- Botero esculturas (1998)
- Salmona (1998)
- El sabor de Colombia (1994)
- Wayuú. Cultura del desierto colombiano (1998)
- Semana Santa en Popayán (1999)
- Cartagena de siempre (1992)
- Palacio de las Garzas (1999)
- Juan Montoya (1998)
- Aves de Colombia. Grabados iluminados del Siglo XVIII (1993)
- Alta Colombia. El esplendor de la montaña (1996)
- Artefactos. Objetos artesanales de Colombia (1992)
- Carros. El automovil en Colombia (1995)
- Espacios Comerciales. Colombia (1994)
- Cerros de Bogotá (2000)
- El Terremoto de San Salvador. Narración de un superviviente (2001)
- Manolo Valdés. La intemporalidad del arte (1999)
- Casa de Hacienda. Arquitectura en el campo colombiano (1997)
- Fiestas. Celebraciones y Ritos de Colombia (1995)
- Costa Rica. Pura Vida (2001)
- Luis Restrepo. Arquitectura (2001)
- Ana Mercedes Hoyos. Palenque (2001)
- La Moneda en Colombia (2001)
- Jardines de Colombia (1996)
- Una jornada en Macondo (1995)
- Retratos (1993)
- Atavíos. Raíces de la moda colombiana (1996)
- La ruta de Humboldt. Colombia - Venezuela (1994)
- Trópico. Visiones de la naturaleza colombiana (1997)
- Herederos de los Incas (1996)
- Casa Moderna. Medio siglo de arquitectura doméstica colombiana (1996)
- Bogotá desde el aire (1994)
- La vida en Colombia (1994)
- Casa Republicana. La bella época en Colombia (1995)
- Selva húmeda de Colombia (1990)
- Richter (1997)
- Por nuestros niños. Programas para su Proteccion y Desarrollo en Colombia (1990)
- Mariposas de Colombia (1991)
- Colombia tierra de flores (1990)
- Los países andinos desde el satélite (1995)
- Deliciosas frutas tropicales (1990)
- Arrecifes del Caribe (1988)
- Casa campesina. Arquitectura vernácula de Colombia (1993)
- Páramos (1988)
- Manglares (1989)
- Señor Ladrillo (1988)
- La última muerte de Wozzeck (2000)
- Historia del Café de Guatemala (2001)
- Casa Guatemalteca (1999)
- Silvia Tcherassi (2002)
- Ana Mercedes Hoyos. Retrospectiva (2002)
- Francisco Mejía Guinand (2002)
- Aves del Llano (1992)
- El año que viene vuelvo (1989)
- Museos de Bogotá (1989)
- El arte de la cocina japonesa (1996)
- Botero Dibujos (1999)
- Colombia Campesina (1989)
- Conflicto amazónico. 1932-1934 (1994)
- Débora Arango. Museo de Arte Moderno de Medellín (1986)
- La Sabana de Bogotá (1988)
- Casas de Embajada en Washington D.C. (2004)
- XVI Bienal colombiana de Arquitectura 1998 (1998)
- Visiones del Siglo XX colombiano. A través de sus protagonistas ya muertos (2003)
- Río Bogotá (1985)
- Jacanamijoy (2003)
- Álvaro Barrera. Arquitectura y Restauración (2003)
- Campos de Golf en Colombia (2003)
- Cartagena de Indias. Visión panorámica desde el aire (2003)
- Guadua. Arquitectura y Diseño (2003)
- Enrique Grau. Homenaje (2003)
- Mauricio Gómez. Con la mano izquierda (2003)
- Ignacio Gómez Jaramillo (2003)
- Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años (2003)
- Manos en el arte colombiano (2003)
- Historia de la Fotografía en Colombia. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1983)
- Arenas Betancourt. Un realista más allá del tiempo (1986)
- Los Figueroa. Aproximación a su época y a su pintura (1986)
- Andrés de Santa María (1985)
- Ricardo Gómez Campuzano (1987)
- El encanto de Bogotá (1987)
- Manizales de ayer. Album de fotografías (1987)
- Ramírez Villamizar. Museo de Arte Moderno de Bogotá (1984)
- La transformación de Bogotá (1982)
- Las fronteras azules de Colombia (1985)
- Botero en el Museo Nacional de Colombia. Nueva donación 2004 (2004)
- Gonzalo Ariza. Pinturas (1978)
- Grau. El pequeño viaje del Barón Von Humboldt (1977)
- Bogotá Viva (2004)
- Albergues del Libertador en Colombia. Banco de la República (1980)
- El Rey triste (1980)
- Gregorio Vásquez (1985)
- Ciclovías. Bogotá para el ciudadano (1983)
- Negret escultor. Homenaje (2004)
- Mefisto. Alberto Iriarte (2004)
- Suramericana. 60 Años de compromiso con la cultura (2004)
- Rostros de Colombia (1985)
- Flora de Los Andes. Cien especies del Altiplano Cundi-Boyacense (1984)
- Casa de Nariño (1985)
- Periodismo gráfico. Círculo de Periodistas de Bogotá (1984)
- Cien años de arte colombiano. 1886 - 1986 (1985)
- Pedro Nel Gómez (1981)
- Colombia amazónica (1988)
- Palacio de San Carlos (1986)
- Veinte años del Sena en Colombia. 1957-1977 (1978)
- Bogotá. Estructura y principales servicios públicos (1978)
- Colombia Parques Naturales (2006)
- Érase una vez Colombia (2005)
- Colombia 360°. Ciudades y pueblos (2006)
- Bogotá 360°. La ciudad interior (2006)
- Guatemala inédita (2006)
- Casa de Recreo en Colombia (2005)
- Manzur. Homenaje (2005)
- Gerardo Aragón (2009)
- Santiago Cárdenas (2006)
- Omar Rayo. Homenaje (2006)
- Beatriz González (2005)
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- Luis Restrepo. construcciones (2007)
- Juan Cárdenas (2007)
- Luis Caballero. Homenaje (2007)
- Fútbol en Colombia (2007)
- Cafés de Colombia (2008)
- Colombia es Color (2008)
- Armando Villegas. Homenaje (2008)
- Manuel Hernández (2008)
- Alicia Viteri. Memoria digital (2009)
- Clemencia Echeverri. Sin respuesta (2009)
- Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (2009)
- Agua. Riqueza de Colombia (2009)
- Volando Colombia. Paisajes (2009)
- Colombia en flor (2009)
- Medellín 360º. Cordial, Pujante y Bella (2009)
- Arte Internacional. Colección del Banco de la República (2009)
- Hugo Zapata (2009)
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- Bogotá vuelo al pasado (2010)
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BogotáEstructura y principales servicios públicos / Pequeña Historia del Servicio de Teléfonos de Bogotá |
Pequeña Historia del Servicio de Teléfonos de Bogotá
Texto de: Luis Eduardo Paéz del Río
Orígenes. Los primeros pasos
Cuando el norteamericano Alejandro Graham Bell, tratando de perfeccionar el telégrafo, logró, alrededor de 1.876, enviar la palabra humana a través de los alambres y el inventor obtuvo la patente, se produjo una conmoción mundial y en forma inmediata se constituyeron las primeras empresas con la idea triunfante de reemplazar en lo posible el telégrafo, que, era por entonces el único y más práctico medio de comunicación, por la trasmisión hablada.
Los pocos viajeros extranjeros que alrededor de 1.882 arribaron a Colombia así como los bogotanos que llegaban de Europa y de los Estados Unidos, despertaron y suscitaron enorme curiosidad por ese prodigioso invento y creyeron posible que si en muchos países se había introducido y otros se aprestaban para hacerlo, en Bogotá, podría estudiarse la posibilidad de conocer detalles y aún tratar de que se instalara ese revolucionario descubrimiento consistente en oir mutuamente sus propias voces. En el país, gracias al progresista Gobierno de Manuel Murillo Toro, se usaba ya el telégrafo como el más rápido sistema de comunicación.
Corría el año de 1.884, políticamente muy agitado por cuanto hubo tres Presidentes en Colombia. Ejercía la presidencia el designado doctor José Eusebio Otálora quien la desempeñó hasta el lo. de abril de ese año, reemplazandolo el doctor y general Ezequiel Hurtado, también en su carácter de designado. El 11 de agosto entregó la Presidencia al doctor Rafael Núñez, elegido presidente constitucional para el período de 1884 a 1886.
Y en ese año de 1.884 se presentó en Bogotá el ciudadano cubano D. José Raimundo Martinez, quien gracias a las inquietudes que había suscitado el invento de Graham Bell, fue rápidamente atendido por el Alcalde de esa época señor Higinio Cualla y logró rapidamente hacerse oir logrando que se le otorgara un privilegio exclusivo por el término de diez años para el establecimiento en la ciudad, que bien podía decirse era en esa época una brumosa aldea, del servicio telefónico “con todas las mejoras que puedan sobrevenir en virtud de los progresos de las ciencias” y con permiso para hacer uso de las vías públicas para la colocación de postes y aisládores “siempre que estos no estorben el tráfico del público”.
El primer contrato: iniciaciónd el servicio
Los orígenes de este primer contrato los desempolvó el Ingeniero Alfonso Martínez B, quien pacientemente compiló importantes antecedentes sobre el mismo y tuvo a bien darlos a la publicidad en el año de 1.963.
Basado en ellos y en otros obtenidos personalmente así como por la experiencia adquirida en los seis años en que el autor de estas líneas adquirió como Gerente de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, puede afirmarse que el primer paso en firme fue dado el dia 14 de Agosto de 1.884 cuando se suscribió el contrato entre la Municipalidad de Bogotá y don José Raimundo Martínez, y en el cual el concesionario cubano se comprometía a dejar establecido el servicio teléfonico dentro del término de seis meses, a contar desde el día en que se aprobara el contrato o antes si fuere posible.
El 28 de Agosto del mismo año, José Ralmundo Martínez, por escritura pública otorgada en la Notaría Primera de Bogotá, cedía a una Compañía, de la cual entró a formar parte como socio, todos sus derechos y acciones y obligaciones como dueño del privilegio que se le había concedido por el Municipio de Bogotá. Esta compañía se constituyó como anónima y tomó el nombre de "Compañía Colombiana de Teléfonos". Su objeto social era el de "establecer en Bogotá y en el territorio de Colombia en lo que creyere conveniente, y pidieran hacerlo, el servicio de teléfonos, según los descubrimientos más recientes y las modificaciones que sufriere según adelanto de la ciencia durante el termino de duración de la sociedad".
El periódico LA LUZ de Bogotá (octubre lo. de 1.884), comentó el privilegio otorgado en los siguientes términos:
"La Municipalidad de Bogotá, el Gobierno del Estado y el de la Nación han concedido privilegio por el término de diez años, para el establecimiento del servicio telefónico de esta ciudad, al señor José R. Martínez, que está recién venido de Caracas en donde trabajó provechosamente con el mismo fin. Para el servicio de sus respectivas oficinas, la municipalidad ha tomado diez aparatos, otros diez el Gobierno del Estado y veinticinco el de la Nación. La cuota mensual que se cobrará a cada suscriptor poniéndole su aparato en la Oficina y manteniéndolo en buen estado de servicio, será de cinco pesos por mes. Cada aparato corresponderá a una oficina central en que se establecerán las comunicaciones directas a todas horas del día y de la noche. Dentro de poco podrá, pues, establecerse correspondencias verbales a distancia, sin más trabajo que el de tocar un resorte".
El contrato con J.R.Martínez, fue aprobado por el Acuerdo número 25 del 10 de Noviembre de 1.884, fecha en la cual ya estaba constituida la Compañía Colombiana de Teléfonos; Se iniciarón los trabajos y en la edición del periódico LA LUZ de Diciembre 3 de 1.884, se comentó lo siguiente:
"Teléfonos.‑ El domingo se estrenó la línea Bogotá a Chapinero. Empezamos ya a apreciar mejor las ventajas de ese maravilloso invento".
No se sabe si seis meses después de promulgado el Acuerdo 25 de 1.884 o sea el 10 de Mayo de 1.885, hubo, según lo estipulado, servicio telefónico en la ciudad, fuera de la línea a Chapinero, aunque si se puede afirmar que en este mencionado año se inició el servicio, ya que en el periódico LA NACION de Bogotá en su edición del 22 de Diciembre de 1885 apareció una pequena nota que decía: "Ojalá que pronto la Compania de Teléfonos de esta ciudad, pueda conseguir una ganancia igual a la vecina Republica de Venezuela y que pronto tengamos más aparatos funcionando". El día 22 de Diciembre de 1.885 había, pues, servicio teléfonico. Y la pequeña estación y el equipo funcionaban en la plaza de Bolívar, en la esquina de la Calle 10 con la Carrera 8a. en un local ubicado en la Edificación conocida como LAS GALERIAS.
Dificultades Técnicas y Financieras
E1 desarrollo de la Compañía Colombiana de Teléfonos fue dificultoso. No se tenía experiencia, se carecía de elementos; el capital inicial de $10.000 pesos, representados en 100 acciones de $100 cada una, no fue suficiente y por escrituras fechadas el 30 de Septiembre de 1.885, 24 de Octubre de 1.889, 19 de Febrero de 1.890 y Agosto de 1.891 se elevaron los capitales a $30.000, $50.000, $60.000 y $120.000, respectivamente.
Como la técnica empleada era muy primitiva y no había expertos conscientes de su responsabilidad se partía de bases muy empíricas. En 1.885 se pensóns que el servicio teléfonico quedaría suficientemente instalado con dos conmutadores de capacidad de 200 líneas de suscriptor, una torre mediana, un local pequeño en arrendamiento y dos o tres empleados. Pero despues de 1.890 se tuvo que construir en el mismo sitio una nueva estación y en 1.894, reconstruir la parte superior de la estación para dar mayor solidez a la torre y se tuvo también que aumentar el numero de empleados y un conmutador suplementario de 100 líneas.
Curiosamente, el servicio en un principio se prestó solamente para las oficinas del Gobierno, pero más tarde el comercio y las casas particulares debido a lo módico de la tarifa solicitaron instalaciones en tal número, que en 1.899 la capacidad de la estación era insuficiente.
Fuera de las dificultades económicas, muy críticas por cierto, se presentaron serias de carácter técnico y no faltaron las de otro orden como las originadas por los fuegos artificiales en las efemérides patrias celebradas en la Plaza de Bolívar que provocaron daños en las torrecillas; las inducciones y cruces provocadas por la Compañía de Alumbrado Público; los telefonos (magnetos) colocados dentro del perímetro señalado en el contrato, instalados por particulares y empresas. La falta de espíritu público complicó el problema por la protesta de la ciudadanía por la colocación de postes y líneas. Los elementos usados: alambres, aparatos aisladores, conmutadores de procedencia europea escaseaban en tal forma que hubo que agudizar el ingenio e improvisar técnicas para suplir esas deficiencias. Un colombiano, inquieto y estudioso D. Camilo A. Carrizosa, inventó un "aislador colombiano", y puede decirse que fue el alma de la Empresa desde 1.885 hasta su muerte acaecida en 1.890.
Las enormes dificultades técnicas por falta de elementos y por la crisis económica de la Compañía Colombiana de Teléfonos se agravaron considerablemente con el estallido de la guerra civil en Octubre de 1.899, y para colmo, el servicio que más malo que bueno venía prestándose sin interrupción desde 1.885, quedó Suspendido total y definitivamente el día 20 de Mayo de 1.900, día en que los bogotanos se sorprendieron con el violento incendio de las Galerías quem destruyó en su totalidad la primitiva estación telefónica ubicada en la esquina de la carrera 8a. con la Calle 10.
Tal fue la triste suerte que corrió la Compañía Colombiana de Teléfonos, la que ya había obtenido por contrato celebrado con el Municipio en el año de 1.897, una prórroga de 20 años, es decir, que el privilegio otorgado debía expirar en el año de 1.904.
The Bogotá Telephone Company
Los aparatos telefónicos, líneas, postes y enseres que quedaron de la Compañía Colombiana de Teléfonos fueron adquiridos por el señor George G. Odell, en operación de que trata la escritura firmada el 8 de Octubre de 1.900.
Posteriormente, se registró en Londres la sociedad denominada The Bogotá Telephone Company y designó como Gerente al mismo cesionario señor Odell. En nombre de dicha compañía, solicitó y obtuvo del Municipio de Bogotá, privilegio exclusivo por el término de 50 años, para el restablecimiento del servicio telefónico en la capital.
En contrato adicional The Bogotá Telephone Companv, se comprometió a suministrar una nueva planta obligándose a prestar el servicio el 31 de Diciembre de 1.905, salvo fuerza mayor. Sin embargo, sólo hasta 1.906 se restableció el servicio telefónico, el que desde ese año se ha venido prestando sin interrupción.
The Bogotá Telephone Company adquirió la casa de dos pisos situada en la carrera 8a. con calle 20, donde posteriormente se construyó el Edificio que hoy ocupa la Empresa de Teléfonos de Bogotá, de la cual se hablará más adelante. The Bogotá Telephone Company, con capital suficiente y, con personal con experiencia técnica, desarrolló y amplió el servicio manual del que se acuerdan aún los viejos bogotanos. En una segunda etapa y, por el crecimiento de la ciudad hacia chapinero hizo necesaria la creación de otra central además de la de Bogotá, con capacidad de 5.400 líneas, y un conmutador especial instalado en el Capitolio para el servicio gubernamental, con capacidad de 600 líneas. Se instaló también una pequeña central en el Barrio de Teusaquillo con capacidad de 220 líneas y por último una pequeña central en el Barrio Ricaurte con un puesto de operadora y una capacidad de 150 líneas.
Está muy fresca todavía en la memoria de los bogotanos de la época el uso del teléfono manual que con el pito de ocupado y la demora en el tono por insuficiencia de las plantas, y a veces por el justificado mal humor de las señoritas telefonistas sacaban de sus casillas a los pobres suscriptores. Sería injusto, sin embargo, dejar de mencionar a los Gerentes D. Oscar E. Allo y a don Lyndon Joseph, casado este con la dama bogotana Leonor Gutiérrez Muñoz, quienes por su buena voluntad para mejorar el servicio de atender los reclamos fundados que se les hacían fueron personas muy estimadas por la sociedad bogotana.
La Empresa de Teléfnos de Bogotá
Haciéndose intérpretes del clamor unánime de los habitantes de la capital colombiana que ya no podían soportar el sistema manual el Municipio de Bogotá, según contrato aprobado por medio del Acuerdo numero 64 de 1.940, adquirió The Bogotá Telephone Company todas las plantas, edificios, conmutadores, cables, postes, aparatos, etc.
La negociación se hizo por dos millones quinientos mil dólares con un interés del 3% anual, y plazo de treinta años a partir de Enero de 1.941, mediante libranzas expedidas por el Municipio de Bogotá. Esta obligación fue cumplida a cabalidad por la Empresa de Teléfonos de Bogotá, con sus propios recursos, es decir, con el producto del servicio telefónico.
Por medio del acuerdo número 79 de 1.940 se creó la Empresa de Teléfonos de Bogotá, y se expresó en el mismo que se constituía como entidad descentralizada y se dispuso su manejo por medio de una administración delegada. La representación legal quedó en cabeza del Personero de Bogotá, a quien se autorizó para celebrar un contrato con el Banco de la República para proveer a dicha Administración autónoma, por una junta integrada así: Alcalde de Bogotá, quien la Preside, el Personero, cuatro directores, dos nombrados por el Concejo dos por el Banco de la República, para períodos de dos años.
La primera reunión de la junta Directiva tuvo lugar el 14 de Febrero de 1.941, y fue presidida por el Alcalde Germán Zea Hernández con la asistencia de los representantes nombrados por el Concejo ingeniero Jorge Páez G. y Dr. José de la Vega y por los nombrados por el Banco de la República doctores Luis Angel Arango y Jaime Samper.
En la segunda sesión de la junta celebrada el 18 de febrero se designó como primer Gerente al Dr. Alfonso Araújo y, se adoptó para la entidad el nombre de EMPRESA DE TELEFONOS DE BOGOTA, que es el que ha conservado y, tiene actualmente.
Correspondió al doctor Araújo estructurar la Empresa, organizarla, y darle como lo señaló el Acuerdo 79 de 1.940 una fisonomía comercial reglamentando su funcionamiento y servicios de la misma. No sobra decir que The Bogotá Telephone Company formó tecnicos nacionales como Ernesto Bernal, Alberto Amézquita, Evaristo Guáqueta y otros que se nos escapan y que siguieron prestando sus servicios a la Empresa de Teléfonos de Bogotá.
La automatización del servicio
En el mes de Febrero de 1.945 se cerró la licitación pública para la automatización del servicio. El Gobierno Nacional nombró dos asesores para que de acuerdo con la Junta, escogieran la mejor propuesta. Los asesores fueron D. Eduardo Cuéllar y el Dr. Roberto Urdaneta Arbeláez. La mejor propuesta fue presentada por la Telefonaktiebolaget L. M. Ericsson, de Estocolmo, Suecia, Con base en las diversas modalidades de la oferta presentadas y aceptadas por la junta, se celebró el contrato respectivo el 24 de abril de dicho año, y en él intervino muy eficazmente el Personero de ese entonces.Dr. Hernando Morales M. El contrato se celebró para la instalación de 40.500 teléfonos y corrieron a cargo de la Empresa con fondos propios, y en parte con crédito de la misma Ericsson, la construcción de centrales, canalizaciones y los trabajos necesarios para el tránsito del sistema manual al automático.
El 9 de Abril de 1948
E1 día del asesinato de Jorge Eliecer Galtán, todavía la Empresa no estaba automatizada y los empleados de ella, especialmente las señoritas que servían en los conmutadores, heróicamente y cuando los incendios amenazaban el viejo edificio de la calle 20 con carrera 8a., permanecieron en sus puestos durante el día y toda la noche del 9 de Abril, y por dificultad en la movilización continuaron hasta las seis de la tarde del día 10, con lo cual completaron casi 48 horas de servicio ininterrumpido. Ello significó una ayuda inmensa para el Gobierno y por otra parte mantuvo sin solución de continuidad el funcionamiento de las plantas sin dejarse de prestar el servicio un solo minuto, con lo cual pudo decirse que desde 1.905 hasta la fecha se ha prestado sin la más mínima interrupción.
Inauguración del Servicio Automático
E1 día 28 de Diciembre de 1.948 a las 12 de la noche, se hizo en Bogotá el tránsito del sistema manual a automático con la automatización de las 13.041 líneas manuales existentes. Posteriormente, comenzaron a instalarse las siguientes líneas contratadas. La primera llamada automática la hizo el Alcalde Fernando Mazuera Villegas al ex‑alcalde Ramón Muñoz Toledo, bajo cuya administración se firmó el contrato con la Ericsson. Estaban presentes, además, el Ingeniero Luis Carlos Alvarez, Gerente de la Empresa en la fecha mencionada y quien suscribió también el contrato, el Personero y los Directivos de entonces Hernando Posada Cuéllar, Rafael Delgado Barreneche, Vicente Pizano Restrepo y Antonio Puerto, y altos funcionarios de la Empresa. Como dato curioso merece recordarse que por tratarse del día de Inocentes el público recibió con escepticismo la noticia de la automatización y comenzó a usar tímidamente los aparatos e inclusive llamaba a la Empresa para cerciorarse de que había desaparecido el sistema manual. A los pocos días la ciudadanía se dio cuenta de que se había operado una de las más grandes transformaciones en uno de los servicios esenciales de la capital.
Cambio Legal
La Empresa no tenía representación legal por lo que se hacía necesario la intervención del Personero Distrital para todo lo relacionado con obligaciones a favor o en contra de la Empresa o para intervenir ante la justicia ordinaria en pleitos civiles y laborales. El Concejo Distrital, cambió el sistema del Acuerdo 79 de 1.940, eliminó el contrato con el Banco de la República, y le otorgó al Gerente la representación de la Empresa y dispuso que cuatro de sus miembros integrarían la junta Directiva.
Balance al cumplir 20 años
Con diversos actos celebró la Empresa en el año de 1.961 los veinte años como entidad autónoma descentralizada del Distrito de Bogotá.
Uno de los más importantes fue la inaguaración por el Presidente de la República Dr. Alberto Lleras Camargo, de la moderna planta del Chico, situada en la calle 90 con carrera 15, y que introdujo por primera vez en el país el sistema AIZF‑100 Crossbar Ericsson, con señalización de multifrecuencia cuya operación y mantenimiento se hace con un exiguo número de empleados. Se llegó en ese año a 114.000 líneas instaladas con ocho plantas del sistema OS‑500, y dos centrales ya construidas con capacidad de 10.000 líneas cada una más los conmutadores especiales en el Centro Antonio Nariño, Usaquén, Bosa y Suba, Se publicó que en líneas instaladas y en servicio Bogotá supera a ciudades de la importancia de Lima, Santiago, Montevideo, y Caracas. Se registró que hasta esa fecha se habían tendido más de 20.000 pares kilómetros en redes, troncales, primarias, secundarias y de suscriptores. Se registró una nómina de 1.000 personas.
En cuanto al aspecto económico y financiero se puso de presente que el presupuesto al comenzar su actividad como empresa descentralizada era en 1.941 apenas de $614.044.oo, y alcanzaba en esa fecha cerca de $50.000.000.oo, sin contar el de inversiones. Las tarifas del servicio eran extremadamente bajas. La Empresa con sus recursos propios mantenía al día el servicio de la deuda con The Bogotá Telephone Co., la Casa Ericsson y proveedores de equipos y su situación de tesorería no ofrecía problemas.
En materia de directorios telefónicos se logró un avance definitivo, pues hasta 1.956 la edición no aparecía anualmente como ahora y era necesario efectuar contratos mediante licitaciones para la impresión del Directorio y no se encontraban, con el crecimiento muy grande ae los suscriptores, las casas editoriales que se comprometieran a su entrega en el número de ejemplares y en plazos determinados.
En el año de 1.958 se celebró un contrato bajo la dirección publicitaria y comercial de D. Guillermo Mendoza Torres, para la edición del Directorio 1.958 ‑ 1.959, que fue impreso y entregado oportunamente por la firma Carvajal y Cía, de Cali. Posteriormente se constituyó la firma "Editora de Directorios Ltda", también con la importante y experta colaboración del mismo Mendoza Torres, e impresa igualmente por Carvajal y Cía y mediante un contrato por cinco años se estableció la entrega en Diciembre de cada año de un directorio moderno. En el Directorio 1.958/59 se introdujeron las páginas amarillas, y desde 1.961 viene publicándose cumplida y rigurosamente. Desde ese año hasta 1.962 en un solo tomo a tres columnas y a partir de 1.963 a cuatro columnas como ahora, y posteriormente y dado el gran aumento de abonados en dos tomos, es decir, con las páginas amarillas en libro separado. La nueva Empresa editora tiene ahora la razón social de Publicar Ltda., y su impresión sigue a cargo de Carvajal y Cía, de Cali.
Para esta época la Empresa había alcanzado un alto grado de tecnificación especialmente porque había preparado en Suecia, Estados Unidos, Alemania e Italia a distinguidos ingenieros y a personal calificado que terminaron importantes estudios sobre plantas, redes, conservación de equipos y sobre los últimos adelantos en materia de conmutación y comunicación telefónica.
No sólo la Empresa se distinguía por su magnífico servicio sino también por el aspecto social pues había construido escuelas, con magnífico profesorado, para los hijos de los trabajadores, una en el sur de la ciudad y otra en el norte. Además completó un plan de vivienda muy bien planificado que permitió adjudicación de casas tanto en el sur como en el norte mediante un puntaje que consultó la justicia y prioridades en las adjudicaciones. Con el Sindicato había mantenido comprensivas relaciones y se planeó un centro vacacional con todas las comodidades.
Las tarifas para el servicio de teléfonos y de instalaciones hasta esos primeros años eran muy bajas, y por lo demás el valor de los equipos importados no tenía los precios de ahora lo que explica el valor de los presupuestos de esos años. Hasta entonces las tarifas
las señalaba y aprobaba el Concejo Distrital y posteriormente corresponde esa función al Departamento Nacional de Planeación a través de la junta Nacional de Tarifas de Servicios Públicos.
La empresa en 1977 - 1978
La Empresa de Teléfonos de Bogotá, orgullosamente puede presentarse hoy como un organismo de grandes proporciones y con tarifas más costeables ha alcanzado un extraordinario grado de progreso en todos los órdenes. De pequeña Empresa, su magnitud actual es impresionante, como objetivamente se presenta a continuacion.
Número de líneas y abonados instalados
No. de Líneas Equipo | 479.000 |
No. de Abonados | 389.524 |
No. de Teléfonos Públicos | 5.451 |
Central | No. de líneas |
Centro | 75.000 |
Cruces | 20.000 |
Olaya | 30.000 |
San Carios | 10.000 |
Bosa | 2.400 |
Kennedy | 21.000 |
Muzú | 28.000 |
Puente Aranda | 26.000 |
Ricaurte | 30.000 |
Soacha | 1.000 |
Autopista | 13.000 |
Chapinero | 42.000 |
Chicó | 30.000 |
Santa Bárbara | 5.000 |
Niza | 14.000 |
Suba | 2.000 |
Toberín | 2.000 |
Usaquén | 1.600 |
Ciudad Universitaria | 5.000 |
Fontibón | 10.000 |
Normandía | 10.000 |
San Fernando | 30.000 |
Santa Helenita | 20.000 |
Teusaquillo | 31.000 |
Número de Trabajadores
Empleados | 2.296 |
Obreros | 386 |
Contratistas | 76 |
Total | $ 2.758 |
Nómina Mensual
|| Empleados || 15,531.645 ||
|| Obreros || 1.657.467 ||
|| Contratistas || 290.280 ||
|| Total || $ 17.479.392 ||
Presupuesto
|| Total año 1.978 || $ 3´612.879.000 ||
|| Inversiones 1.978 || $ 1´413.875.000 ||
Proyectos para 1978
- Construcción de Nuevos Edificios para Centrales en: Bochica, Bachué, Chapinero, Fontibón, Salitre, Suba, Toberín
- Introducción del séptimo dígito para todos los télefonos de bogotá.
- Implementación de transmisión de datos.
- Aumento de los sistemas de Transmisión por P.C.M. en 5000 canales.
- Optimización del Sistema de Reclamos por medio de computador.
- Ampliación en 700 nuevos teléfonos públicos.
- Colaboración para desarrollar el plan PHIZSU.
- Adquisición de 100.000 nuevos aparatos telefónicos.
- Adquisición de 120.000 nuevas líneas.
Avance en Comunicaciones Níticas y Rápidas
Una comunicación telefónica más nítida recibirán los bogotanos del centro y de los alrededores de la autopista norte, al ponerse en marcha el nuevo sistema de interconexión entre las dos centrales denominadas PCM.
La Empresa de Teléfonos de Bogotá, con el propósito de ofrecer un mejor servicio, ha introducido dentro de sus campos de acción la última tecnología, que permite mejor el aprovechamiento de la red ya existente para ampliar la capacidad de interconexión, sin necesidad de tender nuevos cables, en la mayoría de los casos.
El PCM consiste en la utilización de equipos que permitan enviar 30 conversaciones simultáneas (no se trata de cables coaxiales, propios para largas distancias) por dos pares telefónicos, cuando por el método convencional en uso se requiere un par (línea) para cada conversación, es decir, se obtiene una multiplicación por 15 de la capacidad de comunicación.
La nueva red interconecta 17 de las 22 centrales existentes y se puede considerar como la insfraestructura básica requerida para las redes que se instalen en el futuro.
El equipo fue suministrado a la Empresa, mediante licitación pública, por adjudicación dada a la Internacional Telephone and Telegraph, ITT, de Colombia.
Para cubrir la demanda de interconexión entre centrales, requerida para atender las necesidades actuales, se proyecta por la Gerencia actual a cargo del Dr. Anibal Gómez Restrepo, ampliar la red a 5.000 canales adicionales.
El sistema de "modulación de impulsos codificados", que es la base del adelanto mencionado, significa un mejor aprovechamiento de las líneas y la economía que representa para la Empresa de Teléfonos de Bogotá la implantación del PCM, es indudablemente un paso avanzado en la estructura telefónica del Distrito Especial.
El Futuro de la Empresa
Indiscutiblemente la Empresa de Teléfonos de Bogotá, es uno de los organismos descentralizados del Distrito que ha superado con gran éxito etapas difíciles como ha quedado anotado en esta breke reseña.
La Empresa tiene para el futuro importantes planes para desarrollar pero desde luego, sometidos a varios factores adversos como son el alza constante de precio de los equipos importados y nacionales, la depreciación monetaria y tendencia a la burocratización.
Con el avance técnico en las comunicaciones habladas, que ha adquirido nuevas dimensiones, particularmente en lo que se refiere a la electrónica es seguro que la Empresa de Teléfonos de Bogotá no se quedará atrás y, es posible que en estos próximos diez años puedan adquirirse equipos semielectrónicos que por su diseño y confiabilidad ofrecen excepcionales ventajas tanto para los usuarios como para la administración telefónica.
Posiblemente en este próximo futuro será difícil adquirir los sofisticados equipos de los países más avanzados en telefonía como Estados Unidos, Suecia, Alemania, Japón y Suiza, que tienen integrados sus sistemas de comunicación y conmutación. Quízas al terminar el período de experimentación se llegará a comercializar la comunicación hablada con pantalla y la eliminación de muchos implementós del sistema tradicional.
Si bien estos asombrosos adelantos y los equipos que han llegado a perfeccionar en forma increíble con factores de rapidez y economía en el manejo, no se verán pronto en el país ni en Bogotá, la Empresa podrá ofrecer otros servicios adicionales como conmutadores de oficina sin bocina ni caja telefónica mediante accionar de botones que permiten transcribir y oir no sólo individualmente sino con varias comunicaciones simultáneas. También habrá aparato busca‑persona para ejecutivos, información automática sobre el estado del tiempo, espectáculos, clínicas, hoteles, papeles bursátiles, itinerarios de aviones y otros medios de transporte, ete. . . .
Si la Empresa sigue con su fisonomía comercial y técnica y con una adecuada planeación como lo revelan las metas que ha alcanzado y paralelamente continúa con su política de preparar un personal con criterio selectivo con el gran propósito de estimular a los profesionales colombianos podrá mantener su magnífica trayectoria de avances, nuevas líneas, y, conservación económica de los equipos, pues está comprobado que el servicio telefónico de Bogotá no desmerece ni está por debajo del que se presta en las principales capitales de América Central y Suramerica.
Conclusión
0jalá que la Empresa de Teléfonos continúe administrándose con criterio técnico y comercial alejada de influencias políticas. Se tienen dolorosos ejemplos de otras ciudades donde el servicio telefónico alcanzó un alto nivel y posteriormente se convirtió en malo, deficiente y costoso por obra y gracia de la sustitución del personal técnico y calificado por burocracia incorporada por razón
de recomendaciones y cuotas políticas.
Si ha alcanzado el grado de progreso actual, se debe a la comprensión y buena voluntad de las juntas Directívas, y a la Competencia, consagración y sana orientacion que le han dado sus Gerentes, secundados por eficiencia de su personal técnico y administrativo.
Bogotá |
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Bogotá Estructura y principales servicios públicos / Pequeña Historia del Servicio de Teléfonos de Bogotá
Pequeña Historia del Servicio de Teléfonos de Bogotá
Texto de: Luis Eduardo Paéz del Río
Orígenes. Los primeros pasos
Cuando el norteamericano Alejandro Graham Bell, tratando de perfeccionar el telégrafo, logró, alrededor de 1.876, enviar la palabra humana a través de los alambres y el inventor obtuvo la patente, se produjo una conmoción mundial y en forma inmediata se constituyeron las primeras empresas con la idea triunfante de reemplazar en lo posible el telégrafo, que, era por entonces el único y más práctico medio de comunicación, por la trasmisión hablada.
Los pocos viajeros extranjeros que alrededor de 1.882 arribaron a Colombia así como los bogotanos que llegaban de Europa y de los Estados Unidos, despertaron y suscitaron enorme curiosidad por ese prodigioso invento y creyeron posible que si en muchos países se había introducido y otros se aprestaban para hacerlo, en Bogotá, podría estudiarse la posibilidad de conocer detalles y aún tratar de que se instalara ese revolucionario descubrimiento consistente en oir mutuamente sus propias voces. En el país, gracias al progresista Gobierno de Manuel Murillo Toro, se usaba ya el telégrafo como el más rápido sistema de comunicación.
Corría el año de 1.884, políticamente muy agitado por cuanto hubo tres Presidentes en Colombia. Ejercía la presidencia el designado doctor José Eusebio Otálora quien la desempeñó hasta el lo. de abril de ese año, reemplazandolo el doctor y general Ezequiel Hurtado, también en su carácter de designado. El 11 de agosto entregó la Presidencia al doctor Rafael Núñez, elegido presidente constitucional para el período de 1884 a 1886.
Y en ese año de 1.884 se presentó en Bogotá el ciudadano cubano D. José Raimundo Martinez, quien gracias a las inquietudes que había suscitado el invento de Graham Bell, fue rápidamente atendido por el Alcalde de esa época señor Higinio Cualla y logró rapidamente hacerse oir logrando que se le otorgara un privilegio exclusivo por el término de diez años para el establecimiento en la ciudad, que bien podía decirse era en esa época una brumosa aldea, del servicio telefónico “con todas las mejoras que puedan sobrevenir en virtud de los progresos de las ciencias” y con permiso para hacer uso de las vías públicas para la colocación de postes y aisládores “siempre que estos no estorben el tráfico del público”.
El primer contrato: iniciaciónd el servicio
Los orígenes de este primer contrato los desempolvó el Ingeniero Alfonso Martínez B, quien pacientemente compiló importantes antecedentes sobre el mismo y tuvo a bien darlos a la publicidad en el año de 1.963.
Basado en ellos y en otros obtenidos personalmente así como por la experiencia adquirida en los seis años en que el autor de estas líneas adquirió como Gerente de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, puede afirmarse que el primer paso en firme fue dado el dia 14 de Agosto de 1.884 cuando se suscribió el contrato entre la Municipalidad de Bogotá y don José Raimundo Martínez, y en el cual el concesionario cubano se comprometía a dejar establecido el servicio teléfonico dentro del término de seis meses, a contar desde el día en que se aprobara el contrato o antes si fuere posible.
El 28 de Agosto del mismo año, José Ralmundo Martínez, por escritura pública otorgada en la Notaría Primera de Bogotá, cedía a una Compañía, de la cual entró a formar parte como socio, todos sus derechos y acciones y obligaciones como dueño del privilegio que se le había concedido por el Municipio de Bogotá. Esta compañía se constituyó como anónima y tomó el nombre de "Compañía Colombiana de Teléfonos". Su objeto social era el de "establecer en Bogotá y en el territorio de Colombia en lo que creyere conveniente, y pidieran hacerlo, el servicio de teléfonos, según los descubrimientos más recientes y las modificaciones que sufriere según adelanto de la ciencia durante el termino de duración de la sociedad".
El periódico LA LUZ de Bogotá (octubre lo. de 1.884), comentó el privilegio otorgado en los siguientes términos:
"La Municipalidad de Bogotá, el Gobierno del Estado y el de la Nación han concedido privilegio por el término de diez años, para el establecimiento del servicio telefónico de esta ciudad, al señor José R. Martínez, que está recién venido de Caracas en donde trabajó provechosamente con el mismo fin. Para el servicio de sus respectivas oficinas, la municipalidad ha tomado diez aparatos, otros diez el Gobierno del Estado y veinticinco el de la Nación. La cuota mensual que se cobrará a cada suscriptor poniéndole su aparato en la Oficina y manteniéndolo en buen estado de servicio, será de cinco pesos por mes. Cada aparato corresponderá a una oficina central en que se establecerán las comunicaciones directas a todas horas del día y de la noche. Dentro de poco podrá, pues, establecerse correspondencias verbales a distancia, sin más trabajo que el de tocar un resorte".
El contrato con J.R.Martínez, fue aprobado por el Acuerdo número 25 del 10 de Noviembre de 1.884, fecha en la cual ya estaba constituida la Compañía Colombiana de Teléfonos; Se iniciarón los trabajos y en la edición del periódico LA LUZ de Diciembre 3 de 1.884, se comentó lo siguiente:
"Teléfonos.‑ El domingo se estrenó la línea Bogotá a Chapinero. Empezamos ya a apreciar mejor las ventajas de ese maravilloso invento".
No se sabe si seis meses después de promulgado el Acuerdo 25 de 1.884 o sea el 10 de Mayo de 1.885, hubo, según lo estipulado, servicio telefónico en la ciudad, fuera de la línea a Chapinero, aunque si se puede afirmar que en este mencionado año se inició el servicio, ya que en el periódico LA NACION de Bogotá en su edición del 22 de Diciembre de 1885 apareció una pequena nota que decía: "Ojalá que pronto la Compania de Teléfonos de esta ciudad, pueda conseguir una ganancia igual a la vecina Republica de Venezuela y que pronto tengamos más aparatos funcionando". El día 22 de Diciembre de 1.885 había, pues, servicio teléfonico. Y la pequeña estación y el equipo funcionaban en la plaza de Bolívar, en la esquina de la Calle 10 con la Carrera 8a. en un local ubicado en la Edificación conocida como LAS GALERIAS.
Dificultades Técnicas y Financieras
E1 desarrollo de la Compañía Colombiana de Teléfonos fue dificultoso. No se tenía experiencia, se carecía de elementos; el capital inicial de $10.000 pesos, representados en 100 acciones de $100 cada una, no fue suficiente y por escrituras fechadas el 30 de Septiembre de 1.885, 24 de Octubre de 1.889, 19 de Febrero de 1.890 y Agosto de 1.891 se elevaron los capitales a $30.000, $50.000, $60.000 y $120.000, respectivamente.
Como la técnica empleada era muy primitiva y no había expertos conscientes de su responsabilidad se partía de bases muy empíricas. En 1.885 se pensóns que el servicio teléfonico quedaría suficientemente instalado con dos conmutadores de capacidad de 200 líneas de suscriptor, una torre mediana, un local pequeño en arrendamiento y dos o tres empleados. Pero despues de 1.890 se tuvo que construir en el mismo sitio una nueva estación y en 1.894, reconstruir la parte superior de la estación para dar mayor solidez a la torre y se tuvo también que aumentar el numero de empleados y un conmutador suplementario de 100 líneas.
Curiosamente, el servicio en un principio se prestó solamente para las oficinas del Gobierno, pero más tarde el comercio y las casas particulares debido a lo módico de la tarifa solicitaron instalaciones en tal número, que en 1.899 la capacidad de la estación era insuficiente.
Fuera de las dificultades económicas, muy críticas por cierto, se presentaron serias de carácter técnico y no faltaron las de otro orden como las originadas por los fuegos artificiales en las efemérides patrias celebradas en la Plaza de Bolívar que provocaron daños en las torrecillas; las inducciones y cruces provocadas por la Compañía de Alumbrado Público; los telefonos (magnetos) colocados dentro del perímetro señalado en el contrato, instalados por particulares y empresas. La falta de espíritu público complicó el problema por la protesta de la ciudadanía por la colocación de postes y líneas. Los elementos usados: alambres, aparatos aisladores, conmutadores de procedencia europea escaseaban en tal forma que hubo que agudizar el ingenio e improvisar técnicas para suplir esas deficiencias. Un colombiano, inquieto y estudioso D. Camilo A. Carrizosa, inventó un "aislador colombiano", y puede decirse que fue el alma de la Empresa desde 1.885 hasta su muerte acaecida en 1.890.
Las enormes dificultades técnicas por falta de elementos y por la crisis económica de la Compañía Colombiana de Teléfonos se agravaron considerablemente con el estallido de la guerra civil en Octubre de 1.899, y para colmo, el servicio que más malo que bueno venía prestándose sin interrupción desde 1.885, quedó Suspendido total y definitivamente el día 20 de Mayo de 1.900, día en que los bogotanos se sorprendieron con el violento incendio de las Galerías quem destruyó en su totalidad la primitiva estación telefónica ubicada en la esquina de la carrera 8a. con la Calle 10.
Tal fue la triste suerte que corrió la Compañía Colombiana de Teléfonos, la que ya había obtenido por contrato celebrado con el Municipio en el año de 1.897, una prórroga de 20 años, es decir, que el privilegio otorgado debía expirar en el año de 1.904.
The Bogotá Telephone Company
Los aparatos telefónicos, líneas, postes y enseres que quedaron de la Compañía Colombiana de Teléfonos fueron adquiridos por el señor George G. Odell, en operación de que trata la escritura firmada el 8 de Octubre de 1.900.
Posteriormente, se registró en Londres la sociedad denominada The Bogotá Telephone Company y designó como Gerente al mismo cesionario señor Odell. En nombre de dicha compañía, solicitó y obtuvo del Municipio de Bogotá, privilegio exclusivo por el término de 50 años, para el restablecimiento del servicio telefónico en la capital.
En contrato adicional The Bogotá Telephone Companv, se comprometió a suministrar una nueva planta obligándose a prestar el servicio el 31 de Diciembre de 1.905, salvo fuerza mayor. Sin embargo, sólo hasta 1.906 se restableció el servicio telefónico, el que desde ese año se ha venido prestando sin interrupción.
The Bogotá Telephone Company adquirió la casa de dos pisos situada en la carrera 8a. con calle 20, donde posteriormente se construyó el Edificio que hoy ocupa la Empresa de Teléfonos de Bogotá, de la cual se hablará más adelante. The Bogotá Telephone Company, con capital suficiente y, con personal con experiencia técnica, desarrolló y amplió el servicio manual del que se acuerdan aún los viejos bogotanos. En una segunda etapa y, por el crecimiento de la ciudad hacia chapinero hizo necesaria la creación de otra central además de la de Bogotá, con capacidad de 5.400 líneas, y un conmutador especial instalado en el Capitolio para el servicio gubernamental, con capacidad de 600 líneas. Se instaló también una pequeña central en el Barrio de Teusaquillo con capacidad de 220 líneas y por último una pequeña central en el Barrio Ricaurte con un puesto de operadora y una capacidad de 150 líneas.
Está muy fresca todavía en la memoria de los bogotanos de la época el uso del teléfono manual que con el pito de ocupado y la demora en el tono por insuficiencia de las plantas, y a veces por el justificado mal humor de las señoritas telefonistas sacaban de sus casillas a los pobres suscriptores. Sería injusto, sin embargo, dejar de mencionar a los Gerentes D. Oscar E. Allo y a don Lyndon Joseph, casado este con la dama bogotana Leonor Gutiérrez Muñoz, quienes por su buena voluntad para mejorar el servicio de atender los reclamos fundados que se les hacían fueron personas muy estimadas por la sociedad bogotana.
La Empresa de Teléfnos de Bogotá
Haciéndose intérpretes del clamor unánime de los habitantes de la capital colombiana que ya no podían soportar el sistema manual el Municipio de Bogotá, según contrato aprobado por medio del Acuerdo numero 64 de 1.940, adquirió The Bogotá Telephone Company todas las plantas, edificios, conmutadores, cables, postes, aparatos, etc.
La negociación se hizo por dos millones quinientos mil dólares con un interés del 3% anual, y plazo de treinta años a partir de Enero de 1.941, mediante libranzas expedidas por el Municipio de Bogotá. Esta obligación fue cumplida a cabalidad por la Empresa de Teléfonos de Bogotá, con sus propios recursos, es decir, con el producto del servicio telefónico.
Por medio del acuerdo número 79 de 1.940 se creó la Empresa de Teléfonos de Bogotá, y se expresó en el mismo que se constituía como entidad descentralizada y se dispuso su manejo por medio de una administración delegada. La representación legal quedó en cabeza del Personero de Bogotá, a quien se autorizó para celebrar un contrato con el Banco de la República para proveer a dicha Administración autónoma, por una junta integrada así: Alcalde de Bogotá, quien la Preside, el Personero, cuatro directores, dos nombrados por el Concejo dos por el Banco de la República, para períodos de dos años.
La primera reunión de la junta Directiva tuvo lugar el 14 de Febrero de 1.941, y fue presidida por el Alcalde Germán Zea Hernández con la asistencia de los representantes nombrados por el Concejo ingeniero Jorge Páez G. y Dr. José de la Vega y por los nombrados por el Banco de la República doctores Luis Angel Arango y Jaime Samper.
En la segunda sesión de la junta celebrada el 18 de febrero se designó como primer Gerente al Dr. Alfonso Araújo y, se adoptó para la entidad el nombre de EMPRESA DE TELEFONOS DE BOGOTA, que es el que ha conservado y, tiene actualmente.
Correspondió al doctor Araújo estructurar la Empresa, organizarla, y darle como lo señaló el Acuerdo 79 de 1.940 una fisonomía comercial reglamentando su funcionamiento y servicios de la misma. No sobra decir que The Bogotá Telephone Company formó tecnicos nacionales como Ernesto Bernal, Alberto Amézquita, Evaristo Guáqueta y otros que se nos escapan y que siguieron prestando sus servicios a la Empresa de Teléfonos de Bogotá.
La automatización del servicio
En el mes de Febrero de 1.945 se cerró la licitación pública para la automatización del servicio. El Gobierno Nacional nombró dos asesores para que de acuerdo con la Junta, escogieran la mejor propuesta. Los asesores fueron D. Eduardo Cuéllar y el Dr. Roberto Urdaneta Arbeláez. La mejor propuesta fue presentada por la Telefonaktiebolaget L. M. Ericsson, de Estocolmo, Suecia, Con base en las diversas modalidades de la oferta presentadas y aceptadas por la junta, se celebró el contrato respectivo el 24 de abril de dicho año, y en él intervino muy eficazmente el Personero de ese entonces.Dr. Hernando Morales M. El contrato se celebró para la instalación de 40.500 teléfonos y corrieron a cargo de la Empresa con fondos propios, y en parte con crédito de la misma Ericsson, la construcción de centrales, canalizaciones y los trabajos necesarios para el tránsito del sistema manual al automático.
El 9 de Abril de 1948
E1 día del asesinato de Jorge Eliecer Galtán, todavía la Empresa no estaba automatizada y los empleados de ella, especialmente las señoritas que servían en los conmutadores, heróicamente y cuando los incendios amenazaban el viejo edificio de la calle 20 con carrera 8a., permanecieron en sus puestos durante el día y toda la noche del 9 de Abril, y por dificultad en la movilización continuaron hasta las seis de la tarde del día 10, con lo cual completaron casi 48 horas de servicio ininterrumpido. Ello significó una ayuda inmensa para el Gobierno y por otra parte mantuvo sin solución de continuidad el funcionamiento de las plantas sin dejarse de prestar el servicio un solo minuto, con lo cual pudo decirse que desde 1.905 hasta la fecha se ha prestado sin la más mínima interrupción.
Inauguración del Servicio Automático
E1 día 28 de Diciembre de 1.948 a las 12 de la noche, se hizo en Bogotá el tránsito del sistema manual a automático con la automatización de las 13.041 líneas manuales existentes. Posteriormente, comenzaron a instalarse las siguientes líneas contratadas. La primera llamada automática la hizo el Alcalde Fernando Mazuera Villegas al ex‑alcalde Ramón Muñoz Toledo, bajo cuya administración se firmó el contrato con la Ericsson. Estaban presentes, además, el Ingeniero Luis Carlos Alvarez, Gerente de la Empresa en la fecha mencionada y quien suscribió también el contrato, el Personero y los Directivos de entonces Hernando Posada Cuéllar, Rafael Delgado Barreneche, Vicente Pizano Restrepo y Antonio Puerto, y altos funcionarios de la Empresa. Como dato curioso merece recordarse que por tratarse del día de Inocentes el público recibió con escepticismo la noticia de la automatización y comenzó a usar tímidamente los aparatos e inclusive llamaba a la Empresa para cerciorarse de que había desaparecido el sistema manual. A los pocos días la ciudadanía se dio cuenta de que se había operado una de las más grandes transformaciones en uno de los servicios esenciales de la capital.
Cambio Legal
La Empresa no tenía representación legal por lo que se hacía necesario la intervención del Personero Distrital para todo lo relacionado con obligaciones a favor o en contra de la Empresa o para intervenir ante la justicia ordinaria en pleitos civiles y laborales. El Concejo Distrital, cambió el sistema del Acuerdo 79 de 1.940, eliminó el contrato con el Banco de la República, y le otorgó al Gerente la representación de la Empresa y dispuso que cuatro de sus miembros integrarían la junta Directiva.
Balance al cumplir 20 años
Con diversos actos celebró la Empresa en el año de 1.961 los veinte años como entidad autónoma descentralizada del Distrito de Bogotá.
Uno de los más importantes fue la inaguaración por el Presidente de la República Dr. Alberto Lleras Camargo, de la moderna planta del Chico, situada en la calle 90 con carrera 15, y que introdujo por primera vez en el país el sistema AIZF‑100 Crossbar Ericsson, con señalización de multifrecuencia cuya operación y mantenimiento se hace con un exiguo número de empleados. Se llegó en ese año a 114.000 líneas instaladas con ocho plantas del sistema OS‑500, y dos centrales ya construidas con capacidad de 10.000 líneas cada una más los conmutadores especiales en el Centro Antonio Nariño, Usaquén, Bosa y Suba, Se publicó que en líneas instaladas y en servicio Bogotá supera a ciudades de la importancia de Lima, Santiago, Montevideo, y Caracas. Se registró que hasta esa fecha se habían tendido más de 20.000 pares kilómetros en redes, troncales, primarias, secundarias y de suscriptores. Se registró una nómina de 1.000 personas.
En cuanto al aspecto económico y financiero se puso de presente que el presupuesto al comenzar su actividad como empresa descentralizada era en 1.941 apenas de $614.044.oo, y alcanzaba en esa fecha cerca de $50.000.000.oo, sin contar el de inversiones. Las tarifas del servicio eran extremadamente bajas. La Empresa con sus recursos propios mantenía al día el servicio de la deuda con The Bogotá Telephone Co., la Casa Ericsson y proveedores de equipos y su situación de tesorería no ofrecía problemas.
En materia de directorios telefónicos se logró un avance definitivo, pues hasta 1.956 la edición no aparecía anualmente como ahora y era necesario efectuar contratos mediante licitaciones para la impresión del Directorio y no se encontraban, con el crecimiento muy grande ae los suscriptores, las casas editoriales que se comprometieran a su entrega en el número de ejemplares y en plazos determinados.
En el año de 1.958 se celebró un contrato bajo la dirección publicitaria y comercial de D. Guillermo Mendoza Torres, para la edición del Directorio 1.958 ‑ 1.959, que fue impreso y entregado oportunamente por la firma Carvajal y Cía, de Cali. Posteriormente se constituyó la firma "Editora de Directorios Ltda", también con la importante y experta colaboración del mismo Mendoza Torres, e impresa igualmente por Carvajal y Cía y mediante un contrato por cinco años se estableció la entrega en Diciembre de cada año de un directorio moderno. En el Directorio 1.958/59 se introdujeron las páginas amarillas, y desde 1.961 viene publicándose cumplida y rigurosamente. Desde ese año hasta 1.962 en un solo tomo a tres columnas y a partir de 1.963 a cuatro columnas como ahora, y posteriormente y dado el gran aumento de abonados en dos tomos, es decir, con las páginas amarillas en libro separado. La nueva Empresa editora tiene ahora la razón social de Publicar Ltda., y su impresión sigue a cargo de Carvajal y Cía, de Cali.
Para esta época la Empresa había alcanzado un alto grado de tecnificación especialmente porque había preparado en Suecia, Estados Unidos, Alemania e Italia a distinguidos ingenieros y a personal calificado que terminaron importantes estudios sobre plantas, redes, conservación de equipos y sobre los últimos adelantos en materia de conmutación y comunicación telefónica.
No sólo la Empresa se distinguía por su magnífico servicio sino también por el aspecto social pues había construido escuelas, con magnífico profesorado, para los hijos de los trabajadores, una en el sur de la ciudad y otra en el norte. Además completó un plan de vivienda muy bien planificado que permitió adjudicación de casas tanto en el sur como en el norte mediante un puntaje que consultó la justicia y prioridades en las adjudicaciones. Con el Sindicato había mantenido comprensivas relaciones y se planeó un centro vacacional con todas las comodidades.
Las tarifas para el servicio de teléfonos y de instalaciones hasta esos primeros años eran muy bajas, y por lo demás el valor de los equipos importados no tenía los precios de ahora lo que explica el valor de los presupuestos de esos años. Hasta entonces las tarifas
las señalaba y aprobaba el Concejo Distrital y posteriormente corresponde esa función al Departamento Nacional de Planeación a través de la junta Nacional de Tarifas de Servicios Públicos.
La empresa en 1977 - 1978
La Empresa de Teléfonos de Bogotá, orgullosamente puede presentarse hoy como un organismo de grandes proporciones y con tarifas más costeables ha alcanzado un extraordinario grado de progreso en todos los órdenes. De pequeña Empresa, su magnitud actual es impresionante, como objetivamente se presenta a continuacion.
Número de líneas y abonados instalados
No. de Líneas Equipo | 479.000 |
No. de Abonados | 389.524 |
No. de Teléfonos Públicos | 5.451 |
Central | No. de líneas |
Centro | 75.000 |
Cruces | 20.000 |
Olaya | 30.000 |
San Carios | 10.000 |
Bosa | 2.400 |
Kennedy | 21.000 |
Muzú | 28.000 |
Puente Aranda | 26.000 |
Ricaurte | 30.000 |
Soacha | 1.000 |
Autopista | 13.000 |
Chapinero | 42.000 |
Chicó | 30.000 |
Santa Bárbara | 5.000 |
Niza | 14.000 |
Suba | 2.000 |
Toberín | 2.000 |
Usaquén | 1.600 |
Ciudad Universitaria | 5.000 |
Fontibón | 10.000 |
Normandía | 10.000 |
San Fernando | 30.000 |
Santa Helenita | 20.000 |
Teusaquillo | 31.000 |
Número de Trabajadores
Empleados | 2.296 |
Obreros | 386 |
Contratistas | 76 |
Total | $ 2.758 |
Nómina Mensual
|| Empleados || 15,531.645 ||
|| Obreros || 1.657.467 ||
|| Contratistas || 290.280 ||
|| Total || $ 17.479.392 ||
Presupuesto
|| Total año 1.978 || $ 3´612.879.000 ||
|| Inversiones 1.978 || $ 1´413.875.000 ||
Proyectos para 1978
- Construcción de Nuevos Edificios para Centrales en: Bochica, Bachué, Chapinero, Fontibón, Salitre, Suba, Toberín
- Introducción del séptimo dígito para todos los télefonos de bogotá.
- Implementación de transmisión de datos.
- Aumento de los sistemas de Transmisión por P.C.M. en 5000 canales.
- Optimización del Sistema de Reclamos por medio de computador.
- Ampliación en 700 nuevos teléfonos públicos.
- Colaboración para desarrollar el plan PHIZSU.
- Adquisición de 100.000 nuevos aparatos telefónicos.
- Adquisición de 120.000 nuevas líneas.
Avance en Comunicaciones Níticas y Rápidas
Una comunicación telefónica más nítida recibirán los bogotanos del centro y de los alrededores de la autopista norte, al ponerse en marcha el nuevo sistema de interconexión entre las dos centrales denominadas PCM.
La Empresa de Teléfonos de Bogotá, con el propósito de ofrecer un mejor servicio, ha introducido dentro de sus campos de acción la última tecnología, que permite mejor el aprovechamiento de la red ya existente para ampliar la capacidad de interconexión, sin necesidad de tender nuevos cables, en la mayoría de los casos.
El PCM consiste en la utilización de equipos que permitan enviar 30 conversaciones simultáneas (no se trata de cables coaxiales, propios para largas distancias) por dos pares telefónicos, cuando por el método convencional en uso se requiere un par (línea) para cada conversación, es decir, se obtiene una multiplicación por 15 de la capacidad de comunicación.
La nueva red interconecta 17 de las 22 centrales existentes y se puede considerar como la insfraestructura básica requerida para las redes que se instalen en el futuro.
El equipo fue suministrado a la Empresa, mediante licitación pública, por adjudicación dada a la Internacional Telephone and Telegraph, ITT, de Colombia.
Para cubrir la demanda de interconexión entre centrales, requerida para atender las necesidades actuales, se proyecta por la Gerencia actual a cargo del Dr. Anibal Gómez Restrepo, ampliar la red a 5.000 canales adicionales.
El sistema de "modulación de impulsos codificados", que es la base del adelanto mencionado, significa un mejor aprovechamiento de las líneas y la economía que representa para la Empresa de Teléfonos de Bogotá la implantación del PCM, es indudablemente un paso avanzado en la estructura telefónica del Distrito Especial.
El Futuro de la Empresa
Indiscutiblemente la Empresa de Teléfonos de Bogotá, es uno de los organismos descentralizados del Distrito que ha superado con gran éxito etapas difíciles como ha quedado anotado en esta breke reseña.
La Empresa tiene para el futuro importantes planes para desarrollar pero desde luego, sometidos a varios factores adversos como son el alza constante de precio de los equipos importados y nacionales, la depreciación monetaria y tendencia a la burocratización.
Con el avance técnico en las comunicaciones habladas, que ha adquirido nuevas dimensiones, particularmente en lo que se refiere a la electrónica es seguro que la Empresa de Teléfonos de Bogotá no se quedará atrás y, es posible que en estos próximos diez años puedan adquirirse equipos semielectrónicos que por su diseño y confiabilidad ofrecen excepcionales ventajas tanto para los usuarios como para la administración telefónica.
Posiblemente en este próximo futuro será difícil adquirir los sofisticados equipos de los países más avanzados en telefonía como Estados Unidos, Suecia, Alemania, Japón y Suiza, que tienen integrados sus sistemas de comunicación y conmutación. Quízas al terminar el período de experimentación se llegará a comercializar la comunicación hablada con pantalla y la eliminación de muchos implementós del sistema tradicional.
Si bien estos asombrosos adelantos y los equipos que han llegado a perfeccionar en forma increíble con factores de rapidez y economía en el manejo, no se verán pronto en el país ni en Bogotá, la Empresa podrá ofrecer otros servicios adicionales como conmutadores de oficina sin bocina ni caja telefónica mediante accionar de botones que permiten transcribir y oir no sólo individualmente sino con varias comunicaciones simultáneas. También habrá aparato busca‑persona para ejecutivos, información automática sobre el estado del tiempo, espectáculos, clínicas, hoteles, papeles bursátiles, itinerarios de aviones y otros medios de transporte, ete. . . .
Si la Empresa sigue con su fisonomía comercial y técnica y con una adecuada planeación como lo revelan las metas que ha alcanzado y paralelamente continúa con su política de preparar un personal con criterio selectivo con el gran propósito de estimular a los profesionales colombianos podrá mantener su magnífica trayectoria de avances, nuevas líneas, y, conservación económica de los equipos, pues está comprobado que el servicio telefónico de Bogotá no desmerece ni está por debajo del que se presta en las principales capitales de América Central y Suramerica.
Conclusión
0jalá que la Empresa de Teléfonos continúe administrándose con criterio técnico y comercial alejada de influencias políticas. Se tienen dolorosos ejemplos de otras ciudades donde el servicio telefónico alcanzó un alto nivel y posteriormente se convirtió en malo, deficiente y costoso por obra y gracia de la sustitución del personal técnico y calificado por burocracia incorporada por razón
de recomendaciones y cuotas políticas.
Si ha alcanzado el grado de progreso actual, se debe a la comprensión y buena voluntad de las juntas Directívas, y a la Competencia, consagración y sana orientacion que le han dado sus Gerentes, secundados por eficiencia de su personal técnico y administrativo.