- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
- Casa de Campo en Colombia (2007)
- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
- Apalaanchi. Pescadores Wayuu (2009)
- Bogotá vuelo al pasado (2010)
- Grabados Antiguos de la Pontificia Universidad Javeriana. Colección Eduardo Ospina S. J. (2010)
- Orquídeas. Especies de Colombia (2010)
- Apartamentos. Bogotá (2010)
- Luis Caballero. Erótico (2010)
- Luis Fernando Peláez (2010)
- Aves en Colombia (2011)
- Pedro Ruiz (2011)
- El mundo del arte en San Agustín (2011)
- Cundinamarca. Corazón de Colombia (2011)
- El hundimiento de los Partidos Políticos Tradicionales venezolanos: El caso Copei (2014)
- Artistas por la paz (1986)
- Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (2009)
- Historia de Bogotá. Tomo I - Conquista y Colonia (2007)
- Historia de Bogotá. Tomo II - Siglo XIX (2007)
- Academia Colombiana de Jurisprudencia. 125 Años (2019)
- Duque, su presidencia (2022)
Casas Campesinas de Colombia
Río Canarí, Vaupés.
Río Apaporis, Amazonas.
Puerto Córdoba, río Caquetá.
Putumayo.
Puerto Remanso del Tigre, Caquetá.
Río Cananarí, Vaupés.
Río Cananarí, Vaupés.
Río Mesay, Guaviare.
Río Caquetá, Amazonas.
María Manteca, Río Caquetá.
Sierra Nevada de Santa Marta.
Pueblito Tayrona, Magdalena.
Sierra Nevada de Santa Marta.
Cabo de la Vela, Guajira.
Nazareth, Guajira.
Bahía Hondita, Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Macuira, Guajira.
Kagurí, Guajira.
Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Guajira.
Guajira.
Guajira.
Bahía Portete, Guajira.
Nazareth, Guajira.
San Sebastián, Córdoba.
San Pelayo, Córdoba.
Magangué, Bolívar.
El Morro, Magdalena.
Ciénaga, Magdalena.
Buenavista, Magdalena.
Ciénaga Grande, Magdalena.
Buenavista, Magdalena.
El Morro, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Tumaco, Nariño.
Istmina, Chocó.
Ciénaga de Oro, Córdoba.
San Luis, San Andrés.
Barú, Bolívar.
Sapzurro, Chocó.
San Antero, Córdoba.
Cambao, Tolima.
Tolú, Sucre.
Toluviejo, Sucre.
San Jacinto, Bolívar.
San Jacinto, Bolívar.
Arroyo de Piedra, Bolívar.
Lorica, Córdoba.
Toluviejo, Sucre.
Tolú, Sucre.
Providencia.
San Luis, San Andrés.
Cartagena, Bolívar.
San Andrés, San Andrés.
Toluviejo, Sucre.
Toluviejo, Sucre.
Carmen de Bolívar, Bolívar.
San Sebastián, Córdoba.
Puente Canoa, Cesar.
Lorica, Córdoba.
Zapatosa, Cesar.
Zapatosa, Cesar.
Piedras, Tolima.
Magdalena.
Mompox, Bolívar.
Camarones, Guajira.
Pueblito, Bolívar.
Juan de Acosta, Bolívar.
Pueblito, Bolívar.
Tierra Firme. Bolívar.
Berruga, Sucre.
La Rinconada, Bolívar.
Ciénaga de Oro, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
La Rinconada, Bolívar.
Sahagún, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
Toluviejo, Sucre.
La Rinconada, Bolívar.
Arroyo de Piedra, Bolívar.
San Sebastián, Córdoba.
Tolú, Sucre.
Berruga, Sucre.
San Andrés de Sotavento, Córdoba.
Mompox, Bolívar.
Mompox, Bolívar.
Macuira, Guajira.
Chinú, Córdoba
San Basilio, Bolívar.
Sahagún, Córdoba.
La Rinconada, Bolívar.
Tamalameque, Cesar.
La Rinconada, Bolívar.
Tolú, Sucre.
Juan de Acosta, Bolívar.
Río de Oro, Cesar.
Lorica, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
Piojó, Atlántico.
Cómbita, Boyacá.
San Basilio, Bolívar.
Chinavita, Boyacá.
Piojó, Atlántico.
Mompox, Bolívar.
Tamalameque, Cesar.
Zapatoca, Santander.
Zapatosa, Cesar.
San Basilio, Bolivar.
San Juan Nepomuceno, Bolívar.
Toluviejo, Sucre.
Río Orinoco, Vichada.
Quimbaya, Quindío.
Arboletes, Antioquia.
Cereté, Córdoba.
San Bernardo del Viento, Córdoba.
San Antero, Córdoba.
Camarones, Guajira.
Santa Teresita, Bolívar.
La Rinconada, Bolívar.
La Rinconada, Bolívar.
Tamalameque, Cesar.
Macuira, Guajira.
Soatá, Boyacá.
Puerto Estrella, Guajira.
San Bernardo del Viento, Córdoba.
Montería, Córdoba.
Montería, Córdoba.
Santa Teresita, Bolívar.
Montería, Córdoba.
La Rinconada, Bolívar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Santiago, Cauca.
Ocaña, Norte de Santander.
Puerto Valdivia, Antioquia.
Aratoca, Santander.
Santa Rosa de Osos, Antioquia.
Aguadas, Caldas.
Santa Fe de Antioquia, Antioquia.
Damasco, Antioquia.
Supía, Caldas.
Pácora, Caldas.
Fredonia, Antioquia.
San Jerónimo, Antioquia.
Manizales, Caldas.
Santagueda, Caldas.
Palestina, Caldas.
Marinilla, Antioquia.
Chinchiná, Caldas.
Venecia, Antioquia.
Toluviejo, Sucre.
Pijao, Quindío.
Salamina, Caldas.
Salamina, Caldas.
Quimbaya, Quindío.
Aranzazu, Caldas.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Santa Teresita, Bolívar.
San Pedro, Bolívar.
Río Mesay, Guaviare.
Río de Oro, Cesar.
Ambalema, Tolima.
Palestina, Caldas.
San Pedro, Bolívar.
Manta, Cundinamarca.
Pijao, Quindío.
Lorica, Córdoba.
Guática, Risaralda.
Soatá, Boyacá.
Pereira, Risaralda.
El Cocuy, Boyacá.
Curití, Santander.
Río de Oro, Cesar.
Pijao, Quindío.
Güicán, Boyacá.
Salento, Quindío.
Barichara, Santander.
Tota, Boyacá.
Sogamoso, Boyacá.
Villapinzón, Cundinamarca.
Tota, Boyacá.
Tenjo, Cundinamarca.
Tota, Boyacá.
Firavitoba, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
La Uvita, Boyacá.
La Uvita, Boyacá.
Iguague, Boyacá.
Páramo de Güina, Boyacá.
Panqueba, Boyacá.
Capitanejo, Santander.
Firavitoba, Boyacá.
Tota, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Boavita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Tabio, Cundinamarca.
Cerinza, Boyacá.
Firavitoba, Boyacá.
Gamarra, Cesar.
Cerinza, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Chinavita, Boyacá.
Cuitiva, Boyacá.
Cuitiva, Boyacá.
Cácota, Norte de Santander.
Pamplonita, Norte de Santander.
Río de Oro, Cesar.
Tota, Boyacá.
Texto de: Germán Téllez
La palabra campesina localiza, en el título de este volumen, a la casa, es decir, la sitúa en su lugar, el campo, y a la vez le confiere cierto género de usuarios y creadores las gentes del campo, los campesinos. Es en este sentido amplio y genérico en el que tal título tiene validez. En Colombia, los habitantes del paisaje rural tienen un triple origen étnico y geográfico los grupos o comunidades indígenas, cuya relación y uso del medio ambiente difiere sensiblemente del que sería propio del campesino español venido a América, y también de la peculiar organización de los núcleos conformados por razas africanas traídas al nuevo mundo durante la colonia española. Aunque en rigor no se puede calificar como campesinos, en el sentido europeo de la palabra, a los habitantes de un palenque negro o una comunidad rural indígena, todos ellos tienen en común, como marco de la vida, el campo, el vasto paisaje colombiano, y una conducta individual y colectiva calificable como análoga en los tres casos citados, en lo tocante a una noción de vida, y de aceptación de las condiciones existenciales del mundo rural. El indígena, el descendiente de africanos o de españoles, así como el mestizo, crean formas construidas en el escenario rural, y así, la ordenación del espacio natural y la imposición de éste en el espacio artificial, es común a todos ellos y propio de cada uno. Cada quien invade y utiliza el campo a su manera. Por ello hay tantos géneros de campesinos como pueblos, culturas y circunstancias específicas en el tiempo histórico.
La paja y la palma, inesperadamente, pueden pasar de un airoso sombrero para proteger una cabeza y un rostro, a toda una cubierta –otro sombrero– para cubrir toda una existencia familiar en una casa. Palma y paja se trenzan, se amarran, se tejen. Lo textil está etimológicamente emparentado con lo arquitectónico: Arquitecto, en latín vulgar, archi-textor, archi-tejedor, aquel que sabe las razones del tejido que hace con sus manos. La arquitectura de paja o palma es un tejido en torno al espacio vital.
En algunas regiones costeras y ribereñas colombianas, el piso firme cede su lugar a la ciénaga o laguna. Cambia el hábitat y el medio ambiente, pero no el repertorio formal y tecnológico de la construcción. Si algo varía es la intención de hacer la construcción algo más liviana y elástica, para apoyarla sobre postes hincados en el fondo de las ciénagas. La omnipresencia del agua y del viento reemplaza la vegetación circundante. En los pueblos lacustres se vive en algo que semeja, pero no es, arquitectura naval.
Puertas, esquineras, ventanas, en versión vernácula. La esquinera, esguince, compás o rinconada, como se le quiera llamar, es una tradición andaluza implantada en todo el Nuevo Mundo, y eventualmente incorporada al repertorio nativo. Consiste en dos puertas yuxtapuestas, formando esquina, para que la calle pase, por decirlo así, por el atajo. El transplante de ventanas de la arquitectura “culta” a la vernácula se ha llevado a cabo de dos maneras: una, copiando más o menos libremente los modelos tradicionales (de origen colonial o de época republicana), y dos (como en varios de los ejemplos ilustrados) arrancando éstas de sus lugares originales y llevándolas a nuevas construcciones. El resultado, en ambos casos, es insólito pero interesante.
El espacio natural fluye en torno a la construcción vernácula, o en ocasiones pasa a través de ella, y al hacerlo se integra a la existencia cotidiana. Es un error leer la relación entre lo construido y lo natural, en la arquitectura vernácula, como se haría en la construcción “culta”. Si se “deja existir” el entorno natural, éste, a su vez, permitirá que la arquitectura sea parte del mismo. Así, no habrá necesidad de apelar a un paisajista para recuperar, artificialmente, lo perdido.
¿La suma de casas vernáculas da como resultado final una calle vernácula? No, si la calle tiene como origen un trazado, rígido o irregular, derivado de antiguas tradiciones urbanísticas mediterráneas, vía España. Sí, en caso de que se trate de un espacio residual, sin identidad propia, vale decir, lo que queda cuando no se pueden acumular allí más casas,o cuando la calle es simplemente la prolongación de un sendero campestre. En el mundo urbano de pueblos y aldeas colombianos, lo vernáculo estriba en la posible interpretación de las formas observadas y la comprensión de éstas, así como en los significados que sea posible asignarle. Hay, en efecto, un modo vernáculo de ver, leer y utilizar la calle aldeana.
La relación entre formas construidas (vernáculas o no) y el paisaje se basa en un sentido del lugar poseído en alto grado por los grupos colonizadores españoles, y en manera bien distinta, pero no menos intensa, por los núcleos indígenas en lo que eventualmente sería territorio colombiano. El sentido del lugar es de explicar como el “oído musical”, y al igual que éste, se tiene o se carece de él. Sentido de lugar, en su significado vernacular, es lo que tuvieron los fundadores de un pueblo o una ciudad, si al verlos en su entorno paisajístico o en el contexto físico de su comarca, es imposible pensar que alguna vez no estuvieron allí. Si casas y árboles parecen haber crecido con la misma naturalidad, el sentido de lugar presidió la creación de las primeras y el respeto de los utimos.
La localización de un rancho en el paisaje andino o tropical parece siempre bella e inspirada, aunque pragmáticamente no sea esa la idea. Las razones que llevan a un campesino a colocar su casita aquí y no allá, muy rara vez incluyen una estética superpuesta a sus motivaciones utilitarias. Son estas últimas las que establecen y afirman el acierto potencial de esa localización. El campesino continúa repitiendo esa inserción del rancho en el paisaje porque ella satisface sus anhelos y su nivel cultural, es decir, es adecuada a su conducta y su psicología. Otra cosa es que en la arquitectura vernácula se cumpla el dictado de la filosofía griega clásica: lo útil es bello. El acierto estético nace del juicio ético.
Ante esta puerta minimalista, ¿qué pensar? Por esta puerta se ingresa al mundo conceptual interior vislumbrado en la definición de lo vernáculo, de la cual se partió en el primer texto de este libro: “Lo doméstico, aquello que pertenece a nuestra casa...”. La casa, entendida como refugio profundo debe poseer, obviamente, un vano para ingresar o salir por él. ¿Pero eso es todo lo que se pide de él? Dice Antoine de St. Exupéry en Ciudadela: “Los ritos son en el tiempo lo que la casa es en el espacio... Ordené así que se hiciese un corazón a la casa a fin de que todos pudiesen alejarse o acercarse a algo. A fin de que se pudiese entrar y salir. Si no, no se está en ninguna parte. No se es libre si no se está en alguna parte”.
#AmorPorColombia
Casas Campesinas de Colombia
Río Canarí, Vaupés.
Río Apaporis, Amazonas.
Puerto Córdoba, río Caquetá.
Putumayo.
Puerto Remanso del Tigre, Caquetá.
Río Cananarí, Vaupés.
Río Cananarí, Vaupés.
Río Mesay, Guaviare.
Río Caquetá, Amazonas.
María Manteca, Río Caquetá.
Sierra Nevada de Santa Marta.
Pueblito Tayrona, Magdalena.
Sierra Nevada de Santa Marta.
Cabo de la Vela, Guajira.
Nazareth, Guajira.
Bahía Hondita, Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Macuira, Guajira.
Kagurí, Guajira.
Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Cabo de la Vela, Guajira.
Guajira.
Guajira.
Guajira.
Guajira.
Bahía Portete, Guajira.
Nazareth, Guajira.
San Sebastián, Córdoba.
San Pelayo, Córdoba.
Magangué, Bolívar.
El Morro, Magdalena.
Ciénaga, Magdalena.
Buenavista, Magdalena.
Ciénaga Grande, Magdalena.
Buenavista, Magdalena.
El Morro, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Bocas de Aracataca, Magdalena.
Tumaco, Nariño.
Istmina, Chocó.
Ciénaga de Oro, Córdoba.
San Luis, San Andrés.
Barú, Bolívar.
Sapzurro, Chocó.
San Antero, Córdoba.
Cambao, Tolima.
Tolú, Sucre.
Toluviejo, Sucre.
San Jacinto, Bolívar.
San Jacinto, Bolívar.
Arroyo de Piedra, Bolívar.
Lorica, Córdoba.
Toluviejo, Sucre.
Tolú, Sucre.
Providencia.
San Luis, San Andrés.
Cartagena, Bolívar.
San Andrés, San Andrés.
Toluviejo, Sucre.
Toluviejo, Sucre.
Carmen de Bolívar, Bolívar.
San Sebastián, Córdoba.
Puente Canoa, Cesar.
Lorica, Córdoba.
Zapatosa, Cesar.
Zapatosa, Cesar.
Piedras, Tolima.
Magdalena.
Mompox, Bolívar.
Camarones, Guajira.
Pueblito, Bolívar.
Juan de Acosta, Bolívar.
Pueblito, Bolívar.
Tierra Firme. Bolívar.
Berruga, Sucre.
La Rinconada, Bolívar.
Ciénaga de Oro, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
La Rinconada, Bolívar.
Sahagún, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
Toluviejo, Sucre.
La Rinconada, Bolívar.
Arroyo de Piedra, Bolívar.
San Sebastián, Córdoba.
Tolú, Sucre.
Berruga, Sucre.
San Andrés de Sotavento, Córdoba.
Mompox, Bolívar.
Mompox, Bolívar.
Macuira, Guajira.
Chinú, Córdoba
San Basilio, Bolívar.
Sahagún, Córdoba.
La Rinconada, Bolívar.
Tamalameque, Cesar.
La Rinconada, Bolívar.
Tolú, Sucre.
Juan de Acosta, Bolívar.
Río de Oro, Cesar.
Lorica, Córdoba.
Juan de Acosta, Bolívar.
Piojó, Atlántico.
Cómbita, Boyacá.
San Basilio, Bolívar.
Chinavita, Boyacá.
Piojó, Atlántico.
Mompox, Bolívar.
Tamalameque, Cesar.
Zapatoca, Santander.
Zapatosa, Cesar.
San Basilio, Bolivar.
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Cereté, Córdoba.
San Bernardo del Viento, Córdoba.
San Antero, Córdoba.
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Tamalameque, Cesar.
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Puerto Estrella, Guajira.
San Bernardo del Viento, Córdoba.
Montería, Córdoba.
Montería, Córdoba.
Santa Teresita, Bolívar.
Montería, Córdoba.
La Rinconada, Bolívar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Río de Oro, Cesar.
Santiago, Cauca.
Ocaña, Norte de Santander.
Puerto Valdivia, Antioquia.
Aratoca, Santander.
Santa Rosa de Osos, Antioquia.
Aguadas, Caldas.
Santa Fe de Antioquia, Antioquia.
Damasco, Antioquia.
Supía, Caldas.
Pácora, Caldas.
Fredonia, Antioquia.
San Jerónimo, Antioquia.
Manizales, Caldas.
Santagueda, Caldas.
Palestina, Caldas.
Marinilla, Antioquia.
Chinchiná, Caldas.
Venecia, Antioquia.
Toluviejo, Sucre.
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Salamina, Caldas.
Salamina, Caldas.
Quimbaya, Quindío.
Aranzazu, Caldas.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Ambalema, Tolima.
Santa Teresita, Bolívar.
San Pedro, Bolívar.
Río Mesay, Guaviare.
Río de Oro, Cesar.
Ambalema, Tolima.
Palestina, Caldas.
San Pedro, Bolívar.
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Pijao, Quindío.
Lorica, Córdoba.
Guática, Risaralda.
Soatá, Boyacá.
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Curití, Santander.
Río de Oro, Cesar.
Pijao, Quindío.
Güicán, Boyacá.
Salento, Quindío.
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Sogamoso, Boyacá.
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Tota, Boyacá.
Tenjo, Cundinamarca.
Tota, Boyacá.
Firavitoba, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
La Uvita, Boyacá.
La Uvita, Boyacá.
Iguague, Boyacá.
Páramo de Güina, Boyacá.
Panqueba, Boyacá.
Capitanejo, Santander.
Firavitoba, Boyacá.
Tota, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Boavita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá.
Tabio, Cundinamarca.
Cerinza, Boyacá.
Firavitoba, Boyacá.
Gamarra, Cesar.
Cerinza, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Cómbita, Boyacá.
Chinavita, Boyacá.
Cuitiva, Boyacá.
Cuitiva, Boyacá.
Cácota, Norte de Santander.
Pamplonita, Norte de Santander.
Río de Oro, Cesar.
Tota, Boyacá.
Texto de: Germán Téllez
La palabra campesina localiza, en el título de este volumen, a la casa, es decir, la sitúa en su lugar, el campo, y a la vez le confiere cierto género de usuarios y creadores las gentes del campo, los campesinos. Es en este sentido amplio y genérico en el que tal título tiene validez. En Colombia, los habitantes del paisaje rural tienen un triple origen étnico y geográfico los grupos o comunidades indígenas, cuya relación y uso del medio ambiente difiere sensiblemente del que sería propio del campesino español venido a América, y también de la peculiar organización de los núcleos conformados por razas africanas traídas al nuevo mundo durante la colonia española. Aunque en rigor no se puede calificar como campesinos, en el sentido europeo de la palabra, a los habitantes de un palenque negro o una comunidad rural indígena, todos ellos tienen en común, como marco de la vida, el campo, el vasto paisaje colombiano, y una conducta individual y colectiva calificable como análoga en los tres casos citados, en lo tocante a una noción de vida, y de aceptación de las condiciones existenciales del mundo rural. El indígena, el descendiente de africanos o de españoles, así como el mestizo, crean formas construidas en el escenario rural, y así, la ordenación del espacio natural y la imposición de éste en el espacio artificial, es común a todos ellos y propio de cada uno. Cada quien invade y utiliza el campo a su manera. Por ello hay tantos géneros de campesinos como pueblos, culturas y circunstancias específicas en el tiempo histórico.
La paja y la palma, inesperadamente, pueden pasar de un airoso sombrero para proteger una cabeza y un rostro, a toda una cubierta –otro sombrero– para cubrir toda una existencia familiar en una casa. Palma y paja se trenzan, se amarran, se tejen. Lo textil está etimológicamente emparentado con lo arquitectónico: Arquitecto, en latín vulgar, archi-textor, archi-tejedor, aquel que sabe las razones del tejido que hace con sus manos. La arquitectura de paja o palma es un tejido en torno al espacio vital.
En algunas regiones costeras y ribereñas colombianas, el piso firme cede su lugar a la ciénaga o laguna. Cambia el hábitat y el medio ambiente, pero no el repertorio formal y tecnológico de la construcción. Si algo varía es la intención de hacer la construcción algo más liviana y elástica, para apoyarla sobre postes hincados en el fondo de las ciénagas. La omnipresencia del agua y del viento reemplaza la vegetación circundante. En los pueblos lacustres se vive en algo que semeja, pero no es, arquitectura naval.
Puertas, esquineras, ventanas, en versión vernácula. La esquinera, esguince, compás o rinconada, como se le quiera llamar, es una tradición andaluza implantada en todo el Nuevo Mundo, y eventualmente incorporada al repertorio nativo. Consiste en dos puertas yuxtapuestas, formando esquina, para que la calle pase, por decirlo así, por el atajo. El transplante de ventanas de la arquitectura “culta” a la vernácula se ha llevado a cabo de dos maneras: una, copiando más o menos libremente los modelos tradicionales (de origen colonial o de época republicana), y dos (como en varios de los ejemplos ilustrados) arrancando éstas de sus lugares originales y llevándolas a nuevas construcciones. El resultado, en ambos casos, es insólito pero interesante.
El espacio natural fluye en torno a la construcción vernácula, o en ocasiones pasa a través de ella, y al hacerlo se integra a la existencia cotidiana. Es un error leer la relación entre lo construido y lo natural, en la arquitectura vernácula, como se haría en la construcción “culta”. Si se “deja existir” el entorno natural, éste, a su vez, permitirá que la arquitectura sea parte del mismo. Así, no habrá necesidad de apelar a un paisajista para recuperar, artificialmente, lo perdido.
¿La suma de casas vernáculas da como resultado final una calle vernácula? No, si la calle tiene como origen un trazado, rígido o irregular, derivado de antiguas tradiciones urbanísticas mediterráneas, vía España. Sí, en caso de que se trate de un espacio residual, sin identidad propia, vale decir, lo que queda cuando no se pueden acumular allí más casas,o cuando la calle es simplemente la prolongación de un sendero campestre. En el mundo urbano de pueblos y aldeas colombianos, lo vernáculo estriba en la posible interpretación de las formas observadas y la comprensión de éstas, así como en los significados que sea posible asignarle. Hay, en efecto, un modo vernáculo de ver, leer y utilizar la calle aldeana.
La relación entre formas construidas (vernáculas o no) y el paisaje se basa en un sentido del lugar poseído en alto grado por los grupos colonizadores españoles, y en manera bien distinta, pero no menos intensa, por los núcleos indígenas en lo que eventualmente sería territorio colombiano. El sentido del lugar es de explicar como el “oído musical”, y al igual que éste, se tiene o se carece de él. Sentido de lugar, en su significado vernacular, es lo que tuvieron los fundadores de un pueblo o una ciudad, si al verlos en su entorno paisajístico o en el contexto físico de su comarca, es imposible pensar que alguna vez no estuvieron allí. Si casas y árboles parecen haber crecido con la misma naturalidad, el sentido de lugar presidió la creación de las primeras y el respeto de los utimos.
La localización de un rancho en el paisaje andino o tropical parece siempre bella e inspirada, aunque pragmáticamente no sea esa la idea. Las razones que llevan a un campesino a colocar su casita aquí y no allá, muy rara vez incluyen una estética superpuesta a sus motivaciones utilitarias. Son estas últimas las que establecen y afirman el acierto potencial de esa localización. El campesino continúa repitiendo esa inserción del rancho en el paisaje porque ella satisface sus anhelos y su nivel cultural, es decir, es adecuada a su conducta y su psicología. Otra cosa es que en la arquitectura vernácula se cumpla el dictado de la filosofía griega clásica: lo útil es bello. El acierto estético nace del juicio ético.
Ante esta puerta minimalista, ¿qué pensar? Por esta puerta se ingresa al mundo conceptual interior vislumbrado en la definición de lo vernáculo, de la cual se partió en el primer texto de este libro: “Lo doméstico, aquello que pertenece a nuestra casa...”. La casa, entendida como refugio profundo debe poseer, obviamente, un vano para ingresar o salir por él. ¿Pero eso es todo lo que se pide de él? Dice Antoine de St. Exupéry en Ciudadela: “Los ritos son en el tiempo lo que la casa es en el espacio... Ordené así que se hiciese un corazón a la casa a fin de que todos pudiesen alejarse o acercarse a algo. A fin de que se pudiese entrar y salir. Si no, no se está en ninguna parte. No se es libre si no se está en alguna parte”.