Bogotá

Observatorio Astronómico, Capitolio Nacional, Colegio de San Bartolomé, oficinas del Congreso de la República y plaza de armas de la Casa de Nariño.   Cristóbal von Rothkirch.

Casa de Nariño, vestíbulo del segundo piso y escalera de honor.   Cristóbal von Rothkirch.

Capilla del Sagrario. Nave principal y cancel.   Cristóbal von Rothkirch.

Biblioteca Pública El Tintal.   Cristóbal von Rothkirch.

Archivo de Bogotá.   Cristóbal von Rothkirch.

Quinta de Bolívar.   Cristóbal von Rothkirch.

Patio principal del Palacio Arzobispal.   Cristóbal von Rothkirch.

Museo del Oro.   Cristóbal von Rothkirch.

Tercer piso del Museo Nacional.   Cristóbal von Rothkirch.

Museo Botero del Banco de la República.   Cristóbal von Rothkirch.

Museo de Arte Colonial.   Cristóbal von Rothkirch.

Biblioteca Pública Virgilio Barco.   Cristóbal von Rothkirch.

Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología, Maloka.   Cristóbal von Rothkirch.

Edificio de postgrados de la Universidad Nacional.   Cristóbal von Rothkirch.

Biblioteca de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.   Cristóbal von Rothkirch.

Capitolio Nacional y edificio Liévano de la Plaza de Bolívar, vistos desde el Palacio de Justicia.   Cristóbal von Rothkirch.

Plaza de Bolívar desde la columnata del Capitolio Nacional.   Cristóbal von Rothkirch.

Texto de: Enrique Santos Molano

Gonzalo Jiménez de Quesada, impresionado por la belleza del paisaje cuando llegó a la Sabana de Bogotá, denominó como Valle de los Alcázares el sitio donde habría de plantar un nuevo asentamiento y el 6 de agosto de 1538 fundó la ciudad de Santafé de Bogotá, se trazó la plaza mayor, la iglesia, el ayuntamiento y las cuadras españolas que demarcarían los barrios alrededor de la plaza. La capital del reino, que lo es de la República de Colombia desde 1821, se inició con una población de trescientas almas y hoy está en 7’864 490, de acuerdo con el censo general de 2005. En las últimas dos décadas Bogotá se ha consolidado como una de las urbes cosmopolitas con mejor calidad de vida, sobre todo en el aspecto cultural.

El Distrito Capital de Bogotá es una ciudad multirracial y multicultural, integrada por cerca de 1600 barrios, divididos en veinte alcaldías locales, a la que confluyen colombianos de todos los rincones del país y llegan a diario visitantes de diversos puntos del extranjero, factor que le ha permitido levantar una serie de hoteles de lujo que atienden constantemente a turistas, y sobre todo, a agentes de negocios. Su excelente oferta culinaria, un índice aceptable de seguridad en sus calles, sus numerosas atracciones artísticas y culturales, el encanto de sus cerros orientales, y la calidez de su centro histórico, así como de muchos de sus barrios tradicionales y periféricos, han hecho de Bogotá un destino muy solicitado por los viajantes extranjeros, que aprecian, ante todo, la amabilidad y el afecto que les brindan los habitantes de la capital.

Entre las muchas cosas que hay por ver en Bogotá están el Museo del Oro; el barrio de La Candelaria; el Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología, Maloka; las bibliotecas públicas Virgilio Barco, El Tunal y El Tintal; el parque de la Independencia; el parque Simón Bolívar; la Biblioteca Nacional; el Museo Nacional; el Planetario Distrital; el parque de la 93; las calles de los barrios de La Magdalena, La Macarena, La Merced, La Soledad y Teusaquillo, como recorridos que no sólo harán pasar un rato agradable sino que dejarán ricas experiencias. Mucho han tenido que bregar los urbanistas para evitar que los urbanizadores arrasen con el patrimonio arquitectónico de Bogotá, pero lo que se conserva es un conjunto que se ha ganado la admiración de quienes visitan a la ciudad y no vacilan en recomendarla.

Varios eventos bogotanos han alcanzado categoría internacional. El Festival Iberoamericano de Teatro convoca cada dos años, durante quince días, a más de cuarenta grupos teatrales de todos los países, que brindan un espectáculo insuperable; el Festival de Cine de Bogotá es una muestra acabada del cine mundial, y la gran Feria Internacional Industrial ya va por los 600 expositores con 55 000 visitantes. Desde abril del 2007, y durante un año, Bogotá oficiará como Capital Mundial del Libro, gracias a su excelente Feria Internacional del Libro, a la magnificencia de sus bibliotecas y a la original campaña Libro al Viento.

Sin embargo, cuando el visitante piensa en Bogotá, más allá de su perfil urbano y sus contrastes sociales y arquitectónicos, recordará sin duda la imponencia de sus cerros tutelares, de los cuales la ciudad parece descolgarse, y la inefable belleza de la generosa sabana en que se asienta. Sabana que en épocas remotas fue un inmenso mar interior, parte de cuyas aguas aún conserva en lagos y lagunas, quebradas y saltos. Sorprendente sabana, de cuya primera impresión ha dicho García Márquez “Pensé que llegaba al lugar más bello de la tierra… y aún lo creo”.