Armenia

Centro Cultural y Museo del Oro Quimbaya del Banco de la República.   Miguel Salazar.

Plaza de la Quindianidad. Iglesia de San Francisco y Centro Administrativo Municipal.   Miguel Salazar.

Centro Cultural y Museo del Oro Quimbaya del Banco de la República.   Miguel Salazar.

Parque Nacional del Café, visto desde la Torre Mirador.   Miguel Salazar.

Plaza de la Quindianidad e iglesia de San Francisco vistas desde el Centro Administrativo Municipal.   Miguel Salazar.

Texto de: Enrique Santos Molano

A la 1 y 19 minutos de la tarde del 25 de enero de 1999, Armenia, la capital del Quindío, fue sacudida por un terremoto de 6.4 grados en la escala de Richter y destruida en un 80 por ciento. Quedaron en escombros la Gobernación, la Alcaldía, el Teatro Bolívar, el edificio Gran Colombiano, entre otros edificios públicos y privados notables, y el puente de la 18. Resultó muy deteriorada la hermosa iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, y se vinieron abajo barrios enteros residenciales y viviendas de carácter popular cuya mala construcción facilitó el trabajo demoledor del terremoto.

Pero Armenia no ha sido llamada en vano la ciudad milagro de Colombia. En menos de dos años los tenaces cuyabros, como se llaman a sí mismos los armenios en homenaje a su fruta emblemática, la cuyabra, ya estaban empeñados en la reconstrucción de su ciudad, que seis años después de la tragedia pavorosa, ha renacido como una urbe floreciente y moderna.

Ciento dieciséis años atrás, el 14 de octubre de 1889, un hacendado, don Jesús María Ocampo, –a quien llamaban “El Tigrero”– fundó en la hacienda Armenia, alrededor de una vieja casa colonial, una población con el mismo nombre. Al siguiente año, el 15 de agosto, adquirió la categoría de corregimiento, y a partir de 1903 fue erigido municipio. En julio de 1966 fue declarada capital del departamento del Quindío.

La historia moderna de Armenia se divide en antes y después del terremoto de 1999. La ciudad destruida por el sismo, emergió de sus ruinas y entró en una nueva etapa de auge urbano. Los edificios de la Gobernación (adelantado ya en un 80 por ciento de su construcción) y de la Alcaldía, terminado, fueron reubicados y sus nuevas sedes hacen honor, arquitectónicamente, a la importancia de la ciudad. La Alcaldía rebrotó en el lote donde estuvo la galería. El antiguo puente de la carrera 18, fue reemplazado por el formidable complejo vial La Cejita, que sirve de repartidor en la salida a Montenegro y al Parque Nacional del Café, por la estación del tren.

La galería se reconstruyó cerca al complejo de La Cejita, al este de la ciudad; la iglesia del Sagrado Corazón fue reparada y luce hoy intacta su espléndida arquitectura original. Los barrios residenciales van tomando un aspecto señorial, se levantan complejos de apartamentos y se atiende con esmero al ornato de la ciudad.

Favorecida por una temperatura media de 20 ºC, que le proporciona un clima suave, Armenia es un centro turístico de primer orden en la región occidental de Colombia, y un importante productor agrícola y sector comercial. El perímetro urbano abarca 121 km2 cuadrados y su altura es de 1 480 metros sobre el nivel del mar. Tiene aeropuerto nacional, El Edén; estadio de fútbol, Centenario; equipo, Deportes Quindío, campeón nacional en 1956; y cuatro universidades: Universidad del Quindío, Universidad la Gran Colombia, Universidad San Martín y Escuela de Administración y Mercadotecnia del Quindío.

A 10 km al occidente de Armenia, en el municipio de Montenegro, los turistas encuentran el Parque Nacional del Café, con numerosos atractivos como el monumento al café, el recorrido ecológico, paseos a caballo, jardín de fábulas, helipuerto, montaña rusa y un fantástico recorrido en tren. Veinte km al noroeste de Armenia, en el municipio de Quimbaya está Panaca, Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria, que ya goza de fama internacional por su fascinante panorama de la vida campesina. En la avenida Bolívar de Armenia se levanta el Museo Quimbaya, en un edificio diseñado por Rogelio Salmona, y ganador del Premio Nacional de Arquitectura, que alberga las raíces prehispánicas del viejo Caldas (Caldas, Quindío y Risaralda) y exhibe piezas invaluables de la orfebrería quimbaya.