Región del Chocó

(Saltarín relámpago / Machaeropterus deliciosus - Piedemontes del Chocó). Los cantos son características insignes en las aves, pero solo el saltarín relámpago ¡canta con las plumas! Este impresionante saltarín emite una nota nítida sacudiendo sus alas para frotar las plumas torcidas contra aquellas normales. Este método de producir sonido, similar a la estridulación (el modo de cantar) de los grillos, es único entre todas las aves.   Murray Cooper.

(Gavilán saraviado / Asturina nitida - Chocó, Caribe y Valle del Magdalena). Un gavilán saraviado emite un penetrante alarido. Este rapaz común en tierras bajas ostenta un delicado plumaje gris perlado. Tiene una dieta variada, como muchos rapaces. Generalmente come lagartijas y culebras, pero también depreda mamíferos pequeños, aves y ranas.   Murray Cooper.

(Gaviotín patinegro y garza patiamarilla / Thalasseus sandvicensis y Egretta thula - Costas del Pacífico y Caribe, tierras bajas de toda Colombia). La dieta de estas aves acuáticas consiste en pescado, crustáceos, insectos y pequeños reptiles. Ellos cazan su presa en aguas poco profundas, frecuentemente corriendo o arrastrando los pies, asustando su presa a la vista. También usan una forma de pesca de inmersión mientras sobrevuelan el agua con sus pies encima del agua.   Murray Cooper.

(Tucán del Pacífico / Ramphastos brevis - Chocó). Este pico conico es la herramienta perfecta para llegar a las frutas complicadas, como estos espinosos ejemplares de la palma chontilla: cada árbol es un verdadero mercado de frutas para cualquier tucán o pájaro paraguas del vecindario.   Murray Cooper.

(Pato aguja americano / Anhinga anhinga - Tierras bajas en toda Colombia). En algunas áreas el pato aguja americano va con el nombre local de pájaro serpiente, puesto que cuando nada, frecuentemente sumerge todo su cuerpo y solo el largo pico y la cabeza son visibles sobre el agua. Y esa forma tan aguda de su pico es la razón para su otro nombre común de pato aguja.   Murray Cooper.

(Eufonia buchinaranja / Euphonia xanthogaster - Chocó, Valles del Magdalena y Cauca, Amazonia). Las euphonias están ahora dentro de la familia Fringillidae (pinzones), pero formalmente considerados Tangaras (Thraupidae). Estas aves tienen un rango amplio y son comunes dentro del bosque húmedo.    Murray Cooper.

(Pichí piquibandeado / Pteroglossus sanguineus - Chocó). Los pichís son aves sociales que usualmente andan en grupos familiares. Estos grupos familiares incluso duermen juntos: ¡hasta seis pichís piquibandeados se empaquetan para descansar en un mismo hueco!    Murray Cooper.

(Picaflor del Chocó / Diglossa indigotica - Chocó foothills). El pico del picaflor del Chocó es bastante recto para ser de un picaflor; apenas porta un gancho en la punta. Esta estructura distinta del pico sugiere que cumple una función también distinta. El Picaflor del Chocó toma el néctar de las flores, pero rara vez las perfora para robar este líquido.   Murray Cooper.

(Fragata magnífica / Fregata magnificens - Costas Pacífica y Caribe). Una tropa de Fragatas Magníficas planea sosegadamente sobre la costa. Las fragatas tienen la mayor envergadura en proporción a su peso corporal, y son increíblemente ágiles durante el vuelo. Aunque son capaces de recolectar su propia comida, es común que roben las presas a aves marinas más pequeñas, haciéndose acreedoras al apelativo de aves piratas.    Murray Cooper.

(Ermitaño leonado / Phaethornis syrmatophorus - Andes Occidentales y Centrales). Luz estroboscópica y largo tiempo de exposición permiten capturar en foto a un ermitaño leonado llegando a una flor, chupando néctar y largando. Los ermitaños no se quedan quietos un instante; esta secuencia sucedió en el transcurso de ¡solo dos segundos!   Murray Cooper.

(Gallito de roca andino / Rupicola peruvianus - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). Gracias a sus colores tan brillantes y su manera conspicua de congregase en Leks (con todos sus chillidos y chirridos), el gallito de roca andino tiene una lista interesante de depredadores, como el jaguar, el ocelotes y la boa constrictor, además de otros nombres más esperados, como los búhos y las águilas.   Murray Cooper.

(Cotorra carirrosada / Pionopsitta pulchra - Chocó). La cotorra carirrosada no muestra mucha confianza hacia los humanos. Después de todo, la deforestación es la principal amenaza que afronta. En los bosques continuos del Chocó bajo todavía es común; su estridente voz se escucha sobre el dosel, cuando vuela en pequeñas bandadas.   Murray Cooper.

(Vaco colorado / Tigrisoma lineatum - Tierras bajas de toda Colombia). Este adulto, con coloración muy diferente el juvenil con sus rayas de tigre, puede ser encontrado alrededor de zonas pantanosas donde es un pájaro solitario, frecuentemente visto parado inmóvil por periodos largos, esperando por un insospechado pez.   Murray Cooper.

(Carpintero cariblanco / Piculus rubiginosus - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). No es fácil localizar a los carpinteros cuando vocalizan. Escuchamos a este carpintero cariblanco vocalizando intensamente desde el dosel, y luego encontramos un flamante nido de carpintero. Al rato fuimos premiados con el arribo de este carpintero, con una larva grande para sus polluelos.   Murray Cooper.

(Arrendajo peruano / Dives warszewiczi - Tumaco). De ninguna manera podríamos llamar matorrales a los exuberantes bosques del Chocó. Sin embargo, los pastizales y campos agrícolas se asemejan en algo. Este arrendajo peruano, habituado a hábitats de matorral seco, llegó hace poco tiempo a colombia; ha colonizado la región de Tumaco desde la costa árida de Ecuador, en respuesta a la deforestación.   Murray Cooper.

(Tucán de Swainson / Ramphastos swainsonii - Chocó). Los tucanes grandes vienen en dos modalidades sonoras: ladradores y “croadores”. El tucán del pacífico es casi idéntico en aspecto al tucán mandíbula negra, pero croa y es más pequeño. Ambas especies habitan en las tierras bajas del chocó, e incluso pueden encontrarse juntas en un árbol frutal.   Murray Cooper.

(Compás / Semnornis ramphastinus - Piedemontes del Chocó). El compás es una de las aves más memorables del Chocó, por su aspecto corpulento y su inolvidable canto: un dueto de notas huecas en series largas. Lastimosamente, su plumaje multicolor le ha hecho acreedor de admiradores indeseables. Es un ave popular en cautiverio, por lo que ahora se considera amenazada de extinción.   Murray Cooper.

(Toropisco del Pacífico / Cephalopterus penduliger - Piedemontes del Chocó). ¿Será este el pájaro más espectacular del neotrópico? ¡Tal vez! Si no es por la espectacular corbata de 40 cm de largo que cuelga de su cuello, será por su extraña vocalización, semejante al mugido de alguna vaca triste, perdida en el bosque. El toropisco del Pacífico, endémico del Chocó de Colombia y noroeste de Ecuador, emplea su corbata y su canto con fines amorosos. Su ritual mañanero, que repite a diario a las 5:45 a.m., consiste en cantar para las hembras y mostrarles sus sorprendentes corbatas.   Murray Cooper.

(Águila pescadora / Pandion haliaetus - Migrante neotropical; toda Colombia). El águila pescadora, como su nombre lo indica, come peces. Planea sobre estuarios y lagunas hasta que detecta algún pez cerca de la superficie; entonces, se zambulle ágilmente al agua. Esta águila es visitante en Colombia; se reproduce en Norteamérica pero pasa los meses del invierno boreal saboreando los peces colombianos.   Murray Cooper.

(Tororoi gigante / Grallaria gigantea - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). El tororoi gigante es de verdad gigante; ¡el tororoi más grande del mundo! Se mantuvo prácticamente desconocido en vida silvestre hasta los inicios de la década de 1990. Todavía se conocen pocas poblaciones en Colombia y el norte de Ecuador.   Murray Cooper.

(Tangará amarilla / Tangara icterocephala - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Los bosques neotropicales son estructuralmente complejos, llenos de árboles vivos y muertos, muchas lianas, arbustos y una plétora de epifitas. Tal complejidad ofrece muchísimas rendijas y ranuras para los tímidos insectos. Aquí, una tangará amarilla curiosea en una masa de musgos colgantes; está buscando insectos.   Murray Cooper.

(Pichí piquibandeado / Pteroglossus sanguineus - Chocó). Un pichí piquibandeado atiende su nido. Los pichís jóvenes dejan el nido a las seis semanas de edad, pero se mantienen junto a sus progenitores por un año completo.   Murray Cooper.

(Colibrí pardo / Colibri delphinae - Andes Occidentales y Orientales). Una vez me senté en un arroyo a observar un colibrí pardo atrapando insectos en pleno vuelo. Las acrobacias de este colibrí son realmente fenomenales y algo único en el mundo aviar.   Murray Cooper.

(Atrapamoscas rabijunco / Colonia colonus - Chocó y Valle del Magdalena). Pese a la gran diversidad de especies, la familia de los atrapamoscas mantiene patrones de plumaje relativamente uniformes; la mayoría visten tonos oliva, pardos y grises. El atrapamoscas rabijunco es la gran excepción por su plumaje negro lustroso, su cachucha blanca y su larguísima cola.   Murray Cooper.

(Colibrí piquicuña / Schistes geoffroyi - Piedemontes del Chocó). El colibrí piquicuña utiliza su corto y recto pico para perforar un orificio enbase de una flor de platanillo. Sorber néctar de esta manera no brinda beneficio alguno a la planta. El colibrí piquicuña suele tomar el néctar por la vía regular, pero también es un frecuente ladrón de néctar.   Murray Cooper.

(Hormiguerito del Pacífico / Myrmotherula pacifica - Chocó y Magdalena Medio). Una pareja de pequeños hormigueritos del Pacífico busca insectos en la fronda de un helecho. La hembra atrapa una polilla y la azota contra el helecho antes de tragarla. Esta tarea sirve para matar al insecto y limpiar un poco el polvillo de sus alas..   Murray Cooper.

(Cotorra oscura / Pionus chalcopterus - Piedemontes de los Andes Occidentales y Centrales). Loras y cotorras son excelentes voladoras. La cotorra oscura vive en bosques piedemontanos, pero puede ascender hacia los picos andinos en la cordillera central. No se sabe si sube a tales altitudes para reproducirse o si lo hace en pos de alimento.   Murray Cooper.

(Eufonia buchinaranja / Euphonia xanthogaster - Chocó, Valles del Magdalena y Cauca, Amazonia). Esta es una de las eufonias más fáciles de observar en zonas tropicales, donde se encuentra alimentándose en parejas o grupos pequeños, desde el dosel hasta el piso, probablemente porque es la única que se observa a este nivel tan bajo con las bandadas mixtas del sotobosque.   Murray Cooper.

(Pato aguja americano / Anhinga anhinga - Tierras bajas de toda Colombia). El pico de este pato aguja americano, con apariencia de culebra, se estira mientras el pato aguja traga un pez. Usualmente se lo observa nadando, con tan solo su cuello fuera del agua, o perchando con las alas abiertas. Estos dos comportamientos están relacionados. Sus plumas no son del todo impermeables, por lo que puede nadar con el cuerpo más hundido de lo normal, pero más tarde deberá secarlas al sol.   Murray Cooper.

(Garza real / Ardea alba - Tierras bajas de toda Colombia). Las garzas reales emplean sus largos picos para atrapar peces, ranas e invertebrados. Tragan sus presas enteras; el bulto apreciable en el cuello de esta garza real es un pez grande en camino al estómago.   Murray Cooper.

(Tangará capirotada / Tangara heinei - Andes Occidentales, Centrales y Orientales, Sierra Nevada de Santa Marta). Aunque tiene una distribución muy amplia, este tangará montano es muy difícil de encontrar en el bosque, como el prefiere alimentarse solo o en pareja, aparte de las bandadas mixtas. Esperarlo en un árbol fruta en áreas abiertas es una buena manera de verlo, especialmente si quiere fotografiarlo de cerca.   Murray Cooper.

(Diamante emperador / Heliodoxa imperatrix - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Todas las plumas de este diamante emperador macho relucen. Los nidos de todos los colibríes son piezas delicadas. Algunos nidos, incluyendo el de este diamante, se construyen bajo cubierta, incluyendo, por qué no, el techo de alguna casa abandonada.   Murray Cooper.

(Reinita carinegra / Geothlypis semiflava - Chocó). Los pantanos son ecosistemas diversos, pero muchas de sus aves son retraídas y se observan con dificultad. La reinita carinegra se aprecia con mayor frecuencia temprano en la mañana, cuando percha para cantar desde lo alto de la vegetación. Durante el día se escabulle entre los juncos densos para buscar su alimento.   Murray Cooper.

(Diamante pechigamuza / Heliodoxa rubinoides - Andes Occidentales y Centrales). Los colibríes, como este diamante pechigamuza, polinizan las flores que visitan. El polen se pega al pico del colibrí mientras sorbe néctar en una flor, y luego el colibrí lo transporta a otra flor, fertilizando así a la planta.   Murray Cooper.

(Gavilán gris / Leucopternis semiplumbeus - Chocó). Usualmente, se ven gavilanes planeando alto o perchando sobre un árbol alto en un pastizal, pero nunca encontrará un gavilán gris perchando en pastizales o planeando. Esta especie es tímida y vive dentro de bosques húmedos chocoanos. Su nombre en latín significa “medio gris”, y es un pariente cercano del gavilán pizarra.   Murray Cooper.

(Vuelvepiedras rojizo / Arenaria interpres - Migrante neotropical; Costas del Pacífico y Caribe). Esta tenaz ave migratoria tiene una distribución increíble, se encuentra en todos los continentes y cubre un área de más de diez millones de kilómetros cuadrados.   Murray Cooper.

(Piquero patiazul / Sula nebouxii - Costa Pacífica). Observar a los piqueros zambullirse por peces es un espectáculo: se lanzan desde alturas de 10 a 30 m (y hasta 100 m), entrando en el agua a velocidades de 100 km/h, lo que les da la fuerza para sumergirse hasta profundidades de 25 m busca de su presa.   Murray Cooper.

(Colibrí chillón / Colibri coruscans - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). Con toda seguridad, estas flores tan pequeñas no tenía mucho néctar, porque este colibrí pasaba de flor en flor muy rápido, dando vueltas desde arriba hacia abajo de la flor.   Murray Cooper.

(Piquero patiazul / Sula nebouxii - Costa Pacífica). El piquero patiazul es una de las aves galapagueñas más famosas. Sin embargo, también se lo encuentra en la costa Pacífica de Colombia, incluyendo la isla Gorgona. Son aves monógamas. El macho baila para atraer a la hembra, mostrando sus patas muy azules.    Murray Cooper.

(Rumbito pechiblanco / Calliphlox mitchellii - Andes Occidentales). Los colibríes generalmente son flashes de color que cruzan a gran velocidad. En contraste, los rumbitos zigzaguean lentamente, al tiempo que zumban como un abejorro. El macho ostenta una garganta rosa brillante, mientras la hembra viste más discretamente.    Murray Cooper.

(Tangará nuquidorada / Tangara ruficervix - Andes Occidentales y Centrales). Los bosques de montaña del Chocó están colmados de flores; es, entonces, natural que estén colmados de nectarívoros. A más de los colibríes, otras aves sorberán ocasionalmente un poco de néctar. Un pedúnculo de flores rojas atrajo a una tangará nuquidorada, un colibrí chillón y un macho de eufonia buchinaranja.   Murray Cooper.

(Pinzón oliva / Lysurus castaneiceps - Chocó y piedemontes Amazónicos). Con el pico colmado de insectos, este pinzón oliva se acerca cautelosamente a su nido. El pinzón se ahorra gran cantidad de visitas al nido al llevar un puñado de insectos en cada entrada. Y con menos visitas al nido se disminuyen las posibilidades de que algún depredador localice la ubicación de aquel.   Murray Cooper.

(Colibrí pardo / Colibri delphinae - Andes Occidentales y Orientales). Los colibríes son célebres por sus colores iridiscentes, que suelen ubicarse de forma estratégica en sus cuerpos, para relucir al máximo. En general, las gorgueras y coronas son refulgentes. Este colibrí pardo es opaco, pardo llano, pero su garganta muestra un parche verde y azul iridiscente.   Murray Cooper.

(Ermitaño gorgirrayado / Phaethornis striigularis - Chocó y Valle del Magdalena). Los ermitaños son colibríes del sotobosque. Este ermitaño gorgirrayado, con apenas 9 cm de tamaño y un peso poco mayor a 3 gramos, es el ermitaño más chico de Colombia. Los ermitaños, como su nombre sugiere, son solitarios; usualmente se encuentran en flores próximas al suelo.   Murray Cooper.

(Cuco ardilla común / Piaya cayana - Tierras bajas en toda Colombia). El cuco ardilla común tiene una dieta variada. En este caso, atrapó una gran polilla. Se mueve ociosamente por el dosel; realmente se asemeja a una ardilla con su cola larga y graduada y su plumaje rojizo.   Murray Cooper.

(Piquero patiazul / Sula nebouxii - Costa Pacífica). La dieta del piquero patiazul es de pescado; ellos se especializan en comer pescados, alimentando en bancos de peces pequeños como sardinas, caballas, boquerones y peces voladores. A veces, también consumen calamares y despojos.   Murray Cooper.

(Zarapito trinador / Numenius phaeopus - Migrante Neotropical; Costas del Pacífico y Caribe). Las aves vadeadoras migratorias se congregan en estuarios y lagunas costeras. Estos ecosistemas son muy ricos en invertebrados marinos, como sucede en el puerto de buenaventura. El zarapito trinador habita en estos humedales, pero también disfruta de las playas arenosas.   Murray Cooper.

(Chorlitejo collarejo / Charadrius collaris - Tierras bajas de toda Colombia). Chorlitejos y playeros frecuentan las playas de Colombia, especialmente entre octubre y marzo, ya que la mayoría son migrantes neotropicales. El chorlitejo collarejo es uno de los pocos playeros residentes del país; se encuentra todo el año en playas arenosas y a lo largo de ríos grandes.   Murray Cooper.

(Colibrí chupasavia / Boissonneaua flavescens - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). Estos colibríes tienen la costumbre de mantener, por algunos segundos, un ala abierta apenas se perchan. Se desconoce la función de este peculiar comportamiento, que permite reconocer una de estas especies incluso a la distancia.   Murray Cooper.

(Espatulilla común / Todirostrum cinereum - Tierras bajas en toda Colombia). Una espatulilla común contempla a un insecto. Es común en jardines y patios, con un carácter único dado por su permanente movimiento de la cabeza para examinar sus alrededores.   Murray Cooper.

(Aguililla tijereta / Elanoides forficatus - Chocó, Caribe y Amazonia). Una aguililla tijereta planea sin mucho esfuerzo en un día ventoso, girando y ladeando su cola bifurcada. Esta aguililla es el único rapaz que carece del margen supraorbital pronunciado. Así, el vuelo grácil de esta especie es equiparado por su aspecto grácil también. Sin este margen supraorbital, su cara parece dócil, casi como la de una paloma.   Murray Cooper.

(Cometa colivioleta / Aglaiocercus coelestis - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). El cometa colivioleta macho casi no tiene igual por su extravagante cola larga y violeta. Aunque la hembra carece de cola larga, luce hermosa con su gorguera blanca y su vientre castaño.   Murray Cooper.

(Diamante emperador / Heliodoxa imperatrix - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Un diamante emperador explora una inflorescencia rosada del plátano silvestre (Musa sp.). Se puede observar cómo su pico es del tamaño justo para aprovechar esta flor, pero para llegar al néctar tendrá que llenar su cara de polen : el precio por obtener una buena energía.   Murray Cooper.

(Saltarín cabecirrojo / Pipra mentalis - Chocó). Algunas aves adoran el baile. El Saltarín Cabecirrojo macho ejecuta su deslizamiento frenético, hacia arriba y abajo de una ramita, como lo hacía Michael Jackson. Sus muslos amarillos y su cabeza roja relucen mientras danza. Si una hembra olivácea anda cerca, el frenesí se hará más intenso, con el anhelo de impresionarla y ser elegido como pareja.   Murray Cooper.

(Carpintero de antifaz / Melanerpes pucherani - Chocó). Los carpinteros usualmente tienen parches de colores brillantes en la cabeza. Estos parches son más intensos en los machos que en las hembras; este carpintero de antifaz macho tiene una frente amarillo brillante y su corona es roja.   Murray Cooper.

(Ostrero pío americano y playero blanco / Haemotopus palliatus y Calidris alba costas del Pacífico y Caribe, - Migrante Neotropical). Si bien ciertos playeros, como el Ostrero-pío Americano, se reproducen en Colombia, la mayoría son migrantes neotropicales que pasan el invierno boreal en Colombia. Este ostrero usa su fuerte pico rojo para abrir ostras, conchas y lapas, presas excesivamente grandes para los pequeños Playeros Blancos.   Murray Cooper.

(Tororoi rufoamarillo / Grallaria flavotincta - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Los tororois son muy difíciles de observar. Sin embargo, en algunas reservas de Colombia se ha adelantado un novedoso sistema de alimentación de tororois, que hace posible apreciar a estas tímidas aves. Es posible entrenarlas, con dedicación, para que salgan de sus escondites a recibir suculentos gusanos.   Murray Cooper.

(Pelícano pardo / Pelicanus occidentalis - Costas del Pacífico y Caribe). Los pelícanos pardos vuelan alineados sobre la costa de Colombia. En tierra o al despegar parecen torpes, pero en vuelo son gráciles. Volar es lo suyo; incluso, pescan desde el aire, zambulléndose desde alturas mayores a 10 m.   Murray Cooper.

(Garza del sol / Eurypyga helias - Chocó, Llanos y Amazonia). Un ave rara que silba temblorosamente. Se alimenta de ranas y otros animales, y tiene ojos falsos y exagerados sobre sus alas, que usa en despliegues de distracción.   Murray Cooper.

(Gaviotín patinegro / Thalasseus sandvicensis - Costas del Pacífico y Caribe). El sol y la salinidad de las playas colombianas son despiadados con las plumas. Por ello, aves marinas como este gaviotín patinegro tienen negras las plumas de sus alas. Las plumas negras son más resistentes y perdurables que las blancas.   Murray Cooper.

(Saltarín moñudo / Masius chrysopterus - Andes Occidentales y Centrales). Las plumas tiesas de la cabeza de este Saltarín Moñudo son impresionantes. Pero, ¿qué tal esas alas doradas? Sus alas se ven negras cuando están cerradas, pero en vuelo el amarillo dorado de sus rémiges destella. El macho exhibe estas plumas durante sus danzas de cortejo, volando de rama en rama.   Murray Cooper.

(Periquito colirrojo / Pyrrhura melanura - Chocó y Amazonia). Las plumas requieren mantenimiento diario. Las aves usan sus picos para acicalarse, acomodar sus plumas, extraer insectos parásitos y esparcir su aceite impermeable. Pero es arduo acicalar la nuca y otras áreas de difícil acceso con el pico, por lo cual este periquito colirrojo y otras aves con vínculos sociales sólidos encontraron una solución creativa: ¡acicalarse mutuamente!    Murray Cooper.

(Colibrí pechiverde / Damophila julie - Chocó y Valle del Magdalena). Ascendiendo desde la costa del Pacífico hacia los Andes Occidentales se atraviesa una impresionante variedad de hábitats, desde superdiversos bosques húmedos colmados de árboles enormes, hasta exuberantes bosques de neblina tapizados de musgos. Numerosas aves están confinadas a una sola zona altitudinal, como este colibrí pechiverde, presente solo en las tierras bajas.   Murray Cooper.

(Búho carinegro / Ciccaba nigrolineata - Chocó y Caribe ). Los búhos son cazadores nocturnos, que usan ojos y oídos para detectar raudales de mamíferos pequeños e invertebrados. Se tragan a sus presas enteras, y más tarde regurgitan las partes indigeribles (los pelos, huesos y exoesqueletos) en paquetes sólidos llamados egagrópilas.   Murray Cooper.

(Hormiguerito del Pacífico / Myrmotherula pacifica - Chocó y Magdalena Medio). Un macho hormiguerito del pacifico ojeando su desayuno: una polilla. Los hormigueritos se encuentran principalmente en tierras bajas del bosque tropical, donde se forrajea en el denso follaje del sotobosque, pero el hormiguerito del Pacifico tiende a alimentarse un poquito más alto, donde es un poco más fácil de ver.   Murray Cooper.

(Pato enmascarado / Nomonyx dominicus - Chocó). Tuvimos mucha suerte de encontrar este escaso pato en una poza junto a un carretero; es uno de los pocos patos cola depúa que habita en Sudamérica. El diseño de su cola le provee mayor capacidad de maniobra bajo el agua.   Murray Cooper.

(Musguerito gargantilla / Iridosornis porphyrocephalus - Andes Occidentales). Aunque el dorso del musguerito gargantilla es púrpura, el amarillo intenso de su garganta sobresale más ante el verdor del bosque. Las tangarás comen mucha fruta, pero también devorarán flores con gusto. Este musguerito se come el capullo de una flor rosada.   Murray Cooper.

(Colibrí de gargantilla / Urosticte benjamini - Chocó). En estas imágenes se aprecia claramente cuán distintos pueden verse el macho y la hembra en una especie dimórfica. Este espléndido colibrí es difícil de observar en el interior del bosque porque gusta de forrajear en bosques densos y a pocos metros del suelo.   Murray Cooper.

(Diamante frentiverde / Heliodoxa jacula - Andes Occidentales y Centrales). La capacidad de cernirse en el aire en vuelo estático requiere de muchísima energía. Los colibríes son las únicas aves que pueden hacerlo, y para ello deben sorber néctar constantemente.   Murray Cooper.

(Colibrí nuquiblanco / Florisuga mellivora - Chocó, Amazonia y Caribe). El plumaje de los colibríes va más allá de colores iridiscentes; varios muestran plumas blancas en la cola. Estas plumas relucen mientras zigzaguean por aquí y por allá. El colibrí nuquiblanco es una especie agresiva, que hace gala de su cola blanca mientras atosiga a otros colibríes.   Murray Cooper.

(Cola-de-lira verde / Popelairia conversii - Piedemontes del Chocó y Valle del Magdalena). El dosel de los arboles de inga y erythtina sp. son el lugar favorito para alimentarse de este colibrí diminuto (de 3 gramos), y cuando uno finalmente logra encontrarlo es un placer ver cómo sube su cola bifurcado mientras come.   Murray Cooper.

(Tangará capirotada / Tangara heinei - Andes Occidentales, Centrales y Orientales, ?Sierra Nevada de Santa Marta). Las plantas cuyas flores y frutos nacen del tronco principal se denominan cauliflora. En los bosques del Chocó existe un montón de estas plantas, incluyendo los cacaos silvestres. Es probable que esta condición cauliflora sea una adaptación para permitir que los animales no voladores accedan a los frutos. Sin embargo, varias aves, como esta pareja de tangarás capirotadas, también se ven cautivadas por tales frutos.   Murray Cooper.

(Trepatroncos montañero / Lepidocolaptes lacrymiger - Andes Occidentales, Centrales y Orientales, Sierra Nevada de Santa Marta). Su pico esbelto y ligeramente curvado es lo que ayuda identificar este trepatroncos en los tierras altas, adonde los trepatroncos similares tienen picos mas gruesos y rectos.    Murray Cooper.

(Monjita cariblanca / Hapoloptila castanea - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Los bosques de neblina del Chocó son uno de los ecosistemas más exuberantes del mundo. Varias aves al parecer viven solo en estos bosques musgosos y súper húmedos. Esta monjita cariblanca es un ejemplo.   Murray Cooper.

(Toche enjalmado / Ramphocelus icteronotus - Chocó). El toche enjalmado que vea en el chocó tendrá la rabadilla amarillo limón. Pero cuando llegue al valle del Cauca, encontrará toches con rabadillas naranja o rojas. Por esta variación, los toches del valle del Cauca suelen considerarse una especie distinta, el toche culiflama.   Murray Cooper.

(Piquero patiazul / Sula nebouxii - Costa Pacífica). El nombre en inglés, booby, viene de la palabra española bobo, que significa tonto o payaso. Una vez que se observa al piquero patiazul en la tierra es fácil entender por que: son medio torpes y, como otras aves marinas suelen ser bien mansos y fáciles de capturar y matar.   Murray Cooper.

(Chamicero rubicundo / Cranioleuca erythrops - Andes Occidentales). Existen dos tipos de chamiceros, pero ambos construyen nidos voluminosos. Los chamiceros del género synallaxis habitan en sotobosques densos y usan palitos para confeccionar sus impenetrables nidos, mientras aquellos del género Cranioleuca, como este chamicero rubicundo, son arborícolas y prefieren musgos para la construcción de sus nidos.   Murray Cooper.

(Vuelvepiedras rojizo / Arenaria interpres - Migrante neotropical, Costas del Pacífico y Caribe). El vuelvepiedras rojizo suele vivir haciendo honor a su nombre: volteando piedras pequeñas para buscar alimento. Migra a las costas colombianas tras reproducirse en el Ártico de Canadá, y adquiere un radiante plumaje rojizo y negro antes de retornar a sus tierras reproductivas del norte.   Murray Cooper.

(Perdiz de Nariño / Odontophorus melanonotus - Estribación Pacífica de los Andes Occidentales). Las perdices son aves rechonchas, cazadas con frecuencia. Deambulan por el bosque en pequeños grupos familiares, limpiando la hojarasca del suelo con sus fuertes patas para buscar semillas e insectos comestibles.   Murray Cooper.

(Cola de lira verde / Popelairia conversii - Piedemontes del Chocó y Valle del Magdalena). La fama de Charles Darwin radica en su teoría de la evolución por selección natural, pero también teorizó sobre la selección sexual. Esta teoría dice que las hembras prefieren reproducirse con machos muy adornados, lo cual explica la existencia de animales con características exageradamente vistosas. La larga cola de este cola de lira verde es un buen ejemplo; la hembra lleva un traje más modesto.   Murray Cooper.

(Ermitaño del Pacífico / Phaethornis yaruqui - Chocó). Los ermitaños en despliegue siempre se escuchan antes de ser observados. Entre 15 y 25 ermitaños machos gorjean constantemente en un lek; la percha de cada uno de ellos estará localizada en vegetación densa, cerca del suelo. Se requiere tener mucha paciencia y curiosear con insistencia para encontrar un ermitaño del Pacífico en pleno despliegue.   Murray Cooper.

(Playero aliblanco / Catoptrophorus semipalmatus - Migrante neotropical, Costas del Pacífico y Caribe). Tres playeros aliblancos forrajean en una playa arenosa. Se ven grises llanos, pero al volar revelan una estría alar blanca conspicua, que contrasta sobre el fondo negro de las plumas del vuelo. ¡Intente acercarse a un grupo y verá!   Murray Cooper.

(Tucancito culirrojo / Aulacorhynchs haematopygus - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). Las palmas de coco se alinean en las playas del Pacífico, mientras las plantaciones de palmas aceiteras africanas son un gran negocio en las tierras bajas del Chocó. Pero además, existe una gran diversidad de palmas nativas en los bosques chocoanos. Muchas aves frugívoras, incluyendo los tucancitos culirrojos, aprecian los frutos de palmas.   Murray Cooper.

(Diamante pechigamuza / Heliodoxa rubinoides - Andes Occidentales y Centrales). Las bromelias son la fuente favorita de néctar de los colibríes, pues sus brillantes colores se distinguen en la oscuridad del bosque y hacen mas fácil para los picaflores encontrarlas y ayudarlas con su polinización.   Murray Cooper.

(Carpintero olividorado / Piculus rivolii - Andes Occidentales, Centrales y Orientales). El carpintero olividorado anida en cavidades, y el macho y la hembra son responsables de picar su nido solo con sus picos como herramienta. Este polluelo está maduro y le faltan unos pocos días para dejar el seguro hogar y aventurarse solo en el mundo.   Murray Cooper.

Texto de: F. Gary Stiles

El nombre “Chocó” trae a la mente imágenes de selvas tupidas y cálidas, lluvias torrenciales, enfermedades tropicales, riquezas minerales, pobreza y conflictos sociales. Y el Chocó es todo esto, pero para el ornitólogo es también el hogar de una de las avifauna más distintivas de Sudamérica, con una proporción de especies endémicas más alta que cualquier otro lugar de la Tierra. Como región biogeográfica, el Chocó comprende esencialmente la vertiente del Pacífico desde el extremo oriental de Panamá hasta el noroccidente de Ecuador, aunque el río Atrato, que drena la parte más norteña, desemboca en el mar Caribe.

Cuando llegaron los conquistadores españoles, el Chocó estaba habitado por varios grupos indígenas, principalmente los emberá en el norte y awá en el sur. Estos pueblos fueron “pacificados” y convertidos al catolicismo, por lo cual eran obligados a trabajar en las minas de oro y haciendas de los españoles, quienes residieron principalmente en las zonas de climas más benévolos, localizadas en las montañas. En el transcurso del siglo, las enfermedades tropicales y la dura labor redujeron la población indígena en más del 90%, lo cual condujo a los españoles a traer muchos esclavos de África y de sus colonias caribeñas. Ahora, los descendientes libres de estos comprenden el 90% de los habitantes del Chocó. La Constitución de 1991 les dio mayor control sobre sus tierras, y estas comunidades afrocolombianas siguen forjando su identidad cultural a partir de raíces étnicas diversas. Sin embargo, la pobreza afecta más de tres cuartos de la población: las lluvias fuertes lavan los nutrientes del suelo y disminuyen la productividad agropecuaria, los ríos cargados de sedimentos soportan una ictiofauna muy limitada y la riqueza mineral y poder político de la región siguen concentrados en manos de una élite que reside afuera. En décadas recientes, la situación social se ha complicado más por la presencia de grupos de guerrilleros y paramilitares, con toda la violencia que conlleva su presencia, incluyendo la invasión del narcotráfico, recién expulsado de la región amazónica. Todo esto provoca que varias partes del Chocó sean peligrosas para visitar. No obstante, hay varias regiones seguras, donde está creciendo gradualmente la industria del ecoturismo.

El clima del Chocó es más cálido y húmedo que lo normal para estas latitudes debido a la influencia de tres factores: 1) la zona intertropical de convergencia, que produce turbulencia atmosférica, nubosidad y lluvia; 2) la corriente marina ecuatorial que fluye a lo largo de la costa, llevando aire caliente y húmedo hacia el norte, desde el Ecuador; y 3) las montañas de los Andes, donde este aire caliente y húmedo sube y se enfría más rápido de lo normal, para producir abundante condensación y lluvias fuertes. Aunque la cuenca baja del río Atrato posee un clima caribeño, con 2500-3000mm de lluvia anual y un verano entre enero y abril, río arriba el clima se vuelve más cálido y húmedo, con un verano corto en julio-agosto, y con el promedio anual de lluvias alrededor de 10.000 mm (¡más de 30 pies!) en varios sectores de las cuencas altas de los ríos Atrato y San Juan. ¡Quibdó, la capital del departamento del Chocó, podría reclamar el título de la ciudad más lluviosa del planeta!

La topografía del Chocó está dominada por la cordillera Occidental de los Andes, con algunas serranías periféricas que se extienden hacia el occidente; además, incluye la serranía del Baudó, mucho más baja, en el extremo norte. En los flancos de estas montañas se encuentra una zona de colinas que alcanza la costa en el centro y norte de la vertiente en Colombia. La llanura costera es muy angosta en el norte pero se ensancha mucho en el sur de Colombia y el norte de Ecuador. Los ríos más importante son el Atrato en el norte, el San Juan en el centro, y más al sur el Dagua, el Patía y el Mira; los valles medios de los dos primeros son muy secos debido a la sombra de lluvia producida por las montañas. Especialmente en el norte, los ríos correntosos descienden rápidamente hacia la costa muy cargados de sedimentos, formando pocas lagunas, ciénagas u otros hábitats acuáticos. A lo largo de la costa, promontorios rocosos alternan con playas arenosas planas. Las fluctuaciones de 3-4 m de las mareas producen una zona amplia expuesta en marea baja.

Geológicamente, el Chocó es la región terrestre más joven de Sudamérica. El choque entre las placas tectónicas de Cocos y Sudamérica produjo el primer levantamiento de la cordillera Occidental como un arco de islas volcánicas (quizá similares a las Antillas Menores actuales) hace unos 20-25 millones de años. Conforme siguió el levantamiento de la cordillera, la cadena de islas se convirtió en tierra continua. Entonces, se levantó un segundo arco, más pequeño, más al occidente, formando eventualmente la serranía del Baudó. Extendiéndose hacia el sur, este arco conforma una serie de promontorios como el cabo Corrientes, varios islotes y la isla Gorgona. La erosión de estas tierras nuevas produjo sedimentos abundantes que colmaron el estrecho de Bolívar, que para aquel entonces separaba Norteamérica y Sudamérica. Esto ocurrió hace apenas tres millones de años, coincidiendo con el levantamiento de los Andes a sus máximas elevaciones. La biota del Chocó refleja esta historia compleja. La flora y fauna más antigua es de origen amazónico, y probablemente alcanzó la vertiente del Pacífico siguiendo el levantamiento de tierras al norte de los Andes, antes de que estas montañas alcanzaran elevaciones suficientes como para constituirse en barreras. Desde entonces, aisladas por los Andes, muchas plantas y animales divergieron de sus antecesoras amazónicas para formar nuevas especies y hasta géneros. Además, aún antes del cierre del estrecho de Bolívar, algunos grupos de plantas y animales ya habían llegado a Sudamérica desde el norte, a través de las cadenas de islas, comenzando sus propios procesos de diversificación y especiación en su nuevo hogar. Con una conexión de tierra continua, comenzó el intercambio intercontinental masivo de flora y fauna.

La vegetación característica de las tierras bajas del Chocó es una selva cálida, tupida y baja, con una densidad altísima de árboles pequeños y medianos y hemiepifitas, pero pocos árboles grandes o lianas. La diversidad de árboles y plantas del sotobosque rivaliza con aquella de los bosques amazónicos, mientras la riqueza de ciertas familias, como las palmas, aráceas y platanillos, es especialmente notable. Sobre los suelos mejor drenados de las colinas, especialmente en el norte, se puede encontrar un bosque “catedral” más majestuoso, con el dosel tan alto que resulta difícil ver e identificar aves allá, salvo en los bordes de bosques a la orilla de los ríos. En las montañas, por sobre los 1000 m, se encuentra una selva nublada “encantada”, producida por la condensación del aire que sube. Árboles engalanados con musgo soportan masas extraordinarias de epifitas: bromelias, orquídeas, anturios y muchas más, incluyendo muchas especies polinizadas por aves que agregan destellos de color al exuberante verdor. Muchos árboles y epifitas del bosque también dependen de animales, especialmente mamíferos y aves, para la dispersión de sus semillas. Un alto grado de endemismo también caracteriza a estos bosques, con la peculiaridad de que muchas especies chocoanas tienen las hojas o frutas más grandes de sus respectivas familias. Por la costa, hay manglares pequeños y aislados en el norte pero muy extensos en el sur.

La avifauna del Chocó es tan diversa como su flora, con más de 800 especies registradas en elevaciones bajas y medias de la vertiente del Pacífico. El Chocó contiene una altísima diversidad de aves nectarívoras y frugívoras, paralelando el patrón de diversidad florística; muchas de estas aves exhiben colores vivos, incluso espectaculares entre los colibríes, tángaras y cotingas. Con hasta 25-30 especies, las comunidades de colibríes de estas selvas nubladas son las más ricas que se conocen, mientras las bandadas mixtas del dosel con frecuencia incluyen a varias especies de tángaras coloridas, el compás y otras aves que representan una fiesta visual para el observador. Los orígenes de la avifauna también son diversos, con un componente antiguo amazónico que incluye atrapamoscas, saltarines, cotingas, hormigueros y furnáridos; otros grupos son de origen norteño, como las tángaras, pinzones, reinitas y mirlas. En este sentido, es particularmente curioso el caso de la sapayoa: por mucho tiempo fue clasificada (a regañadientes por algunos taxónomos) en la familia Pipridae, pero según evidencia genética reciente, es el único representante de la familia de los picoanchos de los trópicos del Viejo Mundo. Pero, ¿cómo llegó al Chocó? Su nombre de especie lo expresa elocuentemente: aenigma. Todos estos grupos incluyen a varias especies restringidas al Chocó ( ¡más de 50 en total!). En general, la avifauna del Chocó comparte más especies con las de los bosques húmedos mesoamericanos que con los de los amazónicos, debido a su contacto más reciente con las avifauna norteñas. También de interés son las muchas especies migratorias boreales que pasan el invierno norteño en el Chocó; las zonas fangosas intermareales de la costa son especialmente atractivas para correlimos, chorlos y gaviotas. Mar adentro, las aguas del Pacífico chocoano son visitadas por especies que anidan en regiones tan dispersas y lejanas como el cabo de Hornos, Alaska y Nueva Zelanda. En conclusión, pocas regiones de la Tierra son tan emocionantes para los pajareros y ornitólogos: las aves hacen que ¡valga la pena aguantar el clima malsano y los zancudos!