Agradecimientos

Agradecimientos del autor

A Darío Vargas Linares y María José Castaño por su inalterable convicción de que este libro era posible, por sus destacados y oportunos consejos, y por la revisión de los textos.

Al Grupo SURA, a su presidente David Bojanini García, a su Junta Directiva, a su Comité Cultural y demás funcionarios que, con genuino entusiasmo, acogieron esa cruzada por el cuidado y divulgación de Chiribiquete como baluarte sagrado del mundo. Especial gratitud con Mónica Guarín y Juliana Franco.

A mis maestros y tutores (q.e.p.d.), Jorge el “Sabio” Hernández Camacho, Thomas van der Hammen y Gerardo Reichel-Dolmatoff, por las orientaciones y su capacidad de introducirme en el conocimiento profundo de este sitio.

A Julia Miranda y a los funcionarios de Parques Nacionales por el soporte, la encomiable y abnegada labor y, ante todo, por su inestimable amistad.

Al Premio Nobel Juan Manuel Santos por su inestimable apoyo y su convicción en la defensa de Chiribiquete.

A mis colegas y compañeros de investigación durante los últimos 30 años en Chiribiquete y a aquellos que fueron un impulso definitivo para hacer posible esta obra en lo natural y lo cultural, y en particular a Gonzalo Andrade y Fernando Trujillo por su papel vital en la investigación y coordinación biológica.

Al ICANH; a su exdirector, Ernesto Montenegro; y a Fernando Montejo, quienes mostraron siempre un interés especial por el contenido de esta obra y nos brindaron todo el apoyo posible.

Al Grupo Nutresa y a su presidente, Carlos Ignacio Gallego, quien al conocer oralmente y en un avión la visión del libro, permitió con su ayuda iniciar la cruzada por la investigación y sus implicaciones en la conservación de este sitio.

Al editor científico, Felipe Cárdenas Arroyo, quien además de haber revisado técnica y científicamente estos textos, siempre me ha brindado su amistad.

Al equipo humano de Villegas Editores y, sobre todo, a Benjamín por todo el apoyo y la comprensión recibida para hacer posible esta edición.

A Arriera y a su fundador, Jota Arango; a Sonic Design y a su director Leonardo Vilar; a la Fundación Omacha y a su director científico, Fernando Trujillo; al Instituto SINCHI, a su directora Luz Marina Mantilla y a su equipo humano, en particular, a Dairon Cárdenas, por su estímulo, apoyo y soporte visual para la edición de esta obra, así como lo que vendrá a futuro.

A Juan Felipe Romero por su soporte cartográfico; a Charles Brewer-Carias por sus enseñanzas y sus “imágenes de vida” en los tepuyes y comunidades indígenas de Venezuela; a Steve Winter por su amistad, sensibilidad y la donación de las mejores efigies de la grandeza de los jaguares del Neotrópico.

Al equipo de la Fundación Herencia Ambiental Caribe y a su directora Cristal Ange, por el respaldo y apoyo que hicieron posible esta obra y por haber entendido la importancia de mi tiempo ausente.

A todos los chamanes del Neotrópico con quienes compartí en estos años para hacer posible mi entendimiento de la jaguaridad y el papel del Centro del Mundo.