación de acciones concretas y articuladas entre los sectores público y privado para implementar esquemas de economía circular con fundamento científico, nuevas tecnologías y visión de corto, mediano y largo plazo.
Con esto en mente, Duque promovió y firmó el Pacto por la Sostenibilidad, mediante el cual el gobierno, los sectores productivos, la academia y las organizaciones de la sociedad civil se comprometieron a priorizar la generación de nuevas oportunidades de desarrollo social. El corazón de dicho pacto consistió en la promoción de nuevas formas de gestión ambiental para mitigar el cambio climático, la profundización del dialogo social para la apropiación del territorio con una cultura ambiental, y el apoyo a espacios de reflexión para encontrar alternativas de desarrollo y solución de conflictos, entre muchos otros acuerdos que coordinan los avances de diferentes actores necesarios para obtener un verdadero cambio en nuestra forma de concebir el rol de Colombia y los colombianos de cara a la protección del medio ambiente.
La estrategia de ‘Producir conservando y conservar produciendo’ fue el aterrizaje del pacto en acciones concretas. Dentro del gobierno, se establecieron 4 objetivos específicos con los que todos los ministerios y entidades del Estado debían alinearse, en lo correspondiente a sus sectores. Estos fueron:
- Avanzar en la transición hacia actividades productivas comprometidas con la sostenibilidad y el cambio climático.
- Mejorar la calidad del agua, el aire y el suelo para prevenir impactos negativos de salud pública y promover la equidad en el acceso a dichos recursos.
- Acelerar la economía circular: reducción, reutilización y reciclaje de productos.
- Desarrollar nuevas herramientas económicas, financieras y políticas para impulsar las actividades relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático.
Con base estos objetivos, el surgimiento de muchas iniciativas ambientales dio fe de la magnitud del compromiso asumido por el gobierno durante sus cuatro años de mandato.
En lo que tiene que ver con los esfuerzos de conservación de la fauna y flora, se prohibió, por ejemplo, la pesca artesanal e industrial del tiburón en aguas colombianas; se recuperaron más de 200 hectáreas de arrecife coralino y se creó el programa Herencia Colombia para garantizar el financiamiento de las áreas de conservación, mediante la articulación de los sectores público y privado, con el apoyo de WWF, la Fundación Gordon & Betty Moore, Conservation International y The Wildlife Conservation Society, entre otros. Herencia Colombia tiene como metas específicas declarar 3.5 millones de nuevas hectáreas como áreas protegidas, así como mejorar la gestión de estas y las ya existentes, y fortalecer los esquemas de gobernanza territorial para facilitar la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.
Los ecosistemas de alta montaña son fundamentales para la regulación del proceso de cambio climático, la captura de CO2 y el nacimiento de los ríos, entre otros fenómenos claves para el balance de los ecosistemas globales. Colombia es un país privilegiado en este sentido, ya que más de la mitad de los páramos de todo el planeta están ubicados en nuestro territorio. El país cuenta con 37 páramos, incluyendo Sumapaz, que, con 1700 km2, es el páramo más grande del mundo. Así mismo, 401 municipios, en 24 departamentos, que albergan más de 3.4 millones de habitantes, se encuentran en inmediaciones de estos ecosistemas. En los páramos de Colombia, encontramos alrededor de 4700 especies de plantas, 90 especies de anfibios, más de 150 especies de aves y poco más de 125 especies de mariposas. Hoy, más del 40 % de las áreas ecológicas de páramo han sido declaradas áreas protegidas. Igualmente, las poblaciones que viven cerca o, incluso, dentro de ellos, merecen una atención especial que les permita encontrar medios de subsistencia que mejoren su calidad de vida, al tiempo que protejan el ecosistema que habitan. Con esto en mente, se crearon soluciones como “Páramos para la vida”, la cual, en las inmediaciones de los páramos de Santurbán, Pisba, Puracé y Los Nevados, ha vinculado a más de 560 miembros de comunidades locales en el desarrollo de proyectos ecoturísticos, de agricultura y de restauración ecológica que han remplazado actividades mineras o agropecuarias tradicionales.
Como complemento a las acciones de conservación, los esfuerzos del gobierno nacional también se dirigieron a generar nuevas condiciones de desarrollo agropecuario que generaran mejores condiciones de vida para las poblaciones campesinas y promovieran esquemas de desarrollo sostenible en áreas tradicionalmente azotadas por la violencia. Así, con los contratos de conservación natural, excombatientes que antaño deforestaban los páramos con cultivos ilícitos y quemas descontroladas hoy son guardianes de los bosques. Igualmente, gracias a la política ambiental del gobierno, las familias campesinas que se veían empujadas a ampliar ilegalmente la frontera agrícola hoy reciben una remuneración digna por proteger los linderos de los ecosistemas de páramo.
Para consolidar esta apuesta como país, Duque contó con sus ministros de Ambiente, primero, Ricardo Lozano y, seguidamente, Carlos Correa, quienes adelantaron la agenda de Duque y lograron los consensos políticos para que el país contará con una Ley de Acción Climática que brindara el marco institucional necesario.
Para adelantar estas acciones, además del marco institucional, era clave habilitar mecanismos financieros que permitieran movilizar recursos, tanto públicos como privados, hacia inversiones ambientales y gastos verdes. Con este propósito, se desarrolló el mecanismo de ‘Taxonomía Verde’, que definió un sistema de clasificación para actividades económicas y activos con contribuciones sustanciales al logro de objetivos ambientales, con base en los compromisos, estrategias y políticas trazadas por gobierno en materia ambiental. Lo anterior fue clave para establecer un lenguaje común para las finanzas verdes que flexibilizara la participación de actores como emisores de bonos, inversionistas, instituciones financieras y entidades oficiales, entre otros, al tiempo que aumentara la competitividad del país. Con este instrumento, cualquier persona puede identificar qué es una inversión o una actividad económica verde y qué no, lo que permite canalizar mejor los recursos de inversión. Gracias a lo anterior, la Taxonomía Verde dota a los actores involucrados de herramientas para evitar el ‘engaño verde’ o ‘greenwashing’, lo que aumenta la transparencia. Así mismo, les permite al Estado y al sector privado focalizar rápida y efectivamente los recursos necesarios para el cumplimiento de las metas nacionales en materia ambiental.
En el marco del Plan Nacional de Desarrollo, en la Política de Seguridad Nacional se consagraron la biodiversidad y los recursos naturales como activos estratégicos de la Nación que deben ser defendidos por la fuerza pública. La estrategia militar para hacerle frente a la deforestación, ideada por el consejero presidencial de Seguridad, Rafael Guarín, fue lanzada en abril de 2019, con el nombre de Campaña Artemisa. Con el liderazgo del ministro de Defensa de entonces, Guillermo Botero, su principal vector de acción fue la concentración de esfuerzos orientados a detener la deforestación en los parques naturales nacionales ubicados en la Orinoquia y la Amazonia, lo que protegió, especialmente, ecosistemas tan valiosos como la Serranía de Chiribiquete, la Serranía de la Macarena o la Reserva Forestal de la Amazonia.
Acciones como estas le han valido a Iván Duque un amplio reconocimiento internacional, al tiempo que han puesto a Colombia en la cúspide del liderazgo mundial en términos de conservación, economía circular o financiación. Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, escribió:
Cualquier tipo de cambio que hacemos en la forma que vivimos trae consigo un grado de incertidumbre. Por eso, se necesita verdadero valor de para de los líderes para enfrentarse a los intereses arraigados y a actitudes ancestrales, con el objetivo de conducir a su gente y sus países hacia un nuevo rumbo. Pero, tal como el presidente Duque aquí lo expone, nos estamos quedando sin tiempo para actuar frente al cambio climático, así que es momento de poner en marcha las acciones concretas necesarias para mantener el cambio de temperatura global por debajo de los 1.5 grados Celsius; y es imperativo que todos los países del mundo hagan su parte.
#AmorPorColombia
Medio Ambiente
Intervención del presidente Iván Duque en la Cumbre sobre Cambio Climático celebrada en la Asamblea General de la ONU, Nueva York, 23 de septiembre de 2019.
Firma del Pacto por la Conservación de los Bosques en la Cuenca Amazónica. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia. Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Foto oficial de la Cumbre por la Amazonia, Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Maloka encuentro con Comunidades Ancestrales, Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Recibimiento al presidente por parte de las comunidades ancestrales. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Cumbre Presidencial por la Amazonia. Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, Leticia, Amazonas, 6 de septiembre de 2019.
Sobrevuelo durante la campaña Artemisa contra la deforestacion. Serranía de La Macarena, Meta, 28 de abril de 2019.
Visita a erradicadores en Vereda El Llorente, Tumaco, Nariño, 16 de enero de 2020.
II Cumbre presidencial por la Amazonia convocada por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam, Bogotá, 10 de agosto de 2020.
Campanada de cierre ‘Taxonomía verde de Colombia’, Bolsa de Nueva York, 11 de abril 2022.
Programa Prevención y Acción desde Bahía Solano, Chocó, 15 de enero de 2021.
El presidente Duque en la Conferencia sobre los Oceános de la ONU. Lisboa, Portugal, 23 de junio de 2022.
Visita al punto de atención de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Pueblo Bello, Nabusimake, Cesar, 8 de noviembre de 2019.
El presidente Duque visita un resguardo indígena en la Sierra Nevada de Santa Marta, 5 de junio de 2021.
Siembra de árboles municipio de Chachagüí, Nariño, 17 de octubre de 2020.
Uso de biogas metano en La Fazenda. Yopal, Casanare, 27 de febrero de 2021.
V Sesión de La Comisión Intersectorial para la Acción Climática. Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia. Leticia, Amazonas, 26 de julio de 2022.
Presentación resultados Operación Artemisa. Mapiripán, Meta, 26 de febrero de 2021.
Inauguración Sendero Ecoturístico Tutunendo, Chocó, 16 de enero de 2021.
Entrega del corredor ferreo Estación ffcc Facatativá, Cundinamarca, 26 de mayo 2022.
Visita a resguardos en la Sierra Nevada de Santa Marta. 5 de junio de 2021.
Inauguración laboratorios de toxicología ambiental y biodiversidad. Universidad de Cartagena, Bolivar, 5 de febrero de 2021.
Sendero de avistamiento de aves. Tame, Arauca, 13 de febrero de 2021.
La transición energética hace parte de una visión más amplia del desarrollo humano, en la que el ser humano está en el centro, rodeado de la naturaleza. Esta visión del humanismo comprende la relación de las personas con el ecosistema que las rodea. No es solamente una mirada sobre los objetivos y medios del hombre y la mujer, sino de sus responsabilidades como habitantes privilegiados de la Tierra, que es el único hogar con el que cuenta nuestra especie. Esta máxima supone para Colombia un esfuerzo que le permita pasar de los discursos del pasado a las acciones del presente y los compromisos con el futuro. Sin duda alguna, Iván Duque dejó señalada la senda para que Colombia avance hacia la carbono-neutralidad en 2050, pero, sobre todo, dejó sentadas las bases de lo que debe ser la política de estado colombiana de las próximas décadas en relación con la protección del medio ambiente.
Para Iván Duque, la responsabilidad con las generaciones venideras siempre fue un imperativo ético. En las primeras páginas de su libro, ‘El Camino a Cero, la estrategia colombiana hacia la carbono neutralidad’, Duque afirmó:
Vivimos en un mundo lleno de retos a nuestra existencia como humanidad. Sin duda, el más grande es la crisis climática que hemos causado durante tantos siglos, y que hoy demanda de nosotros las más diferenciadoras condiciones como especie en este planeta. Atender la crisis climática nos exige ética, moral, conciencia, creatividad, inteligencia, solidaridad, innovación y gestión del conocimiento. Estas condiciones únicas de nuestra especie son lo que necesitamos para salvar el planeta y dejarles un mejor futuro a las próximas generaciones.
Desde el inicio de su campaña, Duque adoptó como referentes insustituibles los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Organización de Naciones Unidas. Ya como presidente, los incluyó en su Plan de Desarrollo como brújula de toda la política pública, el cual detalló precisamente la relación entre estos y las acciones puntuales del gobierno nacional.
Al tiempo, su agenda internacional estuvo marcada por su empeño de convertir a Colombia en un referente internacional de la lucha contra el cambio climático. Logró, por ejemplo, que líderes sentados en orillas ideológicas tan distantes como Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y Evo Morales, presidente de Bolivia, se reunieran en Leticia para firmar un pacto multilateral de defensa del bioma amazónico y las comunidades que lo habitan. El Pacto de Leticia, firmado el 6 de septiembre de 2019 por los presidentes de Perú, Ecuador, Brasil, Bolivia, Surinam, Guyana y Colombia en presencia de decenas de líderes indígenas del continente, estableció 12 mandatos para los países que comparten la cuenca amazónica. Sin importar su tamaño, su peso en la geopolítica o las vocaciones ideológicas de sus gobiernos, el pacto estableció metas y objetivos claros en materia de reforestación y restauración de áreas afectadas por el cambio climático, articuló maneras de combatir los crímenes ambientales, fortaleció la conectividad de los ecosistemas, profundizó la protección de las comunidades indígenas y aumentó el monitoreo de las actividades peligrosas para el medio ambiente a través de mecanismos de cooperación para prevenir y atender desastres. La firma del Pacto de Leticia encarnó, en sí misma, un hito de transformación de la visión de futuro para más de 34 millones de personas y 400 comunidades indígenas que habitan la Amazonia.
Esta acción de política internacional contó con una contraparte interna. El programa Visión Amazonia, liderado por el Ministerio de Ambiente, fortaleció la lucha contra la deforestación, orientó el manejo sostenible de los bosques, impulsó el desarrollo de alternativas productivas agroambientales sostenibles y allanó el camino de un ordenamiento territorial y sectorial ambientalmente consciente.
Este esfuerzo de articulación de la política interna y exterior de Colombia respondió a que Iván Duque, desde sus tiempos de senador, ha considerado la biodiversidad como el mayor activo de Colombia y el desarrollo sostenible como su principal alternativa de progreso económico. Esto hizo necesaria la imposición de unas metas nacionales que evidentemente son las más ambiciosas del continente, y que delinean alternativas para que el país cuente con las herramientas de financiamiento para acelerar su cumplimiento. La carbono neutralidad es la ambición de convertir a Colombia en un país con cero emisiones netas de CO2 para 2050, lo que implica instrumentos innovadores y audaces que, por una parte, habiliten la conservación natural positiva, la desaparición de la deforestación para 2030, la protección del 30 % del territorio colombiano mediante su declaración como área protegida, la lucha frontal contra los delitos ambientales y, por otra parte, la implementación de acciones concretas y articuladas entre los sectores público y privado para implementar esquemas de economía circular con fundamento científico, nuevas tecnologías y visión de corto, mediano y largo plazo.
Con esto en mente, Duque promovió y firmó el Pacto por la Sostenibilidad, mediante el cual el gobierno, los sectores productivos, la academia y las organizaciones de la sociedad civil se comprometieron a priorizar la generación de nuevas oportunidades de desarrollo social. El corazón de dicho pacto consistió en la promoción de nuevas formas de gestión ambiental para mitigar el cambio climático, la profundización del dialogo social para la apropiación del territorio con una cultura ambiental, y el apoyo a espacios de reflexión para encontrar alternativas de desarrollo y solución de conflictos, entre muchos otros acuerdos que coordinan los avances de diferentes actores necesarios para obtener un verdadero cambio en nuestra forma de concebir el rol de Colombia y los colombianos de cara a la protección del medio ambiente.
La estrategia de ‘Producir conservando y conservar produciendo’ fue el aterrizaje del pacto en acciones concretas. Dentro del gobierno, se establecieron 4 objetivos específicos con los que todos los ministerios y entidades del Estado debían alinearse, en lo correspondiente a sus sectores. Estos fueron:
- Avanzar en la transición hacia actividades productivas comprometidas con la sostenibilidad y el cambio climático.
- Mejorar la calidad del agua, el aire y el suelo para prevenir impactos negativos de salud pública y promover la equidad en el acceso a dichos recursos.
- Acelerar la economía circular: reducción, reutilización y reciclaje de productos.
- Desarrollar nuevas herramientas económicas, financieras y políticas para impulsar las actividades relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático.
Con base estos objetivos, el surgimiento de muchas iniciativas ambientales dio fe de la magnitud del compromiso asumido por el gobierno durante sus cuatro años de mandato.
En lo que tiene que ver con los esfuerzos de conservación de la fauna y flora, se prohibió, por ejemplo, la pesca artesanal e industrial del tiburón en aguas colombianas; se recuperaron más de 200 hectáreas de arrecife coralino y se creó el programa Herencia Colombia para garantizar el financiamiento de las áreas de conservación, mediante la articulación de los sectores público y privado, con el apoyo de WWF, la Fundación Gordon & Betty Moore, Conservation International y The Wildlife Conservation Society, entre otros. Herencia Colombia tiene como metas específicas declarar 3.5 millones de nuevas hectáreas como áreas protegidas, así como mejorar la gestión de estas y las ya existentes, y fortalecer los esquemas de gobernanza territorial para facilitar la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.
Los ecosistemas de alta montaña son fundamentales para la regulación del proceso de cambio climático, la captura de CO2 y el nacimiento de los ríos, entre otros fenómenos claves para el balance de los ecosistemas globales. Colombia es un país privilegiado en este sentido, ya que más de la mitad de los páramos de todo el planeta están ubicados en nuestro territorio. El país cuenta con 37 páramos, incluyendo Sumapaz, que, con 1700 km2, es el páramo más grande del mundo. Así mismo, 401 municipios, en 24 departamentos, que albergan más de 3.4 millones de habitantes, se encuentran en inmediaciones de estos ecosistemas. En los páramos de Colombia, encontramos alrededor de 4700 especies de plantas, 90 especies de anfibios, más de 150 especies de aves y poco más de 125 especies de mariposas. Hoy, más del 40 % de las áreas ecológicas de páramo han sido declaradas áreas protegidas. Igualmente, las poblaciones que viven cerca o, incluso, dentro de ellos, merecen una atención especial que les permita encontrar medios de subsistencia que mejoren su calidad de vida, al tiempo que protejan el ecosistema que habitan. Con esto en mente, se crearon soluciones como “Páramos para la vida”, la cual, en las inmediaciones de los páramos de Santurbán, Pisba, Puracé y Los Nevados, ha vinculado a más de 560 miembros de comunidades locales en el desarrollo de proyectos ecoturísticos, de agricultura y de restauración ecológica que han remplazado actividades mineras o agropecuarias tradicionales.
Como complemento a las acciones de conservación, los esfuerzos del gobierno nacional también se dirigieron a generar nuevas condiciones de desarrollo agropecuario que generaran mejores condiciones de vida para las poblaciones campesinas y promovieran esquemas de desarrollo sostenible en áreas tradicionalmente azotadas por la violencia. Así, con los contratos de conservación natural, excombatientes que antaño deforestaban los páramos con cultivos ilícitos y quemas descontroladas hoy son guardianes de los bosques. Igualmente, gracias a la política ambiental del gobierno, las familias campesinas que se veían empujadas a ampliar ilegalmente la frontera agrícola hoy reciben una remuneración digna por proteger los linderos de los ecosistemas de páramo.
Para consolidar esta apuesta como país, Duque contó con sus ministros de Ambiente, primero, Ricardo Lozano y, seguidamente, Carlos Correa, quienes adelantaron la agenda de Duque y lograron los consensos políticos para que el país contará con una Ley de Acción Climática que brindara el marco institucional necesario.
Para adelantar estas acciones, además del marco institucional, era clave habilitar mecanismos financieros que permitieran movilizar recursos, tanto públicos como privados, hacia inversiones ambientales y gastos verdes. Con este propósito, se desarrolló el mecanismo de ‘Taxonomía Verde’, que definió un sistema de clasificación para actividades económicas y activos con contribuciones sustanciales al logro de objetivos ambientales, con base en los compromisos, estrategias y políticas trazadas por gobierno en materia ambiental. Lo anterior fue clave para establecer un lenguaje común para las finanzas verdes que flexibilizara la participación de actores como emisores de bonos, inversionistas, instituciones financieras y entidades oficiales, entre otros, al tiempo que aumentara la competitividad del país. Con este instrumento, cualquier persona puede identificar qué es una inversión o una actividad económica verde y qué no, lo que permite canalizar mejor los recursos de inversión. Gracias a lo anterior, la Taxonomía Verde dota a los actores involucrados de herramientas para evitar el ‘engaño verde’ o ‘greenwashing’, lo que aumenta la transparencia. Así mismo, les permite al Estado y al sector privado focalizar rápida y efectivamente los recursos necesarios para el cumplimiento de las metas nacionales en materia ambiental.
En el marco del Plan Nacional de Desarrollo, en la Política de Seguridad Nacional se consagraron la biodiversidad y los recursos naturales como activos estratégicos de la Nación que deben ser defendidos por la fuerza pública. La estrategia militar para hacerle frente a la deforestación, ideada por el consejero presidencial de Seguridad, Rafael Guarín, fue lanzada en abril de 2019, con el nombre de Campaña Artemisa. Con el liderazgo del ministro de Defensa de entonces, Guillermo Botero, su principal vector de acción fue la concentración de esfuerzos orientados a detener la deforestación en los parques naturales nacionales ubicados en la Orinoquia y la Amazonia, lo que protegió, especialmente, ecosistemas tan valiosos como la Serranía de Chiribiquete, la Serranía de la Macarena o la Reserva Forestal de la Amazonia.
Acciones como estas le han valido a Iván Duque un amplio reconocimiento internacional, al tiempo que han puesto a Colombia en la cúspide del liderazgo mundial en términos de conservación, economía circular o financiación. Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, escribió:
Cualquier tipo de cambio que hacemos en la forma que vivimos trae consigo un grado de incertidumbre. Por eso, se necesita verdadero valor de para de los líderes para enfrentarse a los intereses arraigados y a actitudes ancestrales, con el objetivo de conducir a su gente y sus países hacia un nuevo rumbo. Pero, tal como el presidente Duque aquí lo expone, nos estamos quedando sin tiempo para actuar frente al cambio climático, así que es momento de poner en marcha las acciones concretas necesarias para mantener el cambio de temperatura global por debajo de los 1.5 grados Celsius; y es imperativo que todos los países del mundo hagan su parte.