Archivo de Bogotá

Vestíbulo principal del edificio, obra del arquitecto Juan Pablo Ortiz, inaugurado el 6 de agosto de 2003. A la derecha se aprecia un tranvía de mulas o de sangre, de finales del siglo xix.    Cristóbal von Rothkirch.

Rampa de acceso al área de servicios, que comunica el centro de documentación con la sala de exposiciones. A través de los ventanales puede verse el occidente de la ciudad y, en el extremo derecho, el barrio Belén y los cerros orientales.   Cristóbal von Rothkirch.

Dos plantas del edificio: a la izquierda la sala de consulta del primer piso; a la derecha la sala de documentación.   Cristóbal von Rothkirch.

Texto de: Enrique Santos Molano

Una cuadra más arriba y una más al sur del Archivo General de la Nación, en el antiguo y privilegiado barrio de Belén, encontramos el edificio del Archivo de Bogotá, ubicado en la calle 5.a con carrera 5.a, y donde se guardan, desde el 6 de agosto de 2003, todos los documentos escritos, cartográficos y audiovisuales relacionados con la capital.

Son remotas, prácticamente ningunas, las posibilidades de que a este archivo, pensado para el siglo xxi, le ocurra lo que a sus antecesores. En 1786 el incendio del Palacio Virreinal desapareció muy buena parte de los archivos coloniales. El 20 de mayo de 1900 las campanas de la Catedral, de San Ignacio, de Santo Domingo y de San Francisco pusieron en alerta la ciudad. Se había desatado desde tempranas horas en el edificio de las Galerías, sede de la Alcaldía Municipal, del archivo capitalino y de la Empresa de Teléfonos, un incendio devastador. Ahí se perdieron sin remedio documentos como el Acta de la Independencia y la memoria histórica de Bogotá quedó consumida por las llamas. Cuatro décadas después, el 9 de abril de 1948, las multitudes enardecidas prendieron fuego a gran parte de los edificios del centro histórico, entre ellos el de la gobernación de Cundinamarca. Los archivos de Bogotá depositados allí ardieron por tercera vez.

El edificio del Archivo General de Bogotá está construido a prueba de incendios, lo mismo que el del Archivo General de la Nación. Durante la primera administración de Antanas Mockus, en 1997, se preparó el proyecto del Archivo de Bogotá; se dio comienzo a la construcción del edificio en el 2000, en la administración Peñalosa; se terminó en la segunda administración Mockus, en abril de 2003, y se inauguró el 6 de agosto de ese año, como celebración del aniversario 465 de la fundación de Bogotá.

La selección del diseño se hizo en 1997 por concurso abierto que ganó el arquitecto Juan Pablo Ortiz, de la Universidad de Los Andes, y el edificio se levantó en un terreno de 15 695 m2, con un área construida de 21 841 m2. Comprende cuatro áreas físicas, así: la unidad central, con 56 depósitos y capacidad aproximada de 1 250 metros lineales de documentos cada uno, para un total de 70 000 metros lineales. La unidad de servicio al ciudadano, conformada por una sala de consulta para 120 investigadores, un centro de documentación, una sala de exposición y un museo documental. La unidad de servicios complementarios, con vestíbulo o recepción de visitantes, exhibe un vagón del antiguo tranvía de mulas de Bogotá, y ofrece un auditorio para 190 personas, aulas múltiples, servicios sanitarios, casilleros, librería y cafetería. Y la unidad técnica y administrativa, ubicada en el costado oriental, se compone de laboratorios, talleres de restauración, conservación, reproducción de documentos, oficinas de la administración y asesoría al Sistema de Archivos de la Administración Distrital, SAAD. Adicional a sus labores inherentes, el Archivo General de Bogotá les brinda a sus usuarios y visitantes vistas panorámicas inolvidables del oriente y del occidente de la capital.

Entre los fondos y colecciones del Archivo de Bogotá debe destacarse el Fondo de la Empresa Distrital de Transportes Urbanos, generado entre 1884 y 1991 por las Empresas del Tranvía Municipal (1884-1948), la Empresa de Buses de Bogotá (1930-1954) y la Empresa Distrital de Transporte Urbano (1954-1991), fondo que se compone de 400 metros lineales de documentos textuales en soporte papel, 2 200 planos, 20 metros lineales de material de biblioteca, 100 unidades de microfilm y un álbum de fotografías.