Ibagué

Conservatorio del Tolima. Sala Alberto Castilla.   Miguel Salazar.

Museo de Arte del Tolima.   Miguel Salazar.

Colegio de San Jorge.   Miguel Salazar.

Texto de: Enrique Santos Molano

El título de ciudad musical de Colombia que le diera el viajero francés conde de Gabriac en 1866, describe con exactitud la esencia de Ibagué, capital del Tolima. Y no es sólo por la celebración anual desde 1959, cuando Adriano Tribín Piedrahita lo institucionalizó, del Festival Folclórico Nacional, o por las alegres fiestas bambuqueras del San Pedro, o por ser la sede del Conservatorio Nacional, que nació en 1906 a partir de la preocupación de Alberto Castilla. Es que en Ibagué la música se respira en todas las calles, en las casas, en el alma de sus habitantes, como así quedó plasmado en el hermoso monumento que se levanta en la plazoleta de los Artesanos.

Por encargo de la Real Audiencia, Andrés López de Galarza parte de Santafé de Bogotá con aproximadamente 90 guerreros peninsulares y unos 400 indios ladinos a fundar una ciudad en el valle de Las Lanzas, que facilitara el paso desde el Nuevo Reino de Granada a la Gobernación de Popayán. En la ciudad de Tocaima se hacen los últimos preparativos y los encomenderos que ya conocen el territorio le hacen las recomendaciones necesarias y varios lo acompañan en la empresa. La idea es cruzar la cordillera. Cuando está en inmediaciones de lo que hoy es Anaime, funda la ciudad el 14 de octubre de 1550. El asedio y hostigamiento de los indios, lo obligan a pedir ayuda a su hermano Pedro de Galarza, oidor de la Real Audiencia. Pedro le envía a un guerrero de mil batallas, Melchor de Valdés, quien hace trasladar la ciudad a su lugar actual, al encontrar un camino que usaban los indios, llamado en adelante el Camino del Quindío, que se usó hasta 1936 cuando Ibagué quedó unida a Armenia por carretera.

Ibagué, que se acerca al medio millón de habitantes (435 134 según estimativo de 2006), es la única ciudad de Colombia, después de Bogotá, que ha sido capital de la república. Durante la guerra civil de 1854, las fuerzas constitucionales la escogieron como sede del gobierno nacional y la nombraron capital provisional. En el período de los Estados Unidos de Colombia, Ibagué fue la capital del Estado Soberano del Tolima, y a partir de 1886 del denominado Tolima grande (Tolima y Huila). Desde 1905 es la capital del departamento del Tolima.

La moderna ciudad de Ibagué comienza a tomar forma a partir de la década de 1930. Aparecen barrios aristocráticos como Belén, la Pola, Interlaken, Cádiz y Santa Helena, logrando un ambiente cosmopolita y cultural, y manteniendo intactas muchas de sus tradiciones.

Entre los edificios de su arquitectura republicana, vale destacar el Panóptico, declarado patrimonio histórico nacional (en proceso de restauración), la sala de música Alberto Castilla del Conservatorio del Tolima, el Teatro Tolima, el edificio Urrutia, la iglesia catedral con su edificio arzobispal y su seminario, la Alcaldía, el edificio Nacional, la escuela agronómica San Jorge (patrimonio histórico) y el Jardín Botánico de su mismo nombre, la hacienda El Vergel, la iglesia del Carmen con su Escuela de Artes y Oficios, la iglesia de San Roque, el colegio San Simón, etc.

Entre los varios ejemplos de su arquitectura moderna se destacan el edificio de la Gobernación, el Banco de la República, el Hotel Ambalá, el Museo de Arte del Tolima, la Biblioteca Darío Echandía, la Biblioteca de la Universidad del Tolima, y los hoteles Sofitel Altamira y Casa Morales. Posee también un inmenso parque deportivo, con piscina, canchas de tenis, básquetbol, fútbol, y pistas de bicicross y patinaje.