Golf: un viaje por la pasión

Club Campestre Popayán.   Cristóbal von Rothkirch.

Club Campestre de Cali.   Cristóbal von Rothkirch.

Club Payandé.   Cristóbal von Rothkirch.

Los Andes Golf Club.   Cristóbal von Rothkirch.

Club Los Arrayanes.   Cristóbal von Rothkirch.

Club Militar de Golf.   Cristóbal von Rothkirch.

Country Club Colombia.   Cristóbal von Rothkirch.

Los Lagartos.   Cristóbal von Rothkirch.

La Pradera de Potosí.   Cristóbal von Rothkirch.

San Jacinto.   Cristóbal von Rothkirch.

Club Campestre Hato Grande.   Cristóbal von Rothkirch.

Texto de: Benjamín Villegas

Viento en la atmósfera; fuego en el golpe; tierra en la grama; agua, mucha agua; y un elemento insustituible: la pasión. Todo ello se integra en un solo golpe de golf.

Si se pudiera definir el golf en una palabra, esa sería “pasión”. La misma que definiría también este libro.

La sensación que comunica un buen drive repercute en el impacto, se proyecta en la trayectoria de la bola y vibra en cada músculo del cuerpo. Ella sólo es comparable con la lectura correcta del viento, la posición de la bola, la dirección de la grama y la elección del taco; o con el placer de embocar un birdie o lograr un “águila”.

Cuando se habla de golf, se habla de un juego de reglas aplicables a la vida misma, del respeto por el entorno, de la disciplina como conducta, de la competencia franca, del indelegable reto de superarse a sí mismo.

En pocas actividades humanas se respeta tanto al otro como en el golf. Impolutos por definición, el uso de sus campos se rige por normas elementales de cortesía. Dejar el campo como se encuentra, arreglar el pique, pisar el green correctamente, preparar el búnker para el siguiente jugador, son parte de los protocolos vigentes en este deporte, junto con el silencio respetuoso que acompaña los instantes decisorios o el cuidado de los movimientos en el momento sagrado del golpe.

El golfista, como todo celebrante de un rito ancestral, inicia su preparación fuera del campo: selección del atuendo, verificación del equipo, preparación de la talega, selección de las bola, los tees y demás implementos del ceremonial. Todo para oficiar con holgura, más tarde, sobre el ara sagrada de su campo.

En Colombia, los campos de golf representan, además, un encuentro especial con la naturaleza. Recorrerlos es entrar en contacto con un entorno tropical exótico y alucinante. Y, sin embargo, no se había hecho un libro que nos hablara sobre estos incomparables recodos del país, nos contara sus historias y nos descifrara sus características. Hacerlo era un deber impostergable.

El profesionalismo de Tute Puerta, su incuestionable autoridad en el tema, su amor por el deporte y su liderazgo en la promoción del mismo, unido a las extraordinarias imágenes del fotógrafo colombiano Cristóbal von Rothkirch, que recorrió los campos del país hasta agotar su lente, hacen de este libro una herramienta irreemplazable de consulta y de placer para los golfistas del mundo y un testimonio válido para promover la buena imagen de Colombia.

Esperamos que él logre comunicarle al lector las emociones que se viven en los campos, la serenidad que inspiran sus celajes, las particularidades de sus greens, las dificultades de sus golpes y las curiosidades de sus recorridos.

Pero lo más importante será que pueda trasmitirle el fervor que estos campos despiertan y la tentación a jugar en ellos.

De conseguirlo, este viaje por la pasión cuenta ya con los mejores augurios.