Club Campestre La Sabana

Texto de: Tute Puerta

• Ubicación: Km. 6 Vía Tibito Zipaquirá
• Altitud al Nivel del Mar: 2600 msnm
• Clima: 18-20 Grados centígrados
• Yardas: 6345
• Hoyos 18, Par 71
• Diseñador: Mark Mahannah 1981
• Población Bogotá: 6’700.000 Hab.

Es un campo quebrado, corto y estrecho, no se removió tierra, pasa el rió Bogotá.

Entre una fresca vegetación en esta planicie sabanera cuatro hoyos diferentes en su desempeño de juego, pero similares por la composición de terreno.

Desde el balcón del tee de salida del hoyo dos, observamos abajo, un hoyo “pata de perro hacia la derecha, enmarcado por el Río Bogotá, un lago pleno de peces y cinco bunkers de arena. Los sauces nos separan del río y el colorido del campo tiene como marco el brumoso color de las montañas con sus profundas minas de sal de Zipaquirá.  La vega del Río Bogotá, define  un segundo ambiente del campo de golf  y enmarca entre acacias, sauces   y eucaliptos, a los hoyos dos, tres y cuatro, serpenteando junto a río.

Los peces del  río Bogotá y de los lagos del campo, sirven de alimento a patos, tinguas, garzas y gran  variedad de aves tanto nativas como migratorias. Si tiene suerte, usted podrá ser testigo de la majestuosa velocidad  de las águilas migratorias cuando sobrevolando el lago del hoyo dos, son premiadas con la pesca de una suculenta mojarra roja.

El hoyo 5, se enmarca en un bosque de pinos y eucaliptos, donde se escucha alegre el cantar de las aves. Firmeza y concentración es lo que usted requiere para superar los árboles de más de 30 metros de altura, que le hacen considerar su estrategia de juego para mantenerse en el fairway y no caer en la dificultad de un bosque con pastos altos y raíces fuertes que imponen un gran reto para salir del apuro. Al fondo encontramos de montañas.

Retornando al ambiente sabanero en el hoyo siete, encuentra un hoyo ciego, con lago, bunkers, cross bunkers y bosque que le exigen golpear su bola hacia las montañas del fondo, para retornar desde otro punto, al ambiente de la vega de río.   En el segundo golpe debe elevar la bola rodarla hacia un green protegido por  4 bunkers y el lago del fondo que lo dificulta y exalta su belleza.

El hoyo ocho, par tres sube hacia la sabana rumbo a un green, cuya protección y suave inclinación, le  imprime un sello de ingratas sorpresas que le exigen concentración y cuidado.

Desde lo alto del tee del hoyo 12, vemos el green en una posición baja que incita a atacar la bandera, tenga en cuenta el viento, el bosque a la izquierda, los bunkers y el lago. Luces sombras y colores, confluyen de manera magistral en este par tres.