Páramos

Texto de: Alberto Mendoza Morales

Páramos, espacios de la altura, “terrenos yermos”, fábricas de agua, ecosistemas determinados por el frío ambiental propio de las altas montañas. Páramos, ecosistemas, existen casi exclusivamente en la América del Sur, en los Andes en la franja ecuatorial del planeta. Sitios especiales, lugares de gran belleza. Se encuentran en la cordilleras de Ecuador, Colombia y Venezuela y en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Los páramos se dan a partir de los bosques de niebla. Comienzan a los 3.600 metros sobre el nivel del mar, ascienden hasta los 4.200-4.500 metros. Dan paso a las cumbres nevadas, blancas atalayas andinas. En la franja cordillerana de los páramos nacen los principales ríos de Colombia.

La iniciación del páramo la marca una señal botánica. La dibujan dos plantas autóctonas, la polilepsis y la viravira. Ambas crecen sobre la vertiente de la montaña. Trazan en la ladera una línea horizontal, “un cordón vegetal indicativo” a partir del cual comienzan los páramos.

Los páramos albergan las comunidades ecológicas de flora y fauna de alta montaña. Existen como producto de la combinación de dos factores físicos específicos, altura sobre el nivel del mar y clima ecuatorial. Los cubren musgos y líquenes. El frailejón, su árbol típico, de lento crecimiento, es su insignia. Los páramos muestran biomasa de gran belleza, sobre todo de notable utilidad. Se les reconoce como sitios de reserva especial. Cumplen función vital: en sus musgos capturan humedad, forman agua y la sueltan. Los páramos, fabricantes de agua, reclaman integral y prioritaria protección.

Páramos notables de los Andes se encuentran al sur el país, en el Macizo colombiano, en el Azufral, donde alumbra la Laguna Verde. En la cordillera Central se encuentra el páramo de las Papas, zona donde nacen cuatro ríos divergentes, Caquetá, Magdalena, Cauca y Patía, que conforman la principal estrella fluvial de Colombia. En el Parque de los Nevados despuntan principales cúspides del país, volcanes nevados, apagados, precedidos por sus respectivos páramos, Tolima, Santa Isabel, nevado del Ruiz. En la cordillera Oriental se destacan los páramos de Sumapaz, Chingaza y Guerrero en Cundinamarca. Y Paya y Pisba en Boyacá. Pisba señala en su topografía un hecho histórico, el paso de El Liberador Simón Bolívar, de los llanos de Casanare al Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá, donde dio victoriosas batallas. Páramos notables descuellan en los Santanderes. Siguen los páramos en los Andes venezolanos, en la cordillera de Mérida. Existen páramos en la Sierra Nevada de Santa Marta, en la base de los elevados picos Bolívar y Colón.