Siembra

Campesinos preparan las bolsas, para trasplantar las chapolas. Chinchiná, Caldas.   Carlos Pineda.

Campesina preparan las bolsas, para trasplantar las chapolas. Chinchiná, Caldas.   Carlos Pineda.

Cada semilla de café que germina se llama fósforo, y cuando abre se llama chapola. Cada una se trasplanta en bolsa individual para ser llevada al almácigo, en donde se cuidará 18 semanas. Campesino desyerba el almácigo. Jardín, Antioquia.   Carlos Pineda.

Los colinos de café se transportan uno a uno hasta la plantación para que no sufran ningún daño, tal como lo hace este campesino de la vereda el Tambo, en Ibagué, Tolima.   Andrés Mauricio López.

Cuando el colino está listo llega el momento de ser llevado a la plantación. Un caficultor de Gigante, Huila, ordena los colinos listos para ser transportados.   Andrés Mauricio López.

Cuando germina la semilla del café se llama fósforo, hasta que cumple 60 días; luego se convierte en chapola, y a las 18 semanas se llama colino; varios de ellos conforman el almácigo. Estos colinos se transportan a las plantaciones donde adquieren el nombre de arbustos jóvenes que darán su primera cosecha entre los 6 u 8 meses. Belén de Umbría, Risaralda.   Andrés Mauricio López.

Líbano, Tolima.   Andrés Mauricio López.

San Agustín, Huila.   Andrés Mauricio López.

Palos de la zoca en San Agustín, Huila.   Andrés Mauricio López.

Matera para orquídeas hecha con palos de zoca del café. Mesitas del Colegio, Cundinamarca.   Andrés Mauricio López.

Cafeto zoqueado en San Agustín, Huila.   Andrés Mauricio López.

Arrume de madera de café en San Agustín, Huila.   Andrés Mauricio López.

Un campesino de Líbano, Tolima, limpia de ramas el tallo de un arbusto de café que ha sido zoqueado.   Andrés Mauricio López.

Un campesino de Líbano, Tolima, limpia de ramas el tallo de un arbusto de café que ha sido zoqueado.   Andrés Mauricio López.

Un campesino de Líbano, Tolima, limpia de ramas el tallo de un arbusto de café que ha sido zoqueado.   Andrés Mauricio López.

Arrume de tallos de arbustos de café, obtenidos de la zoca en una finca en Belén de Umbría, Risaralda. El carbón vegetal que se obtiene con esta madera es utilizado en las cocinas familiares y por las industrias de la región.   Andrés Mauricio López.

Texto de: Liliana Villegas

En Colombia se pueden distinguir dos grandes sistemas de producción de café:

Sistemas agroforestales (café bajo sombra): En estos sistemas se utilizan árboles para proporcionar diferentes niveles de sombrío dependiendo de la especie y el arreglo espacial. Se emplean principalmente en zonas con limitaciones para un adecuado desarrollo del cultivo, por condiciones climáticas o de suelos ya sea por la presencia de períodos secos prolongados o de suelos con limitaciones físicas y de fertilidad o erosionados. En estos sistemas la densidad de siembra óptima (2 000-3 000 plantas por hectárea) y la productividad (500-1 000 kilogramos café pergamino seco por hectárea). Cerca del 60% de la caficultura colombiana se encuentra bajo algún tipo de sombrío.

Sistemas de libre exposición solar: Se desarrollan bien en las zonas con suelos de buenas características físicas y de fertilidad y una apropiada disponibilidad de agua y de energía solar. En este tipo de sistemas se utilizan densidades de siembra altas, entre 7 500 y 10 000 plantas por hectárea y son de una alta productividad (2 500-4 000 kilogramos café pergamino seco por hectárea). Cerca del 30% de la caficultura.

Principales variedades arábigas que se producen en Colombia

• Típica: Introducida por los franceses al Caribe.
• Borbón: Se introdujo en los años veinte y es de muy alto rendimiento.
• Castilla: De alta resistencia contra la roya; excelentes características agronómicas y una amplia diversidad genética. Su desarrollo se hace a partir de 1982.
• Tabi: De granos grandes, porte alto y resistente a la roya. Derivada de cruzamientos del híbrido de Timor, con las variedades típica y Borbón.
• Caturra: Es una mutación del Borbón. Tiene una producción alta y de buena calidad, pero requiere de muchos cuidados y de fertilización.
• Margaroripe: De grano grande, muy interesante para los cafés especiales.

Renovación por zoca

A los seis años hay que renovar los cafetales. Esta renovación puede ser por siembra o por zoca. Lo más recomendado la primera vez es por zoca, que consiste en cortar el tallo a una altura de 20 centímetros del suelo. Se le seleccionan los mejores chupones que la planta emite, los cuales se convertirán en una nueva planta.

La madera que se obtiene de la zoca se utiliza como leña para los fogones de las fincas y el excedente lo convierten en carbón vegetal.